Epílogo
Cuando desperté estaba en un lugar cubierto en su totalidad por blanco.
No sé cuanto tiempo pasó desde entonces, ni siquiera sé que fue de mi hermano...
No sé nada.
Desde entonces intenté numerosas cosas para suicidarme, pero todas fallaron, intenté quedarme sin brazos o pies, pero enseguida se regeneraron.
¿Cuánto tiempo habrá pasado?
¿Dónde estoy?
Lo único que tengo es mi odio a ese bastardo y los recuerdos de las chicas.
Mientras tenga eso... no perderé de vista lo más importante...
....
¿Quién era?
¿Por qué estoy aquí? Cierto, el bastardo... ese bastardo tengo que matarlo...
¿No había alguien a quién debía buscar? No lo sé.
No consigo recordar nada.
¿Luna? ¿An? ¿Charlotte? Sé que son personas.
Chicas, eso. Deben ser unas hermosas chicas, aunque no consigo recordar nada sobre ellas más que ese dato.
Mi pecho duele.
¿No es extraño para una No-muerto?
...
Un diario, cierto, yo tenía un diario... pero... no sé dónde está...
Luna debería poder recordar dónde lo dejé, era muy confiable.
An era...
¿Por qué estoy llorando? ¿No es extraño? Los No-Muertos no deberían de poder llorar.
—¿Estás bien, señorita?
Una niña albina me tiende la mano, mirándome con preocupación.
—Oh, ¿Hola?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top