Capítulo 9.-¿Aceptación?
—N-No te rías de E-Erioll —digo avergonzado y arrepentido de haber hablado con Luna.
—Perdón, es que es tan divertido si lo piensas bien —dice Luna con lágrimas asomándose por las comisuras de sus ojos.
"¡No es divertido!" Eso quise decir, pero, en su lugar solamente desvié la mirada mientras hago un puchero.
—¿Y bien? ¿Qué harás? Está ocasión pudiste huir, pero, tarde o temprano tendrás que confrontarla y decirle que eres una chica —comenta Luna—. Y, no, no te ayudaré a menos que la situación amenace con salirse de tus manos.
—T-Tan alentador —musito.
El problema aquí es uno muy grande, ¿Qué hago? Nunca estuve ni remotamente cerca de que algo así me sucediera en la vida pasada.
Eso sólo me hace deprimirme, aunque, el que recuerde eso con tanta inseguridad, ¿Cómo debo de sentirme al respecto?
Únicamente amplifica mi sensación de inferioridad.
—E-Erioll hablará con ella —digo jugando con mis dedos—. ¡P-Pero, lo hará mañana!
Me cubro con las sábanas.
—Apenas es medio día ¿Sabes? —dice Luna viéndome con ojos de desaprobación.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, pero, si me dejó intimidar por esto ¿Qué más me queda? Soy el hombre que estuvo encerrado por casi 10 años.
"Te mostraré el orgullo de un NINI!"
Aunque, siendo honesto, ¿Qué clase de patético orgullo es ese? No lo sé, solamente siento que necesito defenderlo y aferrarme a ello con todo.
—¡El exterior es demasiado extraño para Erioll! Al menos ¿Puede dejarlo para mañana? —declaro sin salir de mi refugio.
—Bien, bien, cómo tú digas —Escucho los pasos de Luna alejarse de la cama—. Pero, recuerda bajar antes del anochecer para reunirnos con el héroe y decidir que haremos a partir de ahora.
Escucho la puerta abrirse y cerrarse tras un rato.
Una vez confirmé que estoy solo, me puse a dar vueltas sobre la cama, ¿Qué hago con la confesión de esa chica? Parece la escena de una historia de romance.
Es sólo que, este cuerpo, el cuerpo de Erioll, es el de una chica ¿Cómo reaccionará al saber eso? Aunque, también puede que ella esté interesada en ese bando.
No, no debo de sacar conclusiones apresuradas.
No otra vez....
Me golpeo las mejillas, ¿Qué hago ahora con el día libre?
Observo a través de una ventana, un campo de entrenamiento, dónde las personas bombardean con pequeñas bolas de fuego varios objetivos.
"Ojalá yo también poder usarla"
Miro mis manos, recordando lo que pasó con Luna y tal idea desapareció de mi mente.
"Si no usar magia me permite estar junto a Luna, prefiero no usarla nunca"
Con eso en mente, vuelvo a la cama y cierro los ojos profundamente, aunque, soy incapaz de dormir y cuando los abro me encuentro a Luna mirándome con una mirada difícil de describir.
—¿De verdad no te moviste en todo el día? —Comenta mientras se sienta a un lado mío.
—...Si lo pones así...
—Lo que sea, alístate.
Solamente llevé mi mano a mi cabeza como saludo militar y me puse un vestido negro sencillo de una sola pieza.
"Esto se está volviendo cómodo de usar, demasiado"
Pero ¿Qué más da? Soy una chica ahora después de todo.
—¿Estás lista?
—Sí~ Erioll está en camino.
Pensé que saldríamos al comedor, pero, en su lugar, solamente estamos comiendo en la habitación del héroe y del paladín.
—Ah, sí, Erioll, estaba pensando en inscribirte en una academia de magia, escuché de Luna que tienes problemas para controlar tu flujo de maná.
Volteo a ver a Luna, quién inmediatamente evita mirarme.
"Ir a la academia significa..."
—E-Erioll está en desacuerdo, pero, no tuvo buenas experiencias en el pasado...
Tanto yendo a una escuela como aprendiendo magia.
¿Y si algo sale mal? ¿Y si termino por herir a alguien?
—Fallar una vez no es nada —Dice Klare con tranquilidad.
Todos me miran con cierta amabilidad y compasión.
"Basta"
—¿Una vez? Erioll es... el mayor fracaso de todos.
«¡Abra la maldita puerta! ¿Ni siquiera la muerte de tus padres te hará reflexionar?»
Cabizbaja y temblando, sin haber tocado la comida, me pongo de pie antes de volver a mi habitación.
Huir está bien, nadie me lastimará así, nadie.
«Qué desagradable, era cuestión de tiempo que hiciera algo así»
Me oculté bajo las sábanas, tras varios mintió escuché la puerta abrirse.
—¿Estás aquí?
No respondí. Luna se adentró y cerró la puerta.
—Supongo que fue un poco apresurado tomar esas decisiones —musita, por su tono de voz se nota incómoda—. Lo siento.
"No es tu culpa"
Esas palabras no salen de mí, por más que deseo forzarlas a fluir, me es imposible abrirs boca.
"Patético"
Tengo que decirle algo, vamos, hazlo, es tu amiga ¿No? Ella es de confianza.
—No te forzaré, pero, tienes que entender que tarde o temprano tienes que afrontar tus miedos. No puedes huir para siempre.
"Ya lo sé".
—Te veo luego —La escucho salir de la habitación tras esas palabras.
Una vez confirmé su salida, salgo de la cama y me veo en el espejo, lo que yo veo no es una linda jovencita sino a un hombre patético.
Sí, veo el reflejo de mi asqueroso anterior yo
No puedo expresar con palabras la repulsión que me doy a mi mismo, pero, tampoco puedo cambiar pese a que lo intento con tanta fuerza.
Cierro mi puño y doy un suave golpe al vidrio.
—...
Ellos son tan amables, demasiado amables, no merezco que me ayuden de esta manera.
Alguien tan patético como yo.
"Sólo debería de escapar, estoy seguro de que Luna podrá arreglárselas mejor sin mí"
«Quiero estar a su lado»
Pero, no merezco tal honor, alguien como ella es demasiado para que la esté reteniendo para mí.
Por eso...
—¡¿Erioll?! ¡¿Dónde estás?!
Vestida como hombre, decido escapar, ¿A dónde? No es importante tal cosa ahora mismo.
"Ah, está lloviendo"
Decido refugiarme debajo del pequeño techo de una tienda que hace rato ya cerró.
—Erioll está empapada.
Suelto un profundo suspiro, y, sin más opción, decidí aguardar a que la lluvia cese para reanudar mi camino sin rumbo.
¿Debería volver a ese lugar? No, al fin y al cabo fue destruido en el momento que decidimos irnos.
Estoy igual que aquella noche ¿No? Quizás sea una señal de que vaya y muera.
—Erioll está cansada.
"Morir, morir, debo morir"
Observo las gotas caer y miro mi reflejo en aquél charco, aquel rostro que pese a pertenecerme, lo miro tan ajeno a mi persona.
"¿De verdad soy yo?"
Aún cuando lo he visto ya varias veces, aún cuándo estoy resignado a vivir como Erioll en esta ocasión, me sigo sintiendo ajeno totalmente.
¿Y si solamente estoy usurpando el cuerpo de alguien más?
No lo sé, y eso me frustra. ¿Qué debo hacer? Luna...
Soy un estúpido, solamente estoy actuando impulsivamente, debería volver con ella.
—...
Escucho una respiración muy fuerte cerca de mí y junto a ella, el sonido de la lluvia golpeando algo metálico.
Al voltear a ver, me encuentro a alguien enorme, quizás cercano a los dos metros y con una armadura robusta en medio de la lluvia, obsevandome a través de una máscara de esqueleto.
Incluso tiene una capucha y una hoz, ¿Se cree un dios de la muerte o algo?
Da igual, me estoy empezando a poner nervioso y también tengo un poco de miedo.
—¿B-Buenas noches? —digo con un tono tímido.
Y así como si nada, sale disparado como una bala contra mí, que con las justas logro esquiva y comienzo a correr por mi vida.
Sé que esto sonará hipócrita y lo acepto, lo soy.
"¡No quiero morir! No todavía"
No es justo, ¿Por qué a mí? Ni siquiera tengo superpoderes o algo parecido, de hecho, hasta soy una vergüenza para mí especie"
No volteo hacia atrás pese a oír claramente el sonido de una demolición.
"No es mi asunto"
A cómo me da mi inteligencia, empiezo a correr en Zig zag, logrando esquivar de manera milagrosa a esa mole varias veces.
Tras una breve persecución de apenas unos quince minutos, mi cuerpo está molido y por lo visto también aquella mole que ahora mismo está emprendiendo su huida.
"¡Toma eso, idiota!"
Pero, realmente mi cuerpo está en las últimas, me voy a desmayar.
"¿Uh? ¿Suave?"
Abro mis ojos al no sentir el frío asfalto y oler una agradable fragancia en vez de los desagradables olores de las eses de caballos.
Lo que es más, este pecho tan suave como plano yo lo conozco.
Y es precisamente por eso que aunque me esté abrazando no puedo alzar la cara.
—I-Idiota ¿En qué estabas pensando?
"Lo siento"
—¡¿Tienes idea de lo mucho que me preocupé por ti?!
"Lo siento"
—¡Mírame! —Usando sus manos suejeta mi rostro y me obliga a verla.
Aún cuando está empapada con el agua de la lluvia, puedo verlo, puedo distinguir claramente sus lágrimas de las gotas de lluvia.
—¿L-Luna?
—¿Tú también me vas a dejar sola? —Me pregunta, suplicante.
Su voz está a punto de quebrarse, y no pude sino encogerme al ver cómo levanta su mano para golpearme.
Pero, tal golpe nunca llegó,
—¿Por qué? Creí que confiabas en mí.
Desvié la Mirada, o al menos lo intenté, ya que de inmediato volvió a obligarme a mirarla.
—¡Ya tuve suficiente de esa actitud tuya! ¿Por qué no eres capaz de decirme las cosas? ¡Habla, Erioll!
—L-Lo siento.
—¿De verdad piensas escapar para siempre? —declara soltandome de pronto y dejándome caer al piso.
"Y-Yo..."
—¿Y qué se supone que haga? —musito—. Alguien como yo....
—¿"yo"?
Miro al suelo, y lentamente levanto la mirada, antes de pronunciar mis siguientes palabras.
—¿Qué se supone que tengo que hacer? Alguien que no pudo contra sí mismos, alguien que murió siendo una persona patética, alguien que es incapaz de usar magia pese a ser un reeencarnado.
—¿Y se supone que eso te da el derecho de.... —Repentinamente, Luna se detiene, se traga sus palabras y suelta un suspiro—. Primero volvamos ¿De acuerdo? Ya discutiremos esto cuando ambas estemos calmadas.
—¿Eh? Ah, sí —digo mientras me levanto del piso.
Nos tomamos de las manos y caminamos de regreso a nuestra habitación, aunque durante todo el trayecto me mantengo mirando el piso.
Una vez en nuestra habitación, nos dirigimos al baño y rápidamente nos desnudamos, observo nuevamente mi reflejo.
"No soy yo"
—¿Qué haces?
—Ésta chica no soy yo —musito—. El verdadero yo es... muy desagradable.
Luna permanece callada, quizás esperando a que me desahogue.
—Solamente puedo ser amigo tuyo porque luzco así, no valgo nada por mí mismo —comento mirando mis manos—. Soy de lo peor, oye ¿Lo sabías? No fuí al funeral de mis padres porque quería jugar videojuegos.
Lo único que recibí fue un abrazo. Un abrazo que pese a que su cuerpo ya está mojado, fue cálido.
—¡No, aléjate! No merezco esto.
—Ya veo, ¿Eso es lo que piensas? Al menos yo, estoy contigo porque ví a una persona de buen corazón, una persona amable y que sobre todo me recuerda a cómo era cuando perdí a mis padres.
"No es cierto"
Tú no caíste tan bajo como yo, tú no...
—Está bien, Erioll, no me interesa lo que solías ser sino como eres, la Erioll que conozco —Me susurra al oído.
—Aún así... siento que ser tu amigo es demasiado para mí.
—¿Ya no hablas en tercera persona?
"¿Eh?"
Parpadeo un par de veces, tan sorprendido de ello como Luna.
—E-Es verdad —respondo, sorprendido—. Aunque no creo poder hablar en femenino por ahora.
—Ya es una avance —dice Luna, feliz y abrazándome más fuerte.
"Sólo me queda disfrutar de esta situación lo que dure"
Luna es bastante suave ¿No? Además, tiene más de lo que aparenta.
—E-Erioll, lo dijiste en voz alta.
—Ah...
—¡Maldita depravada!
Esa noché, obtuve mi tercera muerte, o eso se cuenta.
Además, circularon rumores sobre el fantasma de una chica asesinada desde entonces.
A la mañana siguiente, en nuestra reunión con el héroe, miraban intrigados y horrorizados los moretones en mi cuerpo.
—¿Q-Qué pasó? —preguntó la santa.
—Nada —respondimos al unísono.
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