Sin comprender realmente el porqué de la actitud tan tímida de Luna, simplemente continué caminando pegado a ella.

Después de todo, es más seguro de esa manera, sería estúpido y arriesgado caminar junto a ellos, ¡No les daré tal confianza!

Me niego rotundamente, sobre todo a ir junto a ese intento de héroe, ¿Quién ataca a alguien que acaba de conocer? Definitivamente fue un delincuente sexual en el otro mundo.

Pero... ¡Qué envidia! Encima de que mantuvo su género, también se trajo consigo su cuerpo (creo) y sus recuerdos.

Aunque, no estoy seguro de que traer mi antigüo cuerpo fuera la mejor idea, bueno, mientras hubieras reencarnado cómo un chico cualquier cosa podría ser tolerable, creo.

—Erioll, si te pegas tanto a mí, no podré caminar.

—oh, es cierto, Erioll lo lamenta —Suelto su mano y solamente sujeto su manga.

—Tortolitas, aún estamos aquí —dice la elfa.

El rostro de Luna se sonrojó y se mantuvo un rato en silencio.

—¿Son celos acaso?

—¡¿A-Ah?!

Ambas tuvieron un breve altercado de miradas, hasta que simplemente evitaron mirarse nuevamente.

"¿Por qué?"

Solamente tuve esa duda, por algún motivo, el resto parecía comprenderlo, pero ¿Comprender qué? No sé, tampoco traté de buscar alguna explicación, porque puede que sencillamente no la hubiera.

Así que tal y como lo hice durante mi vida pasada, fingí no darme cuenta de la situación.

Estoy seguro que así tendré más probabilidades de huir, evitando cualquier conflicto.

Sí, eventualmente me separaré de Luna, así que tengo que aprender a huir.

Sí huyo no tendré problemas, solamente tengo que hacerlo y sobreviviré.

—¿Erioll? —pregunta Luna, preocupada al notar que dejé de caminar.

—Las piernas de Erioll duelen —digo avergonzado.

—¿De verdad eres una No-muerto? —musita Luna, exhasperada.

Tras ello, me llevó a caballito durante el  resto del trayecto, a la lejanía se alcanza a ver una enorme torre.

Observo con sorpresa aquella estructura tan grande, cuyo tamaño probablemente opaque al del rascacielos más alto de Dubai.

—¿Es la primera vez que ven uno? —pregunta Elizabeth con una sonrisa al notar la expresión en mi rostro y en el de Luna.

Luna solamente desvió la mirada, intentando esconder el leve rubor en sus mejillas.

"¡Tan linda!"

—Es la primera vez para Erioll —Confirmo las palabras de la santa.

—D-Dicho así —comenta la santa.

"¿Eh?"

Observo a todos, tienen un rostro incómodo, incluso el héroe pareció avergonzado por una vez.

—E-Es una mazmorra, una de las mazmorras de Sorfield, un antiguo rey demonio que tenía la particularidad de poder crear espacios alternos —Explica Elizabeth.

Asiento con emoción y miedo a la vez, cómo un antiguo fanático de la cultura asiática, esto no hace más que emocionarme, ojalá ser un héroe con varias chicas acompañándolo.

"..."

Con impotencia, maldigo mi suerte y también al héroe de paso, no, juro que no son celos en lo más mínimo.

Definitivamente no lo son ¿De acuerdo?

—De hecho, originalmente nuestra meta era usarla para entrenar las habilidades de Klare —declara el paladín.

—Cierto, tú eres una nigromante ¿Qué magia sabes usar? —pregunta Elizabeth con inocencia.

—C-Cero —musito.

Hubo un silencio sepulcral, lo sabía, incluso en otro mundo sigo siendo una decepción, quiero morir, aunque ya estoy muerto.

—No te preocupes, tienes poco tiempo de serlo —dice Luna.

—Pero, ¿No son los Lich las criaturas con mayor afinidad mágica? —comenta Klare antes de ser derribado por el paladín.

No me afectó, definitivamente no lo hizo, no estoy llorando, no es como que me sienta una basura.

No es que me sienta decepcionado por no poder usar magia aún habiendo llegado a otro mundo.

¡En definitiva no es eso!

—E-Erioll, estoy segura de que podrás...

—A E-Erioll no le importa, n-no le importa en lo más mínimo —comento intentando fallidamente soportar las lágrimas.

Tras un rato, reanudamos el viaje, llegando a estar finalmente en un camino de piedra, que termina frente a una cabina de vigilancia donde están un par de guardias de aspecto rudo.

Me oculto inmediatamente detrás de Luna, tras ver al grupo de Klare, inmediatamente nos dejaron pasar sin hacer preguntas, aunque, uno de los mismos pareció ponerme el ojo encima.

—¿Ella venía de antes con el me héroe? —pregunta a su compañero.

—¿Quién sabe? Sólo céntrate en guardar apariencias, estúpido —Le recrimina.

"Ya veo, el tipo de persona que evita lo que parece molesto"

No es que lo entienda, sin embargo, en lo más mínimo.

¡Soy una buena persona después de todo!

Este pueblo fue bastante decepcionante para un mundo de fantasía, simplemente parece un barrio de mala muerte a principios del siglo XX.

Sí, de esos que salen en las películas americanas.

Que nostalgia y miedo, sobre todo miedo.

Las calles están abarrotadas de basura y suciedad, sobre todo aquellas que están lejos de la carretera principal, tengo entendido que esté mal olor se debe a las eses de caballos.

"Huelo horrible"

Y parece ser que solamente a mí y Luna nos afecta, esto dado que ella se cubre la nariz.

"Te comprendo".

Esto no parece un lugar muy agradable de vivir, la gente tampoco es que huele bien, ¿Cuántas veces se bañan? ¿Una vez a la semana?

Tan sólo de estar aquí me siento tan sucio que quiero ir a darme un buen baño después de esto

Mientras camino sujetado a Luna, un hombre muy alto y de apariencia elegante camina cerca de nosotros.

—¿Eres tú? —Pude escucharlo susurrar.

Volteo inmediatamente, pero no hay nadie, y estoy bastante seguro de que no fue mi imaginación.

¿Estaré volviendome loco?

Espero que no, ni siquiera he iniciado mi vida en este otro mundo.

De todos modos, el olor de este lugar es insoportable.

Es por ello que solamente pude suspirar de alivio al momento en que entramos en una posada bastante perfumada.

—¿Oh? ¿Ya volvieron? Y veo que el grupo creció —dice mirando con ojos pícaros al héroe.

—N-No es así —dice entregando una bolsa, que por el sonido metálico que hizo puedo suponer que se trata de dinero—. Denos tres habitaciones.

—De acuerdo~

Una vez dentro de nuestra habitación, porqué sí, nos dieron una para Luna y para mí, me aventé sobre el único colchón del cuarto.

—¿Eso sí lo recuerdas? —dice Luna con una expresión complicada.

—La explicación, ni siquiera Erioll la sabe —comento.

El plan para el resto del día era sencillo, descansar, pero, un extraño deseo surgió en mí, aún siendo una persona tan tímida ¡Salir a explorar por mi cuenta!

Y es por ello que me disfracé cómo un chico, a Luna le sorprendió mi idea, pero, no sólo me alentó sino que también me ayudó con el disfraz.

Una camisa manga larga, una capucha o lo que sea dónde puedo ocultar mi pelo y un short corto.

Aunque, una vez estuve fuera, me congelé ¿Qué hago? ¿Hace cuánto tiempo fue la última vez que estuve solo?

Me he acostumbrado tanto a tener a Luna cerca que sin percatarme he adquirido una Lunadependencia.

—Oye niño, ¿Estás bien? Luces pálido.

Huí, ahora estoy en un callejón maloliente y de hecho, el olor es más fuerte aquí, ¿Por qué quise salir en primer lugar? Este lugar es horrible.

Debería volver, y cuando tal idea pasó por mi cabeza, fue que me dí cuenta de una cosa.

—Erioll está perdida...

***
—¡Su majestad! Por favor espere —exclama una elfa oscura yendo detrás de su joven maestro.

Una chica de dieciocho años, miembro de la realeza, una princesa para ser más exactos. Y su sirvienta, una elfa oscura todavía más joven.

La única elfa oscura fuera de su territorio y que no sirve al gobernante de su respectiva raza.

—¡Eres tan lenta, Hina! —declara sacándole la lengua.

—Si la descubren no será mi problema —musita—. No, espera, ¡Sí lo es! Por favor, detengase.

—¡Atrapame si puedes! —exclama antes de dar un salto y comenzar a correr sobre los tejados de distintas casas.

Con el corazón a punto de salirse de su pecho, la elfa oscura ve como la joven princesa salta sobre aquellos tejados hechos con madera vieja.

—S-Señorita Charlotte, por favor baje de ahí ¡Puede herirse!

—¡Tonterías! —declara comenzando a caminar sobre el borde del tejado.

Al momento de terminar dichas palabras, la princesa cae tras resbalarse y con los ojos cerrados decide esperar el impacto.

Cosa que nunca pasó, ya qué, un extraño, y ante sus ojos, apuesto chico la atrapó entre sus brazos.

No pudo evitar sonrojarse, a la vez que el chico extrañamente luce confundido.

—¡¿Princesa?!

Una histérica Hina sólo pudo suspirar de alivio al notar que su princesa está a salvó.

—¿Tú la salvaste? Muchas gra- ¿Uh?

El chico misterioso sin mediar palabras le entregó la princesa a Hina, antes de darse la media vuelta y correr tan rápido que de inmediato le perdieron de vista.

Por su parte, Charlotte se mantiene sonrojada ante el recuerdo de aquel misterioso joven.

—¿Qué fue lo que pasó? —Se preguntó Hina.

***

¿Quién era esa? Solamente estaba intentando buscar el camino de regreso y de repente una extraña cayó en mis brazos.

¡El mundo exterior es aterrador! No vuelvo a salir por mi cuenta, además esa elfa oscura lucía tan aterradora y linda.

—Finalmente te enc...

En cuanto ubiqué a Luna en mi campo de visión me refugié en sus brazos, ella se exaltó un poco y luego me correspondió con un abrazo.

—¿Qué voy a hacer contigo?

Tras regresar a nuestra habitación me escondí debajo de las sábanas, mientras repito una y otra vez "El mundo exterior es aterrador".

—En serio ¿Qué te pasó? —pregunta Luna con una expresión divertida.

—¡Nada! A Erioll no le pasó nada, Erioll es fuerte y puede volver a intentarlo.

—¿Te parece mañana?

"Cavé mi propia tumba"

No me queda de otra más que tragar saliva y como hombre que soy aceptar el reto.

—No te lo tienes que tomar enserio, fue sólo una broma ¿Sabes?

Pero, ahora mi espíritu está que arde ¡Lo intentaré de nuevo mañana!

—¿Siquiera me está escuchando?

¡Le demostraré a este mundo lo que un hombre decidido puede hacer! Juro que será así o mi nombre seguirá siendo Erioll.

Y tras esa conversación, finalmente se hizo de noche, Elizabeth nos consiguió batas para dormir, así que ahora voy a juego con Luna.

Pero, hay un gran problema ¡Esto enseña demasiado! Es muy incómodo, más que nada por que la tela es muy delgada.

Y puedo ver a Luna, definitivamente no podré dormir esta noche.

Aunque esas fueron mis palabras, debo admitir que terminé por carr completamente dormido.

En mis sueños, pude verlo, al mismo hombre de esta tarde.

Es alto, muy alto y con un par de alas de color tanto blanco como negro. Una persona de apariencia bastante andrógina he de decir, tan lindo como una chica pero igualmente masculino como cualquier hombre.

—Así que eres tú, la irregular —declara con seriedad.

Me sentí diminuto ante su presencia, bueno, para ser honesto, me siento así en presencia de cualquiera.

—Esta es la tercera ¿No?

"¿Tercera? ¿De qué habla?"

—Ya veo, así que eso ocurrió, te borró la memoria —declara para acto seguido soltar un largo suspiro.

Esta persona no sólo da miedo sino que me deja más incógnitas, ¿Quién es? Y ¿Qué quiere de mí?

—Cierto, fue grosero de mi parte, mi nombre es Mikael, uno de los heraldos del destructor —declara.

"¿El destructor?"

—Ni siquiera recuerdas eso, supongo que será todo por esta vez —dice antes de chasquear los dedos.

Tras eso, desperté, cómo cualquier día, extrañamente no recuerdo que fue lo que soñé, ¡Pero bueno! Si no lo recuerdo no debe de ser muy importante.

Realmente dormí mejor que nunca, desde que llegué a este mundo no había podido dormir de esta manera.

—Entonces, ¿Lista para tu prueba? —dice Luna con una sonrisa maliciosa.

—A-Ah, verás, Erioll...

—¡Sin excusas! —exclama antes de vestirme y nuevamente forzarme a salir por mi cuenta.

Con mis piernas temblorosas, mirada baja y los ojos llorosos comencé a caminar por la ciudad.

—¡Ahí estás!

Por una vez levanté la mirada y me encontré con la chica suicida de ayer.

—¡Mi príncipe!

—¿Perdón?