Capítulo 6.-Mi héroe

A la mañana siguiente, observo lo que quedó de la fogata, ahora extinta, escucho el bostezo de Luna.

—Me sorprende que estés despierta tan temprano —dice Luna, tallandose los ojos.

—Oh, ¿De verdad? Erioll tuvo un mal sueño, así que lleva despierto un rato —respondo intentando rememorar algo.

Aunque fuera lo más mínimo para darme una idea, sin embargo, obviamente no va a ser tan fácil y por ello, no obtuve respuesta alguna.

Pero, hay algo que puedo hacer.

—Luna ¿Existe alguna princesa con el nombre de Erioll? —pregunto mirando a la vampira.

—Bueno... Eso es un tema complicado —dice desviando la mirada.

Siendo que no parece algo agradable de hablar ¿Debería desistir? ¿O presionarla para que me diga algo estaría bien? Aunque, podría odiarme por ello.

Pensándolo bien, no merece la pena continuar si me gano el odio de Luna, y tampoco quiero enterarme de nada de lo que pueda arrepentirme.

—La princesa Erioll, es una nigromante que fue borrada de la historia, después de todo, casi llevó el mundo a su extinción, aunque no existen registros de su apariencia ¿Po-

Luna se quedó pensativa unos instantes y me miró con seriedad, analizandome de pies a cabeza.

—No, no hay forma —dice casi de inmediato—. Tú no... aunque...

—¿Esa Erioll puede ser ésta Erioll? —digo llevando mi mano a mi pecho.

—Siendo sincera, es lo más probable y lo que sucedió cuando usaste magia es... El atributo de muerte —comenta desviando la mirada.

Observo mis manos, siendo incapaz de evitar hacerme una simple pregunta: ¿Quién soy?

¿Desde el principio fuí Erioll?

Quizás simplemente tomé posesión de su cuerpo tras reencarnar, o soy Erioll que tomó los recuerdos de alguien de otro mundo.

No puedo saberlo, estoy confundido.

—Esa persona, cometió muchos crímenes imperdonables —musita Luna—. Aunque hayas sido ella, al menos la actual tú tiene la suerte de que nadie sabe cómo lucía esa princesa.

—Yo...No estoy seguro de que creer —digo observando fijamente mis brazos y manos.

Luna me toma de las manos, me observa con una sonrisa que consigue relajarme de alguna manera.

—Solamente son suposiciones, tranquila, no hay manera en que tú y ella sean las mismas, sólo porque compartan el nombre no significa nada.

—¿En serio? —digo con ilusión.

—S-Sí —dice algo sorprendida.

Pero, ella no tiene idea de cuánto me alegra saber que no puedo ser esa princesa de ninguna forma, además, yo soy un reencarnado, así que no tendría sentido.

Sí, definitivamente es eso, elijo creer en eso, no hay ninguna razón lógica por la que esa Erioll sea yo, no hay ninguna.

De verdad que no hay ninguna.

"¿Y porque estás temblando entonces?"

Ni siquiera sé porqué tendría que tener miedo, mientras no use magia no debería de haber ninguna razón para que lastime a Luna.

Sí, mientras no use magia estaré bien.

—Erioll está a-aliviada —digo soltando a Luna.

Algo nervioso por mi manera de actuar con ella, ¿No habré Sido grosero con ella? Aunque más que molesta parece sorprendida así que quiero asumir que no le importó.

Pero, ¿Y si finalmente se dió cuenta que sólo soy una molestia? En tal caso, estando por mi cuenta solamente me quedaría morir, aunque ya estoy muerto en teoría.

¡Tan confuso!

Creí que podría usar magia por ser una especie que es afín a ella, pero, ahora tengo miedo de usarla ¿Y si lastimo a Luna? No quisiera eso.

—Como sea —dice Luna tras un largo suspiro—. No hay nada seguro, así que olvídate de ese tema al menos por ahora ¿Sí?

Tras eso, Luna comenzó a hacer estiramientos, intenté imitarla, aunque terminé en el suelo por algún motivo.

"¿No soy un poco demasiado torpe?"

Incluso Luna está conteniendo su risa para evitar hacerme sentir mal, lo que no sabe es que eso provoca justo el efecto contrario y estoy al borde de las lágrimas.

—Lo siento, lo siento —dice Luna alcanzandome.

Mostrando la madurez obtenida a lo largo de dos vidas, probablemente tres, le apliqué la ley de hielo y evité mirarla.

—¿Me perdonas?

—pft...

"¿Eh? ¿Por qué me reí de algo como eso?"

Luna pareció notar eso y comenzó a hacerme cosquillas, tras lo cuál acabé en el suelo soltando una carcajada.

—¿Y ahora?

—L-Luna, p-para —digo intentando contener mi risa.

—No~ Hasta que digas que me perdonas no me detendré.

Me gustaría decir que mantuve mi orgullo hasta el final, pero, cómo desde un principio no tuve, fue bastante fácil decir lo que ella deseaba.

—E-Erioll te perdona

—¿Ves? No era tan difícil.

Toqué mi abdomen, con un ligero sonrojo y jadeando.

—Eroll

—¡¿Eh?! Pervertida.

Luna me mira con un evidente sonrojo y al sentirme en peligro cubrí mi cuerpo cómo pude.

—¡¿A quién llamas de tal manera?! —Me recrimina.

—Lo suponía.

—¡¿Qué suponías?! ¡Dímelo!

Ahora fuí yo quién empezó a reír.

—Nada, es una pequeña venganza de Erioll —Le guiño el ojo.

Ahora es ella quién se cubre la cara y se sonroja de vergüenza.

—Demonio.

—Ya, ya, Erioll lo siente —digo palmeando su espalda.

Tras un rato, seguimos nuestro camino, uno que pensamos que sería bastante tranquilo.

—¡Alto ahí, Lich!

Una bola de fuego es dispara en nuestra dirección, Luna por su parte me cargó en brazos y saltó para evitar el ataque.

—Quédate detrás de mí —Me ordena Luna con seriedad.

—¿Dos No-muertos de alto rango? —pregunta una chica dragón. 

Una chica que aparenta unos dieciocho años aproximadamente, pelirroja, bastante bien dotada y mucho más alta que Luna.

— Creí que habrían acabado con todos —dice suspirando.

—Ésta mujer es peligrosa, a la cuenta de tres, quiero que corras tan lejos como puedas —dice Luna, sudando.

"¿Huir? ¿Yo sólo?"

—¿Y que hay de ti? —pregunto aferrandome a su brazo.

—Te alcanzaré luego —dice intentando desprenderse de mi agarre.

"Mentirosa"

Eso es obviamente una mentira, ¿Por qué mientes? ¿Luna? ¿Por qué mientes? Eso es malo, los amigos no deben mentirse, así qué...

"¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?"

Ya sé, ella es la culpable, entonces, sólo debo hacerla desaparecer ¿Verdad?

—¡Erioll! Vuelve a la normalidad.

—¿Luna?

Observo mis alrededores, nuevamente todo a mi alrededor es muerte, incluso las manos de Luna parecen haberse lastimado.

Me abraza por la espalda, tiene lágrimas en los ojos.

Observo a la lejanía a la chica dragón, frente a ella está el necropedofilo de anoche, con un escudo dorado en frente de él.

Detrás suya hay una santa, una elfa con arco, una mujer bestia y un hombre quién es el que sostiene el escudo dorado.

—Atributo de muerte —dice la santa mientras cura a la chica dragón.

La misma está en un estado cercano a la muerte, me llevo las manos a la cabeza ¿Yo hice esto?

Luna también está en un estado complicado, su piel parece haber empezado a disolverse.

"¿Luna va a morir? Por mi culpa"

No se supone que tendría que ser así, las lágrimas se acumulan en mis ojos.

Llegados a este punto, no importa nada ¿Cierto? Tengo que...

—Erioll... —Escucho musitar a Luna—. No te vayas...

—Lo siento, pero tengo que exterminarte —El necropedofilo saca una espada dorada y me apunta con ella.

"Luna..."

—¡Maldición!

Todo esto es mi culpa ¿Cierto? Si no hubiera perdido el control, entonces Luna todavía estaría viva, si Luna no me hubiera conocido...

Matar, eso es, tengo que matarlos, si ellos mueren, ¿Luna se salvará? Ah, me duele la cabeza, no lo sé, ¿Matar? ¡Matar! Debo matar.

Si los mato este dolor se irá.

—¿Héroe? —El escudero dice estupefacto tales palabras al notar como se acerca con las manos al aire hacia mí.

—¿Puedes entenderme?

—¿Qué quieres? Humano —digo de manera amenazante, con un tono de voz más adulto.

Lo siguiente que veo es cómo vacía una poción sobre ella, la piel de Luna se restaura rápidamente.

—¡¿Qué cree que hace el idiota?! —Le recrimina la chica elfo.

—No les haré daño ¿Ves? —dice con una sonrisa mientras levanta la mano.

Me interpongo entre Luna y él, lo miro fijamente, sin perderlo de vista.

—¿Por qué? —pregunto seriamente.

Él único aquí que ha bajado la guardia es este supuesto héroe, aunque por algún motivo siento que tengo que ser más cuidadoso, sobre todo recordando lo de anoche.

—No lo sé —dice mostrándome el pulgar arriba.

—Lo hizo otra vez —dice el paladín.

Yo solamente atiné a parpadear, solté un suspiro, me dí la vuelta, sostuve a Luna, hice una reverencia y comencé a irme con Luna a rastras.

—¿Ni un gracias? —Me grita el supuesto héroe.

"¡Maldito bastardo afortunado! Te envidio, aún no sé si eres un reencarnado o no, pero ¡¿Por qué no pude estar en tu lugar?!"

—¿A dónde? —dijo la santa con un tono amenazante.

Un cráter se abrió delante de mí, me quedé paralizado en el lugar.

—Exacto, siguen siend-

—Paren sus celos —El paladín las levanta por sus camisas—. Si de verdad quisieran hacernos daño, ya hubieran intentado algo.

Aquél sujeto mide por lo menos dos metros ¡Tan injusto! Soy una pulga a su lado.

Con un puchero, ambas miraron en direcciones opuestas, la chica dragón parece haber sido sanada hace un rato, ahora descansa tan pacíficamente.

—Hey, pequeña, ¿Cuál es tú nombre? —dice el paladín poniéndose en cuclillas delante de mí—. Yo soy Rhodes, un caballero santo y uno de los siete paladines a las órdenes de la diosa.

—...

Desvío la mirada, este sujeto luce demasiado rudo, me aterra, tiene una mirada intensa, además no sé que significan todos esos términos en este mundo, así que no comprendo la importancia de lo que sea que me esté diciendo ¿Por qué decirme los títulos que posee?

—¿Te comió la lengua el ratón? —dice tras un rato al notar la falta de respuesta de mi parte.

Pero, no sabe un pequeño detalle ¡Se lo he estado diciendo! Aunque sólo en forma de murmuros al no tener el valor para hablar más alto.

Si no estuviera paralizado me estaría comiendo las uñas.

—E-Erioll —digo mirando al piso—. El nombre de Erioll es Erioll.

—¡¿Erioll?! —El paladín inmediatamente se puso en guardia.

—¡Qué lindo nombre! Sé mía —dice repentinamente el héroe tomando mis manos.

Lo miro con asco, y sorpresa, principalmente asco.

—Héroe, ese era el nombre de la nigromante —dice el paladín poniéndose frente a ella.

—¿Nigromante? —musito—. Erioll es una lich, tiene sentido.

El paladín coloca el filo de su espada frente a mis ojos, tragué saliva.

—Héroe, ésta chica es demasiado peligrosa para dejara ir así como así —dice antes de que el héroe se coloque frente a mí.

—En ese caso ¡Probaré que no es así! Si nos acompaña durante un tiempo podremos averiguar si es peligrosa o no.

"¡No decidan eso sin mi autorización!" eso quisiera decir, pero ¡No puedo! Es imposible para mí.

—E-Erioll no s-se opone, p-pero ¡No dejará a L-Luna!

Siento mis mejillas arder, decir aquellas palabras tan vergonzosas. Podría morirme ahora amismo de la vergüenza que siento.

"Linda" Pude leer tal expresión en el rostro levemente sonrojado de todos, lo que solamente me hizo sentir peor.

Observo a Luna, quién tiene un tic en su ceja y está sonrojada mientras finge dormir.

"¡Lo escuchó! Me muero"

—B-Bien, estoy de acuerdo con eso —dice el paladín.

La santa suelta un suspiro y me entrega dos colgantes con forma de cruz.

—Con eso podrán entrar a la ciudad con nosotros —dice mientras me pongo el mío alrededor del cuello—. ¡¿Te lo pusiste?! Y encima no te hizo nada, ¿Estará defectuoso?

Parpadeo, sin comprender cuál es la sorpresa de ponerme un simple colgante.

—¿Eh? ¿Erioll hizo algo raro?

—Aparte de tu forma de hablar, ese collar debería haberte quemado viva ¿Por qué no reaccionó si eres una No-muerta? —musita el paladín.

—¡A quién le importa, es tan linda! —exclama el héroe intentando abrazarme.

Sentí un escalofrío y cuándo abrí los ojos, ví a Luna frente a mí, el héroe siendo impactado en la mejilla por el puño de Luna.

"¡Mi héroe!"

Aunque siento que tendría que ser al revés.

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