Capítulo 29.-La lucha de los paladines

Sea como sea, logramos tener acceso al imperio élfico, por hoy nos quedaremos aquí, seguramente quedarnos arruinará el factor sorpresa, pero no quiero pelear en un terreno desconocido contra seres que muy seguramente tengan visión nocturnas y además estamos directamente atacando sus tierras.

Por lo que ahora estamos residiendo hasta mañana en una casita que está casi saliendo del imperio élfico.

—No es que nos vayamos a quedar mucho, así que está bien —dice Luna—. Aunque no sabía que podías hablar elfo.

—Solían llegar muchas personas dónde vivía —responde An—. Así que sé hablar aparte de humano y elfo otros tres idiomas más... aunque no es que sea muy buena en ellos, incluso mi dominio sobre el idioma de los elfos es pobre~.

—Aún así, es sorprendente para alguien tan joven —declara Luna.

La secundo, asintiendo, recibir tantos elogios provoca que An sienta vergüenza por lo que se esconde debajo de las sábanas.

Escucho que alguien toca la puerta, siendo nuevamente el elfo pervertido.

—¿Qué pasa? —pregunto ignorando su mirada.

—Yo... deseo ir con ustedes... ese maldito emperador inmortal es...

Parpadeo, siendo sincera no veo nada de malo en que este sujeto nos acompañe, más que nada porque entre las tres podremos reducirlo si llega a pasar algo, aunque... algo me huele mal.

—¿Por qué?

—Dejémoslo en una simple venganza, princesa... Aunque intuyo que lo tuyo es por el mismo motivo —dice con una mirada aguda.

"Lidiar con este tipo es problemático"

—De acuerdo, pero no tenemos hora de salida.

—Agradezco la oportunidad~ —dice antes de hacer una reverencia y marcharse.

Luna llega a mi lado.

—Ese hombre estuvo a nada de ser un paladín si no me equivoco... no lo reconocí antes, pero debe ser usuario de magia temporal, aunque esta solamente le permitirá ver unos cuantos segundos en el futuro y limitado a lo que sus ojos verán.

"Si lo que dice Luna es cierto, tengo todavía menos motivos para negarme"

Aunque, conoce a la Erioll princesa por lo visto, ni siquiera yo sé de ella y eso que técnicamente somos la misma persona.

No me romperé la cabeza en complicados rompecabezas por ahora. Solamente quiero acabar con esto cuanto antes.

Y justo cuando pensaba que todo iría normal hasta mañana, el suelo mismo comenzó a temblar.

Al salir, noto que el bosque entero está en llamas, escucho una sinfonía de gritos de horror y veo a incontables elfos oscuros saliendo desde las sombras para asesinar a cualquier elfo que vean.

O bueno, menos a un sector, que están protegidos detrás del elfo pervertido, quién con maestría los evade y derrota sin apenas despeinarse con apenas unos cuantos golpes o en ocasiones hasta de uno sólo.

—¿Q-Qué está pasando? —pregunta Luna.

Un elfo sale desde su sombra con una cuchilla directo a la garganta de Luna, pero, An le patea con tal fuerza y velocidad que no sólo logra neutralizarlo sino que incluso juro haber escuchado algunos huesos romperse.

—Levántense —declara dejando salir mi maná al exterior.

Los cadáveres tanto de elfos como de elfos oscuros se levantan y con mi sólo pensamiento los redirijo a proteger a los elfos que puedan mientras combaten a los elfos oscuros.

—¡Tienen a un nigromante, retirada! —exclama uno de ellos.

Así como llegaron, desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, a lo que solamente reaccioné con un suspiro de alivio. Aunque puedo notar más miradas hostiles de parte de los elfos.

Supongo que para ellos la nigromancia será un tabú. De hecho, si me pongo a pensarlo ¿Desde cuando puedo hacerlo tan bien y sin dudar? ¿Desde cuando soy tan bueno en magia y desde cuando fui capaz de tener tanta confianza en mí misma?

No estoy segura, pero, si puedo usar esto para obtener el suficiente valor para confrontarlo, bienvenido sea.

En todo caso, aquí ya no seré más bienvenida. Así que lo mejor será retirarme.

Noté que el elfo pervertido parecía querer decir algo mientras nos dábamos la vuelta para irnos, pero desistió y entonces fue que partimos con rumbos al bosque de los elfos oscuros.

*Narra Aragorn*

Desde que tengo memoria, siempre he estado entrenando toda clase de artes, incluso más que otros orgullosos elfos como, incluso aquellas que nada que ver tiene con artes curativas, magia relacionada a la naturaleza o a ser un arquero.

Motivo por el cual me gané el repudio del resto, no solamente me preparaba para luchar contra otros elfos sino contra los humanos que a futuro nos invadirán y sufriremos, sufriré tanto que querré morir y no se me permitirá hacerlo, pues seré un esclavo.

¿Cómo lo sé? Fue bendecido o maldecido, dependiendo de como quieras verlo, con la habilidad de ver el futuro, normalmente se consideraría una habilidad inútil en una especie que no usa artes de espada o similares, ya que apenas soy capaz de ver unos cuantos segundos en el futuro.

Además de estar limitada a lo que mis ojos ven y con un radio de no más de diez metros.

Pero... un cierto día del año, mi poder recibe un aumento tal que soy capaz de ver el futuro del mundo y entonces temí.

¿Por qué? No pude ver el futuro... no había tal cosa como un futuro esperándonos, nadie me creyó. Con alguien que la diosa declaró como candidato a paladín, desde luego que soy tan fuerte como uno. Pero... ni siquiera conocí a la diosa, ni siquiera me ha hablado... ¿Por qué fue escogido alguien de una región tan remota del mundo?

Eso lo vi con tan sólo cinco años, desde entonces he estado entrenando, tengo más de trescientos a ahora mismo y nunca ha habido un día en el que no pula mis habilidad, antes de darme cuenta era llamado como el elfo más fuerte, al menos de los que no fueran paladines. Esos tipos sólo llegué a verlos una vez y noté la diferencia entre el talento natural y el esfuerzo bruto.

No hay comparación, sin importar si viviera cien años más.

Pero, incluso con gente tan poderosa ¿No habrá futuro? ¿Qué demonios es lo que pasará?

Investigué todo lo que pude y solamente pude encontrar antiguos escritos sobre un reino que fue destruido por su princesa, aquella que se apropió del termino "nigromante" y como resultado de su rencor, aquellas tierras malditas se convirtieron en el más grande cementerio de No-Muertos del mundo.

Por eso me sentí aliviado cuando supe que aquellas tierras malditas fueron purificadas, sin embargo, todavía no pude ver ningún futuro.

Lastimosamente, en un mundo tan pacifico como este, no existen grandes amenazas que se me puedan ocurrir como posibles causas del fin del mundo.

O no hasta que esa cosa del cielo apareció, hasta que lo que debía ser no era, hasta que el mundo se puso de cabeza y personas cambiaron a toda clase de criaturas.

Y con sólo verlo tuve un miedo instintivo.

Pero, no puede ser ¿Cierto? No puede eso ser un ser vivo, así que me autoengañé diciéndome que no podía ser y dirigí mi mirada hacia el emperador inmortal de los elfos oscuros, pero incluso los paladines le temen y yo soy inferior a ellos ¿Qué podía hacer?

Entonces llegaron esas mocosas.

"¿No es esa la princesa Erioll? Es cómo la describen"

Pero pude comprobar que no era un peligro, puedo percibir mentiras así como soy capaz de leer muy bien a la gente o al menos, acierto la mayoría de veces.

Quise ir con ellas, pero tras esa demostración de nigromancia en público y sobre todo, ante otro posible ataque de elfo oscuro ¿Qué podría hacer? Nada, más que quedarme y desearles suerte.

O cuando menos eso creí que pasaría.

—¡Vaya! El ambiente de este mundo es rico en energía, el amo Mikael no mentía al decir que se estaba muy bien aquí...

Una energía incomparable apareció detrás de mí y en medio de la nada.

—¡Mucho gusto! Soy Marchosias, un subordinado del heraldo del destructor.... Verán ¿Cómo lo pongo? Mi maestro me pidió que acabe con ustedes antes de que se vuelva muy problemático, entonces ¿Les importaría morir? —pregunta con una sonrisa.

Era una especie de lamia obesa, aunque su cabeza y cuellos eran similares a las de una serpiente igualmente. Sus escamas de color grises y porta un bastón consigo.

—¡Vamos, mis pequeñines!

Al momento que su cetro tocó el piso, pude percibir el horror, por lo que salté y al instante cientos de serpientes aparecieron, mordiendo a todos, quienes comenzaban a derretirse en vida.

"¿Q-Qué es esto?"

No logro comprenderlo, algo tan absurdo no debería existir en este mundo.

—¿Oh? Muy bien, elfo... ¿Cuál es tu nombre? No creí que hubiera alguien tan hábil en este mundo, incluso en mi natal Xeika había muy pocos Xiyi que pudiesen hacerme frente.

¿De qué está hablando este demonio? ¿De su mundo de origen?

—¿Vienes de otro mundo? ¿Cómo los héroes?

—Um, se puede decir eso... pero, sólo que yo llegué por medio de una nave espacial, aunque muy probablemente ustedes no sean familiares con ese concepto —comenta con un sarcasmo evidente.

Pero, no miente.

Sea lo que sea, no puedo permitir que se vaya así como así, no luego de haber hecho lo que hizo.

—Mi nombre es Aragorn —declaro antes de crear un arco de maná.

—¡Un placer! De entre todos los lugares, encontrar un guerrero digno aquí.

—¿Puedo asumir que tú eres el causante de esto y el más fuerte?

Comienza a reírse.

—¿Yo? Para nada, ni siquiera soy el más fuerte de mi mundo ¿Cómo podría mandar sobre alguien que es el hijo del ser al que incluso los dioses temen? —dice con lágrimas asomándose por las comisuras de sus ojos.

—¿No dijiste que nadie en tu mundo te podía hacer competencia?

—Bueno sí, "mi mundo", la familia real de Xeika está a otro nivel... y con ella, muchas más... este mundo no es más que una migaja comparado a otros... e incluso así, todos son inferior al amo Mikael y ni que decir de su padre...

"..."

Tiene que estar bromeando, aún cuando apenas puedo mantenerme de pie frente a él, yo que soy quién está más cerca de ser un paladín, ¿Qué pasa con su jefe? ¿Y con esa cosa que está en el cielo?

—Si te rindes ahora, nadie podrá culparte... No te preocupes, para mí aún serás un gran guerrero...

—Jaja... gracias por el ofrecimiento... pero aún así... ¡¿De que habrá servido tanto esfuerzo si ni siquiera lo intento?!

—Loable... pero ¿Puedes moverte?

Mis piernas no responden, darme cuenta de cuan insignificante soy ante sus ojos y lo que más, aún si logro superar esta barrera, me quedan dos aún más altas que superar.

—Tan patético~

Una gran cabellera verde apareció ante mí. Una que no veía desde hacía tiempo y una que se suponía que era mi estudiante, pero, antes de darme cuenta ya me había superado.

Una de los paladines, Aenas.

Y con ella, llegó un enano y un hombre bestia.

Eran Linus y Niles.

Todos ellos paladines y con el único objetivo de superar a este monstruo.

—Tu compañero fue interceptado por nuestro líder no muy lejos de aquí ¿Por qué no te rindes?

Eso quiere decir que hay otro igual o más fuerte que Marchosias, por lo que contra él debieron de ir Zephyrinus, Evander y Kosmos.

Trago saliva. Estamos cerca de esa fecha, para entonces ¿Habrá un futuro que ver?

—¡JAJAJAJA! —Marchosias comienza a reír—. Sé que no somos particularmente fuertes, pero ¿Ustedes se atreven a menospreciarnos? Grésil es bastante más fuerte que yo ¿Saben?

Entonces, comenzó a liberar su energía, pero... no era maná, era algo distinto, algo que hasta ahora no he visto.

—Bien ¿Empezamos? —Dice con una sonrisa burlona.

Golpeo mis piernas.

—Aena, ayudaré... aunque me cueste la vida... tenemos que detenerlos...

—Maestro ¿Qué viste? —pregunta sin apartar la mirada de ese demonio.

—Nada... no vi nada entonces y mañana volverá a ser ese día... —declaro.

Comienzo a conjurar magia de apoyo, yo seré el soporte de Aenas para que pueda concentrarse en conjurar algo que pueda dañar a este sujeto.

Unos pilares de tierra surgieron para golpear a Marchosias, a la vez de que otros más ayudaban a que Niles, el hombre bestia, llegara rápidamente hasta el demonio.

Con sus garras envueltas en magia de oscuridad, golpea sin piedad hasta que sus brazos son sujetados para detener todo movimiento, justo cuando se prepara para morderlo, Aenas lanza un gran tornado que hace que Marchosias escupa sangre.

Sin embargo, su cuerpo comenzó a crecer, hasta volver una maldita hidra.

"Esto tiene que ser una broma"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top