Capítulo 23.-La invasión zombi más corta de la historia parte 2

"¿El hijo del dios de la destrucción?"

No lo comprendo, bueno, más que eso, no quiero comprenderlo, esta clase de existencia absurda.

Moriré, ante esta persona, definitivamente no tengo la más mínima oportunidad, estoy segura de que moriré.

—Reencarnado, no he venido a pelear hoy —declara con una sonrisa pasiva—. Si lo quisiera así, créeme que solamente hubiera borrado esta ciudad del mapa. En su lugar, te propongo un trato.

Retrocedo levemente.

—A cambio de seguir mis ordenes, puedo mostrarte la forma de evitar el destino de tu chica conejo —comenta extendiendo su mano.

"¿Se refiere a An?"

—...¿Q-Qué quieres que haga? —comento, insegura.

—Por ahora~, sólo quiero que elimines a esa molestia y luego te daré la tarea que tienes que realizar —dice apuntando al palacio—. Y es por eso que~.

Con un chasquido estoy en medio de la sala del trono, en el trono se encuentra un hombre de mediana edad con una corona en la cabeza, inconsciente, a su lado una mujer en sus treinta.

"¿Los padres de Charlotte?"

—¡¿Cómo llegaste hasta aquí?!

No tengo tiempo de dudar, tengo que acabar con este sujeto de inmediato.

—¡Hey, responde!

Sin necesidad de canto, ni nada, congelo el suelo a sus alrededores, atrapando sus piernas.

—¡¿Ah?! —Con desesperación intenta zafarse.

—Lo siento, no tengo tiempo de est-

Una gran explosión repentinamente aparece en medio de los dos, destrozando todo el edificio, aunque, usando una barrera de hielo luego protegerme tanto a mí como los reyes.

—No, no, lo siento, pero no puedes dañar así a mi familia, Gustav~

Me quedo petrificada en cuanto reconozco aquella voz, la voz que frecuentemente he escuchado en mis pesadillas.

El hombre que me profanó y asesinó en mi anterior vida.

—No sabes cuanto deseaba verte, amigo —declara un elfo oscuro de casi dos metros de altura.

Vestido con una gruesa armadura de platino y una capa negra.

—...

—¿Qué? ¿No vas a saludarme como en los viejos tiempos? No te preocupes~ Pronto te haré madre —dice lamiéndose los labios.

—Y-Yo...

"Muévete"

Me comienzo a hiperventilar.

"Haz algo"

Mis rodillas ceden y él, comienza a caminar hacia mí.

"Ahora soy fuerte"

—Ven, prometo ser gentil —El elfo oscuro da un paso adelante.

"Ahora puedo defenderme"

Intento arrastrarme de espaldas.

"¡Muévete!"

Cierro mis ojos, esperando lo peor.

—¡¿Qué haces con mi Erioll?!

Al abrir mis ojos, me encontré tanto a Luna como An, golpeando al elfo oscuro, quién salió disparado contra una pared.

—¿C-Chicas? —musito, con un par de lágrimas asomándose por la comisura de mis ojos.

—¿Ves? Te dije que estaba sufriendo —declara An.

—¡N-No te creas tanto por ello! —declara.

Kahlid, sí, esa seguramente es su identidad.

Se levanta de entre los escombros.

—¿Quién osa interrumpir la reunión con mi amada? —declara con una expresión de desagrado total.

Esas palabras solamente me hicieron temblar.

Aunque, tanto An como Luna me sostuvieron de las manos.

—¿Eh?

—¿Por qué tiemblas? —Me pregunta An mientras sonríe.

—No tienes porque tener miedo con nosotras aquí ¿O sí? —comenta Luna, con un ligero sonrojo.

Mis piernas han dejado de temblar, con cuidado y sin soltar sus manos me pongo de pie, ante quién quizás sea el enemigo más formidable que haya podido ver hasta ahora.

—GUST-

—Erioll, mi nombre es Erioll —comento, incapaz de sostener la mirada—. E-Esta vez, esta vez ¡No te dejaré que te salgas con la tuya!

—Así serán las cosas entonces —dice antes de liberar un aura oscura que eclipsa al sol mismo—. Mi nombre es Kahlid Rienor, el emperador de los elfos oscuros.

Un disparo en seco se escucha a nuestras espaldas, silenciando por unos segundos el ambiente.

—Oigan, oigan~ ¿Podrían no interrumpir mis planes? Sobre todo tú, Kahlid —declara el ángel con aparente amabilidad.

La sangre de aquel elfo escurre a sus pies, puedo notar cierta molestia de parte de Kahlid, sin embargo, este sólo chasquea la lengua.

—Bien, te debo un favor, así que por ahora te escucharé, pero, Erioll, no se olvide que tenemos un pendiente tu y yo —dice mirándome con lujuria—. ¡No puedo esperar a degustarte de nuevo!

Mi cuerpo se estremeció del horror ante esa idea.

—¡E-ESO NO VA A PASAR!

Me miró sorprendido, quizás porque nunca esperó que le respondiera.

—Y-Yo... evitaré que eso vuelva a pasar, no dejaré que tú, dos veces...

A medida que fui hablando, perdí fuelle.

An parece no saber lo que está sucediendo, aunque, aún así se coloca por delante de mío.

—JAJAJAJA De acuerdo, en ese caso, te invito cordialmente al bosque negro —declara antes de desaparecer.

Pierdo fuerzas en mis piernas por el alivio, mientras noto como el cielo recuperar sus colores, también puedo sentir que los No-muertos empiezan a desaparecer casi de inmediato.

Y luego, una ronda de aplausos.

—Bueno~ No fue un final óptimo, pero... es por eso que cumpliré con mi parte —declara acercándose a An.

"¿Qué piensa hacer?"

Sin embargo, solamente le lanzó unos guantes negros con los nudillos expuestos.

—Son armas encantadas con el aura del destructor, ya que de todas maneras no usas demasiada magia, estarían bien para ti y para eludir a quién nos espía —declara señalando hacia arriba.

"¿Se refiere a la cara en el cielo? Espera... ¿Eloah?"

No, no.

—...Tienen que ser diferentes... tienen que lograrlo —musita.

Aunque, al parecer solamente An y yo entendemos sus palabras, ya que Luna lo mira confundida.

—Bien, eso es todo por ahora —dice con una sonrisa.

—¿De verdad eres el hijo del destructor? —pregunto.

Mikael, suelta un largo suspiro.

—Desgraciadamente sí —dice antes de extender sus alas—. Que la suerte los acompañe, la van a necesitar.

Volteo a ver a An.

[El tiempo de vida del individuo "An" no puede ser leído]

Suspiro de alivio.

—En todo caso ¿Quién era ese pervertido? —pregunta Luna.

—...Mi asesino... —declaro.

Luna al notarlo, me abraza inmediatamente mientras que An se cubre la boca.

—Aunque le dije que no quería... —Pese a intentar soportarlo, no pude evitar llorar—. Dolió, aunque le supliqué, no se detuvo, quería vivir, quería intentarlo realmente ¡Es frustrante!

—¡Perdón! Si hubiera estado más atenta —exclama An, abrazándome y conmovida hasta las lágrimas.

"Hermano, ya no estoy sola"

Estoy segura de que ahora, puedo hacer casi cualquier cosa.

Tras unos diez minutos, notamos que la gente comenzó a despertar, aunque, fue difícil explicar la situación al rey, ya que incluso Charlotte estaba inconsciente durante el incidente.

—¡Realmente les agradezco! —exclama el rey.

Aunque, hemos estado aquí ya por un mes y las reparaciones no cesan, pero, probablemente pronto tengamos que partir, quiero ver a mi hermano una vez más.

"Aunque tampoco hace tanto tiempo que lo vi".

Luego de eso, decidiremos cual va a ser nuestro siguiente destino, quizás sea lo mejor que en esta ocasión si que marchemos con rumbo a la necrópolis.

O eso me gustaría decir, pero...

¿Qué hay con lo de Kahlid? Sé que no estoy obligada a escucharle, pero... no quiero vivir para siempre con este miedo.

Si puedo superarlo, si puede vencerlo...

¡Quiero hacerlo! Creo...

En todo caso, ahora estamos todas en el cuarto de Charlotte. Y sí, por lo visto, todas dormiremos aquí ya que casi todas las habitaciones fueron destruidas.

Y aunque le diga cuarto, sería más correcto definirlo como el nuevo cuarto de Charlotte.

—...

Aunque, la dueña del cuarto no parece precisamente muy contenta.

—¿Estás bien?

De fondo, puedo ver a An golpear en repetidas ocasiones a Luna con una almohada, misma que intenta ser la adulta y sólo ignorarla, al menos hasta que se harta y se une a la lucha de almohadas.

Hina por su parte solamente las sigue con la mirada.

—No es que no lo esté, es sólo que... únicamente fui una carga para ustedes —declara hundiendo su cabeza entre sus piernas.

—Hum, no veo gran problema, me gustas así como eres —digo con una sonrisa.

—¡¿EH?! —Tanto Luna como An dejan caer sus almohadas mientras me ven con sorpresa.

—Asesina de mujeres —Me dice Charlotte con el rostro totalmente rojo.

"Pero, ¿Qué dije?"

Las mujeres son complicadas de verdad.

En todo caso, al día siguiente salimos de la ciudad, pero...

—¡Voy con ustedes! —exclama Charlotte, seguida de cerca por Hina—. Además ¿Cómo voy a dejarte ir después de esa proposición?

—N-No lo era.

Ahora juro poder volver a ver rayos chocando cuando se miran la una a la otra, mientras que An mira en ambas direcciones visiblemente confundida.

"Al menos no soy la única que no entiende lo que está pasando"

Sin embargo, las posiciones de viaje terminaron siendo que yo sería acompañada por An.

Básicamente porque compensa todas mis falencias.

Nosotras somos la que vamos al frente, seguidas en el medio por Charlotte y Hina, y desde la retaguardia una muy molesta Luna.

Bueno, tampoco es que Charlotte luzca muy contenta con esta formación.

—La primera parada sería ir a visitar a mi hermano, quisiera decirle que estaré fuera por un tiempo —musito.

—¿Hermano?

"Ah, es cierto, sólo Luna lo conoce"

Ante la duda de mis compañeras, el ego de Luna pareció crecer.

—¿Te refieres a Sebas? Genial~ No creí poder volver a verlo... —declara Luna.

—Cierto, habías dicho que te comenzaste a llevar bien con él —respondo acariciando la cabeza de An.

En todo caso, ¿De cuánto era el camino?

Supongo que no importa mucho por ahora, aunque, ya que se está haciendo tarde, lo más probable es que tengamos que dormir a la intemperie.

Supongo que me he acostumbrado demasiado a esta vida y cuerpo porque realmente disfruto de estos largos viajes a pie, puede que separarme del grupo del héroe haya sido la opción correcta, de otro modo estaría atrayendo la atención con un grupo variopinto.

Espera...

Una vampira.

Una loli conejo.

Una princesa en la flor de su juventud.

Una elfa oscura.

Y una Lich.

Encima, hay dos reencarnadas.

¿No es este incluso un grupo más extraño que el de Klare?

Al menos tengo libertad de movimiento~.

Sí, sólo eso me queda de consuelo.

Por ahora, sólo me tomaré con calma este viaje, al menos hasta llegar dónde los elfos. Tal parece que Hina fue secuestrada cuando era pequeña, por lo cual no sabe cómo llegar.

Nuestra única pista son los elfos comunes, o los de toda la vida, así que iremos al imperio élfico tras las pistas de Kahlid.

Si logramos obtener algo de información puede que obtengamos alguna ventaja inesperada ante él.

Ahora estoy durmiendo con An, quién me tiene abraza y estoy pegada a ella tan de cerca que me es difícil pensar en dormir.

—Eres tan pequeña~

—Tenemos casi la misma altura, idiota —comenta mientras me pega su pecho.

—¿A-An? E-Espera, n-no toques ahí...

Fue entonces que descubrí una verdad, An estaba en celo.

Con suerte y ayuda de Luna, logré a duras penas salvaguardar mi castidad, aunque An tenía la mirada peligrosa, incluso sus pupilas parecen corazones.

Por lo visto tendríamos que lidiar con esto por las siguientes tres noches, esto nos lo explicó una apenada An por la mañana, misma que todo el tiempo evitó verme a la cara.

El cambio es tan brusco que incluso creo que extraño que sea tan encimosa como siempre. La mañana fue tan incomoda que incluso Luna y compañía nos dieron cierto espacio.

—Ugh... soy una pervertida... no quiero serlo —Lloriquea An por lo bajo.

—N-No lo eres... T-Tranquila.

—¡P-Pero! Me puse en celo incluso por otra chica —exclama al borde de las lágrimas—. Se supondría que a nivel biológico eso sería imposible ¿Sabes?

"..."

No, no, señorita An.

Creo que tu interés en mí simplemente es demasiado fuerte.

—Está bien, me gusta An, así que también aceptaré esa parte —comento algo sonrojado.

—¿E-EH?

Un rostro que no creí ver pronto en An apareció, el de una doncella enamora, uno que hizo que mi corazón se acelere.

Mientras que el rostro de confusión de An no desaparece, en su lugar, parece preguntarse que es lo que se supone que está sintiendo ahora mismo.

—¿A-A mí también me gusta Erioll? C-Creo —dijo en un tono bajo, sonrojada, con las orejas bajas y desviando la mirada.

"Eso es un combo muy eficaz"

—¡Eso no es justo An! —escucho que le recriminan tanto Luna como Charlotte.

"..."

No, no, no acabo de sentir nada por una persona seis años menor ¿Verdad?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top