—Oye, ¿Eres sorda o algo? —dice mientras golpea levemente mi cabeza.

Lágrimas se asoman por las comisuras de mis ojos, de alguna manera tengo la necesidad de pedir perdón por existir.

—O-Oye, n-no llores.

—Erioll no está llorando —digo tratando de aguantar el llanto como puedo.

La chica parece entrar en pánico al verme sollozar ligeramente.

Al final terminamos sentadas en medio de las ruinas de alguna casa antigua.

Tal parece que su nombre es Luna, es una vampira y ha vivido prácticamente toda su vida en medio de estas ruinas.

Cuando lo pienso así es algo triste ¿No crees?

—Entonces, ¿Qué hay de ti? —me pregunta Luna.

—Erioll es Erioll, y no recuerda nada aparte de su nombre.

—¿Amnesia? Oí que era bastante común en los de tu tipo.

Me quedé callada, más por la sorpresa de que no era nada extraño no tener recuerdos de mi antiguo yo, pero, ¿En verdad eso es así?

—¿Eh? —Fue todo lo que pude decir.

—Parece que en tu caso te dejo idiota —musita, visiblemente irritada por tratar conmigo.

Perdón por existir.

—¿Ni siquiera te intentas defender? Vaya enana que eres —comenta mientras se pone de pie y sacude su falda.

"No eres tampoco muy alta que digamos".

Por supuesto que pensé en decírselo, pero, había un pequeño problema ¿Cómo? Ha pasado tanto tiempo desde que hablé con alguien.

Quizás deba parar de pensar en eso, solamente me doy cuenta de lo patético que soy.

Quiero morir, soy una basura.

Ah, pero ya estoy muerto ¿No?

Aunque hay un atributo en el cual la supero, después de todo, ella es bastante tabla e incluso Erioll que no tiene un busto prominente la supera ¡En tu cara!

Pero no puedo decirle eso, más bien ¿Cómo podría decírselo? Podría dejarme solo y entonces moriré.

Pero, ya estoy muerto, yohoho~.

Eso no era.

—No eres de muchas palabras, ¿Verdad?

Asiento con la cabeza rápidamente, Luna me hace sentir seguro por algún motivo así que trataré de evitar que se enfade conmigo.

Entonces, ¿Cómo lo evito? De seguro debe haber alguna manera, tiene que haberla ¡Bien, me esforzaré para caerle bien!

—Cómo sea, esa persona me espera y no puedo dejarte aquí —Luna me toma de la mano y me arrastra con ella.

No puse mucha resistencia y tampoco es que pudiera para empezar, sólo basta con dar un vistazo a nuestros físicos para notar que evidentemente ella es por mucho superior a mí.

¿Quizás soy buena para escapar? No tengo ni idea y tampoco se me ocurren muchas maneras de comprobarlo.

Pero en definitiva sería bueno tener al menos una idea de mis características y poder sacar ventajas de las mejores

Tras un rato, noté que pese a haber estado caminando por aproximadamente media hora, no me sentía cansado en los más mínimo ¿Puede que sea por mi nuevo físico?

Llegamos a un castillo ruinoso, mismo al cual la naturaleza ha comenzado a reclamar como parte de ella.

Vestigios de que alguna vez hubo una vida activa aquí se pueden ver en todas direcciones.

Ya sea en forma de utensilios, ropa, incluso algún que otro hueso de algún desgraciado que tuvo la suerte de toparse con alguna de las bestias que rondan por ahí.

Me pregunto si yo también seré blanco de sus ataques si me ven, no, no, no hay que pensar en escenarios tan aterradores.

—¿Por qué diablos estás temblando tanto? —Me pregunta Luna.

—N-No lo estoy.

—¿Puedes hablar como una persona normal? Eso es una sorpresa —dice mirándome con los ojos ligeramente abiertos.

Oye, eso me hace sentir peor, me vuelves a mirar así y me mato de nuevo.

¡No! No puedo hacer eso, tengo que afrontar a las personas si quiero llevarme bien con ellas.

Pero, da miedo, ¡Las personas son aterradoras! Ya sé, piensa en ella como una zanahoria.

—...

¡Las zanahorias dan miedo!

—¿Qué es lo que te hace temblar tanto? —pregunta frenandose de golpe.

—N-Nada —respondo en un tono robótico.

Que miedo, que miedo, ¿Miedo? ¡No! Supéralo y háblale.

No es tan difícil ¿Verdad?

—¿Tengo algo en la cara? —pregunta en un tono monótono.

¡Si que es difícil! En verdad que lo es, quiero llorar, en verdad lo voy a hacer.

—En verdad que eres una chica extraña.

«Una chica»

—¿Ahora por qué lloras?

Mi masculinidad llora, definitivamente lo hace por ese comentario. Cómo un hombre esto me lástima tanto.

"Los hombres no lloran", ¡Tonterías! Por supuesto que lo hacen cuando la situación lo amerita y ésta es una de esas ocasiones tan especiales.

Que cuestionen tu hombría es realmente doloroso ¿Sabes? Y si no lo sabes, pues ahora sí.

—Tus ropas...

Repentinamente se detiene, me observa de pies a cabeza e incluso por mis espaldas.

—¿Q-Qué pasa? —digo empezando a retroceder.

No pude evitar soltar un leve gemido cuando comenzó a tocar mi vientre y piernas.

—Buena figura, ¿Por eso vas tan expuesta? —Me cuestiona con una expresión pícara.

—N-No —digo en un tono casi inaudible.

—Perfecto, ven conmigo.

No tuve el más mínimo tiempo de objetar antes de que me arrastrara a una habitación llena de vestidos y ropa de mujer.

Por instinto me sonroje y cubrí mis ojos.

"¡Este escenario que sólo ví a través de los videojuegos!"

—...

Sentí un escalofrío y lo siguiente que supe fue que estaba completamente desnuda, me cubrí como pude usando mis manos para proteger lo más importantes.

—Qiw gsvrs —dije tan rápido que fue imposible de comprender.

—Déjalo todo en mis manos.

Y así, ahora estoy vistiendo un traje de gothic Lolita, incluso tengo puestas pantimedias y un parche.

Ah, siento que algo está despertando en mí.

Mi masculinidad sigue llorando, mi majestuoso cuerpo que trabajé durante varios años y ahora no queda ni el más mínimo rastro.

—¡Qué linda! Quizás debí probar lencería, aunque las bragas negras en definitiva te quedan.

Con lágrimas en las comisuras de mis ojos, 1no pude más que aceptar estás nuevas ropas, aunque caminar con vestido es realmente incómodo.

Y la parte del pecho me aprieta, pero mejor no mencionar eso frente a Luna, y tampoco creo poder hacerlo, ¿Morir sería la menor de mis preocupaciones si lo hiciera?

No sé si tenga un complejo con eso, después de todo es una vampira y su definición de joven puede que supere mis treinta años en mi otra vida.

Seguía siendo un joven ¿Sabes? Sí, con un corazon siempre joven.

En todo caso, quizás tiene alguna especie de complejo, así que mejor no tomar al toro por los cuernos, tampoco quiero que me odie.

¡Especialmente lo último sería realmente malo si me deja por mi cuenta en este lugar desconocido! Llegar desconocido y mundo desconocido.

Voy a llorar, ojalá ese dios me hubiera dado alguna habilidad del tipo en el que puedo consultar y responder todas mis dudas.

¿Estará en mi contra o algo? Bueno, con esa actitud tan grosera no me sorprendería, ¡Debería alabarme a mi mismo por no terminar llorando después de todos los insultos que me dijo!

Definitivamente lo hice bien, ¿Cierto? Así que al menos me merezco unos cuántos aplausos.

Espero y al menos se apiade un poco de mí, lo suficiente para darme alguna habilidad especial o eso.

—Tengo más ropa que podría quedarte ¿No quieres hacerlo más tarde?

Temblé al considerar la idea, pero como tampoco le dí una respuesta parece que más tarde tengo una suerte de cita pendiente.

"Nunca pensé que mi primera experiencia sería algo cómo esto"

Siendo sincero, cuándo te reencarnas lo que menos te podrías esperar es hacerlo en una pequeña niña debilucha, medio muerta y en lo absoluto parecida a tu anterior yo.

¿No hubiera sido mejor hacerlo en un poderoso dragón o algo así? Sean cuales sean los planes de ese dios, definitivamente algún día me quejaré, tal vez o quizás no.

"Puede que desate su furia contra mí y me haga mi nueva no-vida imposible".

Entonces, lo mejor para mi propio bien es no decir ni pensar nada al respecto y únicamente continuar con mi vida, sí, eso haré.

—¿A-A dónde llevas a Erioll? —digo en un tono de voz bajo mientras juego con mis dedos.

No me acostumbro todavía a mi nuevo tono de voz e incluso sólo oírlo me pone nervioso, ¡La voz de una linda chica! Aunque soy yo mismo, recordar eso me desanima totalmente.

—¿Dijiste algo? —pregunta mirándome de reojo mientras me guía.

Yo voy un par de pasos atrás, principalmente por la diferencia de nuestras zancadas y porque es ella quién conoce el lugar, no yo.

Sin embargo, aunque mi cuerpo haya cambiado, parece que mi resistencia no aumentó demasiado, ya estoy agotada aún siendo una No-muerto.

—Tan débil —dice mirándome con lástima.

Lo siguiente que sucedió fue verme siendo cargado por una linda chica como si fuese una princesa.

Definitivamente no estoy llorando, no es que me sienta mal o algo ¡Lo digo de verdad!

—Escucha, deberías ejercitarte más ¿Acaso fuiste una señorita de la alta sociedad o algo así? —comenta Luna.

No supe cómo responder a eso, de hecho ¿De que manera tendría que explicar que antiguamente y por lo que puedo recordar fuí un hombre? Probablemente ni siquiera me crea por como luzco o puede que me mire con asco.

Dejando de lado que lo último me lástima tanto como me parece placentero, debo encontrar una manera de poder comunicarme mejor o terminaré siendo nuevamente marginado o marginada.

Quizás deba de aceptar que mi amigo se fue.

No, todavía no, no en un mundo de fantasía. Puede que haya alfuna manera de recuperar a mi fiel compañero aún si sigo siendo una chica, aunque la imagen mental es desagradable.

Bueno, de momento es importante ir viviendo el día a dia mientras sigo buscando maneras de conseguir mejorar.

¿Mejorar en qué? En todo.

De verdad soy lamentable ¿Cierto?

—...Tienes una expresiones bastante divertidas... —dice Luna, entre risas.

—Eh...

No sé cómo debo responder a eso, así que desvié mi mirada, mis mejillas están rojas.

—¡Eres como una muñeca! —exclama Luna notablemente emocionada.

—E-Entonces... —musito para tratar de cambiar el tema—. ¿A-A dónde van Erioll y tú?

—¿No te lo dije? Te presentaré con mis cuidadores, ellos previeron que hoy aparecerías o algo así —comenta.

¿Tendrán que ver con Eloah? No importa si son personas queridas por la santa Luna, pero prefiero evitar involucrarme con personas relacionadas de alguna manera con ese dios.

—¿Por qué la cara larga? Realmente son agradables aunque pueden ser algo intimidantes.

"Ah, me leyó por completo"

—N-No es eso, Erioll no es buena tratando con desconocidos —comento con nerviosismo.

—¡Adorable! No te preocupes, todo estará bien —Me asegura con gran confianza.

No sé si esto sea una buena decisión, pero tampoco sé mucho de este mundo y ando por ahí solo en este lugar tan desconocido cómo hostil no parece ser muy buena idea.

Y dudo que los humanos me reciban por no ser uno ahora mismo. Parece que mi nueva apariencia vino con demasiados problemas.

—Llegamos —Me avisa mientras me deja en el suelo con cuidado.

—G-Gracias —musito.

—No hacen falta.

Observo la puerta donde hemos llegado, y mirando por las ventanas parece ser que estamos en lo más alto de alguna torre. Por otro lado, las escaleras si que son largas.

—Ya volví y traje a la chica.

Luna toca la puerta dos veces.

Por cierto, la puerta de madera parece realmente pesada y gruesa, además de tener una altura de casi dos metros.

Las paredes son de piedra, bueno, toda la estructura en general está hecha por piedra salvó algunos detalles o cosas.

Quién abrió la puerta fue un imponente hombre de más de dos metros, dónde en algunas partes de su cuerpo se nota la ausencia de carne al dejar visibles los huesos.

Vestido con una armadura vieja y oxidada, me mira con seriedad.

Empecé a temblar antesde esconderme tras Luna en busca de protección aunque no creo que funcione muy bien contra este monstruo.

"Voy a morir, este sujeto es demasiado aterrador"

—Bienvenida de vuelta, niña vampiro.