—¿Y ahora que tienes? —Me pregunta Luna.

—Nada, no es nada —digo con unas ojeras más que visibles.

"No pude dormir, intenté pensar en An como Frederic, pero fue mucho peor y preferí quedarme con la linda An"

Luna, bueno, ya me resigné a verla en paños menores, si no me acostumbro podría terminar muriendo de verdad y no quiero eso, además, ella no parece incomoda con que la vea pese a saber que fui un hombre anteriormente, de hecho, ¿No me ha hecho ella más bromas de viejo verde últimamente?

Deben ser ideas mías, ¿Verdad?

"Soy la mayor, soy la mayor"

Ser más vieja que Luna me sentó peor de lo que esperaba, aunque, pensándolo bien, si sumamos mis casi treinta años de mi vida pasa... Mejor no lo hago o me deprimiré más.

Mejor pienso en cosas positivas, como el hecho de que ahora tengo magia de hielo y puedo predecir cosas, creo.

No he probado utilizarla, de hecho ¿Cómo activo otras magias? Solamente sé usar la de fuego porque Luna sabe utilizarla, y me la ha mostrado, espero que la bendición que me otorgó Eloah realmente funcione.

De otra manera, alguien tan mediocre como yo jamás podrías destacar en este mundo, me siento mal por tener tal ventaja, pero si tengo que salvar el mundo, esto es lo mínimo que necesitaré.

Definitivamente no quiero perder un mundo que me dio una segunda oportunidad ¿O sería tercera? Soy una no-muerto de dieciocho años, por lo que antes de que tuviera consciencia debí tener algún tipo de vida ¿No?

—Bien, aquí tienen sus licencias —dice el anciano del parche—. Ahora lárguense, existencias absurdas, y sobre todo, no olviden que las están siguiendo.

Tras susurrarnos aquellas últimas palabras, palmeó mi hombro.

"Cierto, como la de mayor rango del grupo, tendría que ser yo la que las proteja"

Con eso en mente, la formación fue que An irá por delante, al ser la que necesita más entrenamiento y experiencia, peleará con los monstruos salvajes mientras tanto Luna como yo la apoyamos.

"Sin embargo ¿Desde cuando esto es un mundo RPG? No recuerdo que siempre haya sido así"

De haber sido así desde el principio estoy segura de que Luna hubiera dicho algo al respecto y no ocultarme las cosas.

"O quizás simplemente se le olvidó y yo aquí sobrepensando las cosas".

—¿Pasa algo Eri? —Me pregunta An.

Por algún motivo, An dijo que no era justo que nuestros nombres fueran tan largos así que me llama "Eri" y a Luna, bueno, pues "Lu". Algo estúpido, pero no sé como funcionen las cosas dentro de esa cabecita.

Ni antes ni ahora, de hecho, estoy casi totalmente segura de que An es mucho más lista de lo que pudo ser Frederic.

—Ah, no, solamente estoy pensando en algunas cosas —musito.

—Será mejor que no te distraigas tanto, necesitamos llegar a una ciudad antes del anochecer o encontrar un refugio seguro, puede que tú y yo estemos bien contra elfos oscuros, pero An todavía no es lo suficientemente fuerte.

An hace un puchero ante nuestras palabras y se pone a dibujar círculos en la tierra.

—Perdón por ser tan débil —declara.

"Tan adorable"

—Al menos es más útil de lo que eras tú —Comenta Luna con una sonrisa sarcástica.

—A-Ah, no tengo nada que decir en contra —digo cabizbaja.

Luna me revolotea el pelo y nos incita a seguir caminando.

"Ella es tan confiable"

Lo pensaba de antes y lo sigo pensando ahora, realmente es una magnifica persona, aunque es una vampira.

—Sí, sí, sólo sigamos.

Extrañamente, durante la próxima semana de viaje a pie, no tuvimos ningún inconveniente, prácticamente podríamos decir que a esos elfos oscuros pareciera que se los tragó la tierra.

Sin embargo, ¿Qué es este mal presentimiento?

No, debo dejar los malos pensamientos o atraeré cosas malas, si logro pensar en positivo estoy más que segura que con Luna y An aquí, todo va a salir bien de alguna forma.

Actualmente estamos en un puerto cerca de la costa, al llegar, notamos que el lugar está anormalmente vacío, o bueno, todos están reunidos en el puerto, por lo que nos acercamos.

En cuanto lo hago, estoy a punto de vomitar, por lo que me arrojo contra Luna y An, tirándolas al suelo.

—¿Q-Qué haces? ¡Tonta! —exclama Luna.

—¡No vean! —exclamo con desesperación.

Pero, soy demasiado débil para evitarlo, los ojos de Luna parecen salirse de sus órbitas, mientras que An se desmayó por lo cual tuve que atraparla.

"¿Qué clase de infierno es este? ¿No se suponía que esto era un mundo pacífico?"

El mar está lleno de cadáveres y vísceras de criaturas similares a los seres humanos, por sus colmillos puedo notar que se tratan de vampiros.

¿Es una broma?

—Lo mejor será rodear el lago —dice Luna mientras se da la vuelta.

Quise detenerla, pero, ¿Y luego? Lo mejor será como dice ella, irnos de aquí y evitar involucrarnos con lo que sea que haya hecho esto.

—¿Ya se van? Que aburridos.

Nuevamente aquella chica albina apareció, sólo que en esta ocasión lo hizo justo delante de nosotras, sin embargo, no parece existir para An y Luna, por lo que fingí demencia al continuar caminando junto a ellas.

—Gustav~ Espero que tengamos una linda reunión cuando llegue —dice con una voz juguetona.

Por mi parte, solamente pude sentir escalofríos al oír su voz.

—L-Luna, creo que lo mejor será ir con Charlotte y de ahí reunirnos con Klare y su grupo —comento.

Ella se voltea, sorprendida por mi declaración.

—¿Eh? ¿Por qué el cambio de planes ahora? —pregunta.

—B-Bueno, ¿Y si te digo que recibí una misión de un dios? —declaro mirando en otra dirección.

—¿Y cuál es esa misión? —Me cuestiona Luna.

—Salvar al mundo...

Hubo un silencio, pensé que se reiría de mí, en su lugar me palmeó la cabeza.

—¿Eres un apóstol o algo? Hace años que no escuchaba que un dios le otorga una misión a un mortal.

Niego con la cabeza, antes de suspirar.

—¿Pero porqué ir con Charlotte primero? —pregunta Luna.

—Sería mejor escondernos, un tiempo, tengo la sensación de que no sólo los elfos oscuros son quienes nos vigilan —declaro.

Luna se lleva la palma a la cara.

"Esta más tranquila de lo que creí".

—Muy bien, muy bien, lo primero es encontrar donde descansar en lo que An despierta.

Asiento, antes de que nos fuéramos a hospedar al gremio de aventureros, a estas alturas nos hemos quedado sin dinero, por lo que aunque no lo queramos, tendremos que estar un rato por estos rumbos en lo que conseguimos lo suficiente para nuestros gastos de viaje.

Es mejor no escatimar gastos cuando de salvaguardar nuestra propia vida se trata, así que será un trabajo extenuante.

Y dada la dependencia de An hacia alguna de las dos, especialmente hacia a mí, se decidió que iría con Luna.

"No sé si me considera lo suficientemente independiente para ir por mi cuenta o que An es menos molesta"

Bueno, mientras no me quede en espacios reducidos a solas con un hombre estaré bien.

"Pero ¿Cómo entraré al gremio?"

Por ahora, tomaré un baño junto a las otras chicas.

A estas alturas me he acostumbrado demasiado, aunque ver a An todavía se siente como un crimen.

Aunque yo me vea más inmadura.

Suelto un suspiro y al ver mi reflejo, me quedo embelesada hasta que Luna me tira una cubeta de agua fría.

Actualmente estamos en unos baños públicos.

[Inmunidad a la humedad adquirida]

[Inmunidad a la putrefacción, vejez y corrosión adquirida]

"..."

Quiero pensar que tenía planeado que fuera a adquirir tales inmunidades, porque de lo contrario significa que estaba buscando que me pudriera.

—¿Cuánto planeas verte en el espejo señorita ególatra?

—N-No era eso, es sólo que... ¿No soy demasiado pequeña para ser mayor que tú? —pregunto.

—Idiota, tu edad es el tiempo que tu alma lleva existiendo como Erioll en este mundo, no refleja tu edad física, te debiste quedar atrapada sobre los catorce años —Me dice mientras golpea mi frente suavemente.

—Oh~ Pero, ¿Por qué eres tan mala conmigo últimamente? —pregunto con lágrimas en las comisuras de mis ojos.

Ella retrocede, se sonroja y desvía la mirada, mientras se rasca la mejilla.

—B-Bueno, e-eso...

—¡Ya sé nadar! —exclama An saltando desde la piscina, salpicando tanto a Luna como a mí—. Ah, ¿Interrumpo algo?

—¡N-No! Ya me iba —dice Luna mientras se retira.

An y yo vimos cómo se marchaba.

—Viejo, se muere por ti ¿Cómo no lo notas?

Dijo una voz muy parecida a la de An, pero, ella no pudo hacerlo ¿O sí? Digo, es An, su manera de hablar no concuerda para nada.

—¿Viejo? —An se para delante de mí, totalmente desnuda y ladeando la cabeza.

—¡Tapate! —exclamo sonrojada y apartando la mirada.

—Ah, ¿Pero no está bien? Ambas somos chicas, a-aunque si te incomoda que te h-hable con tanta c-confianza, e-evitaré...

"Ah, está al borde del llanto. Considerando como era Frederic, supongo que sus maneras de hablar encajan"

—N-No es eso, sólo me sorprendiste, ¡Estoy perfectamente bien con ello! —exclamo en pánico intentado evitar que llore.

—¡Gracias, Eri! —exclama abrazándome.

"¡Aléjate! Estoy siendo rozadas por cosas que no debo sentir o me llevarán presa"

¿De verdad a ti no te avergüenzan? ¡Pervertida inocente!

Tras un baño en el que sentí como si varios años de mi vida se fueran por el drenaje, volvimos a las habitaciones del gremio, obviamente dormimos juntas y obviamente, en la misma cama.

"Afortunadamente somos las tres pequeñas"

Debo buscar la manera de que consigamos suficiente dinero pero al menos dormir en camas separadas, de esta forma no puedo dormir sin sentirme culpable.

"Aunque tanto An como Luna son suaves y huelen muy bien"

¡No! Tiene doce y era tu bully, contrólate, además de que ahora eres mujer.

"Ah, sí cierto, soy mujer"

Me quiero morir, no me casaré con un hombre, maldición ahora estoy deprimida.

Con cuidado, me pongo de pie y salgo a dar una pequeña caminata, sólo para encontrar a aquella chica vestida con un ¿Kimono?

—Buenas noches, señorita Erioll~ —dice sonriendo.

Yo por mi parte, retrocedo lentamente, no me fío ni un poco de lo que pueda hacer esta desconocida.

—Hermana, la espantas —Una tercera voz aparece a mis espaldas—. Ni siquiera estás físicamente presente y estás molestando.

Una chica rubia de ojos rojos aparece para reprenderla.

"Gracias, sentí que moriría"

—Además, ¿Por qué quieres hablar con Erioll? Creí haberte prohibido venir aquí.

—¿Oh? ¿Lo hiciste? Además, ni siquiera estoy aquí realmente, solamente es una proyección —dice intentando negociar.

La rubia parece darse por vencida y de un chasquido se enciende la luz y las tres estamos sentadas en una elegante mesa redonda, claramente yo y esa misteriosa chica albina estamos una frente a la otra.

—¿Vas a interferir Anane? —cuestiona la albina con una pequeña hostilidad.

—¿Algún problema con eso? Querida Zavebe, aunque, no sé que género poseas en tu verdadero cuerpo.

"Me estoy rayando y confundiendo ¿Qué diantres pasa aquí? Además ¿No era esta chica la recepcionista de los apartamentos para aventureros?"

—De acuerdo, de acuerdo, por ahora me retiraré —dice levantándose—. Aunque, tendrás que hacer algo con mi hijo ¿O era hija? Lo que sea, él o ella no me suele obedecer.

La ceja de Anane se levanta y está a punto de irse contra "Zavebe", pero, esta simplemente desaparece.

—Perdón por lo de esta noche ¿Podrías olvidarlo?

—¡¿Ah?! ¿De qué...

Ah, ¿Qué hago aquí? Junto con la recepcionista, supongo que vine a pedir algo, pero ¿Qué era? No puedo recordar, supongo que volveré ir a dormir.

—Qué tenga dulces sueños~ —Me despide con una hermosa sonrisa.

A la mañana siguiente, las tres fuimos al gremio, esto para ver cuales son las misiones que podemos tomar, lo mejor será hacer las que nos den mayor rentabilidad a corto plazo.

Por lo que misiones de expediciones quedan descartadas.

—Toma esta, está a tu nivel —dice Luna dándome un papel.

Estuve a punto de darle las gracias, hasta que vi que se trataba de cazar slimes, aunque no pude replicarle algo ya que no tengo experiencia de combate normal.

"Espera ¿No habrá uno hiperpoderoso por ahí capaz de tomar forma humana andrógina y que tenga un harén multirracial?

No, estoy diciendo estupideces ahora mismo.

Lo mejor será centrarme y hacer esta misión para volver hoy mismo, al menos es una misión clásica y sencilla de fantasía ¿No?