Capítulo 15.-Misión
***
—Hola, ha pasado un tiempo, Gustav.
Nuevamente en aquel espacio en blanco y nuevamente delante de este Dios, aunque no sé si pueda confiar en él, pero ¿Eso importa? No es que pueda oponerme ante alguien cuyo poder literalmente es infinito.
—Eloah, mi nombre es Eloah —declara ante mi falta palabras.
Aunque no creo que haga falta hablar puede leer mi mente después de todo.
—...
Todavía no me encuentro segura sobre qué clase de postura debo tomar ante Eloah, aunque, por ahora ¿Debería escucharlo?
—¿Y bien? ¿Qué te parece este mundo? Es lo que buscabas después de todo, un mundo donde puedes hacer tu vida de manera tranquila —declara masajeando mis hombros.
—¿Qué pretendes? —Le cuestiono con seriedad.
Hubo un silencio momentáneo, antes de que suelte mis hombros y aparezca delante de mí, con los brazos abiertos, tal como si fuera un profeta a punto de dar una revelación divina, aunque, en este caso, él es el dios.
—¡Salvar a este mundo de su inminente destrucción! Además, eso te daría las respuestas sobre el fin de tu mundo original —responde con una sonrisa—. Ciertamente, lo que alguna vez conociste pereció, pero, eso no es del todo correcto.
Aparecí en medio de un mundo cubierto de blanco, o más bien, de nieve, donde quiera que pose mi vista, noto la ausencia de un solo lugar que no haya sido cubierta por esta intensa nevada.
Algún que otro árbol se alza en la lejanía, pero, es casi como si hubiéramos vuelto a la era de hielo, aunque soy incapaz de observar cualquier forma de vida aparte de los pinos y demás tipos de árboles que son capaces de vivir con tan bajas temperaturas.
—¿Por qué nosotros? —Fue mi pregunta una vez el escenario ante mis ojos volvió a ser el de antes.
—¿Ustedes? No son solamente ustedes, ni tú ni ese héroe o la santa son especiales, son unos cuantos entre millones que han reencarnado en incontables mundos, ¿Te sentías finalmente especial o algo? En lo absoluto, tu misión será la misma que todos: SALVA EL MUNDO. Al menos si no quieres volver a ser un perdedor —dice palmeando mi cabeza.
Cabizbaja, aprieto mis puños, antes de volver a mirar directo a Eloah.
—¿Y cómo se supone que es que yo voy a lograr tamaña hazaña? ¿Y de qué tengo que salvarlo?
Sin embargo, no sólo no respondió mis preguntas, sino que se marchó sin decirme nada en lo absoluto.
Noto por el cielo y las tres lunas que todavía es de noche, una fogata es la única fuente de luz que nos alumbra, Luna duerme tranquilamente e incluso noto que le escurre un poco de baba.
—¿Qué demonios se supone que tengo que hacer? Ni siquiera sé de que rayos es lo que tengo que salvarlo.
Suelto un suspiro antes de ponerme de pie y estirarme, ahora mismo nos estamos dirigiendo a tierras draconicas, aunque por lo que me contó Luna, primero deberíamos pasar por las tierras que pertenecen a los vampiros.
Dada mi naturaleza no tendríamos que tener demasiados problemas, pero, por si acaso, hoy entrenaremos magia.
"De todas maneras, Luna se ve tan linda mientras duerme"
No, no, no debo pensar de esa manera de ella.
Además, ambas somos chicas, definitivamente no hay manera, ¿O sí? Ya pensaré en ello más adelante.
Las clases de magia son, sencillas, de una manera sorprendente, con solamente ver el hechizo soy capaz de dominarlo ¿Son estas las bondades de ser una Lich? Aunque, ahora Luna camina por delante, visiblemente molesta.
—¡No es justo! ¿Sabes cuantos años me tomó dominarlos para que vengas tú y los aprendas? ¡No es justo!
Una luna sorpresivamente infantil está dando vueltas en la tierra mientras patalea.
—¿Por qué estás haciendo rabietas por el comentario de Erioll? —pregunto, poniéndome en cuclillas a su lado.
Ahora mismo estamos ubicadas en las faldas de una montaña, no muy a lo lejos puedo ver un pueblo y también comienzo a escuchar el sonido del mar.
O el continente es muy pequeño o nosotras somos absurdamente veloces.
—Son negras —dice Luna levantando mi falda.
Sonrojada, cierro mis piernas.
—¿Q-Qué haces? P-Pervertida.
—Lo dice un antiguo hombre que viste tan femeninamente —declara con una sonrisa ladina.
—Ah, soy una pervertida, mátenme —Me hago bolita y comienzo a susurrar en voz baja.
—N-No, espera, no era con esa intención —dice Luna mientras me zarandea.
De alguna manera rara, terminamos cayendo colina abajo, con ella encima de mí y sujetando mis pechos.
—L-Lo siento —dice sonrojada y sangrando por la nariz.
"¿Eh?"
—L-Luna, por si acaso ¿Te gustan las chicas? —pregunta tras notar su reacción.
Luna se sobresalta ante mi pregunta, y entra en pánico.
—¡P-Por supuesto que no! No te hagas ideas raras —exclama mientras se aparta de mí.
Los peor de todo fue notar donde estábamos y más que ella está entre mis piernas. Una enorme fila de personas nos juzga con la mirada mientras los colores del rostro de Luna suben de golpe.
Y ahora mismo estamos en una habitación con un guardia que tiene una sonrisa comprensiva a su manera, mientras que los colores del rostro de Luna no han cambiado.
—Vaya, las jóvenes de hoy en día si que son precoces, pero hacer algo así en público —dice sin abandonar su sonrisa.
—Lo sentimos —musitamos al mismo tiempo.
Decidimos que sería más rápido disculparnos antes que hacerle cambiar de opinión, de igual manera solamente venimos a este lugar para conseguir un carruaje rumbo al puerto.
"Graysdale" Fue lo que leí en uno de los tantos carteles de la entrada.
—Me quiero morir —dijo Luna un poco menos sonrojada mientras camina por las calles.
Las personas nos miran y murmuran cosas entre ellas.
—Si haces eso me dejarías sola, así que no por favor —respondo seriamente.
—Diciendo cosas así solamente vas a empeorar el malentendido, solamente vamos a conseguir refugio ¿Sí?
Asiento, aunque lo decía sin malas intenciones, pero, si ella dice que pare, lo haré.
Caminando por las calles, me crucé con la chica más hermosa que jamás haya visto, una de larga cabellera blanca y ojos rojos, figura esbelta y un poco más alta que yo.
—¿Eres tú? —La escuché murmurar.
Y sin embargo, cuando me giré para verla, no había nadie.
—¿Erioll? No te distraigas o podrías perderte —dice Luna mientras me toma de la mano.
—Ah, ¡Sí!
Luna inmediatamente me suelta la mano y sonrojada comienza a liderar nuestra búsqueda de una posada, misma que fue bastante fácil, nos quedamos en una bastante sencilla, antes de ir en búsqueda de alguien que nos lleve al puerto de Nemo, que es nuestra siguiente parada.
Lo cual, también resultó ser absurdamente fácil, debido a que un amable señor partirá en tres días con rumbo hacia ciudad Fortaleza, y si bien no es nuestro destino, nos deja considerablemente más cerca.
—Luna... ¿Qué clase de lugar es ciudad Fortaleza? —pregunto mientras camino a su lado.
—No lo sé, nunca he estado ahí, solamente escuché que antes de pertenecer al reino de Mugia, aparentemente era un pueblo abandonado de gigantes que perecieron hace más de tres mil años.
Mientras caminamos de regreso, una niña con orejas de conejo se acerco y me jaló del vestido.
—E-Eh, b-bueno...
La miro con curiosidad, de alguna manera me resulta familiar, ¿Por qué será?
—¡An! ¿A dónde vas? —Una mujer que parece ser su madre sale corriendo a reprenderla—. Por favor discúlpenla ¿Ocasionó alguna molestia?
La niña se veía cada vez en un pánico mayor, bueno, aunque diga niña no parece ser menor de doce, es decir, su apariencia no dista demasiado de la mía, lo que solamente me hace sentir cada día que mi hombría es menor.
—G-Gustav ¿E-Ese nombre te suena? —exclama sonrojada.
—¡An! Ya te he dicho que olvides lo de tus sueños —declara visiblemente molesta.
—Hum, bueno, es cierto que me suena, de hecho... ¿Frederic? —pregunto, no muy convencida de mi suposición.
La madre parece sorprendida ante mis respuestas.
—Escucha, mañana Erioll vendrá a verte y podrán hablar de eso ¿Sí? —digo con una sonrisa.
"No hay forma ¿Verdad?"
Lo que es más, por su actitud y por lo sucias de sus ropas, por lo delgado de su cuerpo ¿Qué clase de vida ha estado viviendo esta niña? No lo comprendo.
Solamente asiente mientras nos vamos, Luna da una mirada aguda a la señora antes de seguirme muy de cerca.
—¿Alguien que conocías? —pregunta mi amiga vampira—. Hablaste en ese idioma desconocido después de todo.
"¿No puede entender los nombres de mi antiguo mundo?"
Bueno, ahora eso no es importante, lo realmente interesante es descubrir si Frederic reencarnó en esa niña o no.
Aunque, supongo que ya sé la respuesta a eso.
—Esa niña —Mencionó Luna—. Olía a muerte.
Me llevo las manos a la cabeza, incluso yo sé que algo no anda bien, desde sus reacciones hasta su forma de vestir, pero ¿Por qué dudo en ayudarla? Aún cuando antes fue Frederic, no, precisamente es porque estoy casi segura de que fue él.
—¿Qué harás, Erioll? —pregunta Luna—. Si deseas salvarla, debes saber que tendríamos que escapar del ejército local o en el mejor de los casos, comprarla como una esclava.
—No lo sé, ahora mismo ¿Qué debería hacer? —pregunto.
Llegamos a nuestra habitación y una vez la puerta se cierra, Luna me abraza por la espalda, tengo demasiados problemas arremolinados en mi cabeza, no estoy segura de si tomaré la decisión correcta, pero, no quiero tomar una de la que seguramente me vaya a arrepentir en un futuro.
Entonces, supongo que está decidido ¿No?
Al día siguiente, fui de nueva cuenta a la panadería, pero, en el camino a esta, fui arrastrada por unas pequeñas manos a un callejón.
Era ella, An, la reencarnación de Frederic.
Tiene varios dientes faltantes, moretones por todo su cuerpo e incluso su ropa está manchada con un poco de sangre.
—¡Vhinishte! —exclama con una sonrisa.
"Ni siquiera puede hablar bien"
—Ah, s-sí.
—Me alegro, perdón por mi apariencia, entonces ¿Cómo te llamas ahora? Luces realmente hermosas, me alegro encontrar una cara conocida —Dijo An, sin parar.
Con una sonrisa realmente pura, una que difícilmente puedo recordar haber hecho, una que refleja la más absoluta felicidad.
—O-Oye, A-An, ¿Estás bien? —pregunta, aun sabiendo la respuesta.
—¿Era eso? No te preocupes, ya sanará, puedes llamarlo karma ¿No? Después de todo lo que te hice a ti y a otros tipos, es normal —dijo con resignación—. Sé que pronto te irás de la ciudad, así que asegúrate de venir a despedirte ¿Sí?
[Ella morirá pronto, tiene demasiadas lesiones y parece haber sido abusada]
Acerco mi mano para tocar su rostro, y de un manotazo la aparta, reflejando un terror absoluto en su mirada.
—Aja jajá, p-perdón, t-tengo que i-irme...
La tomé del brazo, no pude soltar, aún si me vienen recuerdos desagradables a la mente, aún si es quién volvió mi juventud en un infierno, también fue un amable compañero de trabajo.
Una persona que creció y se arrepintió, una persona que se esforzó en cambiar, alguien fuerte a diferencia de mí.
¿De verdad puedo ignorar a alguien que pide ayuda con tanta desesperación?
—An, ¿Vendrías conmigo? —musito con seriedad.
—Ah, yo... no, estoy bien aquí, tengo mi familia, hice cosas malas, y-yo —Su voz comenzó a romperse hasta comenzar a llorar sin parar.
"Hermano, ¿Está bien esto?"
Con cuidado y delicadeza, la tomo entre mis brazos, un cuerpo realmente frágil.
—Lo siento, lo siento —exclama sin dejar de abrazarme.
—Bien, ¿Nos vamos? —pregunta Luna apareciendo a mis espaldas.
An se aferra con fuerza a mí.
—Tranquila, ella es Luna, mi mejor amiga —digo mientras tomo la mano de An.
Ella asiente y camina detrás de mí, me recuerda demasiado a mi propio comportamiento, lo que de alguna forma me hace sentir empatía por ella.
Mientras tanto, puedo ver una expresión de fastidio en el rostro de Luna.
"¿Es por cuidar otra yo?"
Perdón por ser tan molesta, dos veces.
Ante la mirada de todos los curiosos, salimos fácilmente de la ciudad, lo que me hizo preguntarme ¿Qué demonios pasó con sus padres? Sé que no la querían, pero me sorprende más que no hayan querido sacar provecho.
La gente de ese tipo de calaña.
—Luna, ¿Y sus padres?
Ahora mismo estamos descansando dentro de una cueva, cerca de una fogata y tras haber comido, An cayó profundamente dormida.
"Viéndolo así ¿No somos un grupo de lolis? Más bien, algo así como un grupo de heroínas predeterminadas, sólo nos falta la pechugona"
Deja de pensar estupideces y céntrate.
—"¿Enojarnos? Si quieres a ese estorbo, llévatelo" —dijo intentando imitar la voz de un hombre—. Esta chica, debió vivir un infierno.
Luna bostezo.
—Me iré a dormir ahora ¿Qué harás tú? —Me pregunta, curiosa.
—Erioll se quedará despierta un rato más, quiere pensar en algunas cosas.
Luna asiente, antes de acostarse al lado contrario de dónde está An.
—¿Qué debería hacer con respecto a sus heridas? —Suelto un profundo suspiro.
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