۞✧𖥸❈✦. Capítulo II .✦❈𖥸✧۞

𖥸 Dullumy 𖥸

Acariciar y soñar

Lo único que suelo extrañar de aquellos días era el canto de las aves.
Demasiado gentil para distraerme de la realidad.
Aunque para no ser tan pesimistas habían más cosas que amaba de ese lugar.
Por ejemplo mi biblioteca, el jardín que teníamos para dar paseos y mis días libres.

Fuera de eso, todo apestaba.
Tenía prohibido salir si los fieles o cualquiera que no fuese servidumbre daba paseos cerca.
De cualquier forma no importaba, los rumores de allá afuera eran fieles a la verdad; tenían encerrado a una cosa en los terrenos de la elegida, pero pronto cumpliría su proposito, se casaría con ella para demostrarle al mundo que todos eran capaces de “sanar”.
Una cosa cuya lengua muerta conectaría con el mundo.

Esa cosa era yo.
Y esa elegida era Enarie. Mi Enarie.

Acariciar y soñar.

No la veía tanto como me hubiese gustado.
Pasaba sus días haciendo deberes, después de todo era nuestra salvadora. Cuando llamaba a verla no hablábamos de mucho, me recordaba que pronto llegaría el día y lo mucho que me amaba.
Solo nuestra diosa sabe lo mucho que ella realmente me amó.

Pero sólo yo sé lo mucho que quería mejorar por ella.

Acariciar y soñar.
Acariciar y soñar.

Hubo ocaciones en las que sugería que la gente me aceptaría asi como era, que a nadie le importaría mi cara ni quien era.
Solo me regaló una de sus afables sonrisas.

Sabía que sin una respuesta, no había necesidad de seguir con el tema.
¿Quién era yo para cuestionar su voluntad?
Solo una cosa, y solo ella me salvaría de mi perdición.

Acariciar y soñar.
Acariciar y soñar.
Acariciar y soñar.