—Dilo— suplicó Harry por enésima vez.

—Lo— respondió Aylien con sencillez.

—No pueden estar peleados toda la vida— siguió Hermione.

—Sí podemos— respondieron Ron y Aylien al unísono, intercambiaron miradas de odio.

—Ron disculpate con Aylien.

—No, ella me debe disculpas, aún me duele el cabello...

—Ay por favor, no seas dramático.

—Eso lo dices porque yo no te jale el cabello a ti, enana— Harry y Hermione temieron la reacción de Aylien, sin embargo, está solo dijo:

—Yo no soy enana, todos son muy altos y yo no. Ahora, a un lado que no van a conseguir nada...

—Perdón— dijo de pronto el pelirrojo apenado.

Aylien, primero hubiera esperado que un troll aprendiera a hablar japonés a que Ron se disculpara, era un hecho alucinante, casi difícil de creer que estaba sucediendo.

—Perdón por lo de tu cabello— lamentó apenada— Pero en ese momento te lo merecías.

—Entonces ¿Amigos?— Ron le ofreció su mano para cerrar el enojo, pero Aylien mejor lo abrazó.

—Ami...

—¡¿Qué haces abrazado a esa?!— y Lavander Brown salió detrás de una columna, casi saltando sobre Ron, protegiendo lo que es suyo, por así decirlo.

Empujo a Aylien tirándola al suelo, cargada de enojo se levantó e hizo a un lado a Harry que iba a ayudarla.

Movió su mano en un extraño movimiento y Lavander sangraba de sus ojos, parecía que lloraba sangre. Esta chillaba y gemía de dolor mientras se toqueteaba los ojos tratando de parar las cataratas rojas que salían de ellos.

—¡Aylien! ¡Haz algo! ¡Detenlo!— suplicó Hermione desesperada. Viendo como poco a poco la intensidad de los gritos de Lavander cesaban.

—¡MIS OJOS!— gimió en un intenso gritó desesperado.

Con los ojos grises y el cabello cenizo, Aylien sonrió de lado y soltó una risa macabra.

(...)

Era sábado por la mañana, Hermione se preparaba para el curso de Aparición, había estado leyendo montones de libros acerca de la aparición.

—¿Sabías que se te pueden desgarras los miembros si no te sabes aparecer correctamente?— preguntó la castaña.

—Lo repites cada día, Mione, perdón por lo que pasó con Lavander, me dejé llevar.

—Lo entiendo, es algo que no puedes controlar, además, se lo merecía— guiñó un ojo. —Creo que ya es momento que nos vayamos.

Las amigas bajaron al Gran Comedor, donde había varios aros acomodados por todo el lugar, un hombre parado al frente donde Dumbledore suele dar sus discursos. A lo lejos se veía Yasen con un grupito de chicas al rededor de él, Aylien rodó los ojos. Era muy obvio como todas ellas intentaban coquetear con su hermano.

Con discreción, sacó su varita y pronunciando un hechizo del príncipe mestizo. Un grito muy agudo de presenció en todo el Gran Comedor, los dientes de las jóvenes coquetas se estaban cayendo; salieron corriendo.

Yasen, desconcentrado, miró a todos lados buscando el causante de aquel acto.

—Hola hermano, supuse que quería una ayudada— guiñó un ojo. El chico negó con la cabeza.

El hombre (que probablemente sea del Ministerio) comenzó a hablar:

—Buenos días. Me llamo Wilkie Twycross y seré su instructor de Aparición durante las doce próximas semanas. Espero que sea tiempo suficiente para que adquieran las nociones de Aparición necesarias, yo siempre les digo a mis alumnos que deben de tener muy en claro el destino al que quieren llegar, y para eso, deben de tener en claro las tres D: Destino, Decisión, Desenvoltura.

Después de explicar muy detalladamente, quedaba poner en práctica lo aprendido. Tan sólo tenía que pasar el aro, era sencillo.

Cerró sus ojos y mantuvo la mente en blanco, tratando de visualizarse a ella misma atravesado el aro. Sintió como si de pronto estuviera perdiendo el piso, probablemente su cuerpo estuviera perdiendo forma convirtiéndose en una extraña masa que se enrolla hacia adentro.

Pero no.

Ella sólo había saltado intentando cruzar el aro, sin embargo, también tiró de él y se golpeó en la cabeza, tuvo que abrir los ojos para reaccionar y darse cuenta de lo estúpido que había sido eso.

Sentía que la cabeza la palpitaba e iba a estallar en cualquier momento. ¡Menuda tontería que acababa de hacer!

(...)

Había sido llevaba a la enfermería, Aylien pensó que no era grave, pero Madame Pomfrey dijo lo contrario, se golpeó tan fuerte contra el suelo que eso le había inflamado el cerebro.

Aylien creyó que eso solo pasaba en las series de televisión, lamentablemente era real y ella lo tenía.

Debía permanecer una larga semana ahí, sin nada que hacer, acostada en una camilla. Y lo peor, ese lunes sería su cumpleaños ¡Vaya cumpleaños en una camilla con el cerebro inflamado!

Al fin sería mayor de edad, siempre soñó con el día en que cumpliría diecisiete. Según ella, haría una fiesta espectacular a la que todos sus amigos asistirán y presumirles que ella ya era mayor, pero tendría que conformarse con un pastel y nada más.

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¡Al fin! ¡Vacaciones vengan a mí! *Hace baile navideño vestida de duende ayudante de Santa Claus* ¿Acaso hay algo mejor que la Navidad? O sea, regalos gratis mis niñas. Lamentablemente no se acomodó la fecha para poder hacer el especial navideño (vaya que la historia se desarrolla en enero y no en Navidad) créanme hubiera sido épico, pero para no quedarme con las ganas.
¡Especial navideño Harlyen!
Sean felices con este regalo de mí para ustedes mis pequeños saltamontes. Y como es especial navideño, lo subiré exactamente a las 12:00 am hora México🎄
Pd: Busqué el emoji de Santa Claus pero no lo encontré😫😭