Ya era sábado por la noche, Dumbledore había citado a Harry y Aylien para sus clases de Oclumancia, (que por suerte decidió que ese año no sería Snape).

Ambos amigos caminaban por los pasillos oscuros como boca de lobo, Harry alumbraba con su varita y Aylien le seguía el paso. Cualquier miedo no importaba, estaba a lado de él. Sacudió la cabeza intentando eliminar ese pensamiento, sólo le haría daño aferrarse a sentimientos no correspondidos.

-¿Te pasa algo?- preguntó el chico.

-Eh, no. Estoy bien, me pareció que una mosca me zumbo el oído.

Siguieron caminando hasta que un hombre rechoncho se hizo aparecer, el profesor Slughorn. Como Aylien no tomaba Pociones era imposible que tuviera trato con el. Pero al parecer Slughorn pensaba otra cosa.

-Harry ¡amigo mío!- exclamó Slughorn. Harry hizo un gesto de desagrado. -Oh veo que te acompaña la señorita Patterson.

¿Cómo sabía su apellido?

-Si, Jacob es muy buen amigo. Un excelente alumno. ¿Por qué no toma la clase señorita?

-Es que... McGonagall me dijo que como he reprobado el TIMO de Pociones, porque soy terrible. El año pasado mande a toda la clase a la enfermería. Así que, es imposible que pueda entrar a Pociones.

-Tonterías, hablaré con McGonagall y me encargaré de que tomes mi clase. No hay nada que sin practicar no se pueda solucionar, además, su hermano es muy buen alumno, supongo que no habrá problema en que te dé apoyo- Aylien iba a comenzar a protestar pero fue silenciada por el regordete profesor. -No se diga más, la esperó el lunes en clase. No los interrumpo más- guiñó un ojo- Hasta el lunes chicos- cuando creyeron que por fin se habían librado de el, no podían estar más equivocados. -Ah por cierto, señorita Aylien ¿estará disponible el día de mañana?

-Si, supongo...

-¡Excelente! Mañana vaya a mi oficina, quisiera hablar con usted. La veo a las dos en punto del día domingo.- ahora sí, se había marchado.

Siguieron el camino hacia el despecho de Dumbledore, una vez que estuvieron ahí. Harry dijo la contraseña «Píldoras ácidas» se subieron a la estatua y los dejo justo afuera de la puerta. Aylien tocó tres veces. Un "adelante" se escuchó por parte del viejo director.

-Buenas... Tardes, noches, oscurece muy rápido ¿No? Bueno no importa, el día de hoy quisiera que me acompañarán al pensadero...

-Disculpe profesor. ¿Qué es el pensadero?- preguntó Aylien, después de una breve explicación. Dumbledore volvió a hablar.

-El día de hoy, veremos la memoria de Bob Odgen. Trabajaba en el Departamento de Seguridad Mágica, lamentablemente hace tiempo que murió pero antes de que lo hicieran. Logre contactarlo y conseguir un recuerdo sumamente importante- Se encaminó a una vasija, saco un frasco del cual destapó el corcho y lo vacío sobre la vasija.

Era como un pequeño fantasma en forma de lombriz, Dumbledore lo revolvió con la varita como si de comida se tratase. Harry introdujo la cabeza sin esperar que se lo ordenaran, Aylien hizo lo mismo.

Todo lo que estaba a su alrededor desapareció, sentía que volaba sin escoba, sus pies flotaban y poco a poco descendió en tierra firme. Harry ya estaba ahí, también Dumbledore apareció.

Siguieron al señor Odgen, era un camino lleno de árboles. Había un letrero que decía: Gran Hanglenton que señalaba a la derecha, el otro decía: Little Hanglenton con una flecha señalando a la izquierda. Odgen siguió a la flecha izquierda y Dumbledore junto con Harry y Aylien también.

Llegaron a una fea casa, llena de moho. Parecía abandonada, estaba toda caída daba el aspecto de una casa embrujada, una serpiente yacía colgada en la puerta. La representación justa de una casa donde viva una bruja según los muggles. Lo irónico es que ahí, vivía una familia de magos.

Odgen llamó a la puerta, un siseo se escuchó. Un siseo incomprensible a los oídos de Aylien, supuso que era parsel pues Harry si lo entendía.

Un horroroso mago salió de la descuidada casucha, este sonreía de forma malévola. Un escalofrío le recorrió la espalda a Aylien.

-Morfin, entra a la casa- pidió otro mago. Más viejo a comparación del llamado Morfin. Su padre seguro. Odgen se arregló el ridículo traje de baño que llevaba debajo de una chaqueta de cuero, típico de mago tratando de camuflarse entre muggles. -¿Es usted sangre pura?

-Eso no importa señor Gaunt, vengo del Ministerio de Magia. Necesito hablar con...

-¿Es sangre pura o no?

-Solo quiero hablar con Morfin Gaunt- el señor Gaunt entró a la casa ignorando por completo a Odgen que seguía allí parado. Odgen entró sin permiso. -Ha realizado magia en contra de un muggle.

Una chica que lavaba los trastos dejo caer una olla al suelo. Con torpeza y nerviosismo intentaba levantar la olla, tenía en cabello negro muy oscuro, casi como el de Aylien, no era para nada agraciada en belleza externa. Era bizca, Aylien sintió pena por la chica, quería tratar de ayudarla pero era solamente un recuerdo.

-¡Levantala maldita inútil! ¡Asquerosa squib deshonra de la familia!- gritó el señor Gaunt. La chica bizca seguía intentando levantar la vasija del suelo. Morfin reía burlonamente. Cuando por fin logró levantarla volvió a lo suyo.

-¿Es cierto que usaste magia en contra de un muggle, Morfin?

-Pues claro que sí- respondió con descaro- Tom Ryddle, el muggle que Merope siempre vé. Ja, como si alguien la deseará.

-¡QUE OBSERVAS A UN MUGGLE! ¡ASQUEROSA SQUIB! ¡ACASO NO CONOCES TU LINAJE!- bramó el señor Gaunt, Odgen parecía muy incómodo, Harry y Aylien se sobresaltaron del lugar en donde estaban ¿que tipo de persona era? Sin embargo, el viejo director de Hogwarts solo observó el recuerdo como si nada hubiese pasado.

-Señor Gaunt por favor, Morfin necesita ir al citatorio por agresión a un muggle- Gaunt, tomó a Merope del cuello. Parecía querer ahorcarla, Merope emitía horribles sonidos de su boca.

Aylien no pudo evitar sentir lastima por esa pobre chica. Justo cuando Merope se empezaba a poner morada llegaron a donde Odgen estaba parado. Sacó un collar del cuello de esta y se lo mostró a Odgen, Aylien se acercó mas para verlo de cerca.

-Somos la última descendencia viva de Salazar Slytherin y usted viene a decirnos que Morfin tiene un citatorio por hacer lo correcto. Se equivoca señor- bramó el señor Gaunt. Soltó con brusquedad a Merope y esta cayó al suelo. Se fue lo mas lejos de ellos y se sobaba el cuello con delicadeza, unas finas marcas rojas se le eran visibles.

El son de las patas de caballos galopar se hizo presente, Aylien miró por la ventana donde una carroza se encontraba parada justo enfrente de la casucha de los Gaunt.

-¡Que monstruosidad!- exclamó una voz cantarina, Aylien divisó a una chica pelirroja de gran belleza, tan vez era una veela. Pero luego reflexionó y supo que era muggle, iba acompañada de un joven muy apuesto, era alto (aunque todos eran altos a comparación de Aylien). Era el joven más perfecto que Aylien había visto- ¿Por qué no tumban esta casa, Tom?

-Cecilia esta casa no pertenece a los terrenos de mis padres. Es de un viejo vagabundo y su hijo, se cuentan las peores historias de el...

-¿Lo oyes Merope? Jamás se habría fijado en ti- dijo el señor Gaunt. La chica seguía acariciando su cuello enrojecido.

-¡Señor Gaunt!- estalló Odgen perdiendo paciencia- ¡Su hijo atacó a un muggle y lo ha herido! ¡Va en contra de las leyes mágicas! ¡Debe ir a un citatorio con el Ministerio de Magia!

-Morfin... ¿Eso es cierto?- volvió a preguntar. Morfin rió sin pena y asintió con la cabeza, orgulloso de lo que había hecho.

-¡Su hijo lo ha admitido! El...

-¡Largo de mi casa!- gritó el señor Gaunt.

-Pero...

-¡Largo!- como Odgen no parecía tener intenciones de irse, el señor Gaunt (siendo parte de su locura). Comenzó a lanzar hechizos en contra de él.

El enviado del Ministerio, sin más remedio y aterrado, salió de la casucha corriendo. Tomó la carroza sencilla y escapó, Cecilia y Tom empezaron a gritar que era de ellos esa carroza pero Odgen hacia oídos sordos. Se fue no sin antes amenazar en enviar refuerzos para sacarlos de ahí. El señor Gaunt soltó una palabrota.

Los pies de Aylien empezaron a perder el piso, cuando menos se dió cuenta ya estaba en la oficina de Dumbledore. Donde analizaron el recuerdo y después de una exhaustiva charla (a la que Aylien no prestaba mucha atención debido al sueño) decidió dejarlos irse.

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Ustedes se preguntaran: -¿Gaby basándose en el libro para el fanfic? Pues si corazones, me harté hacer inútil las horas y horas (las mejores horas de mi vida por cierto) leyendo los libros. Así que ¡El príncipe mestizo basándose en el libro! Aunque claro, modificado.