46- Retomando la rutina.

La chica miraba fijamente un zapato de Parvatil, había estado observándolo durante poco más de veinte minutos. Tenía un color negro y tenía un tacón bajo.

A veces los utilizaba para ir a clases. La mayoría de veces la obligaban a cambiar por sus zapatos escolares, seguía sin comprender ese afán que tenía por los zapatos altos. Ella era lo suficiente alta como para evitar sufrir a causa de esos incómodos tacones. Quien si los necesitaba más no sabía caminar con ese tipo de zapatos.

No tenía ganas de ir a clases, no tenía ganas de absolutamente nada. La muerte de Katherine la había dejado muy consternada y abrumada por todos esos pensamientos horribles. Y aún más confundida debido a esa espectral visita de la cual no estaba segura si se trataba de un sueño o en verdad ocurrió.

Con mucha pereza, se dió un baño y prosiguió a ponerse su uniforme para posteriormente irse a desayunar. A pesar de estar a lado de sus amigos no podía decir nada, como si algo hubiera cortado de lengua. Simplemente las palabras no salían.

-Sé lo que se siente- comentó Ron viendo en estado de Aylien. Esta fijó su atención en el. -Yo también perdí a un amigo, era un micropuff, sólo que un día, lamentablemente dejó este mundo. Aún me duele de tan sólo recordarlo- Aylien lo miró incrédula, tenía mala experiencia con los micropuffs, de hecho a veces le temía a Arnold (el micropuff de Ginny).

Aylien asintió con los ojos llorosos pues le conllevaba una mala experiencia. Hermione rodeo con sus brazos a su amiga y miró reprochante a Ron.

-¿No pusiste haber contado otra cosa? No sé, tal vez que tu rata era un hombre.- dijo Hermione.

-Aylien hoy estás muy sensible- notó Harry. -Será que...

-¿Cómo te sentirás tu si un amigo muriera?- chilló Aylien llorando de una buena vez. Pero la verdad no era eso, si no que Aylien estaba en cierto día del mes que no le agradaba a muchas chicas.

-Perdón- dijeron ambos chicos al unísono.

-Ya no importa, ¿tomaron la clase Pociones?- preguntó Aylien limpiando sus ojos.

-Yo sí, siempre hay algo nuevo que aprender. Además, este año Snape no dará Pociones así que ¿por qué no tomarlas?- respondió Hermione.

-Yo no, por fin me libre de esos calderos- dijo Ron y Harry lo apoyó.

-Exactamente, concuerdo con Ron y Harry. Nada de hacer desastres este año, un brindis por eso- pidió Aylien y brindó con jugo de calabaza, Hermione sólo negaba divertida.

Aylien se levantó y fue por su horario. Usualmente siempre McGonagall sólo los entregaba y listo a clases, pero era distinto. Se basaba dependiendo de su calificación obtenida en los TIMOS.

-Patterson, primero debo felicitarte por tu calificación en Transformaciones. Me has sorprendido mucho, este año si puedes cursarla, de hecho, puedes cursar todas. Excepto Pociones, tu resultado fue desastroso ¿sabes? Tu padre era (o por lo menos cuando estudiaba) muy diestro en el arte de las pociones.

-De acuerdo profesora, tal vez herede a mi madre. Ella era pésima en Pociones- McGonagall suspiró.

-Lisbeth, tienes razón, era terrible.

Volvió a su lugar.

Ron suspiró, Harry y Aylien lo miraron extrañado pues tenía la mirada fija en Hermione que acababa de marcharse. Ambos chicos intercambiaron miradas confundidas, Aylien le sonrió al azabache y este se la devolvió. De pronto, sintió algo extraño, como un cosquilleo en el estómago. Debió ser hambre, si eso era.

Tomó una rosquilla y le dió una gran mordida intentando apaciguar ese cosquilleo, Harry miraba a Ron con una mirada interrogatoria esté sólo se encogió de hombros.

«Su mirada. Es tan hermosa» decía su mente.

-Hola, Grace saludó Ron mirando a la pelirroja por detrás de Aylien.

-Hola chicos- respondió. -Eh Harry, creo que tu club de admiradoras va a tener una reunión en Hogsmade el próximo sábado -El chico rió sarcásticamente. -Como sea, no recordaba que Anthony fuera tan guapo, uff tantos años que las personas cambian. Ustedes también cambiaron, Ron eres más alto, bueno siempre fuiste alto, Harry... Creo que ya estoy a punto de unirme a tu club de admiradoras y fundar el de Ron por supuesto. Perdón pero estar rodeada de solamente chicas me afectó demasiado, inclusive ya estaba pensando en volverme lesbiana.

Aylien se alejó de ella en forma de juego, Grace rodó los ojos y rió.

-Harry te están bajando a la novia- molestó Ron, Aylien se sonrojó algo casi en un tono rosado leve, fácilmente se confundía con las famosas "chapitas".

-Supéralo de una buena vez, Ron.

-¿Novia? Oh Harry y Aylien- canturreo Grace. -¿Te gustaba no Aylien?- ahora sí, Aylien estaba totalmente roja de vergüenza, pues, Harry la miraba expectante esperando su respuesta.

-¡Tenía catorce puñeteros años!-gritó Aylien llamando la atención del Gran Comedor. -Ya no más.

Grace se rió debido a la reacción de Aylien, la pelinegra frunció el ceño.

-No aguantas nada Aylien- dijo Ron.

-Son unos infantiles inmaduros- musitó Aylien tomando sus cosas, decidida a irse de una vez por todas.

-Tu muy madura ¿No Aylien?- le gritó Grace creyendo que jugaba, pero no. Aylien se lo tomó muy enserio. Tanto que iba dando grandes pisadas, internamente deseo con toda su alma haber tomado Pociones y así no haber estado en esa plática.

Durante su trayecto, choco con varios niños de primero desubicados sin saber a dónde ir, entre los nacidos de muggles, estaban de mal en peor, se asustaban cada vez que los cuadros se movían o los fantasmas pasaban flotando por ahí.

¿Enojo? No era eso, sabía perfectamente que no lo era, sólo algo de molestia. La verdad, no era para tanto, sintió que estaba exagerando pero ya era muy tarde. No podía volver así como así.

-Te tomas la cosas muy enserio- señaló Harry aparecierondo repentinamente a un lado izquierdo de ella.

-Demasiado enserio diría yo- corroboró Ron estando de lado derecho. Aylien rodó los ojos.

McGonagall la subdirectora y profesora de Transformaciones, dirigía a todo el gentío por el pasillo, Aylien subió a una columna para poder equilibrarse en la pared. Ron la siguió y al poco tiempo Harry se unió al dúo.

-Miren a ese niño de allá- habló Aylien señalando a un castaño- Mírenlo detenidamente y no parpaden- como si supiera lo que iba a pasar, el niño señalado, estaba perdido y tenía en sus brazos un montón de libros. Aylien lo miró por unos instantes y los libros flotaron, el niño, asustado; se hizo para atrás y resbaló.

Los tres rieron.

-Somos crueles- puntualizó Ron.

-¡Runas Antiguas!- exclamó Aylien revisando su horario. -Lo olvidé por completo, me voy.

Salió corriendo de ahí, chocando con los nuevos. Sentía que el corazón se le saldría en cualquier momento. Se sentó a un lado de Hermione y la clase comenzó, era muy interesante descifrar códigos antiguos.

Al concluir la clase, ambas amigas salieron enfadadas ¡Cuarenta centímetros y dos redacciones! Les habían otorgado un montón de libros que leer para el miércoles.

Hicieron fila afuera del aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, en donde Ron y Harry llegaban de lo más tranquilos, Hermione les contó sobre todo el trabajo que tenían.

Entraron y Snape los recibió como hacía en Pociones, nada cambio. Aylien se sintió estúpida por pensar que tal vez como obtuvo el puesto que tanto anhelaba su humor cambiará. Sus inquietos ojos se movían de un lugar a otro observando todos los cuadros escalofriantes que habían. Desde la maldición cruciatus hasta el Avada Kedavra.

-Así que, hoy practicaremos los hechizos no verbales ¿Alguien sabe que es eso?- como era de esperarse, Hermione levantó la mano. Snape resignado le dió el permiso de hablar.

-Son escenciales, puesto que puedes hacerlo y el adversario no sabrá que hechizo utilizarás.

-Bien explicado- ¿Acaso Snape en verdad había cambiado? -Tanto que yo creo que está sacado del Libro Reglamentario de Hechizos. Ahora, se juntaran en parejas y practicarán los hechizos no verbales.

Aylien se concentró en lograr el hechizo "expelliarmus", lo habia dominado gracias al ED. Pero, practicarlo sin pronunciarlo. Justo iba a empezar a trabajar cuando Hermione la tomó por sorpresa y su varita salió disparada por los aires.

-¡Protego!- gritó alguien. Toda la clase volteo hacia el tonto que no comprendió que practicaban hechizos no verbales, ese tonto era Harry. El hechizo fue tan potente que mandó al prodesor a estrellarse contra unos pupitres.

-¿Le suena casualidad que le haya mandado a practicar hechizos no verbales, Potter?

-Sí- respondió Harry mirándolo fijamente.

-Si, señor.

-Creo que no hay ningún inconveniente en que lo llame señor, profesor- Aylien asombrada sonrió de lado, pensaba en aplaudir pero sería demasiado estúpido.

-Castigado, el sábado después de la cena. No tolero insolencias, ni siquiera del elegido- se marchó de ahí.

-Sorpréndete- felicitó Aylien al chico.

-Si, muy sorpréndete. Tanto que hasta consiguió un castigo- respondió Hermione con ironía.

Un chico se acercaba con dos pergaminos.

-Para: Aylien y Harry- dijo repartiéndo los respectivos pergaminos.

Querida Aylien:
El sábado comenzaremos nuestras clases de Oclumancia, espero que disfrutes tu primer día de clases.
Pd: ¡Vivan las píldoras ácidas!

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