18-
Maratón 5-10
—Así que Harry Profesor Potter Elegido, Cara rajada, Miope, Querido Amigo del alma. ¿Estas diciendo que encontraste en donde practicar?— preguntó Aylien revolviendo el cabello del azabache.
—Si es lo que he estado tratando de decirte. Más nos has ignorado a todos estando con Fred— dijo alejando la mano de Aylien con brusquedad.
—Ay pero que delicado.— dijo Aylien.
—Harry tienes que entender que Aylien tiene otras prioridades— dijo Hermione.
—¡Al fin! Alguien que me comprende— exclamó.
—Y a todo esto ¿Cuando piensas contarle a tus padres?— preguntó Ron.
—Fred y yo tenemos planeado contarles en la navidad— explicó.
—Hey, estábamos hablando del punto de reunión del ED— interrumpió Harry.
—Ah sí, decías algo de Doddy— dijo Aylien.
—Les contaba que Dobby me enseñó la sala de menesteres. En ella podemos practicar sin ser descubiertos pues aparece según las necesidades de cualquier persona además de estar equipada con todo lo necesario para nuestros hechizos.
—¿Y si lo que necesitas es un baño?— preguntó Ron.
—Ron por favor— dijo la castaña.
—Decía que Dobby me la mostró, dice que ahí escondía a Winky cuando se emborrachaba— explico Harry.
—Algo más que deben saber es que el pergamino donde esta en nombre de los miembros de ED esta hechizado. Por lo que si alguien nos traiciona, en su cara aparecerá la palabra soplón o soplona— dijo Hermione.
Aylien estaba en el piso de la dichosa sala de menesteres, practicaba algunos hechizos mientras los demás esperaban que los miembros llegaran.
Por un momento pensó en que nadie sería tan tonto de ir a una sala de la cual nunca nadie había escuchado y que probablemente pensaran que es peligrosa.
Para su sorpresa los gemelos y Ginny llegaron.
Ginny caminó hacía Aylien para llamarle “cuñada" de lo cual Aylien se río, George también le llamó de la misma manera.
Y al cabo de un rato todos los miembros empezaron a llegar, de pequeños grupos y algunos solos para no levantar sospechas.
Finalmente Harry comenzó con su clase, hechizos sencillos de defensa que cualquiera puede realizar. Los agruparon de dos personas.
Aylien estaba con Neville pues el le pidió ayuda. A lo que esta con amabilidad accedió, al principio Neville se frustraba demasiado al no poder realizar correctamente los hechizos.
La pelinegra con paciencia le explicó el movimiento de varita y la forma correcta de pronunciación. Y entre más Aylien perfeccionaba sus hechizos Neville mas se daba por vencido argumentando que todos eran mejor que el.
Aylien lo animaba diciendo que hasta Dumbledore se equivocaba con sus hechizos al ser joven. Hasta el gran Merlín tuvo problemas al practicar.
—¡Que fácil es para ti decirlo! Tienes la habilidades natas en todo lo que haces, ya si no la heredera de Gryffindor se equivocaría en algún encantamiento— exclamó enojado.
—¡Claro que no! Soy pésima en pociones, se me es imposible aprenderme las constelaciones, jamás pude memorizar un año exacto y siempre soy víctima de las plantas. En cambio a ti parecen que las plantas te adoran.— dijo la joven.
—Hagamos un trato, tu me ayudas a practicar mis encantamiento y yo te ayudo a no ser comida por ninguna planta ¿Hecho?— preguntó Neville.
—Hecho. Fue un placer hacer tratos con usted señor Longbottom— dijo con cierto tono de superioridad.
Continuaron practicando, Aylien cuando era necesario intervenía a mitad del hechizo. Apoyaba en la manera de sujetar la varita y a veces corregía su posición.
En fin, la reunión finalizó y salieron en pequeños grupos tal y como llegaron.
Aylien sacó el libro que Ron escribió para Hermione y se dispuso a leerlo, no había tenido ratos libres como para disfrutarlo.
Capítulo 1:
La bendición de la luna
Sobre una pequeña cama blanca adornada con miles de fragmentos de dulzura se encontraba una pequeña de enormes ojos azules de mirada encantadora y el cabello mas oscuro que la propia noche. Por la ventana semiabierta entraban algunos rayos de luz de luna, la cual escogió a la niña para ser su heredera. La bañó en de la cual la pequeña que dormía no se enteró y cuando creció la verdad se posó ante sus hermosos mares, dotada de gracia y belleza creció mas a los doce su vida paralizó. Pues en donde antes había una alegre pequeña, solo había una piedra. Dos años se le fueron arrancados para jamás volver y fue así como ella logró dejar atrás la niñez.
Unas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, estaba escrito tal y como ella lo sentía. Como fue pasando, el como perdió dos años de su vida hecha piedra y dejo a un lado a la pequeña Aylien.
Aunque quería saber que continuaba, sabía que comenzaría a llorar sin consolación alguna. Y como dice el dicho muggle “la curiosidad mato al gato pero murió sabiendo" continuó su lectura.
Sin importarle sus sentimientos debía seguir leyendo, y tal y como lo supuso no tardó en llorar. Convirtiendo al poco tiempo su habitación en un mar de lágrimas.
No pudo soportar la parte en donde estuvo a punto de morir congelada en el lago negro.
Lo que parecía ser un hermoso día de juegos a lado de sus amigos se convirtió en lo que más temía, morir. Cayó en las profundidades del lago donde habita una enorme bestia temible ante los ojos de cualquier mortal. Su cabello flotando por doquier y yendo hacía donde querían, el brillo que caracteriza se iba perdiendo poco a poco.
Todo volvió a pasar, un frío extremo le llegó hasta que no pudo mas y lanzó todos los pergaminos cosidos entre sí.
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Me deje llevar, en fin les dejo esta imagen que les hará reír.
Pd: recomienden un título, al que escoja le dedico el siguiente capítulo.
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