'°•-Soy un desastre-•°'
Si no tuviera reflejos rápidos, puede que hubiera muerto.
Conseguí sostener la mano de Dazai antes de que me apuñalara con las tijeras, pero aún así me hizo un corte feo en el ojo. Grité, le quité las tijeras de la mano y las lancé lejos. Me ardía el ojo, y ahora veía la mitad del mundo en rojo por la sangre. Si no me quedaba ciego sería un milagro.
Dazai retrocedió tartamudeando. Seguramente se dio cuenta de que sólo los psicópatas traían tijeras en el bolsillo.
—M-mierda, Nikolai, y-yo no quería...
Arremetí contra él, de nuevo, y traté de ahorcarlo.
¿Esto es lo que le hace la furia a los seres humanos? ¿Qué tan distintos somos de los animales, entonces? Pude haberlo matado, y él pudo haberme matado a mí. No estábamos pensando, ni razonando, sólo nos dejamos llevar por el instinto. ¿En qué clase de persona nos convertía eso?
—¡Basta! —Gritó Fyodor— ¡Paren de una vez!
Se abalanzó a nosotros con intención de detenernos. Dazai me tenía agarrado del cabello con una mano y trataba de arañarme la cara con la otra. Yo tenía mis dos manos en su cuello. Cuando Fyodor trató de separarnos, ambos liberamos una mano para empujarlo lejos.
—¡No te metas! —Le gritamos, y seguimos en lo nuestro.
Escuché que sonó algo romperse, pero no le presté atención. Sólo cuando Sigma y Chuuya nos gritaron que nos detuviéramos nos dimos cuenta de que la habíamos cagado.
Miramos a Fyodor, que estaba tirado en el piso. Lo habíamos lanzado con tanta fuerza que chocó contra el espejo (eso fue lo que escuché quebrarse) y cayó al suelo. No se movía.
Empujé a Dazai y me apresuré a revisar a Fyodor. Cuando recuperó el equilibrio luego de empujarlo, Dazai se acercó también.
—Fyodor —Llamé—. ¡Mierda, Fyodor! ¡Despierta!
Con delicadeza aparté un mechón de cabello que caía sobre su rostro. Tenía cara de preocupación. Dazai se acercó a él y le acarició la mejilla. Por alguna razón, eso me hizo sentirme furioso y lo aparté.
Toqué su garganta. Todavía respiraba, y tenía un pulso estable. Suspiré.
Dazai no estaba tan tranquilo.
—Está sangrando —Susurró aterrado. Tragué saliva.
Me quité el chaleco del uniforme y levanté con cuidado su cabeza para poner el chaleco debajo. Con suerte, no sería nada demasiado grave.
Sentí una mano posarse en mi hombro. Era Sigma.
—Chuuya-kun y yo buscaremos a la enfermera —Me dijo en voz baja.
Chuuya miró a los chicos que estaban de espectadores de la pelea entre Dazai y yo.
—¡¿Acaso no tienen nada mejor que hacer?! ¡Váyanse de aquí! —Gritó. Las personas se fueron alejando una por una, y mis dos crushs fueron a buscar a un adulto responsable.
Quería llorar. Al ver ahí a Fyodor, en el suelo, lastimado por mi propia culpa, me sentí mal. Lo había abandonado. Le di prioridad a alguien que ni siquiera sabía si me quería de la misma forma que yo a él, cuando Fyodor siempre estuvo ahí para mí, y nos conocíamos desde hacía más tiempo. Era normal que se sintiera desplazado y quisiera alejarse. Si él le diera prioridad a alguien más que conoció hace poco, seguro yo también me sentiría celoso y me alejaría de él, sólo por resentimiento.
No quería guardarle resentimiento a Fyodor. Él era mi mejor amigo. Era más que eso, era...
Era mucho más especial de lo cualquier persona era para mi.
Yo también acaricié su mejilla, como Dazai hizo antes. Fyodor tenía la piel suave y muy pálida. Ahora que lo veía bien, tenía una nariz muy bonita, y unas facciones bien determinadas. Me pregunté si, a lo mejor, hubiera podido haber algo entre él y yo si no me hubiera centrado en buscar a alguien más allá. Tal vez no se tratara de buscar afuera, sino adentro.
La maestra Ágatha llegó y nos gritó, pero yo no escuchaba. Estaba perdido en mis pensamientos. Nos llevaron a la emfermería y me pusieron una venda en el ojo, igual que a Dazai, pues también le había lastimado. Luego fuimos a la oficina del director Mori, quien nos regañó. Llamaron a nuestros padres. No vinieron los de Dazai.
Papá y mamá estaban muy decepcionados de mí. Fui incapaz de mirarles a los ojos, la culpa era demasiado grande.
Nos suspendieron por dos semanas.
—Joven Tsushima, ¿cuándo llegarán sus padres? —Preguntó Ágatha, ya cuando estábamos terminando.
—Si vinieran me sorprendería mucho... —Musitó él. Lucía aterrador, con un ojo vendado y el otro sin brillo alguno, como si ya no quedará vivo.
—Bien, usted y el joven Gogol deben salir un momento. Señor y señora Gogol, quiero hablarles un momento...
Dazai y yo salimos de la oficina. Cuando quise hablar con él, me empujó.
—No te atrevas a hablarme, o a tocarme. Ni siquiera me mires —Advirtió con la mirada gacha—. Eres un imbécil.
Luego se fue a sentar en una butaca.
Yo no podía contradecir sus palabras. Yo realmente soy un imbécil, y un desastre.
Tengo que ordenar mis prioridades.
Vi llegar a Sigma por el pasillo. No pude evitar soltar un par de lágrimas cuando él no me dijo nada, sino que sólo me dio un abrazo.
—¿Estás bien? —Susurró. Yo negué con la cabeza— Tranquilo, ¿sí? Las cosas van a arreglarse.
Era difícil creerle. Realmente, había metido la pata hasta el fondo.
—Acabo de ver a Fyodor —Siguió Sigma—. Está bien. Sólo parece estar triste.
—Yo estoy triste ahora mismo —Musité—. Mis padres están enojados conmigo. Enojados y decepcionados.
—Por lo menos les importas. Yo quisiera importarle lo suficiente a mi padre como para que se enfade conmigo o se decepcione de mi.
Supongo que eso era un punto válido. Nos separamos.
—Me suspendieron dos semanas —Le conté.
—Oh... Bueno, está bien. Te ayudaré a desatrasarte.
Sigma era realmente una gran persona. Pero a pesar de eso, no me sentí especialmente bien por su abrazo y sus palabras de ánimo. Todo eso me recordaba que cambié a mis dos mejores amigos por él. Y no es que estuviera mal, ni nada, pero se sentía muy feo.
Mis padres salieron de la oficina de, director y me miraron con el ceño fruncido. Sigma apretó mi mano.
—Todo va a estar bien —Prometió, y me dio un beso en la mejilla.
No me hizo sentir mejor.
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¡¿Ya vieron el nuevo tráiler de la 5ta temporada?!
VOY A LLORAR CON LO DE MI NENE AKUTAGAWA 。:゚(;'∩';)゚:。
Pero ya en esto llega, y viene bien fuerte
Gracias por leer!
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