Parte única.

CD9 se encontraban grabando una entrevista, estaban a pocos días de que iniciara la gira de despedida. Estaban bromeando entre ellos, pasando un momento muy ameno.

—¡Alan! ¿Estrenaste nueva canción? —cuestionó la entrevistadora

—Sí, hace unos días, el 10 de julio

—El crush —Navarro asintió— parece que conocías mi situación —rió la entrevistadora junto a los chicos— Pero a ver, algún otro CD9 ha estado ahí

—¿Ahí, dónde? —preguntó Mouque

—Sí, en una amistad donde estén enamorados, pero esa persona tiene pareja y sólo se quedan viendo como ustedes no son correspondidos, hasta el punto donde cada que escuchan a esa persona hablando de sus parejas se imaginan que se refieren a ustedes y les da miedo confesarse por miedo a perder esa amistad, así que prefieren ese dolor

—Creo que todos algunos vez hemos estado ahí —habló Alan

—No, yo casi no, siempre soy correspondido —habló Jos riendo viendo a Alonso

—Ay, pues pasa el tip de cómo le haces —pidió la chica— Alan, no es necesario preguntarte, porque por algo la canción ¿o te inspiraste en alguien?

—Sí —rió nervioso— La verdad es que está inspirada en una persona que me contó su situación —los demás lo miraron sorprendido

—¿Esa persona lo sabe?

—No sé, ambos estábamos un poco indispuestos y quién sabe si recuerde que me lo contó, mmmh... Igual no digo nombres ni nada, espero que no se moleste

Freddy al escuchar eso miró a su primo quién le dio una mirada rápida y fue suficiente para saber que se refería a él y de pronto una avalancha de recuerdos de aquella noche lo comenzaban a golpear.

Habían vuelto de la grabación de Pinky Promise, Freddy había dejado su moto en casa de su primo así que el primero destino era el departamento de Navarro, aunque por obvias razones de alcoholismo habían decidido que se quedará a dormir pues era muy peligroso que regresará a su hogar.

—¿Quieres cenar algo? Puedo pedir por alguna app —dijo encendiendo las luces del departamento

—Una pizza o hamburguesas estaría bien... ¿Tienes cervezas?

—Deben haber como 3 latas en el refrigerador y creo que tengo una botella de vodka, no estoy seguro

Freddy asintió y se dirigió al refrigerador donde terminó encontrando la botella que su primo le dijo

—Gracias —susurró

La pizza llegó y al parecer Freddy no tenía deseos de parar de tomar y claro que Alan no se negó a hacerle compañía aunque con un poco de moderación, comenzaron platicando de lo bien que había sido el podcast y la buena decisión de reunirse una vez más como CD9, siguieron recordando momentos, hasta que ambos se quedaron callados y segundos después un sollozos se hicieron presentes, Alan volteó muy rápido a ver a su primo

—¿Qué pasa? ¿Te pusiste sentimental? —preguntó riendo y sólo recibió un sí— Pero está gira nos va a beneficiar a todos, en lo económico y emocional, ya verás —le dio unos pequeños golpes en la espalda, como forma de consolación

—¿Te puedo confesar algo? —intentó aclarar su garganta.

—Claro

—Estoy enamorado de alguien —declaró en un susurro.

Alan se quedó quieto, lo miró y su primo tenía la mirada hacia el suelo.

—¡Epa! Si no estamos en Monterrey

—No seas imbécil

—Ay, es que tampoco te pongas tan serio, me asustas —dejó su vaso en la mesa y prestó total atención al chico que estaba a su lado— ¿De quién?

—Prefiero no decir nombres, es sólo que... Ya no quiero sentirme así, siento que en un punto me va a matar este dolor, es horrible sentirme así

—¿Por qué? ¿Tan malo es?

—Ya está en una relación —dijo aún más bajo

—Oh... ¿De verdad todo está pérdido? ¿Qué tal si te confiesas y te corresponde? Podrías sorprenderte —intentó animar

—No, yo sé que no y si soy honesto me da mucho miedo perderlo

—¿Perderlo? ¿Lo? —abrió los ojos mirándolo

—Alan, yo —tragó saliva— Bueno, es que

—No, tranquilo, está bien, sólo no me lo esperaba. A lo mejor su novio no es tan bueno y no lo sabes, acuérdate de la canción de "Ella y yo" y lo que decía Romeo "Quizás ese tipo no mande en su corazón"

—No, no, no no podría hacerle eso a Jos, sé que lo trata bien y —fue interrumpido

—¡¿Jos?! ¿Estás enamorado de Alonso?

Freddy lo miró asustado, quería hablar, pero no sabía exactamente que decir, prometió que nunca nadie se iba a enterar de su crush hacia Alonso y en ese momento su promesa se rompió, estaba totalmente expuesto ante su primo quien lo veía expectante.

—Alan, prométeme que no dirás nada, promételo —lo miró suplicante y los ojos aún más brillosos por las lágrimas que amenazaban conseguir saliendo

—Eso no me incumbe, sería una grosería que yo lo dijera. Tranquilo

—Estoy jodido —dijo tomando el alcohol que se encontraba en su vaso

—No, no lo estás

—¿Me estás poniendo atención? Estoy hablando del novio de mi mejor amigo, soy horrible, ni merezco llamarlo amigo, ni a Jos ni Alonso, me siento como una mierda cuando los veo y deseo que rompan para yo tener una oportunidad, aunque sea imposible.

—¿Alonso lo sabe?

—Nunca he podido decirle y cuando me enteré que Jos gustaba de él decidí no intervenir

—¿Pero por qué no? ¿Qué tal si había una esperanza ahí?

—No soy correspondido, siempre lo supe. En algún punto intenté confesarle mis sentimientos y en ese momento él me dijo que le gusta Jos —sorbió por la nariz— Y me tenía tanta confianza que no temía en expresarse de lo que sentía por él, de una manera tan bonita, única y especial que de inmediato supe que yo no tenía ni un gramo de chance ahí, por más que yo intentara no tenía un lugar en su corazón

—Freck

—Soy tan patético que cuando Alonso me hablaba de Jos escuchaba varias veces esos audios imaginando que se refería a mi, que era conmigo con quién quería estar, que era a mi a quien deseaba besar, que era yo con quién quería salir a hacer las miles de citas que él quería

—Por eso es que Jos es un buen novio, porque tú le ayudaste —habló mirándolo con una ligera sorpresa— por eso cuando se trataba de esa relación no dudabas en ayudarles

—¿Soy un masoquista, no es así? Quiero la felicidad de él, incluso si es con mi mejor amigo a costa de sentir que me estoy muriendo

—No tiene que ser así, Freddy —lo interrumpió

—Prométeme que no volveremos a hablar de esto, que lo vamos a olvidar

—Si es lo que quieres, así será, te lo prometo. ¿Qué mas quieres que haga por ti?

—Sé que suena tonto e infantil, pero —volvió a sorber por la nariz— ¿Me puedes abrazar?

—No es tonto y menos infantil, ven acá —lo jaló hacia él— ahora saca todo ese dolor, por esta noche no estás solo ¿Ok?

Con esas palabras fue suficiente para que las lágrimas comenzaran a mojar la cara de Leyva, Navarro sólo se dedicó a abrazarlo y darle pequeñas palmaditas en la espalda.

—Duele mucho

—He estado ahí y sé que parece que el dolor nunca va a terminar, pero de verdad que todo estará bien, te aseguro que todo mejora

—Pero cuándo sentiré eso? ¿Qué todo está bien? ¿Cuándo dejará de doler?

—Tiempo al tiempo, te lo prometo.

Fueron varios minutos de Leyva llorando y hablando de como se sentía estar enamorado de su amigo, Alan lo escuchó atentamente e intentaba animarlo con palabras o acciones, después de un silencio por los cortos espasmos debido al llanto supo que el mayor se había dormido.

Se levantó y con mucho cuidado lo acomodó en el sillón, lo acobijó y él se dirigió a su habitación.

—¡Freddy! ¡Freddo! —Leyva reaccionó volteando a sus lados, las luces de enfrente le lastimaban la vista

—¿Estás bien? —le cuestionó Alonso con una mirada llena de preocupación

—¿Eh? ¿Perdón? —sentía que todo le daba vueltas y un escalofrío se hizo presente, parecía que de un momento a otro el país no se encontraba pasando una ola de calor

—¿Estás bien?

—Sí, sólo —intentó levantarse, casi pierde el equilibrio de no ser por Jos que le ayudó— Quiero un poco de aire

—¿Podemos parar un momento? —cuestionó el de cejas pobladas viendo a la producción

—Llamaremos al doctor —anunció alguien de producción

—¿Qué te pasa? —preguntó Jesús alarmado

—Sólo quiero aire —apenas pudo articular

—Vamos afuera —dijo Bryan

—No, no, no, yo... No —buscó a alguien con la mirada— ¿Me acompañas Alan?

—Claro, vamos —se levantó de golpe

—¿Seguro que no quieres que vayamos? Estás pálido, wey

—Te dije que desayunaras —se escuchó decir a Alonso

—Denle espacio, esperaremos al doctor afuera —dijo Alan tomando una botella de agua y después con cuidado a su primo

Caminaron hacia la salida del foro donde se encontraban, ninguno dijo nada hasta estar lo suficientemente alejados

—Perdón —habló Navarro dándole la botella de agua

—No sé que decir —rió— Cuando escuché la canción pensé que era una coincidencia que fuese tan similar a mi situación

—Esa noche, me puse analizar lo que me contaste, el verte de esa manera me descolocó un poco porque ninguno nos dimos cuenta de lo mal que la pasabas

—O soy muy bueno fingiendo o ustedes son muy pendejos —volvió a reír antes de tomar agua

—No supe cómo tocar el tema porque quería cumplir con mi palabra de que no volveríamos a hablarlo y al día siguiente tú parecías no recordar algo

—No lo hacía o tal vez mi mente no quería hacerlo

—Sé que no cumplí con olvidarme de esa plática, lo intenté, pero veía sus interacciones que bueno era imposible... ¿Cómo sigues con eso?

—Sigo esperando lo que me dijiste —fijo su mirada en el piso— sentir que todo está bien. Pero creo que ya sé sobrellevarlo. A veces es difícil ahora lo veo más seguido, bueno a ambos y Jos me platica de sus salidas y citas, me lástima —susurró lo último— ¿Pero cómo puedo decirle que no me diga nada sin ponerme en evidencia?

—Buscaremos una manera, no tienes porque pasar por ello

—Es mi amigo

—Pero es tu corazón. Eres tú quien sufre, eres tú quien debe ver por tu bienestar

—Si pude sobrellevarlo más de 5 años que más da otros más

—No Freddy y no quiero que lo pases solo, puedes contarme cuando te sientas triste o necesitas sacarlo, no quiero que te dañes más —declaró con seriedad

—Gracias, me hará falta —lo miró con una pequeña sonrisa

Iba a volver a hablar, sin embargo una llamada al celular de Alan interrumpió el momento, al sacarlo pudo ver qué se trataba de Bryan

—¿Qué pasa?

—El doctor está aquí. ¿Cómo sigue Freddy? ¿Quieren que vayamos para allá?

—No, no es necesario, él ya se siente mejor, ahorita vamos.

Freddy y Alan fueron directo al camerino donde los demás lo esperaban con una ligera preocupación y a su vez estaba un médico quien comenzó a revisarlo

—Me informan que no ha ingerido un alimento —habló mientras checaba sus presión, pues las demás pruebas estaban bien

—Oh, comí una manzana —todos lo miraron con incredulidad— Bueno... No. Hemos estado de un lado a otro que no tuve tiempo

—Su presión está baja, necesita comer algo —comenzó a quitar el tensiómetro— y sobre todo no estar haciendo este salto de alimentos, menos usted que está en constante estrés y presión por su trabajo, podría resultar peor y sufrir algún colapso en el escenario

—No volverá a suceder —susurró

—Toma. Alonso pidió comida para ti —habló Jos entregándole una bolsa

—Gracias

El doctor terminó su trabajo y salió de la habitación, Freddy ingirió un par de alimentos antes de volver al set para terminar la entrevista, donde tanto la entrevistadora y algunos elementos de producción preguntaban si se sentía mejor. La entrevista siguió su ritmo, pero Freddy dejo de estar tan participativo.

Y ni Alfredo ni Alan pensaron que el enamoramiento por su compañero de banda saliera a la luz.


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