O7: Es solo una comida... (II)

El aroma era inconfundible para una nariz experta como la de aquel pequeño Pomerania negro, y por supuesto para el joven dóberman también lo era, la carne cocinada con especias era lo que más les llamaba la atención a ambos perros, y claro la grandiosa idea de entrar a la casa de igual forma pero claro ciertas personas no estaban dispuestas a dejarlos pasar, Taehyung y Jungkook habían sido claros se quedarían afuera de la casa, con sus respectivas correas y esperarían afuera en el jardín trasero en donde no eran un peligro para las visitas, o eso es lo dijo la madre de ambos chicos.

Yeontan sabía perfectamente que podía meterse en problemas fácilmente por siquiera pensar en morder la correa para intentar soltarse y escabullirse dentro de la casa, pero ciertamente Bam no sabía las consecuencias, y no dejaba de ladrar e insistir en que Jungkook asomará para soltarlo.

—¡Jungkook dile a tu pulgoso amigo que guarde silencio! —menciono Seokjin fastidiado por los ladridos, aún no comprendía como era posible que alguien tan insensato le haya dado como obsequio de cumpleaños a su hermano un perro dóberman, era como si quisieras apagar un incendio con gasolina, una muy mala idea.

—Déjalo, es libre de ladrar lo que él quiera —Jungkook definitivamente no estaba dispuesto a obedecer órdenes.

Seokjin se limito a soltar un largo suspiro, no era momento de discutir, además tenían visitas, miro detrás suyo encontrándose con Jimin quien llevaba sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y caminaba sin mucho interés, y Yoongi, aquel dulce omega venía detrás de su hermano y parecía algo tímido, quizás no estaba acostumbrado de nuevo a ver tantas personas juntas y sobre todo alfas.

En cuanto Jimin entro al comedor tomo asiento al lado de Jungkook, esto para evitar que Yoongi se sentará con él, el alfa menor rodo los ojos ante la presencia de su hermano, pero no pudo evitar abrir en grande sus ojos al avistar a Yoongi quien permanecía jugando con sus manos mientras las mantenía frente suyo y abajo y miraba alrededor, la casa no había cambiado mucho desde la ultima vez, pero definitivamente los aromas allí eran demasiado picantes, ciertamente el aroma de los alfas lo aturdía levemente, Yoongi admiraba el olfato de la señora Kim, pues él no soportaría estar rodeado de esos aromas.

—¡Yoongi! —el omega al escuchar esa exclamación miro hacia donde provenía la voz, Jungkook le estaba sonriendo y más temprano que tarde el alfa se levanto de su sitio y se adelanto para ir hacia el omega.

—Hola, Jungk... —y antes de que el omega pudiera terminar de hablar el alfa se abalanzo encima de él para rodearlo con sus brazos, los ojos del omega se abrieron de par en par por el repentino abrazo que aquel alfa le brindaba.

—¡Es tan genial tenerte aquí! —menciono Jungkook sin soltarlo, mientras trataba de percibir ese aroma que tanto le agradaba a su corazón, y lo encontró justo en el punto de su hendidura de cuello y hombro, sin permiso alguno aspiro aquel aroma lo más que pudo y soltó un largo suspiro—. No te imaginas cuanto extrañaba tu aroma, omega.

—¿Qué? —y las mejillas de Yoongi se calentaron, ese comentario, el cosquilleo que la respiración de Jungkook provocaba en su piel, y esos fornidos brazos que prácticamente lo envolvían en ese abrazo lo hacían casi perder su propia consciencia. Ese alfa estaba provocándole cosas que definitivamente Yoongi no pensaba sentir tan pronto.

Jimin al ver tal escena no pudo evitar rodar los ojos con fastidio, era increíble como ese tonto podía robar la atención de Yoongi en unos instantes, detestaba que eso pasase, se supone que él debía tener toda la atención del omega, pero no, al parecer Jungkook quería ganar el puesto de intereses amorosos de Yoongi, pero por supuesto no dejaría que eso pasará.

—Deja de sofocar a mi omega —reclamo Jimin de inmediato ganándose la atención de Jungkook quien soltó un suave gruñido al escuchar a su hermano, Jimin sonrió ladino—, no deberías de actuar así con el omega de tu hermano ¿no crees?

—Pues no veo una marca que compruebe que es tuyo —Jimin soltó un gruñido ante ese contraataque.

—¡Suficiente de gruñirse, jovencitos! —había una voz que no podían siquiera pensar en desobedecer y esa era la voz de la señora Kim, su madre, en cuanto dijo aquello, los gruñidos se terminaron, la mujer los miraba con desaprobación a ambos alfas—. Sinvergüenzas, ¿es así como les enseñe a comportarse? —soltó un largo suspiro y dirigió su mirada hacia su hijo menor quien al parecer no planeaba soltar a la vivista—. Kim Jungkook suelta al pobre de Yoongi, es de mala educación hacer durar un abrazo más de cinco segundos.

—Sí, mamá —a regañadientes y con leve frustración acepto soltar a Min Yoongi, el omega sonrió ante la forma en que la señora Kim tenía de controlar a sus propios hijos, para ser una omega tenía un gran carácter para dominar a sus hijos, como una gran líder alfa, muy admirable.

—Yoongi —la mujer canturreo su nombre mientras dirigía sus pasos hacia él, Yoongi le regalo una pequeña reverencia seguido de una sonrisa—, me alegra que hayas llegado, ven y toma asiento donde gustes, la comida pronto será servida.

—Gracias, señora Kim —Yoongi en verdad estaba encantado de estar presente—, es un placer venir con usted y su familia.

—El placer es todo nuestro y más de mis cachorros —la señora Kim sabía cómo poner nerviosos a sus hijos—, debiste verlos, está casa parecía un huracán y ellos mismos se encargaron de limpiar y ponerse guapos para impresionarte.

—¡Mamá! —de inmediato Jungkook y Jimin gritaron.

—¿Qué? —su madre soltó una risa—. No es necesario los gritos, cachorros, es la verdad, además ustedes siempre han dicho que quieren impresionar al amor de su vida.

Una nueva risa escapo de los labios de su madre haciendo que los dos alfas que se encontraban en el comedor se sintieran tan avergonzados, Jimin oculto su rostro con sus manos debido a que estaba sintiendo como el calor lo invadía, Jungkook no se ocultó, pero el sonrojo en su rostro había crecido tanto que ahora parecía una fresa recién cortada. El omega no pudo evitar sonreír al ver a los alfas, era más que obvio que no esperaban ese comentario de parte de su madre, pero era de esperarse.

—Señora Kim, ¿quiere que le ayude con algo? —pregunto el omega.

—Oh, no es necesario, toma asiento, además tengo a mi asistente estrella en la cocina —menciono ella y era verdad, Namjoon le estaba ayudando—, así que tranquilo, quédate y conversa con esos dos tomates rojos.

—¡Mamá! —los reclamos volvieron a aparecer de parte de ellos, y su madre se limitó a reír.

En cuanto su madre se dispuso a ir a la cocina los dos alfas pudieron respirar más tranquilos, Yoongi se dispuso a tomar asiento en el lugar vacío al lado de Jimin, mientras que Jungkook dejo de lado el lugar que tenía junto a Jimin y decidió tomar asiento frente a Yoongi, esto le permitiría admirarlo más, aunque envidiaba el lugar de Jimin.

—Mamá es inclusive más malvada que un villano de telenovela —menciono Jimin para después soltar un largo resoplido, odia sonrojarse, pero la vergüenza al saber que Yoongi escucho todo aquello no le permitía sentirse tranquilo.

—Sí —dijo Jungkook mientras se dejaba caer más sobre su asiento—, ni siquiera papá es tan cruel.

—Admitan que fue divertido —comento Yoongi ganándose las miradas de los alfas—, su madre es muy dulce.

—Sí, pero le gusta avergonzarnos en los momentos menos indicados —comento Jungkook—, por cierto, Yoongi —el mencionado lo miro—, ¿harás algo el próximo fin de semana?

—¿Eh?

—No hemos hablado mucho últimamente y con mi empleo en la florería ni siquiera he podido verte muy seguido, y me gustaría que... —Jimin lo interrumpió.

—Yoongi ¿sabías que tengo un empleo en una cafetería? —el alfa había logrado robar la atención del omega pues de inmediato volteo a mirarlo, Jungkook apretó los dientes con fuerza al escuchar esa interrupción, su hermano si que sabe jugar sucio—. Cuando gustes puedes ir a verme, te prepararé tu bebida favorita.

—Gracias, Jiminie —el alfa se sintió más que orgulloso de sí mismo por obtener aquellas palabras de parte de su omega, Jungkook rodo los ojos.

—¡Huelo comida! —una cantarina voz se acercó a ellos, Hoseok apareció en el comedor de inmediato y no tardo mucho en dirigir su mirada al omega—. ¡Yoongi! —de inmediato se acercó al omega.

Yoongi tenía la intención de colocarse de pie para saludar a Kim Hoseok, pero ni siquiera pudo levantarse, Hoseok de inmediato lo abrazo por detrás recargándose un poco sobre la silla y rodeando al omega por los hombros.

—No tuve la oportunidad de abrazarte cuando fuimos a invitarte a comer —dijo Hoseok para después separarse, el omega le regalo una sonrisa—, me alegra que hayas llegado, al menos contigo el ambiente aquí se siente mucho más agradable —soltó un resoplido—, no sabes lo difícil que es vivir dentro de este lugar lleno de alfas hormonales.

—Sabes que eso te incluye, ¿verdad? —menciono Jungkook.

—Sí, lo sé —Hoseok no le dio mucha importancia—, pero es espantoso tener que estar rodeado de sus aromas cuando puedo estar rodeado del aroma de mi omega.

—No es tu omega —hablaron al mismo tiempo Jimin y Jungkook.

Yoongi se permitió cerrar sus ojos por breves momentos al parecer esto sería una larga cena familiar, bien hubiera podido estar en casa disfrutando de una serie mientras se envolvía en una cobija y se quedaba en pijama mientras disfrutaba de un bowl de palomitas de maíz de mantequilla y esperaba una pizza a domicilio, pero claro no podía rechazar una invitación y además estaba el hecho de que quería estar con los hermanos Kim, pero se había olvidado de esas discusiones constantes que siempre tenían esos hermanos, pensó que ahora que eran mayores tendrían un comportamiento más adecuado, pero claro era mucho pedir y lo sabe, y aunque se sienta acostumbrado estás nuevas discusiones por llamar su atención no le parecían del todo buenas.

—Omega, omega, omega —aquella voz la conocía perfecto, miro hacia la entrada del comedor, encontrándose con Kim Taehyung quien venía casi dando saltos mientras se acercaba a él—, llegaste —Taehyung no tardo en estar a su lado—, por unos momentos pensé que no vendrías y que nos dejarías a todos aquí plantados.

—¿Por qué pensaste eso? —Yoongi no podía comprenderlo del todo.

—Pues porque no parecías tan seguro cuando aceptaste venir —las mejillas del omega se tiñeron levemente de rosa—, tan lindo —canturreo Taehyung antes de regalarle una sonrisa, luego miro a su hermano Jimin—, ¿podrías quitarte de mi lugar?

—¿Cuál? —Jimin elevo una ceja.

—Sabes que yo me siento allí siempre —Jimin esta vez miro el respaldo de la silla con detalle, buscando con la mirada alguna marca en la que dijera que ese sitio le pertenece a Kim Taehyung.

—No veo tu nombre escrito aquí —se encogió de hombros—, así que puedo quedarme.

—Aprovechado —menciono Taehyung para después alejarse e ir donde Jungkook para tomar asiento a su lado, así tendría vista del omega y eso ya era una ganancia para él.

El omega sabía que sería una larga, larga comida, pero al menos podía ver a esos alfas desastrosos y eso le hacía sentir feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top