- Gally no para de mirarte - me informó Fritanga.

- Me da igual - le contesté sin levantar la vista de lo que estaba haciendo.

- Os escuché discutir anoche.

- No es ninguna novedad, parece que es lo único que sabemos hacer.

- Si necesitas hablar....

- Tranquilo, sólo quiero estar sola, despejarme y aclarar mis ideas.

- Está bien. Tengo que irme a trabajar, para cualquier cosa ya sabes dónde estoy.

Le sonreí como agradecimiento. Seguí con la mirada a mi amigo y vi a Gally.

Quería dejar de mirarlo pero por alguna razón no podía. Decidí aprovechar que estaba de espaldas unos segundos más, hasta que de repente se dió la vuelta y me encontré con sus ojos.

Ninguno se movió. Simplemente nos quedamos allí, mirándonos fijamente. Pensé en las cosas que quería decirle y cuáles no debería haber dicho la noche anterior. Me pregunté si él estaría pensando lo mismo.

Agradecí que Minho viniera a preguntarme algo porque no sabría decir si hubiese sido capaz de apartarle la mirada por mí misma.