- No podemos echarla al laberinto - dijo Newt.

- Se saltó las normas - siguió Gally por su parte.

- Estaba asustada, todos lo estuvimos en nuestro primer día aquí. Podríamos dejarla en la celda durante un par de días para que aprenda y ya está.

- ¿Y ya está? Solo hay tres normas aquí, tres. ¿Sabes cuántas ha roto? Todas. No deberías mezclar la justicia con querer meterte en sus pantalones.

Newt se mordió la lengua e hizo caso omiso a su provocación, sabía que si le seguía el juego sería peor.

- Chicos en serio, dejadme hablar con ella. Puedo arreglarlo.

Alby levantó la mano para atraer la atención de todos.

- Está bien. La chica pasará una semana encerrada y hoy no comerá. Si vuelve a cometer una falta, por pequeña que sea la echaremos. ¿Entendido?

- ¡Pero Alby...! - quiso quejarse Gally.

- ¿Entendido?