35. Newt

Estaba tan ensimismada mirando el cielo estrellado que no noté que Newt se había sentado a mi lado en la arena hasta que habló.

- ¿En que piensas?

- En nada.

- No me mientas, ¿qué ocurre?

- No saldré del desierto - dije en voz baja.

- Sí que lo harás, todos lo haremos.

- No. Moriré.

- No te dejaré.

- ¿Es que no lo entiendes? - le dije alzando la voz - No puedes hacer nada por evitarlo.

Él me miró confundido. En ese momento tomé la decisión que había estado rondándome todo el día por la cabeza. Me subí la manga de la camiseta y dejé al descubierto una marca, los primeros síntomas del Destello.

Newt no apartó la mirada de mi brazo hasta que lo volví a cubrir.

- ¿No me lo ibas a decir? - me preguntó mirándome a la cara.

- No sabía cómo hacerlo - le respondí sin poder devolverle aquella mirada.

- Puede que no sea demasiado tarde, puede que... - dejó de hablar cuando me apoyé en su hombro.

- Está bien.

- No lo está.

- Sólo quiero vivir cada segundo que me quedé.

Me rodeó la cintura con un brazo acercándome más a él. Pude ver el brillo de una lágrima en su mejilla antes de cerrar los ojos y quedarme dormida a su lado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top