Vacky bajó del tejado y se metió en el rancho diciendo a sí mismo "casi lo teníamos". De repente, Vacky vio a los animales caníbales rodeando a Ozzy.

-No, no os lo comáis, atrás-dijo asustando.

Justo los tres pollos, argentinos, fueron tras él, parándole y calmándole.

-Estate quieto chiquillo-dijo el primero.

-Cálmate, solo están curándole la pata lesionada-dijo el segundo.

Los animales "caníbales" se apartaron, Ozzy estaba curado.

-Vaya, te lo han curado, si son caníbales-dijo Vacky-lo siento a todos, pensaba que ibais a..

No pudo terminar la frase puesto que corrieron todos a esconderse, algo malo se acercaba, Arcadio.

-Vamos Ozzy, escondámonos.

Pero el toro no se inmutaba.

-Vamos, reacciona-pero la vaca se escondió justo cuando el granjero entró.

Arcadio entro con unas cajas y paquetes "llegó, por fin" dijo.

Vacky se asomaba a ver el suceso. El suceso era que el granjero abrió las cajas, en lo que había petardos, cohetes y fuegos artificiales. Arcadio leyó las instrucciones "el más grande y más potente. Fuegos artificiales que pueden producir daños.

-Mmm, una idea buena para hacer explotar algo, lo probaré con el toro, nunca lo hice con este tipo de animal.

El granjero le ató del cuello mientras decía su plan:

-Te meteré en un carro, engancharé los cohetes y fuegos en las ruedas, molará verte salir disparado y PUM.

Anocheció y comenzó a llover, "el plan será mañana, tiempo soleado" dijo "Buenas noches jaaja" añadió sarcástico cerrando las puertas.

En otra parte, en el corral, preparaban mudanzas, puesto que se mudaban de casa y del corral, Ángel se tumbó y le preguntó a su madre:

-¿Crees que les volveremos a ver? ¿Y si nos los dejamos olvidados?

-Tranquilo cariño, seguro que los encontramos. Descansa.

Los animales ya estaban metidos en jaulas y cajas para la mudanza, en una jaula estaban Punky y Pancho.

Un fuerte estornudo hizo temblar su jaula:

-Ay lo siento, es que estoy nervioso con lo de mudarse-dijo Pancho.

-Oh por qué te habré elegido compañero de mudanza, ahora prefiero a Juancho el pavo, aunque se le afloje el muelle.

En otra caja, estaba Bobi:

"Oh Vacky, si supieras lo mucho que te echa de menos Ángel"-dijo la vaquita.