Capítulo X
La mayor de los Ortega se encontraba limpiando una vitrina de la farmacia, todo estaba en silencio, a ella le gustaba eso, pero se vi interrumpido por una señora casi de su edad, cabello rubio, ojos azules, estatura de casi 1.70, vistiendo una blusa blanca, con un pantalón negro y zapatos de este color.
—Buenos días ¿en que puedo ayudarle? —preguntó sin siquiera mirarla
—Buenos días, venía a ver lo del trabajo —Dora la miró— Si es que aún está disponible
—¿Trae los documentos que pedí? —dejó el pedazo de tela con el que limpiaba los vidrios, a un lado.
—Claro —le extendió un folder azul— Si no me equivoco ahí viene todo.
Dora tomó el folder, lo abrió y checaba cada documento que veía ahí, que sólo era una solicitud de trabajo, comprobante de domicilio, INE y...
—Pues sí, si está toda la información —la volvió a leer.— Bárbara
—Esa soy yo —sonrió, mientras veía a todos lados
—¿Por qué quieres trabajar aquí? —la miró, por lo que Barbara fijo su mirada en ella.
—Porque tengo mucho tiempo en el día y lo quiero ocupar en algo productivo
—¿Trabajas de noche?
—Digamos que sí... Mi trabajo por la tarde-noche, es un negocio familiar de antojitos y por las mañanas no tengo mucho que hacer y seamos honestas, así tenga estudios y una buena preparación no me darían un buen trabajo por mi edad
—Si, ya ahora buscan puros jóvenes, le voy a explicar todo lo que hacemos y si te convence el trabajo es tuyo
Dora comenzó a explicarle el porqué buscaban a alguien, todo el mantenimiento que se le daba a la farmacia y cuales serían sus próximas obligaciones, Barbara se mostraba interesada, así que aceptó el trabajo, aunque la paga no era mucho.
La mayor le fue "sacando" un poco de información personal, por lo que supo que no estaba casada y no tuvo hijos, siempre estuvo dedicada a cuidar a su madre y ayudando al negocio familiar y sobre todo a Dios. Eso último hizo que a Dora le cayera muy bien, por lo que empezaron a tutearse.
—Voy a ver si tenemos alguna bata para ti, ese sería como el uniforme, así que te pido que siempre la tengas limpia y en buen estado
—Así será, muchas gracias, Dora
—Espérame un momento
Dora dejo sola a Barbara quien se podía notar un poco nervioso, la puerta de la farmacia fue abierta y el corazón de aquella nueva empleada comenzó a latir con fuerza al escuchar una voz
—¡Ay! Hermana que calor hace, está horrible y eso que aún no son las —calló al ver a la señora.
—Hola —sonrió
Nora sintió muchas emociones dentro de ella, no sabía como reaccionar, su corazón latía con tanta fuerza que sentía que se le iba a salir en cualquier momento, los ojos se le llenaron de lágrimas y la saliva se esfumó, no podía ordenar sus ideas, era un revoltijo de emociones, pero reaccionó y se dio cuenta que en cualquier momento su hermana llegaría y eso no terminaría bien para ambas, así que como pudo habló.
—¿Qué- qué-qué haces aquí? —preguntó apenas audible y con una pizca de alegría
—Te dije que pronto volvería, Norita —sus ojos se cristalizaron.
—B... Vete, vete, vete, vete antes de que te vea Dora
—Tranquila —
—No, no, vete, por favor después nos podemos ver, pero aquí no es el lugar, nos meteremos en problemas
—Nora, cálmate —le fue inevitable no recordar el pasado de como escondían su amor, pero había vuelto para cambiar eso.
—Es que si mi hermana te ve —la interrumpió
—Calma —la tomó de las manos y ambas sintieron un hormigueo— Voy a trabajar aquí —ya no pudo decir más, pues Dora había salido de la bodega por lo que se soltaron de las manos
—Ojala te quede —dijo observando la bata mientras caminaba hacia Barbara— Nora, que bueno que llegaste
—¿Po-por?
—¿Estás bien? Te ves muy pálida —expresó muy preocupada, tomó sus manos— Ay, Nora estás muy fría, ¿qué tienes?
—Me siento un poco mareada —deshizo el agarre de su hermana y con dificultad se sentó en una de las sillas que tenían detrás del mostrador.
—Tal vez se deshidrató, el calor está muy fuerte —habló Barbara
—Te voy a dar un suero —se dirigió a uno pequeño refrigerador y sacó una botella de suero, lo abrió, para después entregárselo a su hermana, quien lo comenzó a tomar— Es un mal momento, pero te presentó a Barbara, va a trabajar con nosotros, Barbara, ella es mi hermana Nora
—Mucho gusto, Nora —sonrió y extendió su mano
—Mucho gusto —tomó su mano un poco más tranquila.
—Hay que ponerla al tanto de como trabajamos, ya le explique un poco
—Si, hermana —dijo sin dejar de mirar a la de cabellos rubios.
...
Mientras tanto, en la privada se encontraban llegando la familia elegida, estaban agotados, entraron a su departamento, Temo tomó un vaso de vidrio, se sirvió un poco de agua y le agregó unos hielos, vaso que compartió con Aristóteles
—Ay gracias por preocuparte por nosotros, Temo, que bueno que sabías que nosotros ni sed tenemos, eh
—No empieces, Diego —advirtió el de estañas largas.
—¿Ves, Carlota? No le importamos, nos morimos de calor y Temo siempre va a socorrer a Ari —fingió llorar.
—¿Tienes calor? —cuestionó Aristóteles, a lo que el otro chico asintió— Ahorita lo solucionamos
Aristóteles bebió todo el agua, sacó de su boca uno de los hielos que estaba en el vaso y con una buena puntería se lo aventó a la cara
—¡Eres un asco y me picaste el ojo! —se quejo y se frotó el ojo que le había lastimado
—Para que se te refresque y no te quejes —sonrió
—Si menso ahora ve por agua para mi, porque era para los dos —dijo Temo y cruzó sus brazos
—Si, mi amor ya voy —se levanto y caminó hacia la cocina
—¿Quién manda en la casa, papá? —habló Diego riéndose
—¿Quieres refrescarte el otro ojo? —cuestionó Ari con un hielo en la mano.
—Perdón Aristóteles, pero se ve quien manda en la relación —dijo Cervantes.
—Pero yo mando en la casa, así que Aristemo la comida está a su cargo —expresó Diego, y antes de que la pareja dijera algo Carlota habló
—Ah no, quien manda en la casa soy yo —se levantó y puso sus manos en su cadera— Por lo tanto yo decido que... Efectivamente la comida esté a cargo de Aristemo
La pareja quiso alegar, pero de nada sirvió. Terminaron cocinando pechugas empanizadas, una sopa de fideo, una ensalada de nopales con jitomate y cebolla, y para tomar, Temo revolvía un polvo de saborizante artificial en agua.
Aristóteles terminó de freír una pieza de pechuga, apagó la estufa, se puso detrás de su novio, se quedó pensativo unos segundos y jaló con sutileza el brazo de su novio, que volteó para estar frente a frente, el rizado puso sus manos alrededor del cuello de Temo
—¿Qué pasa?
—Que hoy estuve pensando en nosotros y me di cuenta que ya casi no pasamos tiempo juntos
—Sí lo sé —hizo una mueca
—Entre la universidad y los trabajos al día nos vemos como 5 horas y si yo descanso dos horas más
—Bueno, pero no es porque así lo queramos —le dio un beso— Antes nos veíamos más porque íbamos en la misma escuela y no trabajábamos o cuando tenías que ir a tomarte fotos para los catálogos te podía acompañar, ahora nuestra vida dio un gran giro
—Ya sé, por lo que se me ocurrió algo —su novio lo miró muy atento— Aprovechando que hoy no trabajo y mañana no tendremos clases ¿Qué te parece una cena especial para los 2? —alzó sus cejas.
—Sí, me gusta la idea, ¿dónde? —sonrió
—Aquí en la casa, se lo platique a Carlota y Diego, y a ellos les gustó la idea, prometieron no interrumpir, así que... ¿Señor Cuauhtémoc López acepta tener una velada conmigo?
—Claro que acepto, señor Aristóteles Córcega , aquí me tendrá ¿le parece a las 7?
—Me parece perfecto
Ari se acercó y le dio un beso en los labios para después abrazarlo con una gran sonrisa en sus labios.
—Tórtolos ¿ya vamos a comer? —entró Diego a la casa junto a Lota
—Tú no sé, yo ya estoy comiendo —dijo el oaxaqueño muy serio y le dio un beso a su novio
—¡Aristóteles! —reprendió su novio bastante sonrojado.
—Andas muy intenso, cálmate —habló la chica.
—Es que tengo que equilibrar la balanza, estos días nos hemos estado llevando muy bien por lo de su vídeo y siento que pierdo mi personalidad —hizo un puchero.
Los 3 chicos lo miraron, intentando decirle algo, pero no pudieron, por lo que se dieron media vuelta para poner la comida en la mesa
—Oigan, tengo una idea —habló Diego sentándose
—No —dijeron los 3 al mismo tiempo
—Todavía ni les digo qué
—Tus ideas dan miedo —dijo Temo antes de beber un poco agua
—Cálmense, ya tienen mucho tiempo aquí sigo sin poder sacarlos de fiestas
—Y no lo harás —interrumpió Aristóteles
—Que aguafiestas son, ahora entiendo porque tenían de amigos a puros niños de 10 años —la pareja iba a alegar, pero lo impidió— En fin, antes que me interrumpan, como no pudimos hacer una fiesta mexicana y... ya se acerca Halloowen, pensé en por qué no hacemos fiesta ¿o les da frío?
—Ay no sé
—Por favor, tengo en mente algo padre —dijo mirando a su amiga— sólo imagínense, una fiesta de disfraces y pensé que tal vez Aristóteles podría cantar y así ganar más fans
—Eso suena interesante —dijo Temo y miró a su novio quien sonreía
—Claramente yo no te voy a pagar porque no tengo dinero suficiente, pero mi pago será que más gente te conozca. Y para que los que asistan vean que si tienes fans puedes hacer alguna dinámica o algo para que tus fans asistan
—¡Jalo! —expresó el rizado.
—¡Wow! Tranquilo, Diego ya pareces su manager —Temo rió ante ese comentario de su amiga
—No estaría mal —Ariego habló al mismo tiempo
—¿Te puedo aventar otro hielo para volver a equilibrar? —expresó Aristóteles.
Diego se adelantó y le aventó uno diciendo un "Estamos a mano" y antes de que comenzara una pelea Carlota le pidió a Diego que les contara sobre lo que tenía en mente...
Una hora después, Aristóteles decidió llevar a su novio y amiga a sus trabajos y él iría a comprar unas cosas para la cena. Provisionalmente, Diego se fue a recoger a los perros que pasearía y en su recorrido pasó por una tienda donde encontró la corona que tanto imagino para sus vídeos, así que no pudo esperar para comprarla.
Antes de entrar a su casa sacó su celular, buscó un número entre sus contactos, al encontrarlo, pulsó la opción de llamar, espero unos segundos y su llamada fue contestada
—¿Hola? —escuchó al otro lado de la linea.
—Hola, ¿estás ocupado? —sonrió
—Un poco, ¿pasa algo?
—Mmmm no sólo quería llamarte para preguntarte si te gustaría salir hoy en la noche
—¿Por? ¿Por qué no quieres estar en casa?
—Es que Aristemo tendrá una cena y no quiero ser mal tercio, pienso en decirle a Thiago que invite a Lota a cenar... ¿Entonces, qué dices?
—Estaría bien, pero no sé como esté de trabajo, te aviso más tarde, ¿te parece?
—Bueno, esperare tu llamada, cuídate
—Igual
La llamada terminó, entró a su casa, no vio a Aristóteles por lo que supuso que estaba en su habitación, así que optó por ir a buscar la ropa que se pondría para ir cenar, tenía un plan b por si aquel chico no podía asistir.
Las horas pasaron y Aristóteles se había apurado a tener todo listo para cuando su novio llegara a casa, se metió a su habitación a cambiarse, con la ayuda de Yolo había escogido el outfit.
Lamentablemente, Cuauhtémoc no llegaría a tiempo. Ubaldo a último minuto había mandado a llamar a Elsa y su "equipo", ya que habían unos ataques contra la familia del político, estaba muy enojado pues decían que Diego era un drogadicto y no podían permitir que difamaran de esa forma a su hijo.
Carlota estuvo esperando al chico, pero al no ver que presencia fue en busca de él, Cecilia la asistente de Ubaldo fue la que le informó de aquella reunión de emergencia y le recomendó que se retirara, pues pasarían horas en esa oficina, cuando Cecilia le dijo eso, de inmediato pensó en Aristóteles, se despidió de la señora y salió hacia su casa, pensó que Temo le avisaría a su novio que tardaría en llegar, pero no fue así
Cuando Aristóteles escuchó que abrían la puerta, se puso de pie muy emocionado, se sentía como en sus primeras citas como novios y le hacía muy feliz que Temo se pudiese sentir igual, pero su emoción se esfumo cuando vio a su amiga llegar sola
—¿Y Temo? —le cuestionó confundido
—Se quedó, pensé que ya te había avisado —el rizado negó— Cecilia me dijo que llevaban unos minutos en la oficina de Ubaldo, algo pasó y él estaba muy enojado
—Pero... ¿no te dijeron en cuánto tiempo iban a salir?
—Si te soy honesta, Cecilia me dijo que pasarían unas horas ahí adentro.
—Ah —se sentó en uno de los sofás
—Pero no debe tardar, tranquilo, tal vez Temo busque una forma de salir de ahí, ya habían quedado
—Eso espero —suspiró
—Voy a dejar mis cosas, ahorita regreso —su amigo asintió
Carlota se dirigió a su habitación y se encontró con Diego sentado en su cama, viendo su celular, el cuarto olía a su perfume y por su vestimenta aseguraba que iba a salir.
—Hola —saludó la chica
—Hola —guardó su celular
—¿A dónde vas?
—Vamos, mi reina... Apúrate nos vamos en 10 minutos
—¿A dónde? —cuestionó confundida
—A cenar, así que ponte guapa, te espero en la sala
—¿Pero, por qué? —se sentó en su cama
—Aristemo tendrá su cena especial y no quiero que hagamos mal cuarteto, por lo que decidí que saliéramos nosotros
—Pero Temo aún no llega
—¿No vino contigo?
—No, la asistente de tu papá me dijo que estaban en una reunión de emergencia, no entendí mucho
—Mi amigo es inteligente, yo sé que buscara la forma de salir de ahí, así que vamonos ¿o tienes un mejor plan?
—Pues la verdad planeaba encerrarme aquí y ver alguna serie, pero me agrada la idea, así que me arreglare rápido —sonrió
El de ojos verdes salió de la habitación, mientras caminaba a la sala vio a Ari mirar todo lo que había preparado para su amigo, había un par de globos, fotos, unas velas, comida, el rizado se veía un poco triste, normalmente Temo llegaba un poco más temprano.
—Ya llegara impacientóteles —habló acercándose a él
—Espero —hizo una mueca
—A veces mi papá no se da cuenta que la gente tiene vida propia y pues Temo es el hijo que yo no podré ser y ahora que está trabajando con él quiero enseñarle todo lo que pretendía hacer conmigo
—No, pero tu eres una buena persona, tu papá también te quiere,
—Vemos —rió
—Los papás a veces son duros. El mío no me aceptaba, se avergonzaba de mi, me golpeo, me corrió de la casa, historias que obviamente sabes, pero pudo reaccionar un poco tarde, pero lo hizo y me acepta tal cual soy
—El mío no fue violento, sin embargo, siento que lo hizo más porque no le quedaba de otra, ya estaba forjando su imagen, quiso guardar apariencias, sólo que hay un lugar donde no es necesario guardarlas...—Aristóteles lo miró— En casa. Siempre ha habido comparaciones con Temo y hasta contigo —el rizado lo miró— Por no poder tener una relación con él, no soy bueno ni para el amor
—Pero eso no fue culpa tuya
—Explícaselo a él —Córcega no supo que decirle, lo que notó el de ojos verdes— Pero bueno, no importa, ya me acostumbre
—Dale tiempo, pronto se dará cuenta de su error
—Vamonos —dijo Carlota casi en un grito al salir de su cuarto
—¿A dónde? —cuestionó
—Iremos a cenar, yo sé que Temo llegara pronto, por lo que les daremos su privacidad
—Gracias —sonrió— Pásenla bien
—Igualmente, nos vemos —Carlota se despidió de un beso en la mejilla y salieron de la casa.
Subieron al auto de Diego y él manejo hasta un restaurante que en alguna ocasión había visitado, después de media hora llegaron, había hecho reservación por lo que no esperaron mucho al entrar, ordenaron lo que comerían y tomarían, mientras esperaban la plática inició
—¿Cómo estás?
—Eh... Bien —respondió riendo con un poco de confusión— ¿Por qué?
—Me he dado cuenta que antes platicábamos más cuando ibas de visita a ver a tus tías o nos encontrábamos en algún mitin que ahora que ya vivimos juntos
—Eso es cierto, pero volviendo a responder tu pregunta, estoy bien
—¿Cómo te sientes con la presencia de Aristóteles y de ver aún mas de cerca la relación de ellos?
—¿Sabes qué pasa? Que me afecta más por mi papá —su amiga lo miró— No se cansa de decirme que recupere a Temo y a veces siento que no puedo superarlo por eso, sé que él es feliz con Aristóteles y yo no podría meterme en esa relación, porque no es algo que dependa de mi, si lo hiciera, de nuevo terminaríamos lastimados los 3 y no sería justo
—Ya llegara alguien, Diego —tomó su mano como forma de apoyo
—Lo sé, tengo la creencia de que llegara antes de lo esperado —sonrió— ¿Y tú qué onda con Thiago?
Su comida llegó, sirvieron el vino, le agradecieron al mesero y este se retiro.
—¿Qué onda de qué? —cuestionó la chica—
—Sabes a lo que me refiero —acomodó su servilleta
—Aún no estoy lista para el amor
—Ya tiene mucho tiempo lo que sucedió con Isaac y no fue tan grave, en cambio Thiago está más que enamorado de ti, ya dale una oportunidad o dile que no quieres nada
—Mejor cenemos —tomó sus cubiertos
—Deja de evadir el tema
—No lo evado —el de ojos verdes lo miró— Bueno un poco... Estoy muy enfocada en el trabajo y la universidad, tú mismo sabes que apenas tenemos tiempo para nosotros
—Bueno, yo si tengo mucho tiempo para mi —rió.
—Ya voy a renunciar y mejor me voy a dedicar a pasear perros.
—Ganas más —alzó sus cejas y sonrió
—Si lo voy a hacer —rió— ¡Por cierto! Ya viene tu cumpleaños y el de tu tía Nora, ¿Sabes si tu familia les hará algo?
—No sé y tampoco quiero, lo que si quiero saber es como sabe esto —tomó su copa— ¡Salud!
—¡Salud! —Lota chocó su copa con la de su amigo
Se dispusieron a probar sus alimentos, mientras tenían una plática muy amena, tal como lo había dicho Cervantes a pesar de vivir juntos ya no hablaban como antes.
Mientras que con Aristóteles daba vueltas por toda la casa, por primera vez le pudo atención a una pared que había elegido para adornarla con fotos familiares, se dio cuenta que uno de los cuadros estaban con polvo y mal acomodados, así que los limpió y lo puso correctamente. También se percató de una foto de Lota junto a sus papás, ella no tenía más de 7 años, era la única que tenía con ellos, las demás eran con su amiga Carolina, Thiago y su abuela. Dejo de ver las fotos y sacó su celular para ver la hora, "10:00 pm", Temo tenía que estar ahí 3 horas atrás. Volvió a intentar llamarle, pero sus llamadas eran desviadas al buzón. Por lo que decidió mandarle un mensaje
—Tahi —comenzó a grabar un mensaje de voz— Sólo quiero saber que estás bien y saber si llegarás, me tienes preocupado, te amo
Mandó la nota, suspiró frustrado, pensó que tal vez ya iba en transporte y no se quería poner en peligro por lo que no quería contestar, así que se sentó y decidió esperar, cerró los ojos y sin darse cuenta se quedó dormido, despertó porque su celular comenzó a sonar, lo sacó del bolsillo de su pantalón pensando que era Temo, pero se llevó una gran decepción al ver que eran mensajes de WhatsApp de sus compañeros de universidad. El reloj ya marcaba las 11:30 de la noche, así que volvió a llamarlo, no quería verse tan intenso, pero ya se estaba preocupando después de 5 llamadas recibió un mensaje del López, sólo un "Estoy ocupado". Aristóteles no supo que sentir con ese mensaje, vio todo a su alrededor y posó su mirada en una foto, fue el día de su graduación. Abrió la aplicación de Instagram y pulso el icono de la cámara, comenzó a grabar
—Hola, espero que estén teniendo una bonita noche y que todo haya salido bien en su día, yo ya iré a dormir, descansen los amo —mandó un beso y dejo de grabar.
Vio el vídeo un par de veces y lo publicó, vio las historias de sus amigos en su cena, en la cual todo iba muy bien, hablaban de todo un poco, estaban comiendo su postre
—¿Te acuerdas cuándo intentaste coquetearle a Roberto porque no sabías que es gay? —dijo riendo
—¡No, no me lo recuerdes! Que oso —expresó Lota sonrojándose
—Fue lo mejor, nunca olvidaré eso
—¡Nunca me dijiste que es gay! —intento defenderse.
—Porque si te dije que íbamos a una fiesta de un amigo gay, creí que era obvio que él era ese amigo —metió un pedazo de pastel a su boca.
—Me dijiste que se llamaba Beto
—Roberto... Beto, no sé, no era tan difícil.
—Ay, cállate —se tapó con su servilleta aún riendo
Diego iba a hablar, pero su celular comenzó a sonar —¿Si? —puso su celular en oreja
—Hola amigo —al instante supo que era Temo
—Hey, ¿qué pasa? —tapó el micrófono y vio a su amiga— Es Temo
—¿Dónde estás?
—Terminando de cenar, ¿y ustedes?
—¿No estás en casa?
—¿Cómo? —cuestionó confundido— ¡¿Aún no llegas a tu cita con Aristóteles?!
—¿Qué? —Carlota sacó su celular y entró a sus redes sociales
—No, acabo de salir del trabajo
—Ay no —le mostró el vídeo que subió a Instagram a Diego— Te voy a patear, Temo
—No fue mi culpa... ¿Ahora que hago? Ari debe estar muy enojado
—Pues mi papá cuando no llegaba a un compromiso familiar o de pareja, siempre le daba un detalle a mi mamá y como era de esperarse mi mamá lo perdonaba, puedes intentarlo
—Nos vemos en la casa, adiós y gracias
—De nad... ¿O sea, cómo? ¿Ya no tenemos que ir? ¿Temo? —su amigo ya había colgado, dejo su celular en la mesa—No entendí
—¿Qué pasó?
—Me dijo "nos vemos en la casa", pero no sé si fue como un nos vemos en la casa cuando lleguen o nos vemos en la casa porque los necesito ahí
—Bueno igual ya habíamos terminado y que mejor que ya vayamos a dormir
Terminaron sus postres, pidieron la cuenta, pagaron y salieron de ahí hacia la casa, donde Aristóteles guardaba la comida en el refrigerador, para después dirigirse a su habitación cuando su celular comenzó a sonar, vio la pantalla y al ver de quien se trataba no dudo en aceptarla.
—¡Yolo! —se sirvió un poco de jugo
—¡Ari! What happened?
—¿Tú que haces despierta? Ya duérmete, sobri
—No estudio ni trabajo, para que duermo temprano, en fin no me cambies el tema, qué pasó?
—¿Sobre?
—Ya vi tu storie menso, por tu cara es más que obvio que algo no salió bien
—No llegó, mejor dicho, no ha llegado —expresó molesto
—Really? —el rizado no podía verla, pero estaba seguro que la chica tenía la boca abierta
—Así es, le llame muchas veces y todas las rechazaba y después sólo me mando un mensaje con un "estoy ocupado" ¿Puedes creerlo? ¡Un simple estoy ocupado! —con su mano libre manoteó al hablar
—Calm down, Aris
—No me hables en inglés porque me enojo más
—Sor... Perdón, ¿Entonces no sabes por qué no ha llegado?
—Carlota me dijo que estaba en una reunión con Ubaldo —explicó más calmado
—Entonces no fue su culpa, relájate
—Era nuestra noche —susurró un poco triste— No sé cuando podamos tener algo así, hasta nuestros roomies salieron a cenar para darnos privacidad
—Falta que me digas ¿sabes hace cuánto tiempo no me toca? —dijo dramáticamente y después rió
—¿Es qué sabes desde hace cuánto no lo hace?
—¡Aristóteles! Su intimidad no me interesa.
—Es broma —rió— En fin, mañana me explicara qué pasó, yo ya me iré a dormir
—Don't be crybaby
—¿Qué?
—Que no hagas berrinche.
—¡No es berrinche!
—Claro que lo es, te esperas hasta que llegue y al menos vea el tremendo outfit que te escogí
—No sé, diría Diego, vemos, hablamos desp —callo al escuchar música, reconoció de inmediato la melodía, "Sabes una cosa"
—¿Qué es eso?
—No sé, espera... —salió de su habitación y se dirigió a la ventana— ¡Wow!
—¿Acaso te llevaron serenata? —preguntó muy emocionada
—Es Temo —sonrió y caminó muy rápido a la salida
—Bueno pues disfrútalo, berrinches, mañana me cuentas, I love you, bye
La chica terminó la llamada y Ari guardó su celular, quería hacerse el enojado, pero con ese detalle le era imposible
Algunos vecinos salieron a presenciar aquel detalle, otros sólo se asomaron por sus ventanas y después estaba Dora que si no fuese por su hermana hubiese salido a interrumpir el momento, pero afortunadamente Nora pudo convencer a la mayor para que los dejara esa noche y de mala gana acepto, no sin antes decir que al día siguiente iba a "poner la cartas sobre la mesa".
—Perdón —habló Temo al estar frente a su novio— Por más que intente salir antes no pude
—Me di cuenta
—¿Me perdonas? —hizo un puchero
—No me hagas pucheros
—Por favor —volvió a hacer un puchero y junto sus manos
Aristóteles lo tomó de las mejillas y le dio un corto beso, separarse Temo le sonrió, juntaron sus frentes y el toluqueño comenzó a cantar
—Doy gracias al cielo por haberte conocido —Ari sonrió
—Por haberte conocido doy gracias al cielo —se unió el rizado— y le cuento a las estrellas lo bonito que sentí, lo bonito que sentí cuando te conocí
—Para la próxima contéstame las llamadas o avísame desde antes, por favor —dijo más calmado
—Te prometo que lo haré
Carlota y Diego los veían desde la entrada, no querían ser mal cuarteto. Aristemo seguían estando muy cerca uno del otro. Los mariachis terminaron de tocar y cantar, en ese momento a Diego se le ocurrió gritar
—¡Bebió la pócima, bésalo ya! —provocó las carcajadas de Cervantes
—Ya cállate —Lota se tapó la boca
Temo le agradeció a los mariachis les pagó y salieron de ahí, la pareja entró a su casa, mientras que Cervantes y Ortega se quedaron para meter el auto.
—¡Wow! —musitó Temo al ver como había arreglado la casa su novio— Te amo
—Y yo a ti, aunque me dejes plantado —rió
Se dirigió a sacar la comida del refrigerador y poner todo lo que había hecho para ambos.
—Yo quiero un héroeeee, esperare por un héroe hasta el amanecer —Diego entró cantando
—Y muy fuerte estará, decidido será y más grande que la eternidaad —siguió Lota.
—¿Están borrachos? —cuestionó Temo
—¡No! —contestó muy rápido el ojos verdes— Sólo la pasamos bien, un buen desestres.
—Pero no se preocupen, nosotros iremos a nuestra habitación a dormir
—Eso, pasen una bonita noche
Diego se dirigió a la pareja, tomó a Temo de su cara y le dio un beso en l|a mejilla, al igual que a Aristóteles, lo cual hizo confundirlos, Carlota hizo la misma acción riéndose un poco, se fueron directo a su habitación
—Ok, creo que el olor a alcohol los delató —habló Ari riendo.
—El olor y sus acciones lo hicieron —también rió
Aristóteles se sentó a lado de su novio y comenzaron a comer lo hecho por el rizado, recordó el vídeo que había publicado, así que sacó su celular para grabar.
—¡Hola! —saludó más feliz— Yo sé que ya les dije que ya me iba a dormir, pero como lo haré si tengo —volteó la cámara— al amor de mi vida, frente a mi —Temo sonrió— ¿Algo que quieras decir?
—Que te amo —mando un beso— Y que también eres el amor de mi vida
—Buenas noches —dejó de grabar y publicó las historias.— Bueno, señor López espero que la cena haya sido de su agrado, ya sólo falta el postre —alzó las cejas
—¿Y que es lo que hay señor Córcega?
—Yo soy el postre
Ambos rieron, Temo se acercó y se dieron un tierno beso.
n/a
¡Hola! ¿Cómo llevan su cuarentena? Ya casi falta poco, les deseamos que la estén pasando bien
¿De qué creen que la Familia Elegida se puede disfrazar en su fiesta de Halloowen? ¿Se imaginan a Diego inspirándose en una Drag Queen?
¡Nos leemos en el próximo capítulo, bye!
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