14. The Cure

7 meses del accidente

Yolo decidió que era un buen día para limpiar el armario y sacar ropa que ya no se ponían, Ari estaba acostado con su celular en mano viendo sus vídeos de adolescente que tenía en su canal. Rey estaba sacando varias cosas, mejor dicho, cajas, aunque de vez en cuando paraba por contestarle mensajes a Paloma.

—Ari, mira

—¿Qué?

—Esta caja está ahí desde hace mucho y quien sabe que es lo que tiene

—A ver —se sentó a su lado— ábrela.

—Si, si, voy —en ese momento tocaron el timbre— Es Palomita y Temo, me dijeron que ya habían llegado, ve a abrirles.

Aristóteles asintió, se puso de pie y corrió hacia la puerta, saludó a su amiga con un beso en la mejilla y a su novio con un beso en los labios, no tardaron en preguntar por Rey, les dijo que estaba en la habitación haciendo limpieza

—...Y encontró una caja

—¿De?

—No sé, apenas la vamos a abrir, tal vez tiene algo de nuestro pasado

—¿Ari? —escuchó gritar a su amiga— ¿Ya?

—Ya, ya, ya —respondió entrando a la habitación junto a los otros 2 chicos.

—Hola

—Hola preciosa —saludó Paloma y le dio un beso— ¿Ya la abriste?

—No,, ¿están listos? —ellos asintieron

La abrió dejando ver su contenido que eran varios moños y una nota que decía "Disfruten esta noche como si fuese la última"

—¿Qué es esto? —cuestionó Córcega

—No sé —respondió su amiga.

—¿Estaba ahí? —preguntó López

—Sí, desde que llegamos, pero nunca le preste atención —dijo Yolo

—Que raro

—Muy raro, la nota me suena como si alguien nos quiere hacer daño —volvió a hablar Rey y miró muy fijo a Temo y Paloma.

Era sorprendente el como Yolo recordaba los colores de los moños que estaban en aquella caja y era aún más sorprendente como había conseguido todos.

Sí.

Yolotl había recuperado la memoria.

Estaba confundida, pero recordaba todo, al menos lo necesario para saber que de las personas que estaban enamoradas estaban aliadas con Guido para hacerles daño.

Había decidido decirle a Grecia y a su doctor, por recomendación no le quiso decir a Aristóteles, pero si ayudarle un poco con algunos recuerdos. Tenía un gran odio y decepción hacia Temo y Paloma, pero también miedo, no sabía si habían vuelto para terminar lo que no pudieron, aunque había cosas que no le quedaban del todo claras, quería respuestas, pero no sabía cuales serían sus preguntas.

—¡Yolo! —exclamó Paloma

—¿Qué, qué?

—Te fuiste

—Perdón, es que... —jugaría con ellos— Como que recordé algo viendo los moños

—¿Qué recordaste? —cuestionó Temo algo nervioso

—No sé, no puedo descifrar bien, me duele la cabeza —se puso de pie y salió de la habitación 

—Es normal, le voy a dar la pastilla que nos recomendaron —expresó Ari con una mueca

—Sí, está bien

Ari salió de la habitación dejando solos, confundidos y temerosos de lo que minutos atrás había pasado 

—Tenemos que hablar antes de que sea tarde —habló el toluqueño

—No sé, Temo —la chica se sentó en la orilla de la cama

—No quiero perder a Ari, no de nuevo

—Pues ni yo a Yolo, pero no estoy lista, ¿qué les vamos a decir?

—La verdad

—¿Que los queríamos matar? ¿Que todo se salió de control? —dijo algo incrédula 

—No conozco otra verdad que no sea esa ¿ó tú si?. 

Paloma suspiró, se puso de pie y salió de la habitación y detrás de ella Temo, se reunieron con sus parejas quienes estaban en la cocina, evitaron hablar de la caja aunque eso a ninguno de los 4 les salía de la mente.

Cuauhtémoc decidió cocinar algo y así pasar la tarde juntos, pero no contaban con la presencia de Audifaz y Ariana, quienes llegaron de sorpresa, como siempre, tuvieron que esconder a Temo y Paloma en la habitación y convencer a sus padres de salir a algún lado. 

—¿No están emocionados por su boda? —cuestionó Ariana saliendo del local de helados

—Sí, algo — respondió Aristóteles.

Yolo había dejado de lado el tema de sus padres, no sabía de quien se sentía más traicionada. Su madre no se cansaba de hacerle daño, no podía creer que no le importará la felicidad de su hija por el que dirán de su sexualidad, cuando a Ariana no le tenía que afectar, se sentía impotente, pero también queria ver hasta donde llegarían las mentiras de los que les habían hecho daño y mientras eso pasará y Aristóteles no recordará lo iba a proteger.

Eran las 12 de la noche. La "pareja" ya se encontraba durmiendo, pero Yolo no tardó en despertar por un sueño...

"—Blue, anni sin verte —Guido se agachó para quedar más cerca de ella y la tomó de los brazos para sacarla del auto.

—Déjala, no la toques —escuchó decir a Temo.

—Non volevo farlo, mi hai costretto (no quería hacerlo, me obligaron)

—¿Temo, estás bien? —preguntó Aristóteles

—Si, Ari, no te preocupes, él estará bien —repitió la acción que hizo con Yolo, lo sacó del auto.

—¿Qué quieres? —susurró Rey

—Terminar lo que ellos no pudieron.

—¿Qué?

—¡Ah! No les dijeron

—¡Cállate, Guido! —gritó Paloma

—Los contrate para que los mataran y no dudaron ni un secondo ad accetare."

Yolo despertó exaltada, estaba sudando, la respiración la tenia muy agitada, cada que cerraba los ojos esa escena se repetía y el miedo la volvía a invadir.

n/a

¡Holaaaaaaaaa! ¿Como están? ¿Se esperaban esto?

¡Nos leemos en el próximo capítulo, bye!

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