11. Yo No Merezco Volver.
Cuauhtémoc se quedó estático, no sabía ni que decir o hacer, sentía una gran emoción recorrer su cuerpo, sus manos sudaban y quería llorar, no sabía si de emoción o nervios, tenía en frente al chico que amaba. Del otro lado de la puerta se encontraba Aristóteles con una sonrisa, esperando a que el toluqueño hablara, detrás del Córcega estaba Yolo con una taza en manos de la cual salía humo.
2 minutos antes, Ari llegó al departamento, encontrándose con una Yolo algo nerviosa, que al verlo entrar lo maldijo todo lo que pudo
—Yo también te quiero —fue lo único que dijo cuando su amiga calló, aventó las llaves a la mesa de centro
—¡Vas a romper el vidrio! ¿A dónde fuiste y por qué no me avisaste? —gritó— Eres un idiota, estaba preocupada y asustada
—¡Wow, relax! Sólo fui a desayunar con Bruno, no te quise despertar, estabas muy dormida
—Hubiese preferido que me despertaras —entró a la cocina
—¿Por? —se recargó en la barra que dividía la cocina y comedor
—Tuve otro sueño como el de aquella vez —sirvió café en una taza
—¿Y qué pasó, qué soñaste?
—Pues estaba como en un salón con varios niños y escuche varias voces mencionando a un tal "Guido" y... —no pudo continuar por unos golpes en la puerta—¿Quién será?
—Mi papá o tu mamá no es, porque ellos entrarían
—Y Bruno lo acabas de ver... Maybe es un vecino o algún familiar tuyo
Ari caminó hacia la entrada encontrándose con un chico más o menos de su edad, bastante atractivo para él, vestía de una camisa azul oscuro, casi pegandole al negro, unas pantalones negros y unos tenis blancos. Pudo observar como aquel chico estaba en especie de shock, volteó a ver a Yolo, ella sólo alzó los hombros y tomó de su café, volvió a mirar al chico y le sorprendió bastante la acción que hizo, lo envolvió en un abrazo y sintió como mojaban su playera, supuso que eran lágrimas, Ari le dio unas palmaditas en la espalda, estaba confundido, pero de cierta forma ese abrazo lo hizo sentir bien y como si en verdad lo conociera muy bien su corazón latía de una manera especial, como si se alegrará. Al separarse lo único que el oaxaqueño pudo hacer fue sonreír de nuevo, Temo limpió sus lágrimas y sorbió por la nariz.
—No sabes lo feliz que me pone el verte
—Eh, ¿gracias?
—¿Gracias? Ó sea, Ari, yo sé que tengo que darte muchas explicaciones, pero, de verdad te quiero y te necesitaba tanto, todas las noches pensaba en donde podías estar y si me estabas odiando
—¿Me hiciste algún daño? Si lo hiciste tal vez si te odiaría, pero ve la puerta buena, el no recordar puedes hacer acciones buenas que disminuyan el odio —terminó con una gran sonrisa
Temo se quedó bastante desconcertado por lo que Aristóteles le había dicho, ¿a qué se refería con "el no recordar"?, ademas de que no era la bienvenida que esperaba, es decir, estaba mentalizado a ser recibido con golpes y/o groserías, no que le hablará muy amable y hasta le regalará sonrisas, por otra parte, Yolo los observaba mientras tomaba de su café
—¿Por qué no me recuerdas? —cuestionó con temor mirando a ambos
—No te sientas mal, nos pasa con todos —habló Yolo
—¿Cómo?
—Sufrimos amnesia, es una historia que preferimos evitar contar —volvió hablar la chica
—¿De dónde te conocemos?
—Yo... Bueno... Yo soy o era... No sé cuál es nuestra relación ahora, pero... Soy... Fui... Tu novio —soltó
Aristóteles pasó de tener una sonrisa en sus labios a formar una "o" con estos, no se lo esperaba, pudo escuchar como Yolo tosía detrás de él, supuso que se había atragantado, Temo los veía con bastantes nervios, el Córcega se hizo a un lado y le hizo una señal para que entrara, pudo observar lo cambiado que estaba, las fotos pegadas o en portaretratos, en la mesa de centro donde minutos atrás Aristóteles había aventado las llaves había unas invitaciones, color crema y con adornos dorados, que el López no pudo leer de que eran. Rey dejo su café en la barra de la cocina y se sentó en una de los sofás
—Que cambiado está este lugar
—¿Viniste antes?
—Sí, un par de veces —vio todo a su alrededor— Las fotos no estaban, excepto esa —señaló un portaretrato donde estaba Yolo con sus hermanos, Ari y Arquí
Mientras Ari escuchaba a Temo, se comenzó a marear, su vista se nubló un poco, el sueño de semanas atrás se hizo presente, era él. Con él se había besado y era su voz con el "En definitiva, comprare esta casa", podía verle la cara. Por lo que tal vez lo que el chico le decía era cierto, Cuauhtémoc era su novio. Tenía una especie de emoción y nervios, no sabía si por aquel recuerdo o porque López lo sostenía pegándolo a su cuerpo, ya que sin darse cuenta casi se cae.
—¿Estás bien? —preguntó Yolotl echándole aire con una de las invitaciones— ¿Quieres que le marque al doctor o a Grecia?
—No, no, no, estoy bien, tranquilos
—¿Seguro? Podemos ir al hospital —lo soltó
—Seguro, estoy bien, es sólo que... Fue creo que mucha información para mi —intento reír— Iré a la cocina a tomar una pastilla... Creo que tendremos mucho de que hablar —miró a Temo el cual asintió.
Ahora Temo sentía cierto temor, las palabras de Crisanta diciendo que tenía que decirle su versión estaban en su mente y se sumaban el "El no recordar puedes hacer acciones buenas y que el odio disminuya", porque por más que quisiera negarlo, eso era algo imposible, Aristóteles y Yolotl lo odiarían por el daño que les habían causado y no era para menos, pero no sabía que hacer, mientras esperaba al chico y evitar las miradas de Rey tomó una de las invitaciones y comenzó a leerlas.
"Aristóteles Córcega
y
Yolotl Rey
Junto con nuestras familias tenemos el placer de invitarlos a nuestro enlace matrimonial que celebramos el próximo 08 de Agosto a las 16:00 hrs en el Templo de Santo Domingo..."
—¿Qué... es esto? —cuestionó mirando a la chica que estaba muy entretenida viendo sus uñas
—Las invitaciones de nuestra bod... —de un momento a otro reaccionó lo que iba a decir— No pienses que Ari y yo... Ó sea, es que... ¡Aristóteles. ven acá!
—Deja de gritar, me duele la cabeza —respondió con fastidio llegando a su lado
—¿Se van a casar? —no sabían si su tono de voz era de enojo, tristeza o una combinación de ambas
—No —hizo una pausa— Espero. Digamos que estamos siendo obligados, porque según nosotros no sabemos sobre nuestra orientación, pero necesitamos tener todo claro, para poder confrontar a nuestros padres, es... raro, lo sé, pero no,nos casaremos, tampoco quiero que Bruno gaste en esa boda
Después de unos segundos Temo se relajó, ya había descartado la idea de que Córcega estaba casado o se iba a casar con aquel chico que supuso llevaba el nombre de Bruno, aunque si así fuera, no tenía derecho de reclamar nada después del daño que le había ocasionado.
—Necesito que me hables de nosotros, toda la información que puedas, me es necesario y será de mucha ayuda
—Y si sabes algo de mi, también dilo. ¡Ah! Y si sabes algo del accidente que mejor, porque nadie nos explica como pasó
¿Sería una buena idea decirles que él tuvo la culpa? ¿Decirles que antes de enamorarse de Aristóteles quería matarlos de una forma fría y sin importar qué? ¿Qué por más que quiso que Guido no les hiciera daño fue imposible? ¿Qué iba a ser capaz después de matar a los hijos de su prima Daniela? ¿Qué era mejor? ¿Perderlo o volver a estar a su lado ocultando una parte de la historia?
—¿Hola? —Aristóteles lo sacó de sus pensamientos
—Perdón, se me fue la onda
—Sí, si me di cuenta... ¿Entonces?
—Bueno... Los conocí en un antro, en Octubre del año pasado, salimos un par de veces, de hecho, Yolo —la miró— tuviste algo con una amiga, se llama Paloma
—¿Te cae?
—Y te aplasta —los chicos lo miraron, él sólo rió, Sacó su celular— En una ocasión salimos hasta con sus hermanitos
Les enseño las fotos, les contaba todo lo que recordaba que hicieron juntos o que sabía por alguna platica de ellos, también les platico lo sucedido en Navidad, estaba siendo bastante honesto
—El día del accidente... —se quedó callado— No estábamos con ustedes
Efectivamente, había elegido la segunda opción, volver a estar a su lado ocultando una parte de la historia, pero se prometió que en el momento que se sintiera listo les diría la verdad, sólo pedía que fuese pronto, no quería hacer mas daño.
n/a
¿Creen que Temo les diga la verdad? ¿Ustedes que creen que pase?
¡Nos leemos en el próximo capítulo, bye!
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