Había pasado una semana, semana en la que Yolo seguía sin entender nada, tenía una pequeña fractura y por eso aún no la daban de alta. 

Su mamá le contaba algunas cosas por consejos del doctor. Aunque no eran del todo ciertas sin saber el daño que podía ocasionar. 

—...Y por eso estamos en Oaxaca—concluyo la única verdad.

—¿Y mi papá? ¿Mis hermanos?

—Ellos... Ellos están en Miami, pero después te cuento eso.

—¿Y ya puedo saber que accidente tuve?

—Bueno pues....

—Ariana, Yolo, mi Ari despertó—dijo Audifaz entrando a la habitación con una gran sonrisa

—¿Qué? ¿En serio?

—Sí, lo están revisando, me pidieron salir, aproveche para decirles y llamar a mi familia

—¡Que bueno, Audifaz, ya era justo!—habló Ariana, el mencionada salió para llamar a los otros Córcega— Alégrate, hija, Aristóteles despertó

—Si tan sólo recordara quien es—miró hacia otro lado.

Audifaz llamó a su familia, la cual se alegro por la noticia, al volver a la habitación, lamentablemente, cierta felicidad disminuyó, Ari, también había perdido la memoria. Había pedido que lo dejarán descansar, pero la verdad es que no quería nadie ahí, pues sentía mucha desconfianza, lastima que sólo le duró un par de horas, ya que al día siguiente trasladaron a Yolotl a esa habitación

—Tal vez les caiga muy bien la compañía de ambos—habló la señora Rey

—¿Qué?—preguntó Ari algo alarmado viendo entrar a Yolo en camilla con ayuda de una enfermera

—Es recomendación del doctor—dijo el Córcega

—Pero ni sé quien es...

—No te preocupes, ustedes se conocen muy bien—hizo una pausa hasta que la enferma salió— Aristóteles, ella es Yolotl, tu prometida. —sonrió.

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¡Super corto! Pero ya necesitaba que leyeran esto :D

¿Teorías? Aunque alguien ya más o menos le atinó jajaja :(

¡Nos leemos en el próximo capítulo, bye!