Cuando el año 120 D.C estaba a comenzando el rey tomo la decisión de enviar al más pequeño de sus hijos al hogar de su madre, con la desmejora de la salud de la reina Alicent, quien cuidaba a la mayoría de los niños de la fortaleza era Rhaenyra y con dos hijos tres hijos pequeños Viserys pensó que lo mejor sería que el príncipe Daeron pasara un tiempo en Oldtown.

Cuando el príncipe arribo al que sería su nuevo hogar fue recibido por el tío de su madre y aun cuando solo estaba a punto de cumplir 6 años fue llenado de responsabilidades y deberes.

Su dragón Tessarion fue llevado a una cueva cercana a la fortaleza de los Hightower, los días que lo veía eran muy pocos, ya que tenía que atender demasiadas lecciones.

Las cartas entre la mano del rey y su hermano eran constantes, en ellas le daba instrucciones a su hermano sobre la educación de su nieto, con Aegon y Aemond teniendo una relación tan cercana con su media hermana los planes de Otto peligraban, aun así, tenían una esperanza en el menor de los hijos de Viserys.

Daeron, el joven príncipe crecería lejos de la influencia de la perra de Rhaenyra y el ingenuo de Viserys, los Hightower harían de Daeron el rey que los siete reinos necesitaban.

Los primeros 2 años del joven en aquel lugar lo paso sintiéndose más que solo, era más que comprensible, creció con 3 hermanos mayores y dos sobrinos de su edad así que era claro que le fuera difícil acostumbrarse a estar solo la mayor parte del tiempo, paso de estar horas jugando con pequeños de su edad a estar en lecciones día y noche.

Cuando el príncipe cumplió 9 años era ya destacado en literatura y política, tenía también un nivel de alto valyrio bastante decente, la reina azul pronto estaría lista para ser reclamada y Daeron no podía esperar, aunque claro con tantos deberes no tenía tiempo.

A los 10 años el príncipe era ya una eminencia en cualquiera de las áreas que estudiara, aunque comenzaba a añorar los felices 6 años que paso en la fortaleza roja, aunque los hermanos y sobrinos que añoraba parecían haberlo olvidado.

El joven visitaba a su madre una vez cada quincena y en esas visitas la reina aprovechaba y llenaba su cabeza de prejuicios contra Rhaenyra y sus hijos.

No era común ver a Daeron jugando con más niños, cuando lo intentaba era duramente castigado, teniendo ya su primera década los entrenamientos del niño se comenzaron a tornar y era cada vez más experto en estrategia militar.

Para cuando cumplió 11 años Daeron había logrado tener más privilegios, habiendo pasado ya 6 años en Oldtown conocía muy bien el temperamento de lord Hightower y esto le había ayudado para tener menos castigos.

Ese mismo año la noticia de que el rey celebraría un torneo en honor a sus nietos mayores rompió un poco el corazón del joven Daeron, era verdaderamente tan poco importante para su padre que para los bastardos de su hermana reunía a todas las grandes casas, pero a su hijo lo dejaba abandonado el Oldtown.

Sus visitas a su madre seguían, pero a mediados del año 125 D.C la reina fue a vivir con ellos, en la ciudadela decían que estaba mejor y el rey decidió que pasara algunos meses en el hogar de su familia para asegurar su total recuperación y en caso de aun no estar sana que fuera atendida rápidamente.

Con Alicent más cerca de Daeron las ideas sobre la bastardía de los cuatro hijos mayores de la heredera al trono fue una de las mayores constantes en la vida de su hijo daeron, el niño tenía recuerdos de una cabellera larga y rubia y de unos hermosos ojos violetas que a menudo lo hacían soñar despierto, también recordaba cabelleras castañas que el había inferido eran de sus sobrinos.

Sus hermanos eran un recuerdo aún más lejano, y es que era más cercano en edad a sus propios sobrinos que al resto de hijos de su padre, Aegon tenía 7 años cuando él había venido al mundo, Helaena 5 y Aemond 4, sumando a esto no había pasado el tiempo suficiente en la fortaleza para crear un lazo con sus hermanos, había escuchado el rumor de que ahora Aemond era tuerto, que su sobrina Maenyra era jinete de Silverwing y muchas cosas más.

El año 125D.C comenzó con buenas noticias para Alicent, esto entristeció a Daeron, su madre una vez más lo abandonaría y no tenía ni la más remota idea de cuándo podría volver a verla, se despidió de la reina entre lágrimas y le juro que se volvería un gran príncipe y que siempre serviría a los siete.

Al año siguiente, Hobert volvió a recibir una carta del rey, en ella pedía el regreso de su hijo Daeron, el joven que estaba próximo a cumplir los doce años estaba feliz, al fin pasaría tiempo con sus hermanos y sus padres. El príncipe fue incitado por lord Hightower a pasar más tiempo con su dragón para llegar a la fortaleza roja montándolo, con lo que los ambiciosos parientes no contaban era con el hecho que el niño nuca había volado distancias largas y que no reconocía el camino hasta la capital, esto claro este retraso su regreso.

El rey fue rápidamente informado del retraso, este tiempo claro está, fue aprovechado pr e príncipe para rememorar a la reina y sus instrucciones de mantenerse lejos de Rhaenyra y sus hijos, cuando Daeron quien aún sentía una gran tristeza y enojo por el torneo del año pasado, recibió esas instrucciones cuando su madre aún vivía con él le fue fácil decir que seguiría su orden.

Llego a la fortaleza unas pocas horas antes del baile y banquete en honor a los nietos e hijo del rey, el príncipe no logro tener la oportunidad de saludar a sus padres por lo que la primera vez que vería a su madre tras estar separados un año y a su padre desde que lo envío a Oldtown con 5 años cumplidos su entrada al banquete.

Cuando entro recorrió el salón con la mirada y.... la niña más bonita que él hubiera alguna vez podido mirar, termino de llagar a la mesa, reverencio a su padre, beso la mano de sus dos hermanas y su madre, a las hijas de Daemon Targaryen, quien era su tío y ahora también su cuñado, las ignoro y al llegar a la niña que había robado su atención dejo un beso suave en su mejilla demasiado cerca de sus labios y paso el resto de la noche pensando en ella.

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Un especial de la vida de Daeron, creo que es muy cortito, pero se alcanza a dimensionar la diferencia de crianza si lo comparan con sus sobrinos o incluso sus hermanaos mayores