Capitulo IV
EL ENCANTO DE MAENYRA
El baile paso sin pena no gloria y para cuando este finalizo Maenyra había sido la doncella que más piezas bailo, para disgusto de Jacaerys, cuando Rhaenyra preparaba a sus hijos para dormir se encontró con una confundida Maenyra, la niña le conto que muchos de los jóvenes con los que bailo le hablaron de su palacio y de lo feliz que ella seria en ellos, la madre enfureció, como se atrevían a agobiar a su pequeña niña que apenas y cumplía 12 años de esa forma, su sangre lunar aun no había llegado.
Al día siguiente en el desayuno no se habló de otra cosa que no fuera de los múltiples bailes de Maenyra, los hermanos de estas estaban ofuscados por esto; Joffrey, Baela y Rhaena les pedían más detalles a sus hermanos mayores, los tres aun eran muy jóvenes para asistir a un baile.
-Maenyra bailo con muchas personas, creo que solo estuvo sentada durante la cena
-Bueno, era la doncella más bonita del lugar.
-Gracias tío Egg
-Pues yo creo que debieron de dejarla en paz
-Un hermano celoso-El rey rio ante las palabras de su nieto.
-Yo no quería bailar con tantas personas, Daeron ¿A ti te gusto la fiesta? ¿Había fiestas así en Oldtown?
-Ha, si yo...la pase muy bien y no, no, había muchas fiestas en Oldtown-El tener la atención de Maenyra logro que el recién llegado príncipe se pusiera más que nervioso.
La pequeña interacción causo un gran disgusto en Jacaerys, odiaba que su hermana le diera su atención a alguien más, la noche anterior apenas habían podido estar juntos, él quería preguntar sobre el beso y si era honesto con el mismo quería repetirlo; la sonrisa del futuro príncipe de Dragonstone volvió a brillar al ver a su hermana hablando con Baela y Rhaena.
-Vamos chicos tienen que ir a pozodragon.
-Viserys Daeron suele ir al septo después de romper el ayuno
-Tal vez lo hacía antes Alicent, la primera lección del día es con los dragones, no pretenderás que los niños cambien todo su horario por Daeron-El rey fue suave para evitar disgustar a su esposa
-¿A qué horas van a septo entonces, desde que regrese no los he visto ir?
-Es que no lo hacen majestad, no tienen tiempo para eso entre sus lecciones.
-Pero, estar en contacto con los siete es necesario
-No para los Targaryen cuñada- Daemon le regalo una sonrisa burlona a la reina antes de ponerse de pie y salir del comedor.
-Daemon los acompañara hoy a sus lecciones, volaran con el después
-¿Rhaena ya podrá reclamar a su dragón?
-Aun es pequeño Mae, Daemon quiere asegurarse de que tu tío Daeron sabe montar un dragón correctamente, después de todo nadie le pudo enseñar como es debido.
Los días y las semanas pasaban y Daeron estaba cada vez más fascinado por Maenyra, era inteligente, amable, divertida y muy bonita; los bardos que lograron verla durante la fiesta ya la habían nombrado la doncella más hermosa del reino. La fascinación de su hijo menor por la mocosa molestaba a Alicent, su hijo debía ser mejor, el sería el rey, Aegon había dejado que le robaran su destino, Aemond no era más que el perro de Daemon y Rhaenyra.
Al cabo de algunos meses en la fortaleza roja, Daeron caía más en el encanto de Maenyra y es que la niña era más que vivaz y su encanto era envidiado por la muchas de las damas casaderas.
Cuando la mitad del año se acercaba la rutina en la fortaleza ya estaba establecida, después de desayuno los más jóvenes de la familia salían a montar, al volver todos partían a sus clases con los maestres y por la tarde los príncipes entrenaban, bajo la atenta mirada del rey y el hermano de este.
Aunque los hijos y nietos del rey pasaban la mayor parte del tiempo juntos, por la noche Maenyra se escapaba de sus aposentos después de ser arropada por sus padres, caminaba hasta el jardín donde extrañamente Daeron y Jacaerys siempre la esperaban, ambos niños veían desde sus ventanas a Maenyra pasar horas bajo el cielo nocturno y siempre bajaban a estar con ella, con el tiempo la única mujer dejo de cuestionar la presencia de su hermano y su tío.
Mientras Maenyra cantaba los dos príncipes se daban miradas fulminantes, Jacaerys siempre era quien estaba más cerca de la princesa, al ser su hermano mellizo la pequeña princesita se sentía más cómoda a su lado, aunque con el tiempo la presencia de Daeron también se volvía agradable, tener a alguien más de su edad le era divertido.
Al inicio del séptimo mes del año, las tres nietas de la serpiente marina expresaron su deseo de pasar una temporada en Driftmark con sus abuelos, fue así como Baela, Rhaena y Maenyra pasaron largos meses jugando en la playa de Hightide y llenando de risas la fortaleza de los Velaryon, claro que mientras tanto en la fortaleza dos adolescentes estaban de un visible mal humor.
-¿Saben en que he pensado?
-No Aegon y no creo que nos importe
-Maenyra pronto deberá contraer matrimonio
-Va a cumplir 13 a finales del año
-¿Y? Su abuela se casó a los 13 con nuestro padre
Las palabras del mayor de los hijos varones del rey llamo la atención de Daenon y Jacaerys, los dos jóvenes parecían desinteresados en todo desde la partida de Maenyra.
-Mi mamá no la dejara casarse con cualquiera
-Bueno, yo escuche que el príncipe de Dorne está buscando una esposa para su hijo el príncipe Qyle, mantenía a Mae lejos del trono de Dorne pero a los Targaryen cerca de los Martell
Los ojos de Jacaerys brillaron llenos de ira y los de Daeron se llenaron de lágrimas, ambos pensaban en su dulce y amable Maenyra en Dorne, lejos de ellos y la bilis subía por sus gargantas.
-NO, mamá nuca dejaría a Mae con un dornish, quien sabe que le harían a mi Mae
-Además los Martell no quieren a los Targaryen.
Ambos niños salieron de la biblioteca donde se habían reunido, aburridos esa tarde de sábado, normalmente era Maenyra quien los convencía de hacer algo divertido y las tres niñas eran la debilidad del príncipe canalla así que casi siempre terminaban en Dragonstone explorando el antiguo castillo o en el bosque real, claro que sin la mente maestra de sus aventuras y sin las personas que convencían a Daemon de acompañarlos en sus aventuras estarían todo el sábado aburridos, Daemon estaba con su esposa y en palabras de Aegon harían un nuevo bebe.
La condición de Daemon y Rhaenyra para dejar a sus hijas ir y pasar un tiempo con sus abuelos era que volverían para festejar el onomástico de Maenyra y Jacaerys juntos y así fue hecho cuando el mes final del año 127 D.C se acercaba la serpiente marina y todo su sequito arribaron a la fortaleza roja levando con él a sus nietas, las 2 hijas del príncipe canalla y la única nieta del rey.
Para disgusto de Jacaerys no pudo ver a Maenyra hasta el día de la fiesta, ya que la joven fue absorbida por los preparativos para el gran baile.
Acompañando a los preparativos del baile, una competencia se llevaba a cabo, una entre el príncipe Jacaerys y su tío el príncipe Daeron, ambos decididos a darle el mejor regalo a la princesa Maenyra.
Cuando el día de la fiesta comenzó los tres celebrados fueron consentidos desde el desayuno, extrañamente los platillos favoritos de Maenyra llenaban la mesa, aun cuando a los tres niños se les pregunto qué es lo que querían desayunar.
Las miradas de los adultos se posaron en los otros dos cumpleañeros, pero Daeron y Jacaerys se entretenían con las sonrisas de placer de Maenyra al comer bollos de camarón, pasteles de limón y tartas de fresa.
Cuando la hora de prepararse para la gran celebración los tres niños fueron enviados a sus habitaciones para ser preparados, al llegar a la puerta del salón de baile los dos niños quedaron encantados, el apodo dado por los bardos a la princesa comenzaba a tomar sentido, ella lucia como un ángel, aderezada en un vestido azul Velaryon, cubierta de perlas, sin duda Corlys quería dejan en claro que Maenyra era su nieta y no solo del rey, cuando las puertas fueron abiertas los dos niños ofrecieron su brazo para ayudar a Maenyra a llegar hasta la mesa principal, sorprendió a todos que la joven decidiera aceptar ambos brazos y así caminara hasta la mesa principal, claro que al ver Rhaenyra abría sus brazos la niña corrió a recibir un abrazo de su madre.
Una vez que la cena fue terminada era momento de abrir el baile, los príncipes Daeron y Jacaerys abrirían el baile bailando con sus madres, el problema fue saber quién bailaría con la princesa, con su padre muerto la opción eran sus abuelos, aunque el príncipe canalla alegaba ser también padre de la adolescente de 13 años, al final y con la magia conciliadora de Maenyra termino bailando con los tres su primer baile.
Al final de la noche la princesa había bailado una pieza con cada uno de sus tíos, varias con sus hermanos menores, otras más con sus abuelos, varias con su padrastro, pero sin duda quien más bailo con la codiciada princesita fue su mellizo, quien le daba miradas fulminantes a cualquiera que se acercara a ella, esto no impidió que el príncipe Daeron también bailara varias veces con su sobrina; cuando los invitados fueron despedidos y la familia real se dirigía a sus aposentos, Maenyra se despido con suaves besos en las mejillas de sus dos compañeros de cumpleaños.
Los dos niños durmieron ese día mejor de lo que lo habían hecho durante la ausencia de Maenyra; A la mañana siguiente del baile les fue informado la llegada de dos grandes obsequios para la princesa Maenyra, esto extraño a los adultos de la familia, los regalos para la princesa habían sido entregados hacia días, muertos por la curiosidad toda la familia al unisonó ordeno que los regalos fueran entregados, una emocionada Maenyra se levantó de su asiento y fue corriendo a esperar su regalo, el primero eran 2 sillas para montar a juego, una para su dragón Silverwing y la otra para su yegua, un regalo de la princesa Rhaenys. El segundo regalo era un poco menos espectacular, un juego de joyas, que si bien eran ostentosas no se comparaban con las miles que tanto Daemon, Corlys y Viserys le habían dado a Maenyra por su aniversario.
Ambos príncipes se pusieron de pie y se acercaron a Maenyra, esta los abrazo por el cuello y beso su mejilla en agradecimiento.
-Con mi regalo no actuaste así pulga
-Tus regalos no fueron tan bonitos tio
-¿Cual es tu favorito?
Esto llamo la atención de Daeron y Maenyra, para ese momento nadie sabia de quien era cada obsequio, aunque todos se hacian una idea de quien pudo haber dado que obsequio.
-Los dos son muy bonitos...pero...Me gustaron mas mis sillas de montar nuevas. Ahora Silverwing y Pegaso tendrán sillas a juego.
-¿Y qué tiene de malo la silla de Silverwing princesa?
-Nada mi reina, pero esta será mía.
-Un poco pretencioso de su parte
-Alicent, ella no lo pidió fue un obsequio.
Jacaerys se acercó a su hermana, dejo un beso en su mejilla y la abrazo pegándola a su pecho.
-Me alegro mucho de que mi regalo te haya gustado
-Fue un regalo muy lindo Jace y agregaste mi color favorito
-¿Quién puede conocerte mejor que yo que soy tu mellizo?
La sonrisa de Daeron decayó, se sentó en la mesa cabizbajo mientras veía a Rhaenyra, Daemon y sus hijos salir del comedor mientras todos parloteaban de tener curiosidad de como la antigua montura de la buena reina se vería con la nueva silla para montar.
Cuando las voces se comenzaban a perder alguien regreso corriendo, era Maenyra, se acercó a Daeron tomo su mano y lo arrastro con ella.
-Tío Egg, tío Mond, Hela no se queden atrás.
Cunado alcanzaron a la familia de Maenyra Jacaerys inmediatamente se encargó de mantener a su melliza lejos de su tío, aunque eso cada vez se volvía más difícil, mientras más crecían más era la necesidad tanto de Daeron como de Jacaerys de estar cerca de Maenyra y pareciera que la inocencia de Maenyra no le permitía ver eso.
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En el siguiente capitulo veremos como las propuestas de matrimonio empiezan a llegar para Maenyra.
El siguiente capitulo será el último que abarque una gran cantidad de tiempo, al menos un año completo, quiero profundizar más la relación de Mae con Daeron y un poquito el lado celoso de Jace, el capítulo VI será el inicio del drama, pequeño spoiler, tendremos el primer beso de nuestros protagonistas, bueno el primer beso propiamente dicho.
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