• Choi Yeon Jun •
Nunca me imagine que mis sentimientos hacia una persona podían cambiar de la noche a la mañana. Me había enamorado de una figura misteriosa, de la cual poco a poco comencé a descifrar.
Aquella noche no fue la única vez que pude apreciar sus movimientos. Seguía apareciendo con otros luchadores , pero siempre vencía y gritaba con furia.
—Es una chica —dijo mi hermana , mientras veía la situación.
Cómo iba a ser una chica. Se movía con agilidad, tosquedad, seriedad y firmeza. Solo un hombre podría ser algo así.
—No me mires con esa cara —continuó diciendo—. No estás viendo su silueta y su pecho.
No lo había notado. Tenía curvas y un pecho no tan grande que se marcaba con el conjunto negro pegado a su cuerpo.
—¿Ahora ves? —me brindó una sonrisa de superioridad— Tengo razón.
Ahora tenía más razones para amarla. Tenía que conocerla , me costará la vida.
...
— ¿Quieres dormir en un basurero? —Taehyung casi se atora con un trozo de manzana después de haberle hecho mi propuesta—. ¿Estás loco?
—No. Estoy más cuerdo y enamorado que nunca —suspiré—. Deberíamos tener una aventura , me lo dijiste una vez.
—Cuando dije eso me refería a algo más....limpio, amplio y con aire fresco —afirmó—. Y estás castigado. Si mi mamá se entera que salimos juntos se lo dirá a la tuya y entonces nos castigarán a ambos, a ti por segunda vez.
—Lo se , pero —bufe—. Quisiera conocerla.
—¿A quién?
—Me sorprende tanto que no lo sepas —Tae y yo nos asustamos en cuanto vimos a Giselle, quien apareció dando un estruendo en mi casillero—. Me tiene sin dormir desde hace varios días por culpa de esa chica nocturna.
—¿De quién estamos hablando?
—Jeresy Hood —contestó Giselle—. La hermana de Robin Hood.
—Esperen...¿Robin Hood tenía una hermana?
—No lo se. Me lo he inventado, pero mi hermano no para de pensar en una chica muy parecida a él.
Parezco un fan obsesivo, pero de verdad siento que tengo sentimientos por esa mujer y necesito conocerla. Además estoy más curioso por lo qué hay debajo de su máscara.
—¿Y si es fea? —Tae miró a Giselle quien le reviró los ojos al instante
—Nunca te han enseñado que la belleza no lo es todo —afirme—. Eso no me importaría. Me enamoré de su forma de defenderse no de su físico. Eso es una incógnita para mí.
—Suenas demasiado romántico —hizo una mueca —. Me das náuseas, pero me interesa esta aventura. Nos vemos en la noche —tomó su mochila y se la colgó en un solo hombro. Mi hermana no paraba de mirarlo, incluso creo que se le salía la baba—. ¿Te vas conmigo? —insistió otra vez. No había notado que me hablaba.
—Debo llevar a Giselle a sus clases de piano.
Mi pequeña hermana resopló conteniendo su desgane. Odiaba esas clases en el convento , pero Katia la obliga a ir para que se distrajera.
—Entonces —dio un paso hacia atrás—. Adiós a la futura monja —hizo una reverencia rápida y huyó de Gise impidiendo que le diera una contesta fuerte.
—Ya me oirá ese estúpido —gruñó.
—Te debe seguir gustando —ella chasqueó su lengua y en efecto yo tenía razón, pero ella siempre lo iba a negar. Demasiado madura para su edad ¿no?
Siempre le ha gustado mi mejor amigo, pero nunca se lo ha dicho y tampoco sería bueno que lo hiciera. Es demasiado inocente para una persona como él.
•••
—¿Cuánto falta? —dijo Taehyun entre bostezos —. Tengo mucha sueño y perdí mi serie de las once por esto.
Me tenía loco. No hacía más que quejarse. Opte por ignorarlo, pero me atormentaba tener su vocecita quejosa a mi lado.
—¡Puedes callarte ya! —le grité—. De seguro no vienen por tú estar hablando todo el tiempo. Si tanto te ibas a quejar no hubieras venido.
Estábamos sentados detrás de un arbusto. El tiempo que estuvimos en la basura fue bastante desagradable , por lo cual consideramos trasladarnos aquí.
Tae se dejó caer en el césped. Parecía apenado y lastimado por mis palabras , pero no me importó. Esa era una horrible característica de él. Hacía las cosas, pero en el momento de ellas se quejaba de haber decidido hacerlas. Estoy cansado de decirle que eso es bastante desagradable, pero le entra por un oído y le sale por el otro.
—Lo siento . Otra vez lo hice —hablaba soltando lágrimas , pero sabía que eran parte de su actuación. Por gusto no forma parte del club de teatro de la escuela.
—Basta. Si viene el amor de mi vida la vas a espantar —regañé y él se silencio por unos minutos.
—Escucho.....
—Te dije que te callarás —solté más enfadado—. Espera —Había un ruido muy extraño en el arbusto vecino. Parecía el sonido de una computadora. Me acerqué con sigilo y Tae me cuidaba las espaldas en caso de que fuese algo peligroso.
Antes de acercarnos por completo un moño rubio extremandamente alto salió a flote más unas manos con uñas extralargas nos impresionaron. Había una chica escondida y si era ¡EL AMOR DE MI VIDA!
—¡Oh por Dios! —exclamó Tae—. Es es es....
Desafortunadamente para mí corazón , no era la chica que buscaba sino Moon Byul.
—Hola chicos —saludó con su mano mostrando su sonrisa y echándo hacia delante sus lentes de ojos.
No es nada extraño encontrarse a una periodista en medio de la noche cuando una fuerte noticia como La súper heroína de las calles de Estados Unidos, puede escribirse en vivo y en directo.
—Mi nombre es Moon Byul. Soy periodista de Corea del Sur, pero estoy siento pasante desde hace dos años aquí en Estados Unidos —pasó un mechón de cabello tras su oreja—. Este es mi último año y espero que sea el último.
—¿Por qué en mi cabeza sonó muy sexy todo lo que estaba diciendo? —me susurró Tae y yo le señalé sus pantalones y le obligué a que se los tapara— ¡Qué vergüenza!
—Pero —ladeó su cuello— ¿Qué hacen dos chicos tan jóvenes como ustedes por aquí a esta hora —miró su reloj de mano— de la noche.
—Por lo mismo que tú —le contesté. Queremos ver a la enmascarada. La chica que está peleándose con alguien todos los días a esta hora. Debiste haber notado su destreza. Tiene talento. Es la mejor.
—Suena interesante —mordió su labio inferior. Estoy empezando a pensar que lo hace a propósito—. No venía por eso. Estaba haciendo otras cosas , pero ya que me cuentas eso. Escribiré un artículo sobre esta mujer.
La cagué por completo.
Pasaron horas e incluso nos dormimos. A las cinco de la mañana sentimos un ruido y no era el del gallo precisamente sino el de una caída.
Los demás no lo sintieron y ni siquiera se levantaron. Sin embargo, yo fui a ver y me encontré con ella.
No estaba como normalmente la veía. Su cuerpo estaba arrecostado a una roca. Estaba dormida y poco a poco vi todos sus rasguños leves , pero se veía que los había sufrido. Me propuse intentar tocarla, pero ella misma me lo impidió jorobando mi mano hacia atrás con agilidad e incándome en contra de mi voluntad en el suelo.
—¿Quién eres? —Su tono de voz era frío, descarado, temerario, valiente y todo un sueño. Quería que siguiera hablándome—. Respóndeme.
—Me gustas —contesté ligeramente—. Quiero casarme contigo.
Ella me soltó y se echó a reír como si no hubiera un mañana. Solo le revelé mis sentimientos ¿Había algo gracioso en ellos?
—Eres patético —afirmó todavía entre risas—. ¿Cómo te enamoraste de mí? No me conoces.
—Te conozco mejor que nadie —sentí cómo se puso tensa. Sus ojos se abrieron y dio varios pasos hacia atrás—. Soy tu fan.
Se relajó y sus ojos afinados volvieron a verme seguros de sí mismos.
—¿Sabes mi nombre?
—No
—¿Donde vivo?
—No
—¿Por qué me visto así?
—No
—Entonces —su risa me parecía una burla hacia mí—. No eres mi fan ni un carajo'
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