001

Escucho a mi padre murmurando cosas pero no le prestó mucha atención. Miro al cielo para ver si veo a Rhaenerya pero no la veo por ningún lado, así que regreso mi mirada al árbol, levanto el arco y tenso la cuerda llevándola a mi mejilla, respiro profundo y suelto el aire lentamente a la par de que suelto la flecha. El sonido de la cuerda llega a mis oídos y la flecha atraviesa una hoja

-. Llevas un rato haciéndolo mal ¿No crees?- la tranquila pero irritante voz de Alicent llega a mis oídos y sus palabras tienen un toque de burla. Pero no le aclaro nada, es muy tonta como para tener que explicarle las cosas. Simplemente la ignoro-. No le haz dado al tronco ni una sola vez

-. El objetivo no es el tronco- explica mi padre mirando al cielo. Esperando a Rhaenerya

-. ¿Disculpe, Lord?

-. El objetivo son las hojas, Alicent- digo Irritada-. Y no he fallado ni una

Tomo otra flecha del arcaj y me preparo. Pero justo cuando voy a disparar el dragón baja del cielo haciendo temblar un poco la tierra así que falló el tiro y la flecha se clava en una rama

-. Bien, ahora sí falle una- pongo los ojos en blanco

-. Que alivio princesa- comenta mi padre

-. Ya puede respirar- responde Rhaenerya quitándose los guantes y recoge una de mis flechas del suelo

-. Cada vez que ese dragón la trae de vuelta yo conservo la cabeza en el cuerpo

-. Lamento hacerte fallar - comenta

-. No sé preocupe princesa- digo con una sonrisa-. Syrax está enorme

-. Lo suficiente como para que una de las dos me acompañe- dice mirando a Alicent después a mi y otra vez a Alicent. Alicent y yo a pesar de ser ambas damas de Rhaenerya y estamos obligadas a pasar la mayor parte del tiempo juntas no nos llevamos muy bien. Alicent tiene un poco de envidia de mi relación estrecha con la princesa, ya que somos más unidas Rhaenerya y yo que Alicent y Rhaenerya. Rhaenerya confía más en mi que en Alicent y está nota la diferencia. Sin embargo a Rhaenerya algunas veces le entretiene hacernos competir "por su atención"

-. Yo prefiero mantenerme los pies sobre la tierra. Gracias - dice Alicent enterrando su nariz otra vez en su libro así que Rhaenerya me mira a mi

-. Sabes que por mi no hay problema pero deberías preguntarle a Lord Comandante- ambas miramos a mi padre con una sonrisa

-. Prefiero a mi hija en la tierra y no en el aire pero es decisión suya princesa

-. Ya deberíamos volver- comenta Alicent entrando al carruaje

Rhaenerya me ayuda a recoger mis flechas

-. ¿Has sabido algo de Daemon?- me pregunta en susurros ya que mi padre está cerca

-. No desde hace una semana- murmuro también sin mirarla mientras recojo una de las flechas y acaricio las plumas-. Me envió una carta con un cuervo. Dijo que...- no puedo decirle que Daemon escribo que me extraña y que soy el sol que ilumina sus días oscuros. No eso destruiría su fachada de insensible sin corazón.

-. ¿Que..?

-. Espera verme pronto. Le respondí que lo extraño y que cuento los días para verlo. Le pregunté cuando vendría.... Y aún no obtengo respuesta

-. Le interesas- me acaricia el brazo con la pluma de una de las flechas haciéndome cosquillas-. A su manera. Si no le interesará no hubiera pedido permiso para cortejarte

-. No me emociona ser cortejada por un hombre que viene y va y que está casado. Aunque claro, desde hace un año han dejado de buscarme para matrimonio arreglado

-. Un trato justo no

-. ¿Ya terminaron?- pregunta Alicent llegando así que dejamos de hablar-. ¿Que tanto murmuran?- se acerca a nosotras

-. Nada- responde Rhaenerya

-. ¿Seguras?- pregunta con una ceja levantada

-. Si- respondo

-. Las he escuchado murmurar

-. Solo estábamos contando las flechas- digo y comienzo a contarlas simulando que las estábamos contando

-. Vámonos- dice no muy convencida

Volvemos a la fortaleza Roja. Me quedo un rato hablando con Rhaenerya en sus aposentos pero un rato después me voy a los míos ya que Rhaenerya fue a ver a la reina. Me siento al borde de la ventana esperando que un cuervo llegué con noticias de Daemon ¿Y si le pasó algo? No, las malas noticias son las primeras en llegar

Recuerdo cuando llegue aquí

La niña toma la mano de su padre mientras mira la enorme puerta un tanto asustada

-. ¿Lista terroncito?

-. No. Estoy asustada

-. Todo irá bien Neyh. Este será tu nuevo hogar

-. Si papi

Las puertas se abren y ambos entran. El joven platinado de 15 años se asoma a la ventana para ver al nuevo Lord Comandante de la guardia real pero al ver a la pequeña castaña que lo acompaña salta para subirse a la ventana y ver mejor, se toma del mármol del pilar y se asoma un poco más para verla mejor. Ha de tener unos 5 años igual que su sobrina. Es una niña pequeñita, muy pequeñita y tiene puesto un vestido de seda rosa al parecer

La niña alza la mirada y su mirada conecta con la de el. Sus ojos son marrón claro. La chiquilla sonrie y esa sonrisa tierna e inocente le acelera el corazón. La chiquilla tiene la mano derecha entrelazada con la de su padre pero levanta la mano y lo saluda. El le regresa el saludo la niña mira a su padre. Le parece un niño muy lindo

-. ¿Padre quien es?- pregunta

-. ¿Quien?

-. El chico- señala a la ventana pero el joven príncipe ya no estaba en la ventana y es que había entrado ya que aquella chiquilla lo descolocó totalmente-. Ya no está ¿Era un fantasma?

-. ¿Cómo era?

-. Tenía el cabello blanco- responde la niña con aquella voz infantil-. Y era alto y delgado y creo que paliducho

-. No Nereyda, ese no era ningún fantasma- le jala la mano para que sigan caminando y entran al castillo-. Ese era el príncipe. El príncipe Daemon

-. ¿Príncipe?

-. Es el hermano del rey

-. Si, el Príncipe

Antes de entrar en la sala del trono el padre la detiene

-. Escucha Ney- dice suavemente-. Está gente es la más importante en todo Westeros. Quiero que estés calladita, no hables a menos que te hagan una pregunta y tienes que hacer reverencia

-. Si padre

-. Con postura

Se levanta y le toma la mano antes de entrar

En la sala del trono el Rey Viserys está sentado en el trono de hierro. A la niña le parece un trono de otro mundo, se queda fascinada con el, junto a el a su lado derecho está una mujer y del lado izquierdo está el chico que vio antes. El que su padre llamo Príncipe

Hace una reverencia un tanto chistosa y al joven Targaryen se le sale una sonrisa de lado mientras que el Rey se ríe con alegría

-. ¿Cómo estuvo el viaje, Lord Comandante?

-. Movido, Majestad

-. Acércate, niña -la niña mira asustada a su padre que le sonríe y luego mira a Daemon el cual asiente. Así que la niña se acerca al rey y sin pensarlo mucho se sienta en sus piernas dejando a todos en la sala sorprendidos y a el Lord Comandante pálido al punto del desmayo

-. ¡NEREYDA!- reprende el padre pero el Rey levanta la mano

-. Está bien- le dice tranquilo -. ¿Así que te llamas Nereyda?- pregunta a la niña con una sonrisa y voz dulce

-. Si majestad

-. Que lindo nombre- le da un toque en la nariz-. ¿Que edad tienes?- la niña mira a su padre y este le señala un 5 con su mano disimuladamente

-. Tengo así- le enseña los 5 dedos

-. ¿¡5!? Vaya eres una niña grande. Sabes mi hija Rhaenerya también tiene 5 años

-. ¿Puedo jugar con ella?

-. Seguro que si. En cuando vuelva de sus deberes podrán jugar todo lo que quieran- le sonríe-. ¿Tienes juguetes?

-. Unos cuantos ¿Cuántos años tiene usted?- ladea la cabeza y al ver ese tierno gesto los colores le suben a la cara a Daemon a tal punto que siente las mejillas calientes. Es demasiado tierna para ser sano

-. Tu dime

-. ¿Así?- le pregunta y le enseña 10 dedos. En ese momento Daemon suelta una carcajada

-. Sin duda tengo más que así

-. Pero así es mucho

-. Tengo más que mucho

-. Ella es linda- le dice en un susurro señalando a la reina

-. ¿Verdad que sí?

-. Muchas gracias - le dice la reina

-. Puedes venir a jugar conmigo cuando quieras Nereyda

-. Puedes llamarme Ney

-. Muy bien Ney tu puedes llamarme Vis. No hace falta que me digas majestad. Puedes venir a jugar conmigo cuando quieras. Aquí tengo muchos juguetes para ti y para Rhaenerya ¿Sabes? Yo tengo un dragón

-. ¿¡Enserio!?- lo toma de las mejillas acercando mucho su cara a la del rey para ver si le está mintiendo

-. Después puedes verlo. Y si tú padre te da permiso puedes montarlo

-. Me gustan los dragones. Pero nunca he visto uno

-. Podrás ver el mío- la baja de sus piernas-. Quedate por aquí cerca mientras tu padre y yo hablamos

La niña va a un rincón de la sala a jugar con una muñeca. Daemon rápidamente se aburre de la conversación política y se acerca a la niña

-. ¿Estás aburrida?

-. Estoy jugando con mi muñeca

-. Yo si estoy un poco aburrido

-. ¿No te gustan las conversaciones de grandes?

-. No- se arrodilla para quedar a su altura-. ¿ Yo también puedo llamarte Ney?

-se encoge de hombros-. Si quieres

-. Pues quiero

-. Tu eres Daemon ¿Verdad?

-Daemon sonrie al saber que ella sabe su nombre-. Así es

-. ¿Tengo que llamarte principe?

-. Tu solo dime Daemon

El joven se queda haciendole compañía hasta que la chiquilla bosteza

-. Hermano- habla Daemon-. Lord. La niña se está quedando dormida en el suelo

-. Llamaré a una criada que la lleve a sus aposentos- habla la reina

-. Yo puedo llevarla- ofrece Daemon-. Se dónde es

-. Bien- dice el rey-. Ten cuidado

-. Si si

Toma la mano de la niña y salen de la sala del trono

-. ¿Puedes cargarme?- habla con un tono adormilado

-. Ven aquí pequeña molesta- la carga, es muy ligera. La niña pone su cabeza en su hombro y agradece que no entienda que le ha acelerado otra vez el corazón-. ¿Sabes leer?- la niña niega-. ¿Tampoco escribir?- la niña vuelve a negar-. Yo te enseñaré

-. ¿Enserio?

-. Si. Yo te enseñaré. Si vas a vivir aquí tienes que saber esas cosas. Y te enseñaré hablar en un idioma que nadie más sabe

-. Si nadie lo sabe cómo van a entenderme

-. Solo yo podré entenderte. Ese es el punto

Unos toques en la puerta me regresan al presente. Parpadeo y bajo de la ventana

-. ¿Quien?

-. Adeleine- habla una de las criadas

-. Pasa

La chica abre la puerta y entra

-. Mi lady el rey requiere su presencia en la sala del trono

-. ¿Me requiere?- pregunto confundida-. ¿A mí?- me señaló yo misma. ¿Para que me requiere el rey a mi sola?

-. Así es

-. Ya voy

Adeleine me acompaña ambas hablamos de cosas superficiales. Fuera está un soldado de la guardia real así que abro la puerta. Tanto Adeleine cómo yo estamos sorprendidas y va a decir algo pero la detengo antes cualquier palabra salga de su boca

-. Ya lo arreglo yo- asiente. Me quito uno de los anillos que tengo y se lo entrego. Así mantendrá su boca cerrada-. Gracias

Adeleine se aleja y el guardia cierra la puerta

-. ¿Tu me mandaste a llamar?- pregunto en Valyrio. Se que es una tontería ya que estamos solos, pero mi padre siempre dice que en la fortaleza Roja nunca estás solo del todo

-. Así es- responde en la misma lengua. Me acerco un par de pasos y me detengo a una distancia conveniente

-. ¿Que estás haciendo?

-. Me siento- responde simplemente

-. Ese no es tu asiento

-. Querida Ney las sillas se hicieron para sentarse

-. ¿Viniste por reuniones del consejo?

-. El consejo me aburre. Vine antes porque se hará un torneo en mi honor

-. Quieres decir un torneo al heredero

-. Eso mismo dije

-. Sabes bien que es al heredero que nacerá pronto

-. Sabes muy bien que no lo sabes. Lo que yo sé es que puede ser una mujer- decido cambiar de tema porque no quiero discutir con el

-. Pensé que aún no te vería- me cruzo de brazos-. ¿Por eso no respondiste mis cartas?

-. Tarde más de lo que pensaba- se acerca a mi y quedamos a una distancia muy corta así que tengo que levantar la vista para verlo-. Pero te traje algo

-. Otro regalo

-. Si por mi fuera te llenaría de regalos

-. Sabes que no necesito nada

-. Me gusta consentirte- saca una bolsa de cuero y de su interior saca un collar de plata precioso

-. Es precioso- lo intento agarrar pero el lo quita de mi alcance-

-. Deja que te lo ponga-alzo una ceja-. Date vuelta

Hago lo que me dice obedientemente y quito mi cabello para que no le estorbe. Siento como corta la distancia. Ahora tengo mi espalda pegada a su pecho. Siento su respiración muy cerca de mi cuello. ¡Dioses! Este hombre me descoloca en todo el sentido de la palabra

Siento el frío dije tocar mi cuello, abrocha el collar y deja un beso en mi cuello haciéndome temblar. Tomo el dije en mis manos y lo observó. Es precioso

-. ¿Sabes que es?- dice con sus labios pegados en mi cuello

-. Acero Valyriano. Igual que la hermana oscura- digo el toma mis hombros y me da la vuelta

-. Ahora tienes algo de mi linaje. Una parte de mi

-. Muchas gracias- digo con los ojos llenos de lágrimas por la felicidad.

-. Prometeme que jamás te lo quitarás. Si te lo quitas estarías rechazando mi corazón

-. Prometo no quitarmelo

Suspira y por fin acorta la distancia y me besa. Un beso que he estado esperando por un tiempo. Sus labios me saben a gloria

Abre sus labios y su lengua acaricia mi labio inferior como pidiendo permiso así que abro mis labios e introduce su lengua en mi boca, mi lengua sale a saludar a la suya. El beso se vuelve mucho más salvaje. Intento separarme porque puede pasar a otra cosa y me estoy quedando sin aire

Pero al ver mis intenciones de separarme me toma de las mejillas para evitar que lo haga

Sigo el beso. Cómo siempre que me besa las piernas comienzan a fallarme. Me toma de la cintura pegandome a un más a él

Nos separamos por falta de aire. Antes de separarse totalmente planta otro beso más pequeño en mis labios seguido de un leve mordisco

-. Eres mía

-. Eso ya lo sabías ¿no?

Tocan la puerta y yo me asusto

-. No te preocupes- dice riendose-. Le he dicho a Ser Artur que se quedará a fuera a cuidar de la puerta y que tocará si alguien se acercaba

-. Entonces supongo que me tengo que ir

-. No me hagas esos ojos dragoncita- me acaricia la mejilla-. Supones bien. Una Damisela como tú no puede ser vista a solas con un hombre terrible como yo

-. En eso tienes razon- le tocó el pecho con coquetería-. Nos vemos después- le doy un beso y corro a la puerta de las criadas y salgo por hay no sin antes voltear y despedirme de Daemon con la mano

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