/Primera persona Duncan/

Aquel animal ha desaparecido. Me detengo de golpe mostrando un semblante serio observando el lugar. El bosque se encuentra sumergido en un profundo tranquilidad. Al fondo se pueden escuchar el sonido del viento haciendo sacudir los árboles.

Sigo caminando y miró hacia otro lado contemplando marcas de garras en los árboles. Este lugar no ha estado muy tranquilo últimamente. Había escuchado el sonido de batallas entre hombres lobos en estos últimos días...

Después de un rato.

Es una noche muy tranquila en el bosque. Me encuentro caminando por el bosque observando la zona con un semblante serio. La luna brillaba iluminando mi camino con su resplandor blanquecino.

Aquel lobo extraño ha desaparecido de repente sin dejar rastro. Tenía una mirada algo pérdida...

Solo es un animal salvaje, aunque me resulta interesante.

Hay una manada de hombres lobos muy cerca de por aquí, no estoy con ellos prefiero ser un hombre lobo solitario. Miro hacia el cielo mostrando una pequeña sonrisa.

También puede salvar que una chica muy bonita...

De pronto escucho unas pisadas que se escuchan cada vez más cerca. Miro donde proviene contemplando una figura corriendo por el bosque. Pero ¿Qué es eso?

De repente puedo escuchar cómo se está acercando. Un hombre lobo sale de los arbustos y se lanza hacia mí en un arrebato de ira. Al verlo muestro un semblante sorprendido y me echo un poco para atrás. Sus enormes garras consiguen romper un poco mi camisa. Provocándome una pequeña hedida. Suelto un pequeño gruñido de dolor. El hombre lobo me mira fijamente con sus ojos rojos carmesí.

—No se vale— le digo mostrando una pequeña sonrisa echándome un poco para atrás.

Aquella criatura se lanza hacia mí abriendo la boca mostrando sus enormes colmillos tan filosos como espadas.

Me muevo hacia otro lado esquivando el ataque. El hombre lobo sigue corriendo y se detiene de golpe rápidamente se da la vuelta observando fijamente.

El hombre lobo se lanza hacia mí nuevamente dándome un puñetazo en el estómago provocándome un gran dolor haciéndome retroceder un poco más.

Muestro una pequeña sonrisa contemplando mí oponente sin ninguna pizca de miedo. Empiezo a transformarme convirtiendo en un hombre lobo. Un pelaje tan negro como la noche recorre mi cuerpo mis uñas se convierten en garras y mis dientes en grandes colmillos tan filosos como espadas.

La bestia se muestra algo sorprendido al contemplar mi transformación. Me disparo hacia el dándole un puñetazo en el rostro haciendo que se eche para atrás cayendo al suelo de espalda. Se levanta lentamente mientras gruñe algo molesto. Ambos los quedamos mirando fijamente a los ojos.

De pronto se da la vuelta y se va corriendo hacia el bosque desapareciendo entre los árboles. Suelto un gruñido de dolor colocando mi mano en mi pecho. Corriendo hacia la dirección contraria donde se encuentra el.

Continuará...

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