/Primera persona Lilia/

Me encuentra mi casa sentado en la sala descansando un poco miro hacia la ventana mostrando semblante serio. Hay una profunda tranquilidad dentro de mi hogar.

Hoy es un día muy tranquilo. Me coloco de pie y me acerco a la puerta abriéndola lentamente observando hacia las montañas contemplando a lo lejos un inmenso bosque.

He salido a caminar por el bosque explorando un poco la zona muestro una pequeña sonrisa. Se puede escuchar de fondo el sonido de los pajaritos. Una suave brisa golpe al lugar haciendo nove mi cabello que me llega hasta los hombros. Se siente te bien y tan fresco.

De pronto veo algo extraño en un árbol. Hay marca de garras como las de una bestia. Extiendo mi mano acariciando un poco.

Esto es sorprendente...

De repente escucho un gruñido me doy la vuelta rápidamente contemplando un lobo mirándome fijamente con sus ojos rojos llenos de ira y con la boca rebosante de saliva.

Al verlo me muestro algo sorprendida abriendo los ojos como platos, mientras me echo un poco para atrás. Saco mi daga mostrando un semblante serio.

La bestia se acerca lentamente, mientras está gruñendo sin apartar la mirada de mí. Le adjunto con la daga dispuesta a luchar.

De repente un chico se coloca delante de mí dándome la espalda. Lo miró algo sorprendida apretando el manco de la daga.

De pronto el lobo se muestra algo asustado se va corriendo, alejándose rápidamente de ahí. Aquel joven tiene una chaqueta de cuero de color negra.

Estoy sintiendo algo muy extraño en el...

De pronto será la vuelta mirándome fijamente mostrando un semblante serio. Contemplo sus bellos ojos grises que me observan con algo de curiosidad.

Debo admitir que es muy hermoso tiene unos buenos músculos además de una ropa bonita.

Su cabello es de color negro corto que le llega hasta los hombros.

Sostengo la daga apuntándole con ella. El chico muestra una pequeña sonrisa riéndose un poco.

—Ten cuidado chica—dice el con un tono alegre. —Te vas a lastimar—

Bajo la daga despacio sin dejar de mirarlo mostrando semblante serio.

El chico mira hacia otro lado contemplando una ventana llevando su mano su buhardilla. Lo miro de arriba abajo con un semblante tranquilo.

—¿Tú quién eres? –Le pregunto con un tono serio.

—Soy tu salvador, de nada—dice el chico mostrando una pequeña sonrisa.

—Lo siento, gracias por tu ayuda—le digo con un tono tranquilo.

—Y dime ¿Qué hace una chica como tú por aquí? —Pregunta con algo de curiosidad.

—Sólo estaba explorando nada más—le respondo seriamente guardando mi daga.

—Debes tener cuidado chica hay muchas criaturas en este bosque—me recomienda seriamente mirando hacia otro lado.

—Yo sé cuidarme sola—le respondo con un tono serio.

El chico muestro una pequeña sonrisa soltando una pequeña carcajada introduciendo sus manos en bolsillos.

—Eres una chica valiente—dice con un tono tranquilo. —Mi nombre es Duncan ¿y el suyo? —

—Lilia así es como me llamo—le digo tranquilamente mostrando una pequeña sonrisa.

—Es un placer conocerte—me dice Duncan alegremente.

—Pienso lo mismo, muchas gracias por tu ayuda— comento con un tono tranquilo. — Solo ten mucho cuidado—

Duncan se acerca a mí mirándome fijamente a los ojos mostrando un simple alegre. Me mantengo tranquila sin decir ni una sola palabra.

De pronto mira hacia otro lado muestra algo enojado frunciendo el ceño de enojo. Me echo un poco para atrás mostrando un semblante serio.

Me mantengo tranquila sin decir ni una sola palabra. De repente Duncan muestra una pequeña sonrisa. Acto seguido se da la vuelta y se va caminando despacio desapareciendo entre el espeso bosque.

Este chico es un poco extraño, pero no le tengo miedo.

Después de un rato. Me encuentra mi casa sentado en el balcón contemplando el hermoso cielo lleno de estrellas. Ha sido un día increíble, pero ¿Quién será ese chico? No lo había visto en todo el tiempo que llevo caminando por la zona. Igual hay que tener cuidado...

Continuará...

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