Capítulo Dos
━━━━━━━━☆★☆━━━━━━━━
Darkness
━━━━━━━━☆★☆━━━━━━━━
Todo seguía igual, absurdamente igual, desde la peligrosa grieta que se asentó en mi balcón favorito hasta el árbol de Lapacho con flores rosadas que teñía todo el pasto de rosa.
Me mantuve alejada, escasa de contacto, mínimo, nada con exactitud. Jamás revelé el motivo, ni lo haré, la Oscuridad no da explicaciones aunque me haga ver como una vil soberbia.
Desde la torre más alta y tenebrosa, mi cúspide y lugar de crianza, contemplo a mis discípulos y devotos adorarme y pedirme perdón por no ser dignos de mí, claman un castigo para su paz y mi piedad.
Porque siempre ha sido así, soy la mala, la sombría y la suprema, aquella que no perdona y se dedica a regocijarse con el sufrimiento de los predecibles humanos y de los suyos, la amiga de los Villanos y el karma de los Dioses.
Puedo sentirlo todo, hasta la más lejana tormenta o el más leve rayo de sol que son producto de los ilustres juegos de mis hermanas, las únicas a las que protejo con fervor...
-Storm-. pronuncié con paciencia, ella sabía perfectamente cómo perturbar mi paz. Puedo sentir su presencia a leguas, así también como el de cualquier otro ser a kilómetros de distancia.
-Dark...-. no terminó de pronunciar mi nombre cuando otro remolino brillante se aproximaba y colisionaron ambas frente a mi puerta adentrándose sin pedir permiso.
-Lo siento, le dije que te dejara en paz, pero ya sabes cómo es...-. dijo con rapidez mi segunda hermana.
Me giré con las manos detrás, en mi espalda baja, y el rostro endurecido, avanzando desinteresadamente dos pasos hacia ellas y el repique de mis botas de tacón de más centímetros de lo que te puedas imaginar poniéndolas nerviosas a la espera de mi regaño, hasta que por fin saqué a relucir una sonrisa verdadera.
-¿Van a entrar a mi habitación sin siquiera darme un abrazo de bienvenida?, ¿huh?-. saltaron sobre mí con efusividad llenando mi rostro de besos y rodeando mi cuerpo con abrazos.
Quise abrazarlas y tratarlas de igual manera ni bien las ví, pero no...yo no puedo demostrar este tipo de emociones y comportamientos delante de los demás, todos tienen que conocerme y ver lo que yo quiero que vean según como lo han hecho hasta ahora, así debe permanecer mi reputación.
-Te extrañamos, no tienes idea de cuánto...-. me dijo con exagerada pena Brightness.
-Quería visitarte pero nunca estabas donde creía que estabas, te esfumas como la neblina-. mi hermanita menor era más impulsiva, su ceja arrugada me causaba ternura y no el miedo que quería propinar.
Suspiré y me alejé tomando asiento, las invité a hacer lo mismo señalando mi sillón y justo cuando les empezaría a contar mis aventuras.
-¿Estamos invitados a la reunión?-. anunció su llegada mi madre y detrás le acompañaba mi padre que permaneció serio y en silencio desde que me vió.
Hice un gesto con la mano.
-Por supuesto-. aclaré cortante.
-Darkness, no seas así...-. me reprendió Brightness a lo que no resistí por obviedad y mi insoportable carácter recayó en ella.
No pudo sostenerme la mirada y agachó la cabeza pidiendo disculpas.
Puedo ser muy condescendiente con ambas, pero una cosa muy diferente es que quieran faltarme el respeto o juzgar mis acciones hasta el punto de desafiarme, soy la mayor y me deben respeto, mi palabra es ley.
-Diré esto por única vez-. anuncié mientras tomaba la taza de té sobre la mesa.-Desaparecí por tiempo indefinido y no di noticias sobre mí en mucho tiempo, lo sé y es lógico tomando en cuenta que tuve que hacerme cargo de los desastres que causó tu querido intento de ángel de la muerte-. los ojos de mi padre demostraron sorpresa por un milisegundo y las miradas de mi madre y hermana se tornaron en confusión.-Recuerdo aquel día en que era una niñata pero con ganas de servir al Reino a toda costa, porque es a lo que he venido, ¿no es así padre?...
-¿Darkness de qué estás hablando?-. mi madre se exasperó y su mirada pasaba de mí a mi padre por igual.
-Que mi padre nombró a uno de sus estúpidos súbditos como Señor de la muerte y de las tinieblas y a mí me dejó como la princesita tonta que debe esperar una eternidad por ocupar el lugar, ¡MI lugar que me pertenece por derecho de nacimiento!-. largué con demasiada rabia acumulada.-Pero obviamente no dejé las cosas así.
-Darkness, ¿qué has hecho?-. advirtió mi padre con mirada amenazante.
-Esto...-. dije con una espeluznante sonrisa igual a la de él.
Chasquee los dedos y el alma de su discípulo apareció ante nosotros.
-¡Por favor, Amo, sálvame, sálvame!-. se esfumó y su alma volvió al único lugar donde merecía estar, el infierno, el lugar donde habitaba él...no, no es momento de recordarlo.
-¡Darkness, has sobrepasado los límites!-. la ira de mi padre de acrecentó y como una ráfaga de viento lo tuve delante de mí.
-Anda, castigame padre, pero el castigo mayor recaerá en tí cuando sepas que tu elección fue la peor de todas-. dije tranquila y una bofetada se asentó en mi rostro.
Yo no esperé ni un segundo más para poner mi mano sobre su frente y le mostré la realidad mediante una visión.
━━━━━━━━☆★☆━━━━━━━━
Me encontraba vagando entre los humanos en mi forma humana, solía hacerlo cada vez que me aburría de observarlos desde mi santuario.
Un día presencié en vivo uno de los actos que más los conmociona a ellos, ver personas muertas o ver cómo se mueren.
Algo que para mí no es nada, para ellos lo significa todo, pierden a un ser querido. Lo que me parece patético considerando que después de lo que he visto, nadie merece vivir a excepción de algunos niños y los animales.
Ese día habían niños jugando en un parque y en frente se encontraba uno de los edificios más grandes de la ciudad, de repente una explosión, que se sintió hasta veinte cuadras, arrasó con todo, incluyendo la vida de esos niños, animales y adultos.
Me transformé en lo que era, la oscuridad, y me acerqué como una turbina encontrándome con él, uno de los seres más perversos que se encontraba en la nómina de mi padre, Ruthel, una sombra que alegaba ser leal y adorar a mi padre, su Amo y creador.
Él, era todo lo contrario a eso, quería su propio ejército y sus propios discípulos, se había desviado del camino por su ambición y sed de poder, y es así una vez que lo pruebas, quiere más y más. Mi padre confió en él, al nombrarlo señor de la muerte para que lo ayudara a recolectar las almas humanas y se las enviara a sus respectivos lugares, pero él los llevaba a su abismo sin importar que sus almas fueran buenas o malas.
Esperé a que terminara y lo seguí, no me costó entrar a su mundo de mierda y destronarlo, porque yo soy la hija del Rey Oscuro y todo lo que tenga que ver con él y mi familia es asunto mío.
No quería tenerlo en mi santuario, aunque tenía mi propio lugar de castigo eterno, decidí enviarlo a otro lugar para que otros pudieran regocijarse haciéndolo sufrir por toda la eternidad.
En el infierno lo tratarian como se merece.
Ese mismo día quise hablar con Lucifer personalmente para que me devolviera el favor que le presté, pero para mi mala suerte o no tuve que encontrarme con él, con mi Soren.
━━━━━━━━☆★☆━━━━━━━━
Saqué mi mano cuanto antes para que mi padre no viera lo que sucedió después, pero aún así fue suficiente, vió lo que debía ver.
-Ahora yo soy la Ama y Señora de la muerte y nadie, ni siquiera tú puedes contradecirme porque pronto también seré la Reina de todo esto...
La mirada de Oscuro se ablandó y debido a nuestra conexión espiritual supe que estaba arrepentido y dolido por lo que hizo pero ya era tarde.
-Darkness...-. se acercó mi madre intentando calmar mi fuerza interna.
-No, madre, esto es lo que soy y nunca cambiará, sigan viéndome como el monstruo despiadado que creen que soy-. Brightness y Storm querían llorar, miré a mi padre con resentimiento y toqué mi mejilla.-Dicen extrañarme cuando nunca hacen el intento por comprenderme, hipócritas.
Y la verdad yo también lo era al creer que mi familia mitad aura celestial y mitad miedo y desastres, podría comprender mi propio infierno personal del que mi rango era causante.
-Por cierto, olviden esa patética idea de casar a mis hermanas con esos patéticos seres de bajo rango, ellas jamás los amarán y condenarán a sus propias hijas al suplicio eterno. Lo he visto y no lo permitiré-. Desaparecí de la habitación volviendome una nebulosa oscura y me dirigí al único lugar en el Reino donde encontraba paz.
El centro del Lhiris.
No sabía si alguien a parte de mí conocía este lugar pero en todos mis años de existencia jamás oí o ví a alguien venir aquí, era especial, había un lago con las aguas más cristalinas con las que nadie podría deleitarse jamás, era una de las cosas más bellas que poseía este nítido reino.
Poco a poco empecé a quitarme la ropa empezando por mis botas y chaqueta cuando unos gritos a lo lejos me alertaron.
-¡Juana, ven aquí!-. oí desde atrás de unos árboles y lo primero que hice fue ocultar el lago y camuflarme, mi especialidad.
-¡Ray, atrapame!-. el fastidio me arropó, esta es la peor de las bienvenidas, ni siquiera puedo nadar en paz.
Quise ver quiénes eran los susodichos con las hormonas disparatadas. Luego recordé que ya había tenido esta visión y de nuevo volví a enojarme.
-Baby, tengo miedo de que nos descubran, ella podría...
-Shh, calla, ella no hará nada la tengo bien controlada, unas simples palabras de amor y devuelta en mis manos-. qué puto asco, la infidelidad llegó hasta aquí.
-Dime que soy más hermosa que ella, ¡quiero oírlo!-. es repugnante escuchar a una mujer hablando mal de otra.
-Tú eres más hermosa, eres mejor en todo y principalmente en la cama, la tonta niña cursi de Brightness nunca podrá ser como tú...
Me bastó tan sólo escuchar el nombre de mi hermosa hermana en su asquerosa boca para que todo se volviera oscuro.
-Q-¿qué sucede Ray?...
-No lo sé querida-. dijo con pánico que intentó disimular pero fracasó.
Los tomé a los dos envolviendolos en mi oscuridad y los llevé al centro, en la platea, justo donde yacian todos los seres que aún se encontraban felices y adorando en el gran altar.
Mi furia se hizo sentir cuando lancé sus cuerpos en el centro de la pasarela a la vista de todos que se impresionaron en sintonía soltando un jadeo.
Alcé la vista y mi familia ya había venido.
-¡Ray!-. gritó mi hermana con la desesperación implantada en su rostro y muy a mi pesar no dejé que se acercase, la alejé y encerré en una jaula con mi magia.-¡Darkness, sácame de aquí ahora!-. gritó enojada.
-¿En verdad este ridículo es tu novio?-. le pregunté con paciencia.
-¡Es mi futuro esposo, iba a presentartelo!-. la mueca de decepción que se me formó en el rostro era insuperable, qué horror, después de lo que les había dicho hace unos minutos atrás...
Miré al desgraciado en el suelo y a la furcia que permanecía a su lado fingiendo demencia.
-Ray, ¿podrías por favor volver a repetir lo que te oí decir hace unos momentos?-. negó y para colmo se ofendió.
-A la única que debo darle explicaciones es a mi querida Brightness...por favor, ayúdame, ¡esta loca me acusa de estar engañandote!-. aplaudí por su valentía al referirse a mí de esa manera mostrando la peor de mis caras.
-Aquí y allá, en el mundo de los humanos y en este, siempre los hombres son unos idiotas-. dije poniéndome de cuclillas.-Yo no he mencionado ninguna palabra sobre engaños, acabas de pisarte la cola tú mismo-. dije con fingida pena y liberé a mi hermana que estaba roja como un tomate.
Me alejé con tranquilidad y Brightness echa una fiera colocó su mano en la frente del tipo y lo vió todo.
Para ser un ser de luz en este mismo instante parecía un ser demoníaco.
-No, no, querida, hermosa, mi reina, todo es producto de tu imaginación, ¡sabes que te amo!...
-¡Ash!, qué patético...-. decía Storm con una mueca de asco igual que la mía.
-Por supuesto querido, sé que me amas y por eso te mandaré a tí y a esta al suplicio eterno...-. la sonrisa macabra de Brightness me hizo sentir orgullosa.-Padre, con tu permiso.
-Déjame hija, lo haré yo por ti-. dijo mi padre con la ira calando por sus poros.
-Tranquilo padre, es mi asunto y yo lo resuelvo-. Oscuro asintió y con un leve movimiento de manos mi hermana los mandó a los dos a su infierno personal.
Quise acercarme a ella pero huyó a su habitación.
-¿Quién era ese imbécil?-. le pregunté a mi otra hermana.
-Era el hijo mayor de uno de los principales súbditos de mamá, se conocen desde niños y Brightness siempre estuvo enamorada de él-. suspiró pesadamente.-Yo se lo dije, siempre supe que era un idiota.
-¿Y ella?-. la maldita que se atrevió a compararse con mi hermana.
-La hija de una de las súbditas con más baja categoría de mamá-. dijo con fastidio.
-¿Entiendes porqué siempre me molesto con ellos?, su benevolencia nos afecta a todos e incluso hace que los discípulos tengan la imprudencia de creerse iguales a nosotras-. mi molestia era evidente y esperaba que todos clamaran para que esto no desatara el desastre que podría desatar si me sacaban de quicio.-Tienes que saber que tú, Brightness y yo somos diosas magníficas e imponentes y nadie más que nuestros padres pueden compararse con nosotras-. los ojos grises de Storm brillaban con admiración y me abrazó con fuerza.
-No le digas a Brightness pero te quiero igual o más que a ella-. mi risa salió involuntaria.-Nos haces falta, quiero que te quedes y me enseñes a ser como tú Darkness...
-Veo que mi presencia es más que necesaria aquí-. pensaba irme pero viendo las cosas, todo está en desorden, hay mucha porquería suelta y mis hermanas me necesitan.-Me quedaré, no te preocupes-. el rostro de Storm se iluminó y se puso eufórica dando saltitos de felicidad.
-¡¿De verdad?!-. asentí y me abrazó con más fuerza que antes.-Gracias, gracias, gracias...
-Creo que fueron demasiados abrazos por hoy, sabes que el contacto físico no es lo mío...-dije ya cansada de tanta cursilería.
-Perdón pero es que la emoción me puede, nunca hemos pasado tanto tiempo de calidad juntas-. me sentí miserable por dejar a mis hermanitas solas pero tenía responsabilidades.
-Lo sé pero ahora cambiará, ¿sí?, ahora ve a consolar a Brightness que quizás si voy yo me reventará la jeta con un destello de luz.
-Te equivocas, te daré esto...-. mi otra hermana apareció de la nada y me abrazó con ímpetu.-Lo oí todo y te agradezco por quedarte, siempre nos has hecho falta.
-¿Estás bien?-. pregunté de antemano.
-Lo estoy, jamás estuve mal sólo quería hacer un poco de drama-. negué soltando una pequeña sonrisa.
Me hacía sentir bien el hecho de que con las únicas que podía ser yo misma y reírme y sonreír sin miedo era con mis hermanas.
-Bien, lo único que les diré ahora es que deberán obedecerme en todo y por supuesto seguirme a donde sea que yo vaya-. dije formando una sonrisa macabra sólo para asustarlas.
-Das miedo Darkness, quita esa cara-. se quejó Brightness.
-Estoy de acuerdo-. le siguió la otra poniendo una cara de incomodidad.
-Es entrenamiento, recuerden, así nunca podrán llegar a mi nivel y lograr hacer esto.
-¡¿Qué?!-. dijeron las dos al unisono.
Alcé mi mano con un movimiento elegante y pronto nos adentramos a un lugar ancestral donde podíamos oír las voces de todos, tanto de seres mortales como inmortales en la tierra y en otros universos.
A mí no me afectaba en absoluto porque tenía el control total de mis poderes, pero esto era magia avanzada y desconocida para ambas, no podían resistir a tanto por lo que en el instante se descompensaron.
Y de vuelta en el Reino volvieron a la normalidad y sus rostros llenos de sorpresa e intriga me dieron gracia.
-¡Por la oscuridad!, o sea yo, están demasiado atrasadas, ¿qué es lo que les enseñan papá y mamá?-. dije con frustración.
-Ser buenas y benevolentes con el Reino...-. frené a Brightness en su orgullosa enumeración de lo que ella cree es genial, porque me daría arcadas.
-Eso suena a ser patéticas-. aclaré.
-Es lo que yo dije...-. dijo Storm de nuevo y me di cuenta que jamás nadie le hace caso cuando tiene razón.
-Bien, mañana tendrán su primera lección así que prepárense porque no les tendré compasión por más que sean mis hermanas, el entrenamiento que yo tuve no se basó en chocolate y juegos, requirió de toda mi fuerza y valentía.
-¿Y a tí quién te enseñó a usar toda tu magia, Darkness?-. preguntó curiosa Brightness y Storm me miró atenta.
Dudé si responder pero debía hacerlo, algún día lo sabrían.
-Que quede claro que a partir de ahora ninguna tendrá secretos con la otra y siempre nos diremos la verdad por más duro o difícil que sea confesar.-asintieron seriamente.-Quien me enseñó a expandir mis poderes fue Caos.
El silencio se volvió un martirio por lo inquietante.
-Antes de que den sus opiniones, sepan que no me importa, sé lo que ha hecho y conozco sus intenciones pero tengo que reconocer y agradecer que si no me hubiera mostrado la magnificencia de ser quienes somos, jamás sería así de poderosa como lo soy ahora y es por eso que quiero volverlas así.-me acerqué a ellas y coloqué mis manos en el hombro de cada una-. Quiero que sean poderosas, únicas e invencibles, que el bochorno que acaba de pasar hace un momento nunca más vuelva a ocurrir, ustedes son hijas de Oscuro y Luz, dos de los creadores de todo lo que conocemos y nietas del Caos y por supuesto mis hermanas.
-Estoy contigo hermana, quiero hacer lo necesario para el bien de nosotras, de nuestro reino-. expresó Brightness con seguridad.
-Tienes razón, quiero ser poderosa y que me respeten como tal-. dijo mi pequeña hermana Storm que pronto se volvería grande.
-Bien, mañana a primera hora las espero en el Oasis-. se retiraron con entusiasmo dejándome tranquila.
Cuando por fin tuve tiempo de relajarme aunque eso se haya visto interrumpido al principio y como de costumbre el recuerdo de él volvió a latir en mi mente.
La visión que le mostré a mi padre no fue nada emocionante hasta el momento en que lo conocí a él.
El príncipe del Inframundo, Soren, o como los demonios le llamaban El Amo del Infierno.
Su ardiente y posesiva mirada causó estragos en mí aunque con todas mis fuerzas intenté no sentir nada, pero lo hice. Y mi perdición empezaba en el momento en que hicimos contacto, y odié al destino, porque era imposible, no podía sentir nada y con él sentí más de lo que debía.
Lo más aberrante, era que él sentía lo mismo pero a su manera, con su desequilibrio infernal y desbordante de pasión.
Aún así, por mi bien y por el bien de todo lo que existe, no volví a verlo nunca más porque esa atracción que sentimos por el otro es única y maldita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top