- A esto es lo que me refería Taehyung, el hombre de seguridad no dejaba de verte las piernas!
-Papi basta, no tengo la culpa de ser bonito- le sonrió de la forma más inocente que pudo. Jin bufó.
Jungkook se hizo presente en el despacho de Jin con su secretario siguiéndolo.
-Buenos días Hyung- hizo una reverencia
-Buenos días Kokkie.
-MOCHI!-Tae abrazó a Jimin por el cuello pegando sus mejillas- hace tanto no nos vemos.
-TaTa estás más alto?
- Usted se encoge Hyung- Jungkook río ante el comentario de Tae.
-Lamento interrumpir su discusión pero llegaron los dueños de Ddaeng- formó una línea recta con sus labios y se balanceó, hacía eso cada vez que se encontraba nervioso.
-Bien, Taehyung por favor quédate aquí en mi oficina y si tienes hambre o algo, pídele a Jimin lo que sea.
-Hyung es mi secretario, consígase el suyo- bromeó Jungkook.
-Voy a cambiar de Jefe si el mío me sigue exprimiendo- Jimin dejó un rápido beso en los labios de su esposo y salió de la oficina.
Ambos dueños dejaron la oficina del mayor, y a Tae dentro de ella, para dirigirse a la sala de juntas donde los esperaban los jefes de una famosa empresa de lencería que, si tenían suerte, firmarían un contrato para que sus modelos luzcan las sensuales prendas que hacía que Ddaeng sea una distinguida marca.
Al atravesar la puerta se encontraron con tres hombres de traje, quienes se levantaron de las sillas negras de cuero para hacer una reverencia y presentarse.
- Buenos días caballeros, mi nombre es Kim Namjoon y ellos son mis compañeros, Jung Hoseok y Min Yoongi.