CAPITULO 36: "Te Necesito"
Horas más tarde fueron abruptamente despertados por Adam, quien no borraba su sonrisa al encontrarlos durmiendo juntos, tomados de las manos en el medio de la cama.
-Lamento interrumpir tan romántica siesta, pero Michael y "Úrsula" están hechos una furia, Todd acaba de traer el equipaje de tu abuela hermanito
Sin dejar de mirarse a los ojos y a sus dedos entrelazados Victoria respondió por el
-Déjalos que lloren, cobardes
-Me voy, me avisan los tortolitos si necesitan ayuda
Sin decir más los dejó a solas, ambos seguían sin saber que decir.
-Tengo que hablar con Todd -rompe el cómodo silencio Rothschild
-¿Qué hay de tu "perro guardián"?
-Está haciendo cosas extrañas últimamente y creo que confío más en Todd
-Él es bueno, la niñera
-La niñera -sonríe
-No quiero ser parte de esto, lo decía enserio cuando te dije que no iba a fingir más
-Lo sé
-¿Que vas a hacer?
-Todavía no lo sé -la observa atentamente- ¿Me esperarías aquí para que hablemos en un rato?
-Ok Rothschild, después de todo la habitación sigue bloqueada
-Si -sonríe abiertamente
-Y eso es así porque tú lo ordenaste -afirma con cierta alegría
-No sé de qué hablas -contestó divertido
-No hagas ruido al salir, gracias
Dijo Victoria escondiéndose bajo las mantas para que no viera su sonrisa, ese momento tan íntimo la hacía sentir realmente bien, él se estaba comportando diferente, más abierto, ella pregunta y el responde, no como hace unos meses, él quiere que ella pregunte.
Tras una hora en la cama sintiendo su perfume, decidió levantarse, no podía esperarlo eternamente bajo las sábanas, así que se duchó y se cambió, para bajar a buscar algo de comer.
Cruzaba el pasillo cuando escuchó la desagradable voz de Agatha...
-¿Cómo es posible que no sirvas ni siquiera para levantar unas bolsas? Matt es muy caritativo, ¡vamos mujer! Mueve esas cosas ahora -bramó una altanera Agatha
Al acercarse a ver a quien se refería, le hirvió la sangre saber que le gritaba a Doris, no lo dudó dos veces e intervino
-¿Pero tú eres tonta o el maquillaje te llegó hasta el cerebro? -escupió furiosa
-Victoria -se sobresaltó Doris al escucharla
-¡Tú no te metas! Mocosa insolente, no me insultes, eres solo una intrusa en esta casa
-Es otra la que se cree dueña de todo -la mira con odio- No vuelvas a gritarle a
Doris, ella no es tu sirvienta, ¿Qué no ves que no puede levantar tus mugrosas cosas? Aparte de amargada ciega, vieja fea
-¡Victoria! -exclamó Doris conteniendo la risa
-Kim -llamó Victoria
-¿Si señorita? -preguntó apareciendo desde la cocina
-¿Serías tan amable de llevar las porquerías de esta señora a donde sea que este durmiendo? Al parecer tiene los dedos atrofiados
-¡Cuanta vulgaridad! Espera a que Matt se entere de esto -la amenazó
-¿Enterarme de qué? ¿De cómo insultas a Doris? O ¿Cómo le faltas el respeto a Victoria en MI CASA? -preguntó tranquilamente desde la puerta principal
-Matt... señora Rothschild -abrió unos ojos como plato al notar la presencia de la abuela de Matt
-¿Esta mujer sigue creyéndose de la realeza? -preguntó con desagrado Elizabeth
-Ya conoces a Agatha, abuela
-Desafortunadamente, pero a esa jovencita no la conozco -señaló a Victoria
-A ella no -le dedica una resplandeciente sonrisa a Victoria, quien algo nerviosa se la corresponde
-Lamento que haya tenido que escuchar eso señora -se disculpa Victoria acercándose a la distinguida mujer- Soy Victoria, mucho gusto
-Mucho gusto jovencita -le ofrece su mano a modo de saludo
-Lamento que haya escuchado lo que dije, pero no me gusta que la "gente" trate de pisotear a los demás -se excusa por sus palabras
-Descuide jovencita -se sonríe amablemente- Doris, exijo que vengas a saludarme en este preciso momento -pide Elizabeth
Con una sonrisa en el rostro Doris se acerca a la mujer y para sorpresa de Agatha la saluda de un cómplice abrazo.
-Lo siento -le susurra Victoria a Rothschild
-Hiciste bien, ve con Doris, te veo en un momento -la tranquiliza con su suave y varonil tono de voz
-Pequeña ¿vamos a comer algo? -pregunta Doris
-Por supuesto -le sonríe a Elizabeth y se marchan a la cocina
-Agatha, no quiero escucharte otra vez intentando ningunear a mi gente -le advierte Rothschild
-Matt, no me hables así -replica ofendida
-Haz el favor de dejarnos a solas mujer maleducada -suelta una molesta Elizabeth
Soltando un gritito ahogado de indignación Agatha da media vuelta, seguida por Kim y su docena de bolsas.
-Hijo mío, ¿quién es esa muchachita tan "particular"?
-Es... -intentó responder pero lo corta
-No me vengas con formalidades, a mí no, he visto cómo te brillan los ojitos cuando le hablas
-Victoria es... no lo sé "alguien" abuela
-Bueno, me gusta el carácter de tu "alguien" me recuerda a... alguien -ríe ante su recuerdo
-Abuela, la cena será en el salón de eventos, ¿deseas pasar a la habitación antes de comer?
-Sí y deseo que esa chica, Victoria, está presente en la cena, ahora por favor guía a tu abuela, niño
-No creo que ella quiera estar presente
-No me discutas Matthew Rothschild
-No lo hago, ya pudiste ver tu misma como se lleva con Ur... Agatha -dice intentando no reírse ante lo que estuvo a punto de soltar
-Querido, hay una mujer viviendo en tu casa, no trabaja para ti, ni mucho menos es de la familia, no se hable más del tema
-Bien, voy a hablar con ella, vamos a tu habitación
-Conozco esta casa perfectamente muchachito
-No es cierto, pero está bien, ve sola
Feliz de ver a su abuela la dejó que hiciera lo que quisiera, sabía que solo deseaba curiosear por todos lados, si bien era la casa de su madre, ya solo conservaba el invernadero original, el resto era todo diferente
Siguiendo la petición de su abuela, se dirigió hasta la cocina, ahí Victoria preparaba un sándwich para Doris y ella.
-Victoria, ¿podemos hablar un minuto?
-Bien
Terminó el sándwich de Doris y lo siguió fuera de la cocina en silencio, al ver que se dirigían a la oficina comenzó a ponerse nerviosa, siempre que estaban ahí era por algún problema
-Toma asiento -señaló el cómodo sofá
-Estoy bien así
-¿Estas nerviosa por algún motivo en especial? -sonrío al notarlo
-Lo siento -dijo antes que él pudiera hablar primero
-¿Qué es lo que sientes exactamente? -quiso saber curioso
-Me pediste que te esperara arriba en... Arriba y, terminé peleando con Úrsula y tu abuela lo vio, dile que lo siento -soltó casi sin aliento
-¿Porque crees que te voy a llamar la atención por algo? No eh dicho nada al respecto
-Porque esta es tu oficina de los castigos -soltó como si fuera obvio
-Victoria -ríe suavemente- No pretendía que te encerraras en mi habitación, no tienes nada que sentir, esa mujer no sabe tratar a las personas
-Pero tu abuela...
-Ella está bien -la corta- De hecho, por eso estamos aquí, quiere que estés presente en la cena
-No -dijo de pronto asustada
-Si, si no te presentas irá a buscarte personalmente
-¿Para qué? Sé que lo sabes, ¡dime!
-Solo quiere conocerte, llámalo curiosidad
-No es eso, Rothschild me espanta con esa presencia tan... No sé, elegante, ¿ya viste como estoy vestida?
-Claro que si -dijo con una media sonrisa mientras la repasaba de pies a cabeza lentamente y sin ningún pudor
-¿Qué haces? -preguntó ruborizada
-Te observo, no veo nada malo en ti, estas perfecta, no es necesario que vistas de etiqueta para hablarle -la tranquiliza
-No voy a fingir más
-Lo sé, yo tampoco quiero fingir -reconoció muy serio
-¿Y tu familia?
-Ya estoy harto de ellos, solo vamos a evitar el tema
-Vaya, el señor Rothschild tomando el camino fácil -sonríe ante su modo de simplificar la situación
-Ya no me llames señor, eso me ca...
-¡¿Por qué esa mujer está aquí?! -lo corta Michael dando un fuerte portazo
-Victoria, ve con Doris o donde prefieras -le pide suavemente
-Bueno -dijo ya de camino a la puerta
-¿Que hace aquí? -volvió a exigir Michael
-Está visitando a su nieto
-No te hagas el listo conmigo Matt, exijo una explicación
-Y yo te exijo que pienses muy bien antes de hablar, no soy uno de tus empleados, estas en mi casa, no te confundas -le advierte molesto
-Soy tu padre -espetó
-Lo tengo claro, mi abuela es bienvenida cuando ella desee en esta casa, estés tu presente o no, ahora ve a prepararte para la cena y no vuelvas a entrar aquí sin tocar
-No tienes ningún derecho a tratarme así -replicó ofendido
-Me cansé de ti, "papá" ¿hasta cuándo sigues con tu plan de agradarme para que te de dinero? Podrías ahorrarme la visita
-Vengo porque soy tu padre
-No, vienes porque te doy dinero, nunca fuiste un "padre", para eso estaban los empleados
-Matt, esa niñita te esta lavando el cerebro, tú no eres así
-Tu no me conoces papá, fuera de mi vista, por favor
-¡Matt!
-AHORA
Sobresaltado ante la fría voz que su hijo estaba usando con el retrocedió sus pasos y lo dejó a solas en la oficina.
Hecha un manojo de nervios Victoria regresó a la habitación, se cambió de ropa un par de veces, hasta regresar a lo primero que llevaba, entonces se cambió la camiseta, otra vez, cuando escuchó la puerta, salió de inmediato del vestidor para encontrarse con Rothschild muy enojado. Al verlo en ese estado se sintió algo fuera de lugar
-Ya me voy, solo voy a buscar mis zapatillas y te dejo a solas
-¿Qué? No, ven aquí -señaló el sitio justo frente a el y esperó a que se acercara
-me siento una intrusa en tu habitación, quieres estar solo, lo se -termina de decir justo cuando llega a el
-No sabes nada -dice tomando su rostro entre ambas manos para mirarla a los ojos y tranquilizarla
-... lo siento -susurra
No pudiendo contener las ganas y la necesidad de ella, la rodea en un fuerte abrazo, con la respiración agitada y algo tenso, se fue calmando poco a poco con la suave caricia de una de las manos de Victoria que se movía de arriba abajo en su espalda.
-No lo soporto Victoria, ya no puedo ni siquiera hablar con él sin sentir rencor, odio...
-Estas en todo tu derecho a sentirlo, yo no soy nadie para decirte lo que tienes que hacer, pero esa relación que tienes con él no es sana, pero constante, creo que estas llegando a tu limite...
-Te necesito...
Dijo de pronto y se hizo el silencio y ahora fue la respiración de ella la que se agitó, congelada en sus brazos no supo cómo interpretar esa frase...
-Tú eres una persona muy fuerte, soportar a tu madre durante tanto tiempo, mientras yo me quejo por unos cuantos días una vez al año... -se explicó
-Mi madre solo es una bruja interesada Matt, ese hombre no se merece ni que le dirijas la mirada
-Me fascina escucharte decir mi nombre -le susurra al oído
-Se me escapó -contesta avergonzada
-No, no, hazlo, vuelve a decirlo, por favor -le rogó bastante afectado por todo
-Matt... Si necesitas mi ayuda, aquí estoy, no lo dudes, sé que solo me enojo contigo, pero es que tu sacas esa parte de mi tan fácilmente, es como... todo lo que tengo en la cabeza sin filtro, nunca antes había sido tan contestona o, no sé, a la defensiva, lo siento si te hice sentir mal alguna vez, no fue mi intención
-Vic... tienes que dejar de pedirme disculpas, no las necesito, te entiendo, es lo que tenía que pasar tras morderte la lengua tantos años con el trato de tu madre, ya no lo tienes que hacer, esa es una de tus características que más me atraen, sabes decir las cosas, sin ser ofensiva pero si muy dura
-Sacas lo peor de mi -susurra avergonzada
-Lo mejor de ti, quiero creer que saco lo mejor de ti
-Gracias
Un peso se quitó de los hombros de Rothschild en ese momento y un gran alivio lo invadió.
-¿Estas lista para la cena? -preguntó mirándola a los ojos
-¿Qué tengo que esperar? -preguntó con una media sonrisa
-¿Muchas preguntas, creo? No sé qué planea mi abuela, pero tranquila, ella no es mala, tal vez muy directa, pero nada más
-Vaya, si que es importante para ti
-¿Por qué lo dices? -quiso saber
-Por qué hablas con orgullo de ella, eso es lindo
-¿Me estás diciendo lindo? -sonríe juguetón
-Yo... -se sonroja- creo que si
-Bueno entonces tú eres hermosa...
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