CAPITULO 26: "Perdiendo el control"
<<Victoria: ¿Que mierda va a pasar ahora? El estúpido de Jax tenía que ponerse a pelear con Chris, quien es mucho más grande y lindo que él, pero mierda eso no importa, lo que importa es que ya no soporto a Jax y no lo entiende, incluso le pedí ayuda a Matt para alejarlo y para que lo hiciera entrar en razón con su "idioma de machos" pero no me suelta, me perdona todas las pesadeces que se me ocurre lanzarle.
Y ahora sabe de Chris, esto es una mierda, y no es que él sea "algo" pero no soporto su malgenio, cuando éramos simplemente amigos me parecía "divertido" pero ahora es de todo menos eso.
Y esta Todd, que todo le cuenta a su "Señor Rothschild" ¡maldito controlador! aunque últimamente esta muy extraño y raramente comprensivo, tal vez sea la culpa por el lindo almuerzo "familiar" que se mandó al invitar a mis "papis". Lo único bueno de todo eso es que vi a mis hermanos y Noel finalmente vio la verdadera cara de su madre.
Para cuando llego a la casa esta todo iluminado, cosa rara ya que son casi las 3 de la madrugada. Para evitar posibles problemas me voy por la puerta trasera y ahí esta un montón de gente trabajando en el gimnasio, dios, lo que es tener dinero y poder disponer del tiempo de las personas a tu antojo, en fin, paso de ellos y sigo hasta la puerta de la cocina, agua, necesito mucha agua. Me tomo dos vasos seguidos en la oscura y reconfortante cocina antes de resignarme a ver a Rothschild, esta molesto, hasta aquí se escucha como le habla a Todd, no pudiendo resistirlo me asomo por el marco de la puerta hasta la sala para oír mejor
-Necesito que lo hagas de inmediato -le ordenó algo ¿afligido tal vez? No lo se esto se esta poniendo raro.
-Señor, lo comprendo, pero no puedo llevarla a cualquier lugar y mantenerla encerrada las 24 horas del día
-Solo haz que desaparezca de mi vista, no la quiero ver -¿que? ¿Tan enojado esta conmigo? Mierda.
-Esta bien señor ¿que quiere que haga? ¿Donde la llevo?
-¿Donde esta ahora? ¿De donde viene?
-De un... -comenzó a decir Todd, pero Rothschild lo interrumpió
-¿Eso que tienes en el mentón es un golpe?
-Si, es que... -nuevamente lo interrumpió. ¿Este no tenía modales?
-Quiero el maldito informe a penas la saques de aquí ¿me escuchaste bien?
-Si señor, espero sus instrucciones
A no, no quiero que planeen sobre mi como si fuera un mueble, respira Victoria, uf, aquí voy. Y así armándome de valor entré en la sala y ambos se me quedaron viendo
-Hola -creo que estoy en problemas
-Victoria, tenemos que hablar, vamos a mi oficina ahora, por favor -¿Qué le pasa? No lo entiendo, hace un segundo estaba furioso y ahora esta tranquilo y ¿acaso suena amable? Qué bipolar. Como sea quiero saber que está ocurriendo, así que simplemente asentí y camine delante de el en dirección a su oficina en casa.>>
Rothschild caminó tras ella en silencio mientras planeaba todo dentro de esa cabeza tan cuadrada y calculadora suya. Una vez en la oficina no supo que decir, ella lo miraba atenta ante lo que tuviera que comunicarle, estaba preocupada, el siempre dejó bien en claro que jamás podría pasar una noche fuera de la propiedad y ahora quería que se fuera.
-¿Que hice mal? -preguntó Victoria algo apenada
-No, no tiene nada que ver contigo, pero necesito que te quedes unos días en un hotel –contestó nervioso
-Eso me haría romper sus reglas señor –dijo confusa
-Solo unos días, te estoy autorizado –buscó su mirada
-Prefiero quedarme en casa de algún amigo entonces
-¿Amigo? De ninguna manera –frunció el ceño al oír la palabra "amigo"
-Entonces quiero saber ¿por qué? O no pienso moverme de aquí –se cruzó de brazos
-No tengo tiempo ahora, solo ve a hacer una maleta rápida y mañana iré a hablar contigo, ¿puedes ayudarme con esto?
-Yo... -al verlo tan afligido no pudo negarse y asintió
-Gracias
Le dedicó una media sonrisa que nunca había visto, era tierna y la acompañaba una mirada cariñosa que la hizo ruborizarse por alguna razón, nerviosa se humedeció los labios y salió de la oficina en dirección a las escaleras, pero entonces ahí en medio del recibidor estaba ese hombre del almuerzo en el club de golf. Al reconocerlo se paró en seco y se quedó extrañada.
El desconocido, alto y apuesto dio media vuelta y se encontró con ella al pie de la escalera, de inmediato una resplandeciente sonrisa apareció en el rostro del extraño.
-Victoria, ¡vaya! Que cambio de atuendo más favorecedor –dijo escaneándola de pies a cabeza con todo el descaro del mundo
-¿Q..quien eres tú? –tartamudeó claramente intimidada por este misterioso hombre
-Espero que no me hayas olvidado tan pronto, nos vimos esta tarde, en el club de golf
-Se donde te vi, ¿Quién eres? Eso fue lo que pregunté –espetó un poco enojada
-¡Que carácter! Me encanta –soltó una sonora carcajada
-No tengo tiempo para esto, ¿ya acabaste de burlarte? –hizo ademán de subir las escaleras
-Ah - ha ¿A dónde vas? –señalo las escaleras que estaba a punto de subir
-¿A mi habitación?
-¿Aquí? ¿en esta casa? –la observó sorprendido
La reacción de este extraño la puso alerta, estaba hablando demasiado, no podía saber nada del acuerdo, por suerte el señor Rothschild llegó antes que pudiera decir algo más
-¿Ya esta lista esa maleta? –le preguntó con una voz amable
-Hay un extraño en la sala –lo apuntó con un dedo
Entonces la sonrisa se borró del rostro de Rothschild al reconocer al intruso, el cual recuperó la compostura y se dirigió a el
-¿Qué hace esta linda chica con una habitación en tu casa Matt?
-¿Quién mierda te dejó entrar en MI CASA? –espetó furioso, tanto que ni cuenta se dio del improperio que había dicho
-¿Quién es ella? ¿Puedo invitarla a salir? Sabes que me van las chicas malas –soltó con cierto doble sentido que a Rothschild no le gustó para nada
-No vuelvas a faltarle el respeto frente a mi, o ya sabes como acabaran las cosas Adam –lo amenazó
-Tranquilo, veo que la quieres para ti, vamos, dime, dilo, ya me hago una idea
-¿Qué haces aquí? –volvió a preguntar Rothschild
-Lo sabes, mañana por la mañana llegan ellos
-Vienes a fastidiarme, largo de mi casa imbécil
-Hay hermanito, hemos venido de tan lejos solo para pasar una semana contigo, ¿Dónde quedó la hospitalidad? -sonrió burlón al ver como su hermano se incomodaba
-Adam basta –estaba furioso
-Todos los años en la misma fecha y lo has olvidado -dirigió su mirada nuevamente a Victoria- Aunque ya veo el por qué -sonrió con picardía
-Victoria por favor ve arriba –le pidió suavemente
-No, no Victoria, ven, vamos a beber una copa
Confundida por estos hombres de ojos tan iguales pero a la vez tan diferentes, se vio en medio sin saber que hacer
-¿Quién es ella Andy? –se burló
-Eso no es de tu incumbencia
-Lo es, si se queda aquí, quiero saber quien es, para no tentarme a buscar su cuarto cuando me venga con nuestros padres ¿Qué les vas a decir a ellos?
-Solo esta de paso y ya -mintió
-No me mientas hermanito
-Suficiente, te vas ahora ¡fuera!
Prácticamente lo empujó fuera de la casa, en la entrada Todd estaba de pie, con una simple mirada de parte de Rothschild supo que tenía que hacer, rápidamente le pidió a Adam que entrara al auto y solo cuando este se puso en marcha regresó a la sala con Victoria
-Lo siento –dijo ella apenas pudo verlo regresar a la escalera
-Ya, ve a descansar –dijo sin mirarla, intentando pensar en que haría cuando sus padres llegaran
-¿No quiere que me vaya señor? -preguntó sintiéndose algo culpable por no haber subido las escalera en primer lugar
-No, Victoria, hablamos al desayuno...
Dijo esto ultimo sin esperar su confirmación y se fue a su oficina nuevamente.
Mañana siguiente
Era sábado por la mañana, a penas las 7am y el señor Rothschild ya se encontraba dando vueltas por su oficina, prácticamente no pego un ojo en toda la noche pensando en que hacer, y ahora ahí estaba Miller informándole que esta noche debería asistir a la inauguración de un nuevo club en el que invirtió hace tanto que ya no lo recordaba.
-Señor, podemos cortar el contrato, terminarlo, y así todo sería mucho más simple -sugirió Miller
-NO, de eso nada
-No entiendo porque lo hizo por un año, antes con seis meses era suficiente ¿que pasa con sus padres?
-Miller cierra la boca, dile a Miles que necesito acompañante y lárgate de aquí, necesito estar solo
-Si señor
<<Sr. Rothschild: No puedo creer que haya olvidado por completo la visita anual de mi molesta familia, además Adam se atreve a venir antes solo para atormentarme, solo porque la vio a ella, desde que termine mi única relación con Katie que siempre esta intentando averiguar si veo a alguien, es tan molesto, y esta esa costumbre suya de llamarme "hermanito" , sabe que lo odio, mierda, no quiero que Victoria se vaya por una semana, espero que todo salga bien, los planes de ultimo minuto no son lo mío, esto es un desastre, ¿como lo pude olvidar? ¿Cómo?.
Son las 9 de la mañana y ya no aguanto más, quiero verla, ¿estará despierta ya?, sino le diré a Doris que vaya por ella, tenemos que hablar del puto entrenador ese que quiere seducirla, no lo pienso permitir.
Una ducha fue lo que necesité para calmarme antes de ir en busca de Doris a la cocina, ella si recordaba que este domingo llegan mis padres y ya esta preparando la despensa para los exquisitos paladares de mi familia.
-Buen día señor -¿Por qué yo no puedo estar siempre alegre como ella?
-Buenos días Doris, quiero el desayuno ahora y a Victoria a la mesa
-Por supuesto señor, esta todo listo ¿huevos y tostadas?
-Suena perfecto
Como no, voy hasta la mesa y esta lista para mi y el puesto de Victoria alejado como siempre, llamo a Nikolay y le pido que retire todas las sillas excepto la mía y la de ella, al comienzo me mira y dice sin palabras que me volví loco, pero en silencio las monta una sobre la otra y se las lleva poco a poco. Le pido a Doris que mueva el lugar de Victoria junto al mío y con una sonrisa oculta lo hace, a esta mujer no se le va nada.
20 minutos más tarde aparece ella, completamente vestida, como si llevara horas levantada, se le ve cansada, creo que no soy el único que tuvo una mala noche. Hace eso que me gusta cuando ve algo que no espera, se detiene de golpe, frunce el ceño y se encoge de hombros justo antes de continuar avanzando hasta su lugar en la mesa. Sonrío mentalmente por no haber pensado en esto antes y me permito mirarla detenidamente, va toda de negro, como la mayor parte del tiempo ¿sabrá lo bien que le queda? Es probable. Y entonces interrumpe mi análisis con su mirada en la mía y una leve sonrisa tras regalarme un tierno "buenos días". Si eso es lo que necesitaba, ahora si, todo irá bien, lo se.>>
-¿Cómo se encuentra? –preguntó Rothschild, muy correcto como siempre
-Con sueño, no pude dormir bien, ¿usted?
-Tampoco, debía resolver todo este asunto de mi familia viniendo
-Así que usted también tiene una "especial" relación con ellos
-Lamento mucho haberla empujado ante tan desastroso almuerzo, jamás lo habría hecho de haber sabido que las cosas serian tan desagradables, ¿me perdona? –pidió mirándola a los ojos y sin darse cuenta tomando su mano sobre la mesa, la que ella no retiró
-Se que no lo hizo con mala intención, pero debió escucharme, nunca despreciaría a nadie solo por llevar la contraria –sostuvo su intensa mirada
-Lo se –la contempló en silencio
-Perdonado –le regaló una pequeña sonrisa antes de retirar su mano.
Tardó unos segundos en recuperar la compostura y centrarse en lo que tenía para decir.
-Esta mañana he leído el informe de Todd –guardó silencio esperando que dijera algo al respecto
-¿Cuan imbéciles pueden llegar a ser los hombres para querer solucionar todo a golpes? –soltó entonces agotada de ese tema
-Simplemente hay situaciones de nos hacen explotar, no justifico ni apoyo ese tipo de reacción, pero es el modo en que llevan las cosas algunos
-Vaya
-El entrenador
-No me interesa –soltó antes que su cabeza procesara lo que diría
-Usted a el si -la incomodó- Solo le pido que tenga cuidado con el, no es lo que parece, en general los hombres siempre queremos aparentar algo que no somos solo para sentirnos mejor, es egoísta pero todos lo somos de cierto modo
-Creo que si...
Desayunaron en silencio, dedicándose pequeñas miradas entre bocado y bocado.
-Entonces la familia Rothschild viene, ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Me escondo?
-Por supuesto que no, estoy pensando en enviarla a un viaje a Chicago a una de mis empresas, como parte de su aprendizaje
-Nunca eh estado en Chicago –sonrió
-¿Esta de acuerdo entonces? –preguntó algo sorprendido
-Claro, no quiero interferir en sus asuntos familiares
No pudo sino contemplarla con admiración, estaba distinta, el se notaba distinto cuando ella estaba alrededor, en realidad con todo lo que tuviera que ver con ella se notaba diferente, y no para mal.
Tras el desayuno pudo retirarse a descansar durante el resto de la mañana, al igual que Victoria, quien lo llevó todo al siguiente nivel de "siesta" y se pasó todo el día en cama ignorando a Jax y hablando con su amiga Sue.
La mañana siguiente, muy temprano para tratarse de un domingo, Victoria salió a trotar por los alrededores de la casa, ya que el gimnasio seguía cerrado. Tras unas tres vueltas vio a una chica muy bien vestida, caminando hacia la salida, entonces una sonrisa malvada cruzó su rostro y se acerco a la extraña
-Hola, ¿Quién eres tu? –preguntó lo más alegre que pudo
-So..soy Trisha Whitmore –dio algo nerviosa
-Oh, debes ser la hija del socio de Matt, ¿se les pasó la hora anoche y se quedaron a dormir? Suele pasar con Matt –sonrió para sus adentros
-¿Cómo? ¿Quién eres tú?
-La novia de Rothschild tontita –le sonrió, conteniendo las ganas de soltar una gran carcajada
-SI -se apresuró en decir- Si, mi padre es un hablador y madrugador, ya me voy, adiós señorita
-Adiós –canturreó mientras la veía alejarse muy deprisa
-¡VICTORIA!
-¡Mierda! ¡Doris! Me asustaste, bruja
-Eres malvada ¿Por qué lo hiciste? –con los brazos en jarra esperó su respuesta
-Hay, solo fue una bromita, al menos esta princesita tuvo la decencia de avergonzarse
-Niña mala, vamos, hay que hacer tu maleta, Todd te llevará dentro de una hora al aeropuerto
-Esta bien, vamos –tomó a Doris del brazo y tiró de ella en dirección a la casa
-Pequeña me gusta verte alegre
-No te pongas cursi Doris, vamos, vamos
A penas entraron notaron como el ambiente cambió drásticamente, Doris la dejó junto a la escalera y fue en busca de Nikolay, mientras que Victoria subía a su habitación, pero al llegar se tuvo que regresar, la puerta estaba con llave. De regreso en el salón se encontró con una pareja adulta demasiado bien vestida, y bastante extravagante.
-¡La belleza de esta casa ha llegado! –Exclamó Adam
-¿Perdón? –exclamó Agatha, su madre quien la escaneó detenidamente, de pies a cabeza, deteniéndose lo justo en sus tatuajes y su pelo despeinado y algo sudoroso, sin duda asco expresaba su rostro
-¿Quién es esta muchachita, Adam? –preguntó Michael, su padre con recelo
Antes que pudiera decir una sola palabra en respuesta, llegó hasta la sala el señor Rothschild, vistiendo un simple Jeans negro y una camiseta azul marino, descalzo. Victoria por supuesto lo contempló impresionada por lo joven que se veía, no pudo evitar ruborizarse y bajar la mirada hasta sus zapatillas de deporte. Entonces Rothschild se detuvo junto a ella y posó su mano en la cintura de ella y la atrajo hacia su cuerpo.
-Creí que a esta hora ya estarías de camino a Chicago –dijo contemplando su perfil
-Me..me entretuve corriendo un poco, lo siento –seguía con la vista en sus zapatillas
-¿Quién es esta chica Matthew? –espetó una molesta Agatha
-Nada de "esta" Agatha, respeta a Victoria –la regañó
-Mamá, eres una maleducada, Victoria es la sexy novia de Andy, al fin se buscó una con carácter
-¿Es eso cierto, hijo?
-Por supuesto –dijo Rothschild muy seguro
El corazón de Victoria bombeaba tan fuerte que a penas y escuchaba la conversación a su alrededor, sus oídos se bloquearon en el momento en que Rothschild la tocó.
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