CAPÍTULO 6: "Tío Adam"
"Hola preciosa" se repitió en la cabeza de Victoria, no era consciente de cuanto necesitaba escuchar la voz de Matt, hasta ese momento.
Alivio, una sensación que solo pudo describir como "estar en el lugar adecuado" la hizo sentir querida, ese abrazo era lo que necesitaba. Hace tanto tiempo que no experimentaba esa sensación, y le resultaba difícil dejarse llevar, todo gracias a Alex
Intentó decir algo más, pero esos ojos azules usualmente tan fríos como el hielo, ahora parecían tan cálidos y reconfortantes que solo pudo volver a besarlo, esta vez demostrándole con intensidad lo que su mirada y comprensión le provocaban.
Besos intensos, caricias desesperadas inundaron el momento de pura necesidad física.
Apresuradamente Matt comenzó a quitarse la chaqueta a tirones, mientras incitaba a Victoria a ayudarlo, por supuesto siempre estaba la parte racional en ella y tan pronto como se dio cuenta que comenzaban a perder prendas, se detuvo
-¿Que estamos haciendo? -soltó jadeante
-No sabes cuánto he deseado tenerte así, aquí, en mi escritorio –dio énfasis a su confesión aprisionándola contra su cuerpo
-Cami anda por ahí, no podemos... -le recordó no muy convencida
-Desde nuestra primera discusión en esta "oficina de los castigos" que he deseado tenerte aquí mismo –susurró a su oído
Sin hacer caso de su inseguridad, Matt se desabrochó los pantalones. Victoria sabía que no podría detenerlo, no porque no pudiera, sino porque no quería...
-La puerta, la puerta, solo... ¡La puerta! -gritó desesperadamente excitada
Volviendo a besarla intensamente, Matt se puso de pie con ella entre sus brazos, dio un paso hacia el escritorio, y con mucho cuidado la depósito sobre la superficie, solo para correr a cerrar la puerta con llave y volver con ella
-¿Realmente vamos a hacer esto? ¿Aquí? –preguntó no muy convencida
-Victoria... te deseo, no puedo esperar un segundo más
Acto seguido juntó los papeles descuidadamente y los lanzó sobre la silla, la que de un puntapié estuvo lejos en segundos. Una vez entre sus piernas nadie lo detuvo, y ambos se lanzaron a un ansioso encuentro en los confines de la oscura oficina del señor Rothschild.
El encuentro solo les tomó 40 minutos, no por eso fue menos intenso, al contrario, el deseo se había llevado con ello no solo el deseo, sino también toda su energía
-Maldición... ¿Matt?... ¿Estás bien? –preguntó al sentir un escalofrío recorrer su piel expuesta
Tras un completo minuto en el que yacían inmóviles recostados sobre el escritorio, el entre sus piernas, con el rostro escondido en el hueco de su garganta, en un absoluto silencio, ella aun con la respiración alterada, le rodeaba la cintura con las piernas con fuerza, el seguía dentro de ella, y no tenía intenciones de moverse
-¿Bien? Eso es poco, fantaseaba con esto a menudo –confiesa esbozando una sonrisa contra su cuello
-Necesito ir con Cami, la vi con Adam cuando regresé, y... no creo que eso traiga nada bueno –sonríe sabiendo que es todo lo contrario
-¿Qué? –preguntó levantando el rostro de su escondite
-Iban sin zapatos por la escalera ¿Les dijiste algo?
-Ni siquiera los presenté... no veía a Adam desde la noche del viernes
-Como quisiera olvidar que esa noche existió –susurra con pesar
-Tal vez la primera parte, pero nuestra noche fue perfecta
-Solo piensas en sexo
-¡Hey! Tengo heridas que lo demuestran, la noche perfecta, ¡Y NO! No es solo sexo, se trata de ti, tu y yo, si mucho sexo pero no es todo lo que quiero de ti
Le sostuvo la mirada, muy seguro de sus palabras, no deseaba que por ningún motivo esa sola idea se cruzara con sus pensamientos sobre lo que ambos estaban teniendo
-Matt... puedes... ¿moverte? Quiero vestirme –intentó alejarlo sin muchas ganas
-Y yo quiero desvestirte –sonrió moviéndose aun más cerca de ella
-¿Tan complicada fue Cami? –preguntó curiosa, ella lo sabía, su hermana es especial
-Ese pequeño demonio, es... estresante –suspira sintiéndose derrotado por una niña de 6 años
-Tú también lo eres... o eras, cuando te conocí eras como una espinilla en el culo –ríe al recordar sus primeros días con el
-Gracias
-¿Qué hay con ese sarcasmo que detecto? Maleducado –sonríe divertida ante el Matt juguetón
-Quiero saber que ha pasado esta noche, pero cuando estés lista
-Gracias... pero todavía necesito que me dejes volver a tener mis pantalones en el lugar adecuado
-Así estoy increíblemente bien
-Matt, muévete, o esta noche duermes solo –le advierte divertida
-¡Esta bien! Lo que tú digas...
Divertido y feliz de tenerla con él, hizo lo que le pidió, lentamente salió de ella, deleitándose con su expresión en ese momento, y antes que pudiera correr a cubrirse, tomó sus manos y las guió hasta su cuello, incitándola a abrazarlo
-No olvides que eres importante para mí –susurró Matt a su oído
-El sentimiento es mutuo, ya debería saberlo señor Rothschild
-Y ya estamos otra vez con lo de "señor"
-Siempre -rió divertida- Ahora voy a necesitar que te vistas y que te arregles la ropa, quiero ver una película y estoy segura que Cami también querrá ir, y no queremos que se traumatice contigo yendo semidesnudo
-Bien.
En un tranquilo silencio arreglaron sus ropas, una vez presentables se dirigieron a la cocina.
-Tus ojos son lindos, como los del señor R –comentó Cami, luego de llegar hasta el segundo nivel de la casa
-Eso es porque somos hermanos –le sonríe Adam
-¿De verdad? ¿Cómo Vic y yo?
-Así es, que inteligente señorita tenemos aquí
-¿Yo soy una señorita? –le brillaron sus verdes y pequeños ojos
-Siempre, que nadie diga lo contrario –le advierte con cariño
-¿De verdad eres mi tío?
-Claro, ¿por qué la pregunta?
-Porque me súper encanta que seas mi tío, eres divertido
-Cuando mi hermano se case con tu hermana seremos de la misma familia
-¡No! No quiero que se casen –chilla frunciendo su pequeño ceño
-¿Y eso porqué? –Adam parecía sorprendido
-Porque el señor R quiere estar siempre, siempre con ella y yo, y yo no la puedo ver, y yo la quiero –se explica con exagerada tristeza
-Eres adorable –le sonríe
-¿Por qué?
-Porque cuidas a tu hermana mayor
-Ella antes siempre cuidaba de mí, cuando vivíamos en nuestra antigua casa. Ella cocina delicioso, y cuando mi pancita sonaba me cuidaba y me daba de comer
-Es una buena hermana, no deberías pensar que si se casa con mi hermano no la verás
-¿Por qué?
-Porque el señor R no es malo
-Pero me obligó a usar zapatos y no me gusta
-¿Y eso porque? –algo en el modo en que le estaba contando eso tan insignificante, lo hizo prestar toda su atención
-Son para salir de la casa, mi mamá...
-¿Que decía ella, Cami? –vuelve preguntar al verla callar de pronto
-Que no los debía usar en la casa porque ensuciaba todo con mis mugrosas converse favoritas –concluye con tristeza
-Vaya... -no se esperaba esa respuesta. -¿Por qué son tus favoritas?
-Me las regalo mi hermana antes de irse de la casa
-¿La extrañas?
-Muchisisimo
-Estoy seguro que al señor R le encantará que te quedes unos días, pero tienes que usar zapatos, a él no le importa que ensucies, se limpia y ya ¿lo prometes?
-Pero en la habitación no –negocia la pequeña
-Claro
-Esta bien
Comparten sonrisas cómplices.
-Llegamos –anuncia Adam
-¿Esta es la habitación?
-Si, ¿recuerdas lo que tienes que decirle a la señora malvada?
-Sip
-Esto es divertido
-¿Es porque es malo?
-No es malo... tal vez un poquito
Con su más resplandeciente sonrisa, Adam le señaló la puerta de la habitación de Elizabeth, la que extrañamente se encontraba abierta. Muy segura de sí misma, Cami fue directo a la habitación. Impresionada por la elegancia y lo grande que esta era, se tomó unos minutos para recorrerla con la mirada, luego muy curiosa como ella sola comenzó a recorrer los alrededores, tocando todo a su paso, levantando, adornos, papeles, pertenencias personales, todo bajo la curiosa mirada de Elizabeth Rothschild.
-¿Quién es usted? –la fuerte voz de Elizabeth la asustó, haciendo que diera un brinco al escucharla hablar
-¿Dónde esta señora? No puedo verla –dijo mientras caminaba por la habitación buscándola
-Aquí jovencita –dijo apareciendo desde el balcón
-Hola señora
-¿Cuál es su nombre?
-Yo soy Cami, ¿Quién es usted?
-Soy Elizabeth, ¿Qué haces husmeando en mi habitación? ¿Has encontrado algo que te gustara? –pregunta en tono de reproche
-Sip, es todo muy lindo –sonríe con inocencia
-¿Y bien, que haces en mí habitación?
-Me gusta ¿puedo decirle al señor R que esta si me ha gustado?
-¿De qué estás hablando? ¿Quién eres tú?
-Soy Cami, ya se lo dije, mi nombre es Camille, pero me dicen Cami
-¿Eso se supone que tiene que responder a mi pregunta?
-¿Por qué me grita? No le he faltado el respeto –contesta a punto de llorar
-No, nada de lágrimas, te estoy preguntando ¿Quién eres tú? Solo me has dicho tu nombre, ¿Quiénes son tus padres? ¿Con quién estas? Habla niña, no tengo paciencia
-Son muchas preguntas, estoy con mi hermana, Victoria
-Victoria... -repitió relajando su ceño fruncido- Ya veo el parecido, ambas desafiantes
-¿Qué significa eso?
-¿Qué haces en mi habitación?
-El tío Adam me dijo que podía escoger la habitación que yo quisiera, y el señor R estuvo de acuerdo
-¿Y quieres esta?
-Es muy linda
-Es mi habitación
-Pero yo la quiero
-Ya está ocupada, es una falta de respeto tomar lo de otras personas
-Pero el señor R solo vive con mi hermana, se van a casar, ¿Por qué esta aquí? ¿Usted no tiene casa?
-No seas tonta, niña
-¿Por qué me dice tonta? –nuevamente aparecen los pucheros, logrando incomodar a Elizabeth
-No te atrevas a llorar aquí
-¿Por qué es mal conmigo?
-Niñita, deja los berrinches, vete de aquí, ahora
-Usted es mala, el tío Adam me contó que hizo llorar a mi hermana, no puede hacer eso, ella es buena
-Lo sé Camille, se que tu hermana es buena, pero así como tu defiendes a Victoria, yo defiendo a Matt, es mi nieto y no quiero que le hagan daño
-Mi hermana no lo quiere hacer llorar, ¿Por qué dice eso?
-Niña ve con tu hermana, busca otra habitación
-¿Me está corriendo?
-No, te estoy pidiendo que te vayas a dormir
-Pero no tengo sueño
-Entonces ve a comer algo
-No tengo hambre
-Ve a ver televisión
-No hay televisor en ninguna habitación
-Me estas colmando la paciencia, y no tengo mucha, vete de mi habitación
-¿Por qué es tan malhumorada?
-Camille, vete ahora
-El tío Adam tiene razón, usted es una bruja con muchas joyas
Dicho esto dio media vuelta y se marchó al encuentro con un sonriente Adam, quien a penas la vio salir, la cargó en brazos hasta la sala.
Ambos riendo cómplices fueron hasta la cocina, en donde se sentaron a comer helado.
-¿Qué estas comiendo Cami?
-Oh no –susurró Cami
-¿Qué? ¿Se te congeló el cerebro? –preguntó Adam ignorando la presencia de Matt y Victoria
-Adam, le estas dando helado, el dulce para ella a esta hora es como si bebiera un litro de bebida energética, nunca se dormirá
-Ay tranquila, son a penas las 11:30 de la noche, y es sábado
-Adam ¿Qué es exactamente lo que has hecho? Nunca comes helado y nunca estas en casa un sábado por la noche –inquiere Matt
-Me encontré con esta hermosa señorita y se me quitaron las ganas de salir
-Bien, Cami ya no comas más helado ¿quieres ir a ver una película con nosotros?
-¡Sí! ¿Puede venir el tío Adam?
-¡¿Tío Adam?! –preguntaron Victoria y Matt al unísono
-Que lindos, si ya comparten frases –se burló Adam
-Vamos a lavarte los dientes Cami
-Bueno, ¿irás tío Adam?
-No puedo negarme a estos ojitos verdes, te veo luego
Con un guiño de su tío Adam, y una sonrisa gigante se fue con su hermana, dejando a los hermanos a solas.
-¿Qué hiciste?
-Matt, solo fuimos a molestar un rato a tu abuelita
-¿Desde cuándo te llevas bien con los niños?
-Hermanito, el hecho de que tú no sepas como tratar con ellos no significa que yo no sepa, me encantan los niños, dame sobrinitos, pronto -sonrió burlón
-No digas estupideces, no necesito niños en mi vida
-¿Te das cuenta de lo que estás diciendo y como lo estás diciendo?
-¿Qué quieres decir?
-Estás diciendo que no quieres niños en tu vida, pero te mueres por casarte con esa linda chica que acaba de salir, tu negativa es absolutamente egoísta, ¿Qué pasa si ella quiere tener hijos? ¿se los vas a negar?
-No quiero hijos, fin del tema, ahora muévete, vamos a estar en la sala de cine.
Dicho esto dio media vuelta y se marchó directo a la sala de cine, necesitaba un trago, no hay nada que le incomode más que hablar de descendencia, y su decisión está tomada hace años.
Tras una larga noche, en la que Adam, Matt y Victoria fueron forzados a ver dos interminables películas de "Tinkerbell" y sus hadas, cortesía de una entusiasta Cami, terminaron exhaustos.
Mientras Victoria convencía a Cami que necesitaba dormir sola en la habitación que Matt le había dado, el señor Rothschild no dejaba de darle vueltas a lo que Adam le había planteado, ¿hijos? Estaban fuera de sus planes, de hecho nunca los había querido, y esperaba que Victoria estuviera de acuerdo.
4:45 de la madrugada un constante zumbido despertó a Victoria, desorientada miró alrededor, hasta que pudo reconocer la habitación de Matt, cuando ella regresó hace apenas una hora, cuando al fin su hermana se había dormido, Matt ya estaba dormido. De mal humor por no poder descansar lo suficiente se levantó y siguiendo el zumbido llegó hasta el vestidor. Ahí encontró su celular y contestó de una vez
-¿Hola?
Solo escuchó un silencio
-¿Hola?
Volvió a insistir, esta vez escuchó a alguien al otro lado, pero continuaron en silencio
-¿Quién es? –espetó molesta
-Siempre tan impaciente
Esa voz nunca la olvidaría, era Alex
-¿Qué quieres? ¿Cómo conseguiste mi número?
-Eso no supone un problema, no puedes esconderte de mí
-No me escondo, me alejo, es diferente
-Eres mía, no lo olvides
-Ya no te tengo miedo, y no, no eres mi dueño
-¿Y el estúpido niñito rico lo es?
-"Estúpido niñito rico" ¿Estás hablando de ti?
-No vas a conseguir que me enfade, han sido 4 años sin verte y estas hermosa, pronto podremos recordar viejos tiempos, no lo olvides, iré por ti
-No soy la estúpida que era cuando creía que me amabas
Con una suave risa, Alex puso fin a la llamada, dejándola confundida y asustada, no saber que quiere realmente le asusta, pero no está dispuesta a dejar que se aproveche de ello otra vez.
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¡Hola chicas!
Esta vez me tomó más tiempo del esperado, tengo pequeños problemitas para ordenar mis ideas, pero van saliendo, gracias por su paciencia. Como siempre les agradezco inmensamente su interés en mi novela, sigan comentando, quiero saber que esperan que ocurra y que conclusiones han sacado hasta ahora ;)
Cariños
X O -Verónica
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