CAPÍTULO 30: "Amargos secretos"
Haciendo lo que ella le pidió, Matt le indicó la dirección del apartamento de Hank a su chofer y le ordenó explícitamente que tomara el camino largo, Victoria necesitaba calmarse antes de hablar con su papá.
-¿Matt? –preguntó luego de un gran y confortante silencio
-Dime -contestó con suavidad, mientras seguía acariciando su espalda
-¿No vas a preguntar nada?
-la curiosidad podía con ella
-¿De qué hablas?
-preguntó confundido
-¿No lo quieres? ¿Es eso? ¿No quieres ver al bebé? -soltó casi sin aliento, aterrada por su respuesta
-Victoria, Victoria... calma -pidió la mar de tranquilo
-Estoy hecha una histérica -dijo en un quejido, intentando tomar distancia, pero Matt no le permitió moverse un solo centímetro
-Sólo no es el momento, debes tener la cabeza colapsada con todo lo que está pasando, no quiero ensuciar tus lindos momentos con... con nuestro... bebé –finalmente lo había dicho, y no pudo evitar una sensación de alivio tremendo.
-¿Estás enojado conmigo?
-En absoluto
-¿Por qué no?
-Soy el único responsable de que las cosas sean de este modo
-...pero no lo sabías
-intentó ponerse del lado de Matt
-Tengo toda una vida para preocuparme por el bebe, y no desperdiciaré un solo día... pero ahora tenemos que superar esto, para poder darle solo alegrías... respeto tus decisiones, se que está bien, confió en ti a ojos cerrados
-Matt –intenta decir algo, pero nuevamente no se lo permite
-Sólo... vas a tener que tenerme paciencia... Por muchos años pensé que no podría ser padre y, la verdad es que no sé cómo sentirme, no quiero decir nada que pueda hacerte sentir mal -hizo una pausa para medir su reacción-.Di que me entiendes...
Conmovida por su confesión, no pudo más que contemplar aquellos ojos azules, sinceros y arrepentidos. No sabía si debía darle la razón, aun no sabía si entendía su reacción, seguía igual o más confundida que antes
-Ya lo sabías, ¿Evan siempre lo supo? -decidió volver al desagradable tema que la llevó a perder todo su autocontrol
-Victoria, yo... -intentó explicarle, con la culpa reflejada en el rostro, aunque no era su culpa
-Me tengo que ir a penas dicten el veredicto -soltó a penas termino de hablar, algo molesta por la respuesta no dicha
-¿Qué? ¿Por qué? –se alarmó
-Tengo... -intentó explicarse
-No te vayas -pidió alarmado, con un pequeño brillo de pánico en los ojo
-El bebe no está aquí, es muy pequeño y delicado para subirlo a un avión -explicó a la defensiva
-¿Dónde está? -se asustó
-Lo cuidan en la clínica, y la señora Rossi, le hace compañía
-Victoria, quiero que vuelvas a mí, ambos, los necesito
-Yo también quiero, pero tengo que resolver mi mierda antes
-¿Nos vamos a casar? -preguntó Matt, nervioso e incómodo
-¿Quieres hacerlo? ¿Conmigo?
-preguntó Victoria, muy seria
-Más que nada en el mundo, Victoria
-Entonces sí, solo quiero que seas feliz
-Yo... Nunca perdí la esperanza, la boda está planeada, todo está listo
-No esperaba menos de don controlador
-¿No estás molesta?
-Ya no puedo molestarme contigo, Matt, no vale la pena
-¿De qué hablas?
-Olvídalo, solo... sé que no podría ser de otro modo
-¿Estás lista? –decidió no seguir con esa conversación, aunque lo había dejado sintiendo un amargo sabor en la boca
-Sí, solo quiero ver a mi papá
Descendieron del auto, que hace unos minutos se había detenido frente al edificio de Hank, y en sumo silencio y algo nerviosa, dejó que Matt la guiara por los pasillos.
Nerviosa por la reacción que pudiera tener su padre, dudó al momento de abrir la puerta, pero el hecho de sentir a Matt junto a ella, le había dado el suficiente valor para girar la manilla y encontrar a su papá sentado en la sala en compañía de sus dos hermanos.
En el instante en que Hank observó a su hija, sabía que estaba asustada, sabía que probablemente estaría pensando que lo dejaría, todo por haber aceptado la ayuda de Edward, por nada del mundo quería que sacara conclusiones apresuradas, así que se levantó del sofá y la rodeó en un significativo abrazo protector.
-Papá, yo...
-No hace falta Victoria, lo sé, eres mi hija
Sonrió aliviado de verla, provocando las lágrimas inminentes en Victoria, ella solo quería evitar que creyera que de cierto modo valoraba a Edward, el hecho de haberla sacado de esa ciudad solo le demostraba a ella misma lo culpable que se sentía por haber sido tan mezquino y materialista durante... durante toda su vida hasta la fecha.
-¿Podemos dejar de llorar? -pidió Noel, con cariño interrumpiendo el abrazo
-Noel, yo... –intentó hablar, mientras se secaba las lágrimas
-Perdóname, Vic, debí haber prestado más atención, soy tu hermano mayor, bueno, de ambos
-confiesa culpable por sus repetidos intentos de defender a su madre
-La quieres, no hay nada de malo en ello -dice Victoria, tomando su mano, intentando quitarle importancia a su culpa
-Tú eres más importante
-No digas eso
-Ella no me quiere ver, intenté hablarle, pero se negó a "perder el tiempo", una vez más Jamie demuestra su desagrado hacia sus hijos, para ella solo éramos fuentes de ingreso, ahora que crecimos ya no recibirá un peso por nosotros
-Me alegra que papá tenga la custodia absoluta de Cami -suspira Victoria, aliviada
-En realidad, ni siquiera demostró interés en ella, fue algo bastante rápido -intervino Hank
-Ahí lo tienen, la madre del siglo, ahora por favor, podemos hablar de otra cosa y enterrar el tema referente a esa mujer -concluyó Evan, para dejar el desagradable tema de lado
-Cierto, Victoria, mi niña, te ves exhausta, ¿necesitas descansar? ¿Por qué no cenas con nosotros?
Sugirió su padre, para que no siguieran lamentando el hecho de haber tenido una madre tan fría y materialista.
-Papá, realmente no tengo apetito, pero me gustaría pasar la noche aquí, contigo, con todos ¿podemos traer a Cami?
-Por supuesto -asintió Matt, hablando desde un costado de la sala
-Mañana todo saldrá bien, no hay modo que se escape de esta, vamos a ser muy optimistas, vamos a mandar al carajo los recuerdos que incluyan al hijo de perra ese y... ops, perdón Hank -se disculpó Evan, por su vocabulario
-No te discúlpes, estoy completamente de acuerdo contigo
-Eres igual de bocón que Vic -sonrió Noel
-Victoria, ¿Que quieres hacer ahora?
-preguntó Matt, acercándose a ella
-Matt, tengo que ir con Eric, necesito... ya sabes
-susurró para no tener que explicarse
-¿Que sucede amor? -se preocupó Hank
-Está algo débil...
Respondió Matt, temeroso, solo Evan sabía las noticias sobre el embarazo, y Eric, claro está. Con la mirada, Victoria le pidió a Matt que les contara, no era capaz de hacerlo ella misma
-Hank, Noel... Victoria ya tuvo al bebé, la cesárea la dejó débil y a penas se recuperaba cuando surgió lo del juicio
-¿Qué? -exclama Hank sorprendió
-¡Puto Evan! ¿Por qué no me dijiste nada? -soltó Noel
-Ese sí es mi hermanito -rió a carcajadas
-¿Dónde está? –preguntó Hank, ignorando a Evan y Noel
-Es prematuro papá, no quiero hablar de eso ahora, quiero que lo conozcan primero, y tampoco voy a decirles que es -susurró algo avergonzaba bajo la intensa mirada de Matt, quien intentaba contener una sonrisa
-¿Te encuentras bien?
-preguntó Hank
-Eso creo, papá, aún llevo los puntos
-Mi niña, ven aquí
Con una orgullosa sonrisa Hank abrazó a su hija, estaba feliz con las noticias, aunque no estaba ciego, sabía que era un tema delicado tanto para ella como para Matt, así que no insistió en obtener información y los dejó ir.
Matt se mantuvo en silencio, aferrado a su mano la guió de regreso al auto. Durante el trayecto a la clínica, Matt se mostró inquieto, quería decir algo pero increíblemente no se atrevía, nada propio en el.
-Ya dime, ¿Qué quieres decir? ¿Quieres saber algo?
-Quiero ir contigo... -confiesa
-¿De qué hablas? –sabía perfectamente de lo que hablaba
-California, no quiero que te vayas –le pide aferrando sus dedos a la rodilla de Victoria.
-¿No confías en mi? –lo observa con atención, todo su rostro y su expresión, tenía miedo
-Claro que sí -contestó sin dudarlo-. Pero ahora que te tengo a mi lado, simplemente no quiero soltarte
-Matt, podemos hablar a diario, además me voy solo unos días, el doctor tiene que darle el alta al bebé
-Tienes razón, yo tengo que preparar la casa para cuando regreses
-¿Cómo la vas a preparar? –pregunta para desviar la conversación
-No te lo voy a decir –le sonríe con cariño
-Me gusta esto –susurra aliviada
-¿Qué cosa?
-Que al fin podamos tener una conversación común y corriente ¿no te gusta, Matt?
-Sí, me encanta que volvamos a ser un "nosotros" pero necesito arruinar este momento con mis obsesiones por planificarlo todo... ¿Puedo poner una fecha?
-¿Para qué? –pregunta divertida, sabe de lo que habla
-Para la boda
-Oh, yo... creo que si –intenta sonar insegura
-¿Qué pasa? –preguntó tomando su rostro entre ambas manos
-Nada, solo... el tema me pone algo nerviosa, son tonterías
-Dame esto, lo necesito, necesito la seguridad, así soy, un maniático
-Está bien, me pondré un maldito vestido y te besaré frente a un montón de desconocidos
-Esa es mi Victoria
Cerraron la conversación con un tierno beso, antes de llegar a la clínica, en donde los esperaban Eric y Nathaniel en la entrada principal.
-Matt, el es Nathaniel, ha tratado a Vic mientras estuvo en la ciudad –lo presentó Eric
-Mucho gusto, Matthew Rothschild –estrecha su mano con cortesía
-Un placer, bueno, estás bastante pálida, vamos a revisarte y a asegurarnos que va todo bien.
Enseguida le hizo señas a una enfermera, quien se acercó con una silla de ruedas para desplazar a Victoria con mayor rapidez hasta la consulta de su doctor.
-¿Todo bien, Matt? –preguntó Eric, para distraer a su amigo, quien parecía estar hipnotizado observando la puerta de la consulta de Nathaniel
-Mejor de lo que merezco –confiesa con una sonrisa
-¿Porqué lo dices?
-Se va mañana, Eric
-¿No han arreglado las cosas? Matt, no puedes permitir que termine así
-Sí, dios, si, pero tiene que ir por el bebé, está en la clínica
-Cierto, es prematuro, ¿no vas con ella?
-No quiere, creo que no está preparada para que... creo que está nerviosa, mi reacción, ni yo sé cual será, estoy desesperado, ansioso, nervioso, mierda, es un caos, mi cabeza es un caos
-Calma, ella ya regresó a ti, dale unos días, tiene que preparar al bebé, concédele unos días a solas con su hijo o hija
-Dijo que si –confiesa sonriente a su amigo
-Paciencia, está en medio de un gigantesco agujero negro, Alex intenta hundirla, no la presiones
-Lo sé, pero sabes que nunca he tenido paciencia
-Es una lástima, con un hijo... la vas a necesitar, mucho
Una hora más tarde, Victoria le pidió a Matt que se marchara, estaba agotada y solo quería un momento para ordenar su cabeza, pero él se negaba a dejarla, cosa que comenzaba a abrumarla
-¿Qué pasa? ¿Crees que voy a huir? -levantó la voz molesta desde la camilla
-No quiero dejarte sola
-Matt, necesito espacio, vas a tener qué acostumbrarte si quieres que vuelva a tu casa, no me ahóguese con tanta preocupación y ternura, sabes que yo no soy ese tipo de persona, la cursilería no es lo mío y no quiero que sea lo tuyo –termina con su ahora usual ceño fruncido
-¿Qué hago entonces, Vic?
-Deshacerte de los curiosos con costosas camaritas que están en la entrada
-¿Algo más preciosa?
-Deja de sonreír como demente, es perturbador
-¿No puedo estar feliz?
-Puedes -asiente intentando contener una sonrisa
-¿Qué más quieres que haga?
-No me des la razón en todo, me gustaban esas pequeñas peleas
-¿Nuestros desacuerdos?
-"Desacuerdos" ahí está el estirado que me gusta
-Eres complicada, Victoria
-Lo sé
-Y por eso me gustas tanto
-¿Puedo tener privacidad ahora?
-Voy a pedirle a Eric que te lleve con tu padre, ¿es eso suficiente espacio?
-Por ahora basta
Y con una reluciente sonrisa se acerca a ella y la besa en los labios a modo de despedida y se marcha a la oficina de su amigo.
-¿Todo bien? Nathaniel dijo que tiene que quedarse un rato, pero todo va con normalidad –pregunta Eric, desde su escritorio
-De acuerdo... -comentó distraído
-¿Porqué sonríes?
-Me acaba de ordenar que le de espacio y que no sea tan "tierno"
-Entonces ya está volviendo a la normalidad, eso es bueno -comenta Eric, con una sonrisa burlona
-Si
-Entonces ¿te vas?
-Si, vamos a cenar en casa de Hank, tienes que llevarla allí
-No hay problema, ¿qué vas a hacer tú?
-"Deshacerme de los curiosos con costosas camaritas"
-Así que los paparazzis ya se enteraron de todo
-Solo de lo que yo filtre, sabes que mi publicista no se toma nada a la ligera,
-Claro que no, tiene a un cascarrabias como jefe
-Te voy a ignorar, nos vemos en unas horas, Eric
-Ahí estaré
-Y no la pierdas de vista -le advirtió antes de salir
-Matt -rió divertido
-¡Cierra la boca!
Le advirtió Matt, antes de abandonar la oficina y encargarse de los curiosos que aguardaban por él.
Por otro lado, Victoria ya se encontraba más repuesta en la consulta de Nathaniel. Aunque comenzaba a hartarse de las llamadas de Evan, no quiere hablar con él, sabe que no llevará a nada bueno, pero después de 15 llamadas perdidas, decidió contestas
-¿Qué quieres? –soltó cabreada
-¿Porqué no me contestas? –chillo a otro lado de la línea
-Lo sabías, siempre lo has sabido –lo acusó
-¿Estás enojada?
-Estoy furiosa, cabreada, me siento engañada
-Tu Matt también lo sabe –replica con recelo
-Lo sé, pero él no es mi hermano y mucho menos lo sabe prácticamente desde que se nos caían los mocos
-Victoria, no seas injusta
-¿Injusta? ¿Qué no sea injusta? Eres igual a él, puto Acton, ¡lo odio!
-No digas eso, no sabes sus razones
-Tampoco las necesito, Evan, ¿cómo pudiste ocultármelo? ¿Cómo? Sabes todo lo que detesto los secretos
-Ya lo hice, olvídalo
-No, no puedo olvidar algo así ¿tu lo harías? Si hubiera sido yo la que te hubiera ocultado la verdad ¿te enfadarías conmigo?
-Victoria, sabes que me preocupo por ti
-Verás Evan, ahora ya no sé si lo hacías porque realmente te importo tanto o es solo por que la culpa puede contigo, ocultar el secreto te hacía estar pendiente de cada paso que daba
-Victoria, soy tu hermano, por supuesto que me importas, por supuesto que me siento culpable, por supuesto que mi preocupación es real, eres mi hermanita, siempre voy a cuidar de ti, a pesar de todo, somos familia
-En estos momentos solo quiero matarte, así que deja de llamar, y más te vale no volver a tocar el tema cuando nos veamos, porque quiero disfrutar de la cena con mi familia, y no, no te estoy menospreciando, tu vas a estar en la cena, eres mi familia, adiós.
Colgó muy molesta, el tono con el que le había hablado solo hizo aflorar su malgenio y el malhumor reapareció.
Una nueva llamada la sacó de sus gruñidos, y sin siquiera mirar la pantalla del celular, contestó
-¿Qué? –ladró
-Señorita Victoria, habla George, permítame recordarle que soy el asistente de la señora...
-Elizabeth Rothschild -lo corta-. Lo sé, lo recuerdo, no es un buen momento, pido disculpas por el modo en que le hablé
-No son necesarias
-¿Va todo bien? Elizabeth no me ha escrito hace varias semanas
-Señorita, ese es el motivo de mi llamada, la señora no se encuentra bien de salud, y desea verla a usted primero
-¿Qué le ocurre? ¿Qué quiere decir eso?
-Quiere hablar con usted, antes de comunicarle las noticias sobre su salud a su nieto
-Hay no, no me diga que son malas noticias
-Lamentablemente, señorita
-No, maldición, claro que voy, yo... ¿Dónde tengo que ir?
-Me he tomado el derecho de ordenar que un avión privado la lleve inmediatamente después del juicio a California, para que recoja sus pertenencias
-¿Cómo sabes del juicio?
-La señora tiene muchos empleados, señorita
-Bien, no voy a preguntar hasta donde llega su nivel de psicópata, pero no pienso viajar sola, ¿me entiende?
-Por supuesto, he hablado con la señora Rossi, ella ha informado al doctor de su bebé, al parecer está en perfectas condiciones
-Bien, George, ¿Qué más?
-Un auto la estará esperando al finalizar la lectura del veredicto
-De acuerdo, nos vemos en unos días, adiós
Soltando un fuerte y extenso suspiro, se levantó de la camilla justo al tiempo en que Nathaniel entraba en la habitación.
-¿Te sientes mejor?
-Sí, me siento "libre" esos puntos infernales me tenían desesperada
-Tienes que cenar, no quiero que vayas por ahí como alma en pena
-No te preocupes, ya no tengo motivos para descuidar mi salud
-Me gusta este cambio de actitud
-Gracias, se que fui algo complicada
-Es un placer, además he visto a mujeres el triple de complicadas, no te preocupes
-Creo que eso no ayuda
Con una sonrisa se despide de su doctor y se dirige a la oficina de Eric, en breve ambos se marchan al apartamento de Hank, en donde ya se encontraba la hermanita de Victoria, en compañía de Matt.
-¡Vic! –corre a sus brazos
-¡Hola Cami!
-Te extraño, no vuelvas a marcharte
-Yo también te extraño
-¿Vas a dormir aquí? –pregunta ilusionada
-Claro
-¿Y el señor R?
-Eso tienes que preguntárselo a el
-¿Señor R? –pregunta dirigiéndole la mirada a Matt, sin soltar a su hermana
-Me quedo donde Victoria se quede
-Sí, ¿papi ya está lista la cena?
-Si cariño, vamos chicos, todos a la mesa.
Terminaron pasando una muy agradable cena familiar, como hace años Victoria no disfrutaba, a pesar de las miradas de Evan y la tensión que existía entre ellos, todo fue perfecto.
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Hola chicas,
Lamento haber tardado tanto en subir este capítulo, he tenido montones de problemas en el trabajo, nada grave, pero es estresante cuando las cosas no salen como esperas.
Bueno, después de obligarme a escribir este capítulo, ya no se si con uno más baste para concluir la novela, no digo que sean varios más, pero tal vez dos más. En cualquier caso las mantendré informadas a través de mi perfil, atentas. :)
Gracias por su paciencia, comentarios y votos.
Cariños.
Verónica
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