CAPÍTULO 26 "Nuevo comienzo"
Una semana más tarde, Matt reapareció en su oficina, como siempre impecablemente vestido, y listo para poner todo en orden.
-Buenos días, David
-¡Señor! –saltó de su asiento ante la inesperada llegada de su jefe
-Te espero en mi oficina, cuando estés listo –continúa Matt, de camino a su oficina
-En un momento estoy con usted, señor
Tomando una profunda respiración empujó la gran puerta doble de su despacho, todo el lugar estaba muy bien iluminado por los grandes ventanales, y la sensación que lo mantenía quieto en su sitio era extraña, se sentía extraño, haciendo que las palabras de su abuela volvieran a su mente.
"No trabajes tanto hijo, tienes dinero para que alguien lo haga por ti, usa ese poder, ten una vida"
Con una nueva actitud insertada en el interior de su cabeza, finalmente cerró la puerta y se dirigió a su escritorio, dejó su maletín a un lado, encendió la pantalla del computador y mientras esperaba a su asistente, se acercó al gran ventanal a hacer una llamada a su amigo Eric.
-Buenos días, Matt –contestó Eric, al segundo tono
-Buenos días, Eric ¿ya salió? ¿Ya está bien? –quiso saber, con un tono tan suave y comprensivo, que puso en alerta a su amigo
-Sí, Matt, va todo bien, ya está estable, el sangrado que tuvo fue producto de la situación, la presión, la angustia, ya sabes, no quiero entrar en tanto detalle
-Por mí culpa... -suspira abatido
-Rothschild... ya hablamos de esto, ella está bien, subió un kilo, eso es algo importante, positivo
-Gracias...
-Oye, eres mi amigo, no me des las gracias, me ofendes
-Vaya novedad, ¿Cuándo comenzaste a tomarte las cosas tan a pecho? –bromea, Matt
-Amigo, tenemos una conversación pendiente, me tienes que contar la "historia de amor" si quieres que espante a los babosos, tengo que saberlo todo –exigió un divertido, Eric
-Ya quisieras –se burla, Matt
-Vaya... quien iba a decir que una chica podría cambiarte tanto que hasta dejaste de ser un "estirado" para hablar –ríe divertido
-Victoria... no puedo recuperar mi filtro, ahora simplemente lo suelto, lo que sea que quiera decir, lo digo y ya, creo que me traerá algunos problemas
-¿Estás en tu despacho?
-Sí, finalmente he vuelto a hacerme cargo de todo
-Me parece muy bien, Matt, necesitas mantener esa cabeza ocupada, y tienes que mantenerte alejado del bar, ¿me escuchaste?
-No te preocupes, tengo bastante claras mis prioridades, y el alcohol no es una de ellas
-¿Y que lo es?
-Victoria, me pidió que volviera a ser yo...
-¿Qué pasa? ¿Por qué te escucho apagado?
-La verdad -suspira- ahora que estoy aquí, ya no creo que este sea yo, me siento extraño
-Hey, ¿qué dices si almorzamos? No quiero hacer esto por teléfono
-Claro, aunque no creo tener tiempo para salir
-Yo llevo la comida, ¿a las 2pm? –sugiere, Eric
-A las 2pm suena perfecto, nos vemos amigo
Poniendo término a la llamada, regresa al escritorio y enseguida revisa el último informe que su asistente le envió con los progresos de las nuevas obras.
-Señor, ¿es un buen momento? –preguntó David, desde la puerta, al verlo tan concentrado
-Adelante, David
Con su agenda y lápiz listos para ser usados, David entra en el despacho de su jefe y se acomoda frente a su escritorio, atento a sus órdenes.
-Muy bien, necesito que hagas algunas cosas por mí, antes que hablemos de las próximas actividades en mi agenda.
-Lo escucho –asintió listo para tomar nota
-Necesito una reunión urgente con el jefe de recursos humanos y mi abogado. Necesito que también hagas una cita con la señorita Suzzette Hewitt, encontraras sus datos en mi agenda privada, es para mañana. El informe del señor Jorris Jarrod, lo quiero lo antes posible, cítalo para hoy, a la hora que sea –le insistió en esto último, ese hombre era el mejor investigador privado, trabajaba para su abuela, así que era de confianza
-Muy bien, señor ¿para el almuerzo?
-Eric viene a las 2pm, no es necesario ordenar nada, el se encarga
-¿Algo más?
-Es todo, te espero dentro de una hora
-¿Un café? –ofrece David, antes de dejar la oficina
-Sí, por favor.
Una vez que Matt tuvo su café, no hubo distracciones, tuvo una extensa reunión con su abogado y el jefe de recursos humanos con respecto a Peter Miller, necesitaba apartar todo lo malo o conflictivo de su presente, para poder seguir adelante y estar en paz de una buena vez.
Durante el almuerzo con Eric, hablaron como hace mucho tiempo no lo hacían, confesiones y bromas entre dos muy cercanos amigos y promesas de dejar las corbatas de lado más a menudo, por parte de ambos, aunque esta vez, Matt se lo pedía al trabajólico de Eric.
-Ya sabes que tienes que llamar si necesita algo, lo que sea
-Lo sé, pero yo también tengo mis contactos –bromea Eric
-Charlatán –suelta un divertido, Matt
-"Estirado"
-Cuídala mucho, por favor
-Matt, no tienes que preocuparte por eso, ya accedí a contarte sobre su salud, se que si durante tus interrogatorios te digo que se rompió un dedo, yo también perdería uno
-Ahora me tratas como un vil matón
-Amigo, la voy a cuidar mucho, lo hago, no sé porqué hablo en futuro
-Nos vemos este jueves
Y luego de un almuerzo de dos horas, se despiden, ambos aliviados al ver que el otro está bien, lo más importante para Matt, es saber que puede contar con Eric, para saber sobre ella.
Tras pasar cuatro semanas completas en cama, una en la clínica y tres en la habitación de huéspedes de Todd, finalmente Victoria puede salir de su encierro, aunque en un comienzo irradiaba felicidad, ahora no lo estaba tanto, se preparaba para salir a almorzar con su familia, iba a contarles del embarazo, aunque a penas la vieran sin el abrigo podrían darse cuenta solos.
Hace una semana atrás, Victoria volvió a ver a Samantha, su psicóloga, debido a la insistencia de Matt, Eric terminó aceptando que era una buena idea que tuviera una o dos sesiones a la semana. Ahora que está embarazada necesita hablar con alguien, para que la guíe del mejor modo posible, sin caer en una depresión, en su estado es muy vulnerable a caer en constantes agujeros negros.
Armada con su chaqueta más amplia, ocultó su panza de 6 meses completos, desde que aceptó a su bebé y se propuso mejorar, que en cosa de semanas su vientre aumentó con rapidez, según Samantha, es debido a la aceptación, su cuerpo lo aceptó y recibió gustoso a su bebé, en cambio antes en su negativa por el rechazo de Matt, al igual que ella, el embarazo se ocultaba y realzaba su vulnerable estado de ánimo.
En compañía de Todd, Victoria llegó hasta el restaurante en que su padre y hermanos la esperaban, algo nerviosa se despidió de su amigo y se encaminó hasta la mesa.
Tras una lluvia de abrazos entusiastas, tomaron asiento y centraron la conversación en sus preferencias a la hora de comer.
-¿Tienes frío, Vic? –preguntó la curiosa Cami
-Un poco, pero estoy bien –respondió de inmediato, a su hermanita no se le pasaba nada por alto
-¿Qué ocurrió con Matt? Creí que vendrían ambos –preguntó Hank
-... Tiene mucho trabajo que hacer, ya sabes con respecto a Miller –se excusó sabiendo que ese era un tema delicado
-¿Está bien? –preguntó Hank, muy serio
-Esta... decidido –respondió intentando sonar segura, la verdad es que esa pregunta se la hacía a diario, y le encantaría poder contestarla sinceramente
-Espero que todo salga bien –suspiró Hank, con preocupación
-Papá, tengo que contarles algo, se que últimamente soy una desconsiderada, que no los visito y... no estoy con ustedes...
-Victoria, sabemos cuál es el motivo –la interrumpe Noel
-¿A si? ¿Cómo? –pregunta confundida
-Edward Acton, nos hizo una visita –interviene Hank
-¿Qué? –paso de confundida a alarmada, nada que tuviera que ver con Edward, resulta "tranquilo"
-Necesitábamos saber qué pasa con el "tema" ya sabes, el demente... así que llamé a Evan y el a su papá y en pocas horas estaba en el apartamento –explicó Noel
-No me habías contado de la demanda que puso esa mujer en tu contra, debiste hacerlo –inquiere Hank, muy serio y algo molesto
-¿Y la contrademanda? –ahora fue el turno de Noel
-¡Estoy embarazada y me voy a california con Evan!
Soltó de una vez, antes que siguieran con su interrogatorio y con el listado de cosas que no les ha contado
-¡¿Qué?! –chillaron su padre y hermano a la vez
-¿Qué, a qué? –pregunta Victoria, encogiéndose de hombros
-A ambas cosas, Victoria, ¿Matt, él lo sabe?
-Si y No papá... Edward dice que es mejor que estemos separados durante el transcurso de las respectivas demandas, es algo privado, no quiero hablar de eso aquí, pero tiene que ver con Alex y la ex novia de Matt, no estén enojados –pide en un puchero
-Victoria, eres una desconsiderada, pero sabes que contigo nunca me puedo enojar –confiesa Noel, con una media sonrisa
-Ahí tienes hija, cuentas siempre con nosotros
-Gracias papá
-¿Qué es una demanda? –pregunta Cami, ocasionando la risa de todos en la mesa
-Es cosa de grandes, no necesitas saberlo Cami –responde Noel
-¿Por qué no?
-Cami, ¿has hablado con Adam? –pregunta Victoria, para cambiar de tema
-Claro, ayer por la mañana, dijo que mañana vendrá a visitarme ¿puedes quedarte a dormir esta noche? Por favor, nunca te quedas
-Si hija, es una gran idea –la anima Hank
-Claro, aunque no sé cuando tiene pensado viajar el señor Acton
-¿Dónde te estás quedando? –soltó Noel, cambiando de tema
-Donde siempre... -miente deliberadamente, por alguna razón no quería que se enteraran de lo sucedido entre ella y Matt
-¿Tienes panza?
-Si Noel, tengo panza –suspira aliviada ante el nuevo cambio de tema
-¿Puedo verla?
-Vamos a casa, quiero que me cuentes todo sobre mi primer nieto, hija estoy algo aturdido, pero feliz
-Aunque debiste esperar a después de casarte –la regaña su hermano
-Anticuado –se mofa, Victoria
-Yo no quiero postre, ¿podemos preparar uno en casa? –sugiere Cami
-Absolutamente
Con Hank y sus hermanos felices, decidieron finalizar el almuerzo familiar y dirigirse a la casa, apenas estuvieron en el apartamento, Victoria le envió un texto a Todd, avisándole que pasaría la noche con su familia. Desde que están viviendo juntos, se volvió un poco más sobreprotector de lo normal, sobre todo luego de su última visita a la clínica, y con justa razón.
La mañana siguiente, Adam llegó cargado de regalos hasta el apartamento, como era usual, Noel lo dejó entrar sin siquiera preguntar nada, se fue directo a la habitación de Cami y se encontró con Victoria, recostada junto a su hermana
-¿Qué pasa aquí?
-¡Tío Adam! ¡Viniste! –salta Cami, feliz de ver a su adorado Tío.
-Lo prometí, sabes que no rompo mis promesas
-Lo sé, ¿esas cosas son para mí?
-Muchos regalos para mi hada favorita
Y de un salto ya estaba sobre los regalos que Adam, le trajo. En cambio Victoria, sabía que algo tenía, el modo en que no dejaba de observarla, sin decir una sola palabra, entonces recordó que está embarazada...
-Adam...
-¿Estás bien? ¿Necesitas algo? –soltó preocupado, recordando su último encuentro con Matt
-¿Así que no se hablan? –dedujo, Victoria
-No, yo no le hablo, es un cobarde
-No quiero defenderlo, pero me dio a entender que tuvo una razón para negarlo
-Pero tu... no eres como todas
-Adam, ya lo superé, estoy bien, ¿porqué te angustias? ...vas a ser tío –le susurra al oído para que Cami no escuche
-Sí, maldición, tienes razón, ¿puedo ver tu panza?
-¿Por qué todos preguntan eso?
-No seas egoísta, ya muéstrame
-Solo si me dices lo que le has estado haciendo a mí amiga
-¿Segura de eso? Siempre te pones colorada como un tomate cuando hablo de sexo
-¡Oye! Cami te puede escuchar –lo golpea en el hombro a modo de regaño
-Está tan feliz con sus cosas de hadas que se le taparon los oídos
-Te la has llevado 3 veces contigo a Los Ángeles
-Solo nos divertimos, es bastante exigente, no sólo en la cama
-¡Adam!
-Ahí está otra vez ese sonrojo adorable
-Tonto
-Siempre
-Tío Adam, vamos a preparar el desayuno para Vic y mi sobrinito nuevo
-Mejor vamos a comprarlo, busquemos algo para que te cambies
A eso del medio día, Victoria finalmente salió del apartamento, necesitaba un poco de aire, se sentía algo ahogada estando con su familia y mintiendo sobre su relación con Matt, por suerte Adam estaba ahí para cambiar de tema cuando ella ya no pudiera más con las evasivas.
-No tan rápido –la detuvo Adam, a mitad de su caminata
-¿Qué ocurre?
-Nada, ¿Qué vas a hacer ahora?
-Tengo que ir por mis cosas a la casa de tu hermano... -suspira resignada
-Y tú no quieres verlo, ¿hace cuanto que no se ven?
-Un mes, pero parecen años... no sé si quiero que me vea así
-Esta mañana lo defendiste, y ahora no quieres verlo, ¿Qué pasa?
-Quiero seguir firme en mi decisión de alejarnos por el bien de ambos, pero... soy débil
-Así que no sabe que te vas... descuida, no lo sabrá, pero si lo quieres tranquilo, tendrás que al menos saludarlo, ya lo conoces
-Gracias Adam, siempre estás siendo nuestro mediador
-Te quiero en mi familia... a ambos –confiesa tocando su vientre con adoración
-Cierto, adoras a los niños
-No te perdono que me prives de todas la primicias de tus avances
-Ni siquiera sé qué significa eso –le sonríe agradecida por su constante comprensión
-Dulzura, eres la primeriza más adorable que he tenido el placer que conocer, y he conocido a un par
-Adulador, necesito regresar a casa y darme una ducha
-¿Dónde te estás quedando?
-...con Todd –respondió con cautela
-Tranquila, por mi no lo sabrá
-¿Me llevas?
-Donde quieras.
De la mano la guió hasta su auto de alquiler y condujo siguiendo las instrucciones de Victoria.
En el apartamento, la esperaban Todd y Eric, algo preocupados, llevaba todo un día desaparecida, pero al notar la presencia de Adam, se tranquilizaron
-Chicos, tranquilos, la traigo sana y a salvo, ya desayunamos –les sonríe Adam, nada más entrar en el apartamento
-Adam, gracias por cuidar de ella
-Eric, ya basta, se cuidar de mi
-Lo sé, Victoria, pero recuerda que tienes que cuidarte, no está siendo un embarazo normal
-¿Qué quiere decir eso? –preguntó Adam, dejando de lado su humor, dando paso a la preocupación
-Que amargado eres, me voy a dar una ducha –se despide Victoria de ellos.
-Bien, ¿Qué mierda está sucediendo? –soltó Adam, ahora que Victoria ya no se encontraba
-Ha decidido marcharse lejos, la ex novia del señor Rothschild la demandó, está actuando como la victima
-Edward Acton, se está haciendo cargo de defender a Victoria, y sabemos que eso no traerá nada bueno, es famoso por su agresividad y crueldad, estoy seguro que se está preparando no solo para ganar el juicio, estoy seguro que Katie, pasará una buena temporada pagando por haber intentado matar al bebé de Vic, y por haber ayudado a Alex –explica Eric, para acabar con el tema de una vez
-Mierda –suspiró Adam
-¿Has visto a Matt? –pregunta Eric
-No
-¿Qué pasa?
-¿Te parece poco negar que el bebé de Vic sea suyo? Tengo una mezcla de decepción y celos en estos momentos, no sabes cuánto me encantaría ser padre, y el imbécil de mi hermano... no es necesario volver a decirlo –gruñe Adam
-Entonces... ¿no lo ves desde que le dejaste ese espantoso ojo morado?
-No. Bueno, ¿Quién viene con nosotros?
-¿Ir donde? –pregunta Eric confundido
-Creo que no te lo mencioné Eric, pero Victoria quiere ir por algunas de sus cosas –explica Todd algo apenado
-¿Por qué? No necesita nada de lo que hay en esa casa, ¿porqué no me lo dijeron?
-Eric, estás tan obsesionado con lo que te dice la psicóloga que no lo hubieras permitido –Todd intenta hacerlo razonar
-No es cierto
-Eric, le pediste al señor Rothschild que no le escribiera, ni pensar de llamarla, sé que no es momento de hablarlo, pero estas tan concentrado en la idea de "reparar" a Victoria, que estás pensando de manera irracional, si ella quiere ir, es porque lo quiere ver, quiere asegurarse ella misma de que está bien antes de marcharse –concluye Todd
-Yo... ¿de verdad hago eso?
-Sí, yo te apoyo, quiero lo mejor para ella, pero lo que nosotros decidamos no lo es, solo es lo que Victoria decida, y tendrá mi apoyo incondicional
-Demonios, Todd, eres todo un príncipe encantador –ríe Adam
-¿Cómo? –pregunta confundido
-Nada, me alegra que cuides de Vic, gracias viejo –le sonríe Adam con sinceridad
-¿Porqué sonríen? –pregunta Victoria, regresando a la sala
-¡Vaya! Pero si luces preciosa con esa panza a la vista –le sonríe Adam
-Bueno, ¿podemos irnos ya? Quiero dormir el resto del día
-Creo que deberíamos ir todos –sugiere Eric
-Perfecto, ¿vamos en tu auto, Todd?
-Seguro.
Tomando el abrigo más amplio que encontró, Victoria se preparó para salir, junto con todos.
45 minutos más tarde, estaban cruzando la gran reja de acero que rodeaba la propiedad.
-No quiero que sepa que me voy a California, no le digan nada, por favor
Pidió Victoria, muerta en nervios por regresar a esa casa, ni siquiera sabía si Matt se encontraba, es por eso que decidió hacer una parada en casa de Doris.
En el instante en que se bajó del auto, la puerta de la casa de la alegre ama de llaves, se abrió y la recibió con un gran abrazo, seguido de un extenso interrogatorio, para luego conseguir la información que necesitaba para seguir hasta la casa.
-¿Y bien? –pregunta Adam, a penas volvió al auto
-Regresa en cualquier minuto –suspira aliviada
-Bien, vamos de una vez, Todd –pide Eric
Todd continuó el camino hasta la gran escalera de la entrada principal, la cual Victoria subió con ayuda de Adam, como día domingo, la casa se encontraba vacía, así que Victoria subió directamente a la habitación fue suya alguna vez, buscó sus cámaras y pertenencias de valor, antes de dirigirse a la habitación de Matt.
Con el corazón latiendo con fuerza recorrió todo el lugar, hasta llegar al vestidor y encontrarlo tal cual, su ropa junto a la de Matt, todo perfectamente ordenada, con pesar tomó algunas de sus antiguas camisetas y la corbata preferida de Matt, acariciando la suave seda con nostalgia, recordando cuanto le gustaba verlo con ella puesta
-Puedes conservarla
La voz de Matt la sobresaltó, sacándola de sus recuerdos, su primera reacción fue cerrar su abrigo y así esconder su embarazo
-No hagas eso, no tengas vergüenza –susurra dando un par de pasos en su dirección
-Lo siento, yo... vine por unas cosas
-Está bien, puedes venir cuando quieras, es tu casa... -le recuerda con tristeza
-No hagas esto, solo vine por esto –señala la ropa en sus brazos
-Lo siento...
-Ya me voy –intenta salir del vestidor, pero Matt no se movió
-¿Para qué necesitas todas esas cosas? –preguntó Matt, refiriéndose a las que había dejado sobre la cama
-Son mis cámaras... las necesito para... trabajar –mintió
-¿TRABAJAR?
-...Si –contestó nerviosa
-No puedes trabajar, no debes –soltó alarmado
-Tranquilo, es solo una cámara
-Debo insistir, tienes que cuidarte, yo puedo...
-No -lo corta molesta- No necesito tu dinero
-Lo siento, solo quería ayudarte...
-Ya me tengo que ir
-Necesito darte algo, no te vayas aun... dame eso
Le pidió las cosas que sostenía, con mucho cuidado las sostuvo, dando media vuelta tomó el resto de las cosas y se las entregó a Eric, quien aguardaba fuera de la habitación, le pidió que la esperara en la entrada, tanto Adam como Eric habían intentado retenerlo, para que no la encontrara sola, pero nada más saber que estaba ahí, sus oídos se cerraron y prácticamente corrió a la habitación, totalmente ansioso.
A penas le dio las cosas, cerró la puerta y regresó al vestidor, donde Victoria seguía esperando, visiblemente nerviosa. Intentando contener las ganas de abrazarla, se acercó al gabinete de las corbatas, de donde sacó una pequeña caja negra de terciopelo, la abrió y sacó de su interior una simple cadena de oro blanco, y se dirigió a Victoria.
-No la rechaces –pidió extendiendo la mano, dejando a la vista la cadena de la que colgaba su anillo de compromiso
-Matt, yo...
-No te pido nada, solo que lo conserves, por favor, para saber que no me olvidas a medida que pasan los días
-...No necesito el anillo para hacer eso
-¿Puedo insistir?
-Bien...
Con cautela extiende su mano, soltando el abrigo y dejando a la vista su vientre abultado, notando como los ojos de Matt se abrieron de par en par, toma la cadena y se dirige a la habitación, antes que alcanzara el pomo de la puerta escucha decir a Matt...
-¿Te puedo decir algo antes que te vayas? –se acerca a ella
-Claro –suspira nerviosa ante su proximidad
-Nunca antes te había visto tan hermosa como ahora –confiesa con ese brillo de sinceridad en su mirada, ella lo conocía muy bien, era escaso
-¿De qué hablas? –preguntó confundida
-...De esto... -susurra depositando su palma sobre su vientre de 6 meses
-¡Oh! –chilló asustada por su toque
-Lo siento... lo siento, yo no... -asustado dio un paso atrás
-Estoy bien... ya me tengo que ir
-Está bien...
Susurró contemplando cómo se alejaba de él. Para Victoria tampoco había sido fácil hacerlo, sabía cuánto le costaba hacer lo que otros querían, siempre se ha impuesto ante todos, pero esta vez estaba más que dispuesto a cambiar eso por ella.
-¿Todo bien, Victoria? –preguntó Adam a pena la vio cruzar la puerta de salida
-Sí, estoy bien, ya me quiero ir
-Por supuesto preciosa, nos vamos ahora
Abrazándola protectoramente, descendieron la gran escalera hasta llegar al auto, a penas Todd se puso en marcha, consiguió soltar un largo suspiro de alivio, él no reaccionó como ella esperaba, el lo estaba intentando... por ella
-Vic, ya llegamos –le susurra Adam, estaba dormida sobre su hombro
-Lo siento... -se disculpa levantándose de su hombro
-No te disculpes, mi hombro está siempre disponible para ti
-Gracias, ¿Dónde está Eric? –pregunta observando a su alrededor, se encontraban en el estacionamiento subterráneo del edificio
-Acaba de subir con Todd, ¿lista para subir?
-Sí, vamos
Adam permaneció con ellos por media hora más, antes de confesar querer visitar a Sue. Victoria seguía confundida con esa historia, ninguno estaba siendo claro, aunque ambos han dejado una sola cosa clara, y esa es que han tenido sexo.
-¿En qué piensas?
-Estoy agotada, Eric
-Es hora de comer, son las 4 de la tarde, hasta aquí oigo tus tripas
-O tal vez sea el pequeño demonio que llevo dentro que intenta comerse mis tripas
-¡Victoria! –la regaña un divertido Eric
-Creo que ya estoy lista para hablar con Edward, después de todo el quiere defenderme a cambio de nada, no creo que sea correcto seguir escondiéndome de el
-El sabe donde estas, solo está esperando a que tu desees hablar de todo, está esperando que estés lista
-Lo estoy
-¿Esta noche?
-Sí, esta noche
Suspiró aliviada, ahora solo quería dormir, pero para complacer a Eric, tuvo que esperar a que llamara al delivery por comida, y solo cuando hubo almorzado, la dejó ir a descansar, solo quería un momento a solas para contemplar el anillo de Matt...
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Hola chicas,
Se que a muchas no les está gustando la actitud de Matt, y está bien, adoro que hablen sobre la novela, gracias por involucrarse tanto como lo hago yo al escribirla.
Espero que las cosas se den bien en los siguientes capítulos, ahora realmente no sé cuanto más dure la novela. Me preguntaron si habrá segunda parte, la respuesta es no, esta es la segunda y última parte de "El Contrato", no quiero arruinar la historia alargando esto hasta una tercera parte, siento que como está, va bien encaminada. No duden en comentar si algo falta, mi memoria no es muy buena (soy una despistada :p) para que no quede nada inconcluso y tenga un buen final.
Cariños
Verónica.
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