☠|CAPÍTULO DOCE
Que Alessandro me considere una mujer derrochadora comprueba que el hombre no tiene ni el más mínimo conocimiento sobre mí.
¿Qué pensará si le digo que soy más una mujer de libros y pijamas todo el día?
Por supuesto, debe creer que en cuanto nos casemos voy a malgastar su dinero en ropa, viajes, joyas y todas esas cosas que consumen las mujeres de la mafia.
A veces pienso que posiblemente me desvié en el momento de mi nacimiento, seguramente iba a nacer en el otro lado de la ciudad, donde las personas tienen menos comodidades, pero son más felices, pero sé que las cosas no son así, seguramente como muchos dicen, mi vida ya está escrita y mi destino es casarme con Alessandro y enseñarle que no soy ninguna derrochadora.
—Entonces yo podría decir que tú también derrochas tu dinero en banalidades —rompo mi silencio, no puedo dejar que este hombre que apenas y sabe mi nombre suponga cosas que no son de mí.
—Tal vez sí lo haga, además es mi dinero, tú lo has dicho.
—Imbécil —la palabra sale de mi boca y me arrepiento, pero parece no haberle molestado, ya que sonríe haciendo que la cicatriz en su mejilla se eleve.
—No eres débil, mucho menos sumisa y además sueltas lo que piensas, eso me gusta —menciona con diversión.
—Tienes la boca llena de razón.
No sé porque con este hombre no puedo dejar mi boca cerrada y evitar muchas cosas.
—Viviana, tienes algo que me atrae y lo descubriré.
Me estremezco al escucharlo, ¿mi inocencia? Joder, no, no tengo ninguna inocencia —bueno, mi virginidad—, pero eso es algo que él no sabe.
Posiblemente le atraiga mi sarcasmo, pero sería estúpido si fuera eso. Jm, podría ser mi cuerpo lo que lo atrae, mi gran trasero, eso es.
Jesús, el hombre posiblemente está esperando con ansias la noche de bodas para poderme follar. Un jadeo se me escapa de solo pensarlo y me arrepiento rápidamente al ver al hombre.
Sus ojos brillan con un tipo de, ¿deseo? Ese brillo hace que sus ojos se vean aún más oscuros y me cause curiosidad.
¿Brillarán de esa manera cuando esta follando? Tal vez me mire con esa intensidad mientras tiene su boca en mi coño, eso me gustaría verlo.
Dios, estoy realmente hormonal para pensar de esta manera.
—Voy al baño —me pongo de pie rápidamente antes de que mis pensamientos me lleven a otra parte y se reflejen en palabras.
Al entrar al baño me observo en el espejo y mi rostro está completamente rojo y puedo apostar que el hombre se dio cuenta de lo que estaba pasando por mi mente en ese momento —soy una idiota—, no puedo sentir nada por ese hombre, ni siquiera atracción, ya que en algunos meses la guerra terminara y podre irme.
Un matrimonio es para toda la vida.
Me muerdo el labio al recordar estas palabras que dijo tan cerca de mi rostro.
Me quedo por unos minutos en el baño para que mis mejillas puedan volver a su color normal, puesto que no las puedo humedecer porque se me correría el maquillaje.
Unos minutos después salgo del baño y cuando me dirijo hacia la mesa que compartía con Alessandro, alguien me sujeta del brazo y me aparta hacia un lado.
—Jesús, me asustaste —digo al percatarme que es Alessandro quien me sujeta.
—Creí que algo te había sucedido, así que decidí venir a comprobar —menciona, su cuerpo empieza a acercarse al mío y los pensamientos de hace un rato empiezan a hacer presencia.
—¿Qué me pasaría en el baño de un restaurante?
—Muchas cosas —asegura —¿Qué estabas haciendo?
—Cosas que se hacen en un baño.
La ironía flota en mis palabras, pero es que las preguntas del hombre son ridículas.
—Quiero besarte —el hombre suelta esas dos palabras mientras sus ojos ven directo a mis labios.
—Yo quiero muchas cosas y no puedo —digo, pero también quiero besarlo.
El hombre se acerca a mí y creo que me va a besar, pero lo único que hace es pasar un poco de mi cabello con mi oreja.
—Ya es hora de irnos, ¿deseas ir a algún lugar antes de volver a casa de tus padres?
Puedo decir que no me gusta nada de este tipo, pero estaría mintiendo. Nunca mi padre me ha preguntado si deseo ir a algún lugar.
—A un bar —digo.
Realmente no quiero ir a un bar, pero solo estoy probando al tipo y ver hasta qué punto está dispuesto a escucharme y seguir mis peticiones.
—Te llevaría a un bar, pero no creo que haya alguno abierto a esta hora, tal vez mañana pueda llevarte a uno.
No esperaba esa respuesta —bueno, me pregunto si estaba de acuerdo con este compromiso—. Tal vez el hombre no es tan estricto como mi padre.
—Creí que te ibas hoy.
—No, voy a estar tres días en esta ciudad, debo solucionar algunas cosas —dice—. Además, debemos fijar la fecha de la boda.
Cierto, no hemos hablado sobre eso.
—Podemos casarnos el próximo año —así tendríamos un año para conocernos.
—Estamos iniciando el año, entonces nos tocaría esperar un año entero y no tengo mucho tiempo para estar viajando entre las dos ciudades.
—No tengo ningún problema con eso.
—Y tú no puedes venir, tu padre tiene miedo de que te toque antes del matrimonio.
Claro, según mi padre si Alessandro me toca descubriría que no soy virgen y rompería este contrato.
—¿Si no fuera pura terminarías el contrato?
Tal vez esta pregunta firme la muerte de papá y mi matrimonio con el viejo, pero me gustaría saber qué piensa el hombre sobre una mujer que no sea "pura" como ellos lo llaman.
—¿A qué te refieres?
—Si yo no fuera virgen, ¿no te casarías conmigo?
—Tres cosas muy sencillas y la primera es una pregunta —se acerca mucho más a mí hasta el punto que termina de invadir mi espacio personal—. Si te enteras de que no soy virgen, ¿no te casarías conmigo?
Ruedo los ojos, es obvio que el hombre ha follado más de lo que yo me he masturbado en toda mi vida.
—Es muy diferente.
—Segundo, si no eres virgen me importa una mierda, pero juro que encontraré a cada hombre que te ha tocado y los mataré.
¿Por qué estoy excitada? Que el hombre diga que va a matar me acaba de mojar las bragas. Debo pedir una cita con un psiquiatra para que me medique.
—Tercero, a partir de ahora seré el único hombre que te tomara —un temblor recorre mi cuerpo al escuchar—. Este matrimonio será real, en todos los sentidos.
Sus palabras me dejaron muda, no encuentro una frase que pueda dar respuesta o contradecir lo que acaba de decir.
Vamos a dormir en cuartos separados durante todo nuestro matrimonio, creí que no me deseabas, no me acostaré contigo, estás loco. Puedo decirle alguna de esas, pero si salen de mi boca estaría contradiciendo lo que quiero.
Si quiero acostarme con él y dormirme entre sus brazos mientras toco la cicatriz en su rostro, también lo deseo tanto como creo que él me desea, me acostaría con él todas las veces que me lo pidiera y por supuesto que yo también estoy loca.
—Deberíamos irnos —intento llevar mi mano a su pecho para apartarlo, pero él me detiene.
—Te llevaré a tu casa entonces.
Nuevamente pone su mano en la parte baja de mi espalda, lo que hace que mi piel se erice.
Los hombres que papá envió aún nos siguen y estoy segura de que si Alessandro quisiera podría eliminarlos y llevarme con él en este preciso momento.
—¿Cuántos años tienen tus hermanas? Mencionaste que son unas niñas, pero no comentaste las edades —pregunto para evitar un silencio incómodo durante el viaje de regreso.
—Tiene catorce años —responde.
Bueno, no son unas niñas, pero aún les falta mucho para que contraigan matrimonio.
—¿Ambas?
—Son gemelas.
—¿Cómo se llaman?
—Veo que eres una mujer de preguntas —dice ignorando mi pregunta.
—Me propuse interrogarte y lo estoy logrando.
—Pía y Gia.
—Bonitos nombres, además combinan —dirijo mi mirada a su rostro para poder observar sus gestos.
Es un hombre terriblemente guapo, creí que no había hombres así en la mafia, bueno, papá y Eduardo no son feos, pero la belleza de Alessandro es diferente.
—¿Cómo te hiciste la cicatriz de la mejilla? —Su mirada y actitud cambia al instante.
Su mirada se torna fría y una pizca de ira se refleja en ella. Me arrepiento haber hecho esta pregunta.
—No tienes que responder —digo de inmediato.
—Mucho mejor.
Alessandro se baja del auto y no me había dado cuenta de que ya habíamos llegado, esté rodea el auto y me abre la puerta ofreciéndome su mano para ayudarme a bajar.
—¿Vas a entrar? —pregunto cuando no veo sus intenciones de querer ingresar a la casa.
—Te llevaré, me despediré de tus padres y me iré —su actitud cambió desde mi pregunta sobre la cicatriz y empiezo a creer que lo moleste.
—No hay necesidad de que entres, seguramente tienes cosas importantes.
Ignora mis palabras y me invita a caminar junto a él. Cuando entramos a la casa, mis padres se encontraban en la sala —seguramente les avisaron que ya habíamos llegado—, tal como lo dijo, se despidió de los presentes y me pidió que estuviera lista mañana a las seis de la tarde, seguramente para llevarme a un bar.
—¿Qué hiciste? —pregunta mi padre cuando Alessandro abandona la casa.
—Nada.
Solo una pregunta que no le gusto.
—¿No le habrás dicho?
Jesús, no le dije que no era virgen, pero lo insinué. Ahora seguramente esté planeando buscar a un hombre que no existe.
—Papá.
—Saldrán mañana, así que no creo que le haya dicho nada —menciona mamá.
—Al hombre no le importa si soy o no soy virgen —suelto estas palabras mientras camino hacia mi habitación.
Estoy segura de que nunca le podría perdonar a papá esto, no dejarme hablar y quedarse con la idea de que no soy virgen.
Antes de que mamá se le ocurra entrar a la habitación a averiguar qué dije o que hice en la cita de hoy, le pongo el pasador a la puerta, está muy temprano para dormir y lo mejor sería bajar a la biblioteca, pero no quiero ver ni hablar con nadie.
☠
Emma no vino ayer como me lo había prometido, seguramente Alonzo interfirió en su posible visita.
Hable con Livia y le comenté lo que Alessandro me hizo sentir y fue la mujer más feliz del mundo, ya que está segura que mi matrimonio tendrá todo menos tristeza y en el fondo deseo que sea así.
—¿Sabes a dónde te llevará Alessandro? —pregunta mi madre, sabía que no iba a poder esconderme de ella por mucho tiempo.
—No lo sé, solo dijo que me vendría por mí en la tarde.
—Posiblemente te lleve a un bonito lugar.
—Seguramente —respondo con sarcasmo.
En los últimos días, mis palabras han estado llenas de sarcasmo e ironía y todo debido a las absurdidades de mis padres.
—Él vendrá mañana y le diremos la fecha de la boda —dice.
—¿No debería ser yo quien escoja la fecha? —pregunto—. Además, ya hablamos sobre eso.
Bueno, no hablamos, mencioné que quería que la boda se celebrará el próximo año, pero no se mencionó más, ya que yo le hice otra pregunta.
—Ya tenemos el día, es el veinte de febrero.
Están locos, juro que lo estás, es menos de un mes, muy poco tiempo para preparar una boda.
—Eso es muy poco tiempo —revelo.
—Lo suficiente para planear una boda.
—No lo creo.
Dios, voy a volverme loca con todo esto. Cumplo años, me presentan a un hombre que será mi esposo y ahora me dicen que tengo menos de un mes para preparar una boda.
Dos cosas buenas que saldrán de todo este circo que han armado mis padres: podré alejarme de ellos y estaré al lado de un hombre que al parecer pide mi opinión.
—La fecha la escogió tu padre, ya sabes como es.
—Aja, y tú cuando se trata de decisiones nunca me apoyas.
—Claro que te apoyo, hice lo posible para retrasar este matrimonio, pero solo logré un mes.
—Tú y papá están verdaderamente locos, y no voy a seguir teniendo esta conversación porque no quiero decir algo de lo que pueda arrepentirme.
—No me odies, sabes que te amo.
—No puedo odiarte, pero estoy realmente resentida.
—Alessandro está en la oficina con tu padre —dice antes de salir de mi habitación.
Vamos a ir a un bar, así que me puse un vestido corto de color azul junto a unos tacones blancos.
Bajando las escaleras observo a papá hablando con Alessandro y me pregunto de qué tanto hablan, siempre que los veo parecen estar teniendo una charla no muy agradable.
Bueno, a Alessandro parece no gustarle papá, apenas y lo tolera.
¿Sabían que este libro sera corto? en los próximos capítulo sabremos mas sobre Alessandro y las cosas que le hicieron en el pasado, (posiblemente mañana publique otro capítulo).
Disfrute la lectura.
Para adelantos de este libro, los ya publicados y los próximos a ser publicados pueden seguirme en mis redes sociales |Instagram|TikTok|Twitter|Threand| donde aparezco como Leidygm18.
Vota, comenta y comparte para que lleguemos a más personas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top