Capítulo 5: Los Fantasmas de mi Pasado
Amy se encerró en el baño más cercano sintiendo como lágrimas fugitivas recorrían su rostro. Se maldecía por ser tan débil. Era obvio que para él esas palabras no tenían ningún valor, pero para ella habían abierto una puerta que ahora no estaba segura de cómo cerrar.
–"Quédate conmigo"– recordó las palabras que él le había dicho hace tan sólo unos instantes en el elevador, sintiendo su pecho oprimirse.
¿Cuántas noches había llorado hasta quedarse dormida tan sólo esperando una llamada donde él pudiera pronunciara tan hermosas palabras? ¿Cuántos días había esperado para que eso pasara? Amy restregó sus ojos con su antebrazo en un intento de ahogar sus emociones alborotadas; unas que le había costado años lograr adormitar en lo más profundo de su ser.
–Contrólate Amy– se dijo a sí misma para verse en aquel espejo mientras lágrimas aún brotaban de sus ojos. –Déjalo ir– se regañó secando aquellas lágrimas.
Soltó un pesado suspiro, recordándose lo que tenía que hacer y la razón por la cual había terminado así con Sonic en primer lugar, buscando así el reporte que debía de entregar para darse cuenta que no lo tenía con ella. –¡No puede ser!– exclamó con espanto; lo había olvidado en aquel elevador, al cual, en serio no quería regresar –¡Maldita sea!– exclamó para salir de su escondite y al hacerlo ver a Sonic del otro lado de la puerta del baño de damas. Amy paró de golpe con una expresión estupefacta en su rostro, tragando pesado.
–Sonic...– musitó con desconcierto.
–¿Es esto cierto?– inquirió él para que Amy arqueara una ceja en señal de confusión –Esto– insistió enseñándole el reporte que había olvidado. Las mejillas de ella se tiñeron de carmesí abriendo los ojos de par en par, y así la expresión de sorpresa se borró para darle paso a una de enojo.
–¡Dame eso!– arrebató la eriza de sus manos abrazando aquel documento contra su pecho, como si fuese su más profundo tesoro... tal vez lo era.
–¿Tú me admiras?– preguntó Sonic sin reparo. Necesitaba saberlo, necesitaba saber si esas palabras eran reales o se trataba de un trabajillo cualquiera sin emoción detrás del mismo.
–E-Eso...– balbuceó Amy intensificando su agarre para lanzar su mirada a sus pies con nerviosismo.
Sonic caminó hacia ella autoritario, para con un suave movimiento tocar su mentón con su dedo índice y elevar su rostro, obligándola a verlo y así musitarle: –¿Lo haces?– insistió. Los ojos de Amy se abrieron de par en par sintiendo como una corriente eléctrica recorría su columna por el simple toque de la yema de sus dedos; intensificando su sonroje.
–¡¿Y qué si lo hago?!– exclamó molesta empujándolo lejos de ella, y así dar media vuelta iniciando su caminata en un intento de alejarse de él tanto como podía.
Sonic logró agarrar su mano evitándola de proseguir. Amy lo volteó a ver con asombro para que su mirada se quedara prendida de la de él.
–Es sólo que...– empezó a hablar el erizo, perdiéndose por unos segundos en los ojos esmeralda de ella. –Pensé que me odiabas– completó a baja voz.
–¿Por qué pensarías algo como eso?– cuestionó Amy sin entender.
–Después de lo que dijiste en el auto, yo...
–Te lo dije antes– interrumpió la eriza con el ceño fruncido –Es sólo que a veces me exasperas con tus constantes reclamos y tu mirada molesta y tu tono de voz condescendiente– rememoró con una expresión sulfurada provocando que Sonic le desviara la mirada –, pero...– continuó Amy suavizando sus facciones –Hay veces que haces cosas dulces como abrazarme en un elevador o...– acalló para ver la mano de él sobre la suya.
Sonic siguió la mirada de ella para notar que aún no había soltado su mano, ruborizándose ante eso y como un rayo dirigir su mirada a los ojos de ella para sonrojarse intensamente, siendo imitado por ella.
–¿Amy?– escucharon decir en el otro extremo del pasillo provocando que Sonic la soltara bruscamente, terminando el momento. Ambos tomaran distancia del otro inconscientemente, desviándose la mirada sin poderlo evitar, sin poderlo entender. –¡Sabía que eras tú!– dijo con emoción, haciendo que Amy volteara a sus espaldas para reconocer a su más preciada amiga de la universidad – Yo...– silenció de pronto para fijar su vista en Sonic.
–Hola Sally– saludó la eriza con una tímida sonrisa –Tiempo sin vernos, ¿no es cierto?
–¿Sonic?– llamó la ardilla, obviando el saludo de la eriza quien para ese momento parecía estar demás en ese pasillo. Amy volteó a ver al erizo azul cual rayo, y notar una expresión incómoda por su parte al reconocer a Sally.
–...Hola Sally– apenas logró decir el erizo azul.
Amy regresó la mirada a Sally y distinguir una dulce sonrisa y brillo inconfundible en sus ojos, arqueando una ceja confundida por esa expresión en su rostro. Amy volteó a ver nuevamente a Sonic, quien le sonría de regreso a la ardilla.
–¿Acaso ustedes se conocen?– preguntó Amy sin entender.
–Podría decirse– respondió Sally para sonreírle pícaramente al erizo, quien se ruborizó ante su sonrisa.
–¡Espera, no me digas que él fue quien...
Amy acalló al recordar los relatos de Sally sobre el caballero misterioso que llegaba a verla en busca de aventuras y un poco más. Aún recordaba el profuso amor que ella terminó profesando por aquel príncipe que mantenía en secreto de todos, y como su relación terminó abruptamente hace menos de un mes. Ahora entendía por qué nunca le había dicho de quién se trataba.
–¿Pero tú qué haces aquí, Sonic?– preguntó la ardilla obviando nuevamente la presencia de Amy.
–Pues yo...– silenció Sonic dirigiendo su mirada a la eriza quien ahora lo miraba con intensidad, borrando cualquier mirada cálida previa.
–¿Es eso...?– murmuró Sally para fijar su vista en el anillo brillante en la mano de él y luego dar una mirada rápida a la eriza y notar el anillo en forma de rosa en su dedo –Oh...– soltó con un obvio dejo de decepción en su voz –Entiendo.
–¡No es lo que piensas Sally!– se apresuró él –¡Esto no es... es decir...
–Es bueno saber que por fin puedes comprometerte con algo Sonic– reclamó la ardilla con una mirada intensa –Felicidades a ambos– concluyó cual sarcasmo para empezar a caminar.
–¡E-Espera, esto no...
–Sabes algo Sonic– interrumpió Sally para voltearlo a ver con molestia –Cuando me dijiste que esto iba demasiado rápido y que necesitabas tiempo para pensar cuál sería el siguiente paso, no pensé que hablabas de casarte con la eriza que te rompió el corazón– reclamó dirigiendo una mirada intensa a Amy, quien se estremeció bajo la misma, y luego verlo a él nuevamente, sintiendo como sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas y aquella máscara de enojo empezaba a desquebrajarse –¡Ella te abandonó!– explotó –¡Te dejó para luego irse a los brazos de otro erizo ¿y aún así la eliges a ella?!
–¡Puedo explicarte!– intentó excusarse el erizo.
–¡Yo fui quien estuvo ahí!– le recordó mientras lágrimas ahogaban el dolor que ahora abrazaba su lacerado corazón –Cuando nadie más estuvo... yo estuve ahí– murmuró por último para dar media vuelta y seguir con su camino.
Sonic la vio partir sin poderle decir que todo aquello era una farsa y que antes de que terminara en ese embrollo había pensando seriamente en concretar en una relación formal, tal como ella se lo había estado pidiendo el último año.
–Maldición...– masculló el erizo observando a Sally desaparecer de aquel pasillo. Suspiró desesperanzado para ahora toparse con la mirada molesta de la eriza. Era obvio que aún el destino no había terminado de agobiarlo.
–¿Estuviste con ella?– preguntó Amy duramente.
–Ahora no Amy– evadió el erizo azul para continuar su caminar sin rumbo, con el único propósito de alejarse de la tormenta inminente que sabía que vendría.
–¿Ahora no?– repitió la eriza caminado detrás de él –¡Sabías que ella era mi amiga!– le reclamó molesta.
–¡Y tú que Scourge era mi enemigo!– devolvió molesto –¡Los dos lo arruinamos, ¿sí?!
Amy se atragantó con sus palabras, sosteniéndole aquella mirada de molestia. Ella no estaba en posición de reclamarle nada, y él tampoco; y a pesar de saberlo un dolor punzante yacía en su corazón; después de todo Sally se había vuelto su amiga más cercana desde que había decidido cortar lazos con todos.
–¡Por fin los encuentro!– escucharon decir para que ambos voltearan a ver a las puertas del elevador que ahora se abría y ver al erizo plateado caminar hacia ellos. –¿Algún problema?– inquirió Silver al sentir la tensión entre ambos.
–Todo es tal como siempre ha sido– respondió Amy para dirigirse al fin a su salón y dejarlos a solas.
Sonic suspiró con pesadez. Era obvio que ese matrimonio tenía que ser algún deuda karmática o un juego retorcido del alguna deidad porque no entendía por qué debía de tolerar todo aquello.
–Así que ustedes dos tuvieron una ruptura un tanto difícil– escuchó Sonic decir de pronto para sentir como un sudor frío recorría de pronto sus sienes, sintiendo la mirada del erizo plateado a su espalda. Sonic tragó pesado, sabiendo que de cómo respondiera a eso podría significar el fin de todo.
–Sí, digamos que nuestra relación pasó por un par de problemas antes– respondió el erizo azul para voltearlo a ver con una máscara de tranquilidad que encubría el obvio pánico que sentía en ese momento. –, pero es normal después de llevar tanto tiempo juntos.
–¿Terminaron por esa chica?– curioseó Silver para ver de reojo a sus espaldas la dirección que había tomado la ardilla –¿Kelly era su nombre?
–Sally– corrigió Sonic –No, ella no tuvo nada que ver– negó, entendiendo que él había estado más presente de lo que parecía. ¿Qué tanto había visto u oído? –Pero ya sabes cómo son las mujeres– dijo con un dejo de diversión –Los celos nunca desaparecen, ni con un anillo en mano– rió nerviosamente.
Silver lo vio estoico, no parecía responder a ninguna de sus bromas inocentes, lo que lo hacía sentir aún más incómodo.
–Listo– escucharon decir, para ver a Amy llegar a ellos –Es hora de regresar– comandó para iniciar su caminata seguido por ambos erizos, en silencio.
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Llegaron a la gran mansión con una atmósfera pesada e incómoda para los tres, y así en perpetuo silencio cruzaron el umbral de la casa para que Silver se disculpara con ambos en un corta reverencia y se adentrara a las profundidades de la casa. Sonic y Amy se vieron al acto, sin dirigirse palabra alguna. A penas era medio día y se suponía que ambos debía de interactuar como marido y mujer.
–¿Me acompañas?– pidió Amy de pronto, para que Sonic la viera con sorpresa por la inesperada propuesta. –Por favor– pidió tan cortésmente que no tuvo palabras para rehusarse.
Sonic la siguió por la casa hasta llegar a lo que era su recámara; extrañado. Ella abrió la puerta para dejarlo pasar, y sabía que esto sólo podía anunciar una continuación indeseada a la plática en la universidad. Entró a la recámara para que ella le siguiera y así cerrara la puerta una vez ambos dentro.
–Creo que tenemos que hablar...– murmuró Amy, sin despegarse de aquella puerta –Sobre Sally– mencionó para que el erizo le desviara la mirada –y Scourge– concluyó provocando que regresara su mirada intrigado.
–¿Por qué?– espetó Sonic molesto.
–¡Porque ella es mi amiga y tú lo sabías!– acusó con su mirada iracunda, para que Sonic le desviara la propia, intentando ocultar su molestia en un silencio forzoso –Además– continuó un poco más tranquila –, quiero que sepas porque elegí a Scourge para...
–¡No necesito saberlo!– interrumpió Sonic iracundo; esa era sin duda una conversación que no quería tener, y la idea de huir y alejarse lo más lejos posible de ella se volvió tentadora hasta que se percató que Amy aún seguía recostada frente a la puerta. Evitándolo de escapar.
–¡Tenemos que hablarlo!
–¡Dime ¿por qué?!
–¡Porque me rehusó a que pienses que no quise que mi primera vez fuera contigo!– confesó Amy sin intención.
Sonic la vio con asombro, borrando cualquier previa señal de molestia, mientras que una expresión de sorpresa se grabó en el rostro de ella. Amy sólo quería que pudieran hablar de las cosas para que así pudieran sobrevivir el resto de esa misión sin esos incómodos silencios y sin más peleas silenciosas; después de todo necesitaban que el acto fuera lo más convincente posible, por lo mismo, aquella confesión no estaba segura de dónde había salido, sin embargo, un gran peso había caído de sus hombros.
–¿De qué hablas?– logró preguntar el erizo azul al fin.
–Yo...– murmuró Amy atragantándose con sus palabras. Responder aquella pregunta representaba exhibir sentimientos que no quería admitir o recordar –Lo que pasó con Scourge...– masculló avergonzada sintiendo la mirada insistente de él sobre ella –Fue un gran error– respondió al fin soltando el aliento retenido, para que Sonic la viera aún más intrigado –Fui a un bar...– empezó –Uno que sabía que tú frecuentabas, era uno de esos malos días... ya sabes, uno en donde tu presencia hacía falta– confesó sin poderlo ver a los ojos mientras le contaba uno de sus mayores secretos, sin saber por qué lo hacía, sólo sabiendo que entre más hablaba más liberada se sentía de esas cadenas que había llevado consigo durante los últimos dos años –Tome más de la cuenta esperando verte, pero tú nunca llegaste...– rememoró con una expresión de tristeza que no pudo ocultar –De repente alguien apareció...
–Scourge– espetó Sonic con una expresión dura en su rostro.
–Sí– asintió la eriza –Sabía que no eras tú, sabía muy dentro de mí que era él, pero podía verte en él en cada beso, en cada...– calló al ver la expresión de incomodidad de Sonic, así que decidió obviar el resto –Como sea, sólo sé que desperté al día siguiente con un gran dolor de cabeza y con un erizo verde a la par mía en un apartamento que no era el mío– rememoró con pesar –Ha sido el peor despertar de mi vida, más aún cuando me di cuenta de lo que había pasado– dijo con un pesado suspiro, para observar la mirada de decepción en el erizo azul. –Ha sido el peor error de mi vida... en ese momento me arrepentí en nunca haberlo consumado contigo– confesó sonrojándose con intensidad.
–¿Lo harías?– soltó Sonic de pronto.
–¿Qué cosa?
–¿Consumarlo conmigo?
–¡¿EH?!– exclamó Amy sonrojándose con fuerza –¡¿Cómo me preguntas eso?!
–¿Lo harías?– insistió Sonic.
Amy sintió como un sonroje intenso se pintaba en sus mejillas para así desviarle la mirada estoica que él tenía sobre ella, sintiendo como el nerviosismo empezaba a invadirla.
–N-No me refería ahora...–balbuceó febril.
–¿Cuál es la diferencia de ahora a antes?– preguntó en suave voz.
Amy levantó la mirada de golpe por lo que sugería, y así ver a Sonic frente a frente de ella de pronto. Intentó tomar distancia para toparse con la puerta a sus espaldas, sintiéndose extrañamente acorralada, acechada como una pobre criatura herida.
–¿No acabas de decirme que lo pensaste?– inquirió el erizo con un amago de sonrisa, haciéndola estremecer de una manera extraña.
–¡E-Eso fue antes!– vociferó Amy con una falsa molestia para así intentar hacerse a un lado y alejarse él, pero la mano de Sonic a la par de su cuerpo le impidió de moverse. Le regresó la mirada, topándose con unos ojos divertidos por su obvio pánico.
Sonic la observó con picardía, inmovilizándola con esa galante sonrisa y mirada fija. Amy tragó pesado, conteniendo el aliento ante una nueva fase del erizo, desconocida totalmente para ella.
–¿En serio?– murmuró con un dejo de seducción el erizo para con la yema de su dedo rozar sutilmente su hombro desnudo, haciéndola estremecer ante el pobre contacto –¿No te gustaría borrar las marcas de sus manos de tu cuerpo?– le susurró al oído con una voz ronca.
Amy sintió su corazón latir con fuerza en sus oídos, y un extraño calor invadir su cuerpo por la sensación de su cálido aliento rozar su oreja. No pudo articular palabra alguna, embelesada por la mirada lasciva de él; tragando pesado ante la imponente presencia de él.
–Dime...– continuó él para con su dedo índice tomar gentilmente su barbilla atrayéndola cual imán hacia él –¿No desearías saber cómo sería hacerlo conmigo?
Estaba tan cerca de sus labios que sabía que no necesitaría más que un movimiento para que los suyos cayeran sobre los de ella y sin cabeza para pensar en las consecuencias de sus acciones, por fin pudo pronunciar la primera respuesta a todas sus interrogantes.
–Sí.
Fan Art de Mara 1451
Gracias a todos por su comprensión debido a las tardanzas, ¡pero he podido actualizar a tiempo para esta semana! Y no se preocupen, mi inspiración ha estado conmigo y el siguiente capítulo creo que estará de igual forma a tiempo. Espero estén listos para lo que les viene ya que Amy y Sonic deberán de probar su "amor" delante la elite de Cristal Empire y convencer a Blaze que su matrimonio no es un simple teatro; esperenlo en el capítulo 6.
¡GrAcIaS PoR LeEr!
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