Capítulo 10: What Hurt the Most


Sonic llegó junto a Silver para así ver el mar a través de su ventana, hundiéndose en su asiento tanto como podía; más incómodo que nunca.

–¿No te gusta el mar?– inquirió Silver al ver su actitud.

–¿Qué me puede gustar?– respondió con disgusto.

–Eres igual que Blaze– dijo Silver ahogando una risilla, divertido.

–¿Ella tampoco gusta del mar?– preguntó para voltearlo a ver.

–No– negó Silver con una pequeña sonrisa –Cosa de gatos...– declaró divertido alzando los hombros –Ahora andando, hay una buena fiesta afuera esperándonos.

–Bien, bien, vamos– accedió a regaña dientes para abrir la puerta y bajar de vehículo –Pero si la fiesta no es tan buena como dices yo...

Sonic acalló al ver a Eggman extendiendo su mano cordialmente en la limusina donde Blaze y Amy yacían. Frunció el ceño para caminar velozmente hacia donde Eggman yacía, quien al distinguir su presencia esbozó una amplía sonrisa.

–¡Sonic!– llamó Eggman con tanta confianza que su expresión de molestia se enfatizó aún más –Tiempo sin vernos.

–¡Tú!– explotó el erizo azul molesto listo para tomarlo del cuello de aquel traje barato cuando Amy se interpuso entre ambos.

–¡Sonic!– dijo Amy con una risilla nerviosa –¡Mira quien está aquí!– exclamó con una voz chillona –¡¿No es toda una coincidencia?!– preguntó en un intento que el erizo azul se tranquilizara.

–¿Algún problema?– inquirió Blaze aceptando cortésmente la mano de Eggman para bajar de automóvil.

–¡No, no!– negó Amy aprisa –Todo bien, ya sabes... Sonic es algo celoso– mintió con una sonrisa forzada.

–No seas ridículo– regañó Blaze al erizo azul –El Dr. Eggman es uno de nuestros invitados de honor, él jamás haría algo malo contra tu esposa.

–No contaría con eso...– murmuró Sonic con disgusto.

–¿Vamos?– pidió Eggman cual caballero para que la gata asintiera con la cabeza y así tomara su brazo para ser escoltada por él.

–¡S-Su majestad!– la voz de Silver se hizo notar para que la gata viera al erizo plateado aparecer detrás de Sonic –¿Desea que la escolte?– preguntó al verla tomar el brazo de Eggman con tal confianza.

–Amm...– murmuró para cruzar su mirada con la de Amy, quien le sonrió dulcemente, recordando así sus palabras: "Se ven tan bien juntos... como de esas parejas de cuentos de hadas", provocando que se ruborizara sutilmente y así la desviará para el frente –N-No... estoy bien– espetó nerviosa –Encárgate de nuestros invitados, nos veremos en la fiesta– ordenó por último para caminar junto a Eggman y alejarse de él.

Silver frunció el ceño en señal de molestia; había pasado de guardián a un corriente mayordomo. La vio alejarse para reír divertida a uno de los comentarios sin sentidos típicos de Eggman, enfatizando su expresión de molestia.

–¿Es normal que ella pase tanto tiempo con él?– preguntó Sonic mientras seguía a la pareja con la mirada.

–Yo qué sé– espetó Silver molesto, sin intentar ocultarlo –Sólo sé que desde que ese hombre huevo apareció ella ha actuado más paranoica de lo normal– expuso para así caminar hacia el maletero del vehículo y buscar por las pertenencias de la princesa y sus invitados.

Sonic vio de reojo a Amy, quien al igual que él se miraba un tanto sorprendida por las palabras del erizo plateado. Parecía que su falta de control podría serles beneficioso. Sonic esbozó una confiada sonrisa para caminar hacia el erizo plateado que lanzaba todo al suelo sin el más mínimo cuidado.

–¿Siempre están tan juntos o sólo es para este tipo de festividades?– preguntó Sonic con un falso desinterés.

–¿Insinúas algo?– devolvió Silver con una mirada iracunda.

–¡No, no, claro que no!– intervino Amy al notar que el modo de Sonic no era de ayuda para conseguír la información que necesitaban –Es sólo que nunca habíamos visto a la princesa estar así con nadie más que no fuera contigo– repuso.

–Pues acostúmbrate– masculló Silver cerrando la cajuela con fuerza –Pues cuando él está ella hace oídos sordos a todo el mundo.

Silver obvio cualquier otra pregunta, no pensaba hablar más de lo que ya había dicho. Tomó las maletas para así guiarlos a donde la fiesta estaba a punto de empezar viendo a lo lejos a la felina, quien reía amenamente con el hombre en forma de huevo, recordándole su lugar nuevamente.

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Sonic vio la expresión de desesperanza en el rostro del erizo plateado al ver a Eggman hablar amenamente con la princesa, para ver con desagrado a la distante pareja. Ella no tenía una idea de lo que esas actitudes causaban en Silver o simplemente no le importaban.

–Debes de aprender a tolerarlo– escuchó decir en susurro, para ver a la eriza rosa verlo con reproche, quien al igual que él podía ver a Eggman reír hilarante con la felina.

–¡Pero él la ama! ¿cómo esperas que...– calló al ver la obvia expresión de confusión por parte de Amy, percatándose que seguramente no hablaba sobre las actitudes de la princesa.

–¿Acaso Silver gusta de...

–¡O-Olvida lo que dije!– pidió abochornado, empezando a caminar.

Amy lo alcanzó para así esbozar una suelta sonrisa, provocando que el erizo se detuviera y sin poderlo evitar le desviara la mirada, avergonzado por la expresión divertida de ella.

–No sabía que tú y Silver se habían hecho amigos– dijo Amy divertida –¡Hasta se guardan secretos mutuamente!

–Es cosa de hombres, poco tiene que ver con amistad– explicó con un dejo de vergüenza de voz. Le molestaba pensar en Silver como un amigo, después de todo no sabía si podía confiar en él o no... aunque muy dentro de él deseaba que fuera así –Ahora andando, tenemos cosas que hacer– ordenó para extender su mano, con la intensión de llevarla como todo un caballero.

Amy vio la mano de él en el aire para con una pequeña sonrisa tomara de la misma con calidez, provocando que Sonic la viera extrañado, alzando una ceja por la actitud dulce y tímida de la eriza rosa.

–¿Qué?– preguntó Sonic para empezar a caminar junto a ella.

–Me gusta– soltó la eriza rosa de pronto, provocando que la mirada de él se clavara sobre ella; ruborizándose intensamente por sus palabras –¡Este lado tuyo, me refiero!– corrigió Amy velozmente al ver el rostro de Sonic –Siempre has sido tan bueno con tus amigos– expuso avergonzada.

Sonic vio con asombro a la eriza, recordándole a la Amy vivaz y dulce que siempre estuvo a su lado... de la cual se había enamorado años atrás. Se sonrojó intensamente y sin poderlo evitar desviarle la mirada, acalorado.

–Dime...– habló Sonic en un débil susurro –¿Te gusta como te trato?

Esa pregunta la tomó por sorpresa para así voltearlo con asombro; Sonic mantenía su mirada lejos de su alcance, mientras un suave sonroje pintaba sus mejillas, provocando que su corazón tamboriteara fuertemente por la escena, ese era una faceta de Sonic que rara vez él permitía que alguien viera.

–Amm... creo...– respondió Amy vagamente, para que él la viera de reojo al acto, estremeciéndola –¡Es decir! A comparación de antes, ¡Claro!– dijo casi a modo de felicitación.

–¿Antes?

–Cuando empezamos esto– aclaró –Cada vez que hablabas conmigo todo era para regañarme o criticarme– recordó con molestia –Ahora eres más considerado... como antes.

–Pues ahora parece que en serio quieres estar aquí... conmigo– se explicó Sonic.

–P-Pues... eso es...– balbuceó sonrojándose intensamente por sus palabras sintiéndose extrañamente expuesta por sus palabras –¡Eso es porque Blaze no cree en nosotros!– se excusó Amy sintiendo sus mejias arder.

–¿Eh?– exclamó Sonic para voltearla a ver al fin.

–Sí– asintió Amy velozmente, con su rostro enrojecido –Eso era lo que quería decirte antes– dijo para recordar aquella incómoda escena en el baño y lo que quiso decirle después –Blaze se dio cuenta que nuestro matrimonio no es... es decir, no por amor...– explicó vagamente, sin saber si realmente Blaze no creía su historia de enamorados o el matrimonio en sí –Cuando salimos al centro comercial me lo dejo muy claro, y tengo miedo que...

–¿Entonces tu cambio de actitud es por eso?– retomó Sonic para así soltar su mano y verla con reproche.

–Es para lo que estamos aquí, ¿No es cierto? – le respondió sin entender su enfado –Es decir, tú eres quien ha criticado mi pobre actuación todo este tiempo– devolvió con un dejo de molestia en su voz. –Y supongo que tenías razón, si no mejoro mis actitudes hacia contigo toda la misión podría venirse abajo– completó con una expresión pensativa.

–Bien...– soltó con un dejo de decepción en su voz –Entonces demos el espectáculo de nuestra vida –dijo Sonic tomando su mano con cierta brusquedad, empezando a caminar.

–¡E-Espera!– pidió Amy al ser casi arrastrada a la fiesta –¿Por qué estás molesto?– inquirió ella.

–No lo estoy– espetó caminado a paso apresurado.

–Realmente he intentando mejorar mi actuación para que esto se vea real– se excusó Amy en intento de apaciguar su enojo –No es culpa mía que Blaze insista que nuestro matrimonio le hace falta más pasión para verse convincente.

Sonic se detuvo de golpe para voltearla a ver con una expresión que ella no pudo descifrar, parecía una mezcla entra enojo y decepción, no estaba segura, pero fuera lo que fuera se sentía ciertamente intimidada y a su vez un tanto culpable ¿había dicho algo equivoco?

–Dime algo– pidió nuevamente –Ese día, con la lencería puesta y eso...– recordó sintiendo sus mejillas arder nuevamente –¿Lo hiciste por eso?

–Creo que no entiendo...

–Para intentar avivar la "pasión" entre nosotros y así Blaze creyera esto– explicó exasperado.

–Esa día...– rememoró Amy sintiendo de nuevo la misma vergüenza de esa noche, y las ganas de ocultarse de su mirada la consumían. No podía decirle la verdadera razón por la cual aquella noche modelaba el conjunto de lencería, ni lo que su mente pensaba. –Se podría decir que tiene que ver... después de todo Blaze quería que usará algo como eso.

–Entonces no tenía nada que ver conmigo– espetó Sonic para así soltar su mano –Vaya Amy... sí que no has cambiado nada...

–¿De qué hablas?– preguntó la eriza con un dejo de molestia en su voz.

–Eres la misma chica egocéntrica de siempre– expuso Sonic para esbozar una sonrisa dolida.

–¿Disculpa?– soltó Amy con molestia –¿Yo soy la misma egocéntrica de siempre?– repitió ofendida.

–¡Sí!– respondió Sonic sin intentar ocultar su enfado o el dolor detrás de éste –¡Siempre pensando en ti y lo que tú necesitabas, jamás en lo que te rodea!

–¡¿Y qué hay de ti?!– acusó Amy ahora iracunda –¡Tú fuiste quien nunca quiso apoyarme en nada que no te tuviera en medio!– le recordó –¡Ni la universidad, ni mis viajes solas, ni mis proyectos de repostería!

–¡Eso no fue así!

–¡Claro que sí!, jamás me apoyaste y cuando te necesite no como el estúpido héroe que eras, sino como mi novio nunca te importe, ¡Si tú no estabas en el plan entonces no podía haber plan!

–¡Eso fue por...– silenció Sonic para ver nuevamente aquella mirada llena de dolor y resentimiento en los ojos de ella, una que su culpa no le había permitido olvidar.

–¡¿Fue por qué?!

–¡Porque temía que decidieras abandonarme si te dabas cuenta que no era tan grandioso como tú pensabas!– confesó al fin, para que la expresión de enojo de ella se desvaneciera y una de sorpresa tomara su lugar. Ambos permanecieron en un silencio que parecía que había durado más de lo que debería. Sonic soltó un pesado, expuesto al fin, sin lugar a dudas esto era que nunca hubiera podido confesarle años atrás –... no siempre soy el erizo confiando que quiero que todos vean...– retomó con un dejo de decepción en su voz –A veces me pregunto... si no soy el héroe que todos quieren, ¿quién soy yo?

Sin lugar a dudas esa faceta nunca la había visto antes, el Sonic que ella siempre había admirado y muchas veces aborrecido, era un Sonic seguro de sí mismo, uno que siempre sabía qué hacer y cómo hacerlo; jamás imaginó que en algún momento él podía tener las mismas inseguridades que otros, es decir, era el gran Sonic the Hedgehog; y por primera vez en su vida, ante ella sólo estaba un erizo normal, como ella.

–Eres Sonic...– respondió Amy al fin, para que él la viera alzando una ceja ante su respuesta –Un erizo que odia el mar y ama los hot dog con demasiado picante– dijo con un dejo de diversión –Uno que le gusta ver las nubes pasar y oler las flores de las más lejanas montañas, y que en secreto, ve ridículos programas de amor juvenil.

–¡¿C-Cómo...

–El navegador de mi computadora, nunca lo borraste– anticipó Amy divertida, provocando que el rostro de él se sonrojara con intensidad, para que ella riera divertida –Mi punto es– retomó para así con gentileza tomar su mano y verlo a los ojos, esbozándole una dulce sonrisa –Si tú no eras el gran héroe de todos, entonces podrías ser simplemente Sonic... mí Sonic– completó con un baño de rubor en sus mejillas.

–Pero...

–¡Vaya, vaya Sonic!– interrumpieron su momento.

Ambos erizos voltearon a ver al responsable, para así ver a Eggman caminar junto a Blaze hacia donde ambos estaban. Sonic soltó un pesado suspiro para ver con molestia al hombre en forma de huevo que ahora caminaba hacia ellos.

–¿Listo?– murmuró Amy apretando su mano con gentileza. Sonic la vio de reojo, borrando aquella expresión de irritabilidad y así esbozarle una suave sonrisa, para así sujetar su mano con un poco más de fuerza.

–Listo– respondió.

–¡Les ha tomado mucho tiempo llegar hasta aquí!– habló Eggman hilarante, llegando en donde ellos estaban.

–No tienes una idea– respondió Sonic para ver a su compañera, quien le sonrió de regreso.

–Siendo honesto, no esperaba verlos a ambos aquí.

–Qué puedo decirte– dijo Sonic con una sonrisa confiada –Ya me conoces, a dónde tu vayas yo apareceré– retó con una intensa mirada.

–No esperaría menos– devolvió Eggman –Pero yo juraba que tú y Amy ya no estaban juntos como pareja– sacó a la luz, para que Blaze abriera los ojos de golpe y volteara a verlos a ambos con sorpresa.

–Toda relación tiene altibajos, pero hemos podido superarlos– explicó Amy con una expresión confiada.

–Claro, claro– asintió Eggman –Es decir no es como alguno de ustedes cometiera errores que quebrantara su relación para siempre– habló divertido. Ambos erizos cruzaron miradas por un par de segundos; era obvio que Eggman no estaba sacando este tema sólo por hablar; había un plan detrás de todo esto –¡Por cierto! Que pésimo modales los míos, invite un amigo vuestro y olvide presentarlos.

–¿Amigo nuestro?– repitió Sonic con desconfianza.

–¡Sí, sí!– asintió energético para voltear y buscar entre la multitud y así distinguir a un rostro familiar –¡Scourge, ven acá!

Ambos erizos se tensaron al escuchar ese nombre ser pronunciado, para así ver al erizo verde salir de entre los invitados, quien al distinguir a ambos erizos a la distancia, esbozó una sonrisa maliciosa para así caminar hacia ellos.

–Doctor– dijo Scourge a modo de saludo y luego dirigir una mirada lasciva a la eriza frente a él –Vaya Amy, tiempo sin verte y más aún...–silenció para tomar su mano y besarla cual caballero –Sin tocarte...

Amy retiró su mano apresurada para así ver a Sonic con nerviosismo, quien tenía una mirada estoica ante la presencia del erizo verde. Amy volcó su mirada a Eggman, quien expandió su sonrisa; era obvio que él deseaba que eso pasara para poder desenmascarar la falsa relación entre ellos.

–Mucho gusto– saludó la felina cual mujer de aristocracia, sintiendo una repentina tensión en el ambiente –¿Desde cuando usted y Eggman...

–Empezamos a trabajar hace poco en un interesante proyecto– interrumpió Scourge su pregunte y acto seguido dirigir su mirada a la luna –, pero cuando me dijo que Sonic, y en especial Amy, estarían aquí, pausamos todo para poder saludar a nuestros viejos amigos.

–Ya veo– dijo Blaze, para voltear a ver a Amy, quien se miraba claramente incómoda –¿Y cómo es que ustedes se conocen exactamente?– inquirió la felina.

–Ah... bueno...– murmuró Amy lanzando su mirada al suelo.

–Ella y yo fuimos amantes– soltó divertido Scourge.


Realmente es la primera vez en alguna de mis historia que Eggman tiene algún tipo de conversación tan casual con Sonic o Amy, fue un cambio interesante para nuestro villano favorito. Bien, espero les haya gustado, espero tener el siguiente capítulo para la otra semana (ya está en proceso) así que sin más que decir, su autora se despide. ¡Kat fuera!

¡GrAciAs pOr LeEr!

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