Kilencedik

-Espero que sepa cuál es el motivo por el que lo hemos citado-el anciano parte del consejo habló, su mirada era despectiva, justo como la de todos los demás-¿Está usted consciente de la terrible situación por la que está pasando?-

-Corrección-Baekhyun se aclaró la garganta-la situación en la que me encontraba-

-¿Va usted a decirnos que su castillo no se cae a pedazos?-cuestionó otro anciano

-En efecto-el conde los miro-por las expresiones que han puesto, supongo que no recibieron mi última carta-

-Su sirviente no llegó con ella-reclamo de uno de ellos, aun sabiendo que como miembro de la corte, el conde no tendría que enviar cartas, debían ser ellos quienes mandaran a sus lacayos

-No tendría por qué hacerlo, su deber no es con ustedes, además, soy miembro del consejo-el pelirrojo recalco lo obvio, lo que estaba más que claro que esos vejestorios estaban ignorando

-Pero el suyo sí lo es-el más prepotente de todos los miembros lo apuntó con su dedo-nosotros llevamos años, décadas y siglos sirviendo a la corona-iba a atacarlo, Baekhyun lo supo por la forma en que sus fosas nasales se expandieron-no quiera venir a darnos órdenes-

-¿Por qué no?-su respuesta igual fue prepotente-si hablamos de servicio a la corona, mi familia sería la primera en estar a la cabeza, la corte, el parlamento y hasta el propio rey, le deben dinero al linaje de los Byun-el ceño del anciano se frunció aún más-no están en posición para excluirme, ni usted o alguno de ellos-exasperado, se levantó de su silla, se ajustó el saco y comenzó a caminar en círculos frente al consejo-aunque, debo reconocer que su estrategia fue espectacular, un ataque que no esperaba-

-¿De qué está hablando?-todos en la sala comenzaron a murmurar

-¿Acaso creen que no sé qué ustedes mandaron a esos campesinos a saquear mis cosechas?-los murmullos se callaron de inmediato-pensé que éramos caballeros, hombres de honor, pero, cada vez dejan más en claro lo intolerantes que son ante nuevas propuestas, quieren mantener sus leyes obsoletas en un mundo cada vez más avanzado para nuestra época-sus ojos afilados como dagas atravesaron a cada miembro sentado en sus acolchadas sillas-me tendieron una trampa, han jugado sucio-el pelirrojo chasqueo la lengua-me pregunto que pensara el rey al saber que su propio consejo juega a espaldas de él-

-Señor-solo uno de todos aquellos hombres fue valiente para hablar-todo esto, no es más que un malentendido-la sonrisa de disculpa en su rostro tembló

-Oh, claro-habló con ironía-el atacar mis barcos, poner a mis aldeanos en mi contra, los saqueos y hasta los rumores sobre mi salida como miembro son un malentendido-la carcajada que soltó fue sin humor-las casualidades no existen, señor-sus ojos reflejaron una malicia que asustó a más de uno-no me considero una persona vengativa, pero, ya deberían saber, que tampoco soy una persona piadosa-

-Conde, no sería muy diplomático arreglar la situación con violencia-el hombre más cercano al anciano poderoso intervino-los rumores, son solo eso, ya sabe que las malas lenguas solo buscan envenenar la conciencia de los hombres-

-No muy diferentes a ustedes-el hombre pasó saliva-pero, no podría esperar menos de un nido de víboras-

-¡Basta!-un golpe seco se dejó oír por el lugar-no vamos a seguir tolerando sus calumnias hacia el consejo, y mucho menos, sus faltas de respeto-Baekhyun lo observó tranquilo, pero cada par de ojos de los viejos miraron a su líder con temor

-¿Le he faltado al respeto, señor?-se excusó con la mano en el pecho-excelencia, no creí que hablar con honestidad fuera considerado una ofensa-la sonrisa que le mostró estaba lejos de ser considerada-no creo estar siendo incompetente, pero, si mi facilidad de palabra le ofende, entonces creo que pediré una audiencia con su majestad-todos jadearon-estoy seguro que querrá recibirme justo a la hora del té-ofreciendo una reverencia, se peinó el pelo despidiéndose para llegar a la puerta, pero, en su mente, conto hasta tres...uno...dos...

-Espere-te tengo, susurro en voz baja-uno de nuestros principios es la diplomacia, el rey no vería propio de nosotros que se rebajara a otro de los miembros-la voz del hombre se escuchaba estrangulada-por favor, quédese un momento, estoy seguro que llegaremos a un arreglo-con su mejor cara de inocencia se dio la vuelta

-Honorable señor, sería un placer-volvió a tomar asiento en su silla, está vez, convencido más que nunca, que esos viejos caerían a sus pies, y si no, se aseguraría que lo hicieran.

Desde que era un niño, Baekhyun fue consciente de la envidia que los miembros del consejo y la corte le tenían a su familia, él vio con sus propios ojos como esos ancianos trataron de hundir a su padre, como quisieron quitarle su fortuna a su madre y como planeaban hacer lo mismo con él cuando se casara, atándolo a sus pies como un esclavo, claro que, ellos nunca contaron con el carácter de Baekhyun, jamás imaginaron que serían ellos, quienes estarían atados a los pies del conde.

Aquellos hombres de apellidos poderosos eran unos avaros, solo vestían las túnicas negras y las pelucas cuando les convenía y fingían ser piadosos en las sesiones públicas, pero, el pelirrojo los conocía, los observó en las sombras, era discreto, para salir a la luz con argumentos sólidos y concisos. Él sabía cómo se movían esos cerdos, como actuaban y las mañas que tenían, sus cartas no iban a sorprender a Baekhyun, porque él, no sería un peón en su juego de ajedrez, no, él sería la pieza más importante, el rey, movería a todos en su propio tablero de oro y ganaría, les daría la vuelta y los devoraría, sería el monstruo que acecha sus corazones.

Pero el juego no era fácil, no sería una partida de la que saldría limpio, en su lugar, tendría que planear cada estrategia, cuidar cada paso, investigar a sus contactos, hacerse de aliados, haría lo que fuera para ganar, más aún, cuando quisieron verle la cara, destronarlo como a un bastardo, no, Byun Baekhyun les haría pagar todo lo que le hicieron, los vería revolcarse en el lodo y danzaría sobre sus tumbas. Sus sospechas ya estaban puestas sobre el consejo cuando el primer inconveniente se presentó, el conde daba gracias a que su adivino personal solo le confirmó lo obvio, esos malditos ambiciosos querían ir por sus tierras, pero como siempre lo había dicho, antes muerto que dejarlos pisotearlo.

Baekhyun sabía que iban a jugar sucio cuando la primera revuelta se presentó en sus tierras, cuando aldeanos armados con palos y antorchas tocaron a las puertas de su castillo exigiendo cosas absurdas, incluso, su propia servidumbre se reveló, pero el conde tenía una estrategia mejor, algo que haría a los animales volver al corral. Presentar a una falsa secta de adoración al demonio como los provocadores de los desastres, fue sin duda el mejor plan que pudo habérsele ocurrido, simplemente tomó a un grupo de sus propios sirvientes rebeldes y los transformó en adoradores a satán, el pueblo y sus creencias supersticiosas hicieron el resto, alabándolo como un Dios por atrapar a los asesinos y dejar que el pueblo cobrará venganza por su propia cuenta, esos analfabetos, nuevamente volvieron a estar en la palma de su mano.

Las tierras que estaban bajo su mandato fueron un poco más difíciles, pero por suerte, cobrando algunos favores que sus aliados le debían, manejo la situación, solo unos cuantos lingotes de oro en sus bóvedas y mujeres, por favor, que fácil era tratar con neandertales que solo pensaban en beber y sexo.

El consejo sería más difícil tomando en cuenta que su líder en ese momento era uno de los tíos lejanos de Junmyeon, el único que abogó en su contra cuando presentó los cargos contra su sobrino, pero así como Baekhyun se había deshecho de su "esposo", lo haría con su querido tío.

Uno a uno irán cayendo, igual que las piezas de dominó, caerán para siempre.

¿Querían conocer al monstruo del que los rumores hablaban? Pues bien, iban a conocerlo en todas sus facetas, les rasgaría la yugular y bebería su sangre, se deleitará con el sabor de la muerte, chuparía sus dedos como si estuviera comiendo su platillo favorito, les mostraría que tan cruel podía ser.

-¿Una fiesta?-Jongin dejó de servirle el té-debe haberse vuelto loco-

-Es el plan perfecto, un falso acuerdo de paz-asintió satisfecho-tendremos contentos a esos viejos mientras ejecuto el verdadero plan-

-Entonces, tiene toda mi atención-su sirviente río risueño-¿Qué tiene en mente, mi señor?-

-Sería digno si nuestro líder recibe la muerte de forma igual que su sobrino-la perversidad de reflejaba en su mirada-eran tan unidos, deberían serlo igual en la muerte-el moreno se permitió arrebatarle su taza, tomando un sorbo de ella como si de un licor se tratara, Jongin se lamió los labios

-Cuente conmigo, eminencia-.

Eficiente como siempre, Jongin se encargó de todo, solo que está vez, las cosas variaron un poco. Baekhyun no mandó servir la cena o los aperitivos en bandejas de oro, no, uso un derivado de la plata, más corriente que el cobre de las minas, dejo las copas de cristalería fina intercambiándose por vasos de hierro, el vino más barato que se fabricaba en el pueblo al igual que carne de poco peso, quesos amargos, uvas pasadas disfrazadas en canapés, disfrazaría todo a su conveniencia, permitiendo incluso la entrada de las cortesanas del pueblo, jovencitos bellos y señoritas vírgenes, sería depravado, pero apenas si era lo justo para unas bestias, no podían pedir más, Baekhyun tampoco lo daría.

Con su mejor sonrisa les dio la bienvenida a su castillo, encantándolos desde un principio con copas para beber y dulces palabras de coquetería por parte de las prostitutas que contrató, dejó que hablaran con la boca llena de queso y se carcajearan de su poca empatía, les permitió ocupar sus habitaciones para sus orgías, trajo música, bajo las cortinas del comedor, su plan, estaba listo para llevar a cabo.

El ministro Kim estaba solo cuando lo interceptó en uno de los sillones del salón de música, bebía tranquilo de una copa mientras observaba sin interés alguno a uno de sus compañeros recibir una felación de parte de un jovencito, Baekhyun tuvo que tragarse las ganas de vomitar que le dieron al ver el miembro asqueroso de ese hombre, tenía que concentrarse, que todo saliera justo como aquel día con su sobrino

-¿Disfrutando del espectáculo?-el hombre le dirigió su atención-veo que está solo, ¿Acaso no disfruta de la compañía?-con elegancia se sentó a su lado, para el pelirrojo no pasó desapercibida la mirada que el hombre le dio a su pecho semidescubierto por los botones de su camisa-¿O es de aquellos que prefiere observar?-

-Yo podría preguntar lo mismo-su mano se deslizó de su rodilla a su muslo-debo decir, que no esperaba está fiesta-

-Véalo como un regalo-las manos le picaban por cerrarse alrededor de su cuello para que le quitara la mano de encima-reflexione mi comportamiento sobre nuestra reunión, y creo que, le debo una disculpa-sus ojos reflejaron verdadera vergüenza-soy inexperto, me deje llevar y fui un insolente-

-¿El gran conde Byun admitiendo una derrota?-sus dientes chirriaban por la burla-debe pensar que yo también soy un imprudente, pero debemos estar a la altura de nuestro puesto, un consejero de la corte no sería respetado si no fuera de mano firme-la sucia sugerencia pintada en su voz

-Supongo que, entonces, necesito mano firme-el conde mojo sus labios con su copa de vino

-Veo que mi sobrino no supo darle lo que quería-su cercanía le pareció asquerosa-¿Deberíamos ir a un lugar más privado? No soy un experto, pero comienzo a creer que me ha timado con este vino de porquería-Baekhyun sonrió complaciente

-Por supuesto, sígame-mientras se ponían de pie, Baekhyun localizó a Jongin conectando miradas, lo harían justo como debía ser, el moreno asintió en su dirección y volvió a su cortejo a uno de los jovencitos disimulando, el pelirrojo sonrió.

Su estudio estaba iluminado, el conde se aseguró que el ministro estuviera cómodo en su sillón mientras servía dos copas de vino y le tendía una al hombre ocupando un lugar a su lado, solo que, el viejo no se lo permitió, forzándolo con su brazo en su codo a que se sentara en sus piernas, el pelirrojo tuvo que esconder mejor la daga entre su camisa y el chaleco a juego con su traje, después, sonrió como si nada mientras el hombre hablaba sobre nada en concreto, siempre jugando a tocarlo e incomodarlo. Baekhyun necesitaba que su juego terminará, necesitaba algo más concreto si quería que su mentira del abuso fuera real, pero esta vez, no sería él quien lo propiciara, se desharía de ese imbécil con todas sus estúpidas leyes, le clavara esa daga en lo más profundo de su pecho, no una, no dos o tres veces, sería diez veces peor de lo que fue con Junmyeon.

No fue hasta su quinta copa que el viejo lucía mareado, se desinhibió, ahora, trataba de besar al conde abiertamente y se restregaba contra él como un animal en celo, el reloj marcaba cinco minutos para la medianoche, solo necesitaba esos cinco minutos y cobrará su venganza, pero, el bastardo se lo ponía difícil y Baekhyun estaba llegando al límite de su paciencia, en especial, cuando Kim llevó una de sus manos callosas a su pecho tocándolo directamente

-¿Qué carajos cree que hace?-lo apartó de un manotazo, quitándose de su regazo poniéndose de pie-no se atreva a ponerme una mano encima-

-¿Ahora no te gusta?-Kim se tambaleó cuando se levantó-tú fuiste la zorra que se me ofreció-

-Jamás lo toqué-debía sonar seguro, pero, pasó saliva realmente asustado cuando el tipo lo acorralo contra el librero

-Pero dejaste que yo lo hiciera, te ofreciste más fácil que cualquiera de las mujerzuelas de allá bajo-su aliento lo hizo cerrar los ojos, pero los abrió de inmediato al sentir su nariz en su cuello, lo olfateaba como una presa, el reloj solo avanzó un minuto, se le acababa el tiempo

-Ahora comprendo de donde Junmyeon era un cerdo, el bastardo de su tío le enseñó-con la lengua afilada con palabras cargadas de veneno se alejó del librero, no le importo adelantar los planes, confiado, sacó la daga, amenazando directamente al ministro-un solo paso y puede despedirse-

-De mi van itt? Egy veszett szuka-Baekhyun gruñó-bien, ¿Quieres jugar?-el ministro se lamió los labios-juguemos entonces, rohadt kurva-el conde no supo responder al ataque que recibió cuando el hombre se le fue encima, la mesa del centro cayó, la botella de vino se abrió y las copas de cristal se derramaron, su cuerpo tembló cuando fue sometido en el suelo con una mano aplastando su garganta y la otra arrebatándole la daga

-Maldito...-Baekhyun sentía su saliva acumularse en su boca al mismo tiempo que sus pulmones se veían restringidos de oxígeno-m-maldito...p-perro...-

-¿Cómo continuaría tu linaje si te mato?-el agarre sobre su cuello se volvió más firme-a nyulaknak álcázott szukáknak meg kell adni, amit megérdemelnek-el pelirrojo logró reanudar sus fuerzas para escupirle

-Imbécil...e-esa no era mi única...carta-el ministro se desconcentro lo justo para que Jongin lo apuñalara, solo que, no fue el moreno quien lo hizo

-A báránynak öltözött farkasoknak pedig meg kell adni nekik azt is, amit megérdemelnek-esa voz, esas manos, ese cabello, no, esto no podía ser

-C-Chanyeol...-el azabache arremetió aún más contra el ministro, levantando su cuerpo para tenerlo debajo, la aguja de la daga le perforó el pecho casi por completo, Chanyeol lo estaba apuñalando con saña, con odio, Baekhyun tuvo que apartarlo lo más rápido que pudo cuando la sangre comenzaba a filtrarse por su cuerpo y manchaba la alfombra-Chanyeol-aún cuando el aprendiz soltó el mango de la daga, sus pupilas seguían reflejando una rabia infinita-kis szeretőm-el conde acuno su rostro tratando de hacer que se enfocara-¿Qué hiciste?-.

De mi van itt? Egy veszett szuka.- Pero, ¿Qué tenemos aquí? Una perra rabiosa

Rohadt kurva.- Maldita puta

A nyulaknak álcázott szukáknak meg kell adni, amit megérdemelnek.- A las zorras disfrazadas de conejos hay que darles su merecido

A báránynak öltözött farkasoknak pedig meg kell adni nekik azt is, amit megérdemelnek.- Y a los lobos vestidos de corderos, también hay que darles su merecido

Kis szeretőm.- Mi pequeño amante

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