Harmadik rész
-Mi querido conde-el elegante hombre hizo una reverencia frente a su silla real-si me permite, le he traído un pequeño obsequio-hizo un gesto a su sirviente, quien se acercó con un cofre-espero sea de su agrado-al abrirlo, el brillo de las joyas casi lo deja ciego-tómelo como muestra de mi apreció-Baekhyun ni siquiera respondió
-Pónganlo con los otros-ordenó a la criada que tenía al lado-su obsequio es bien recibido, mi señor-
-Espero lo disfrute-aquel hombre se aproximó a querer tomar su mano, sin embargo, antes de poder alcanzarla, el conde le propinó un golpe con su fusta
-El hecho de recibir su regalo, no le da derecho a tocarme-el sirviente de aquel bastardo retrocedió-largó, tu tiempo se ha terminado-chasqueando los dedos, dos guardias lo escoltaron a la salida, un suspiro cansado salió de sus labios-creo haber dicho, que no quería que nadie me molestara-su servidumbre detrás palideció-¿Es que tienen tanta mierda en el cerebro?-
-F-Fue mi culpa, m-mi señor-un joven sirviente alzó la voz-el amo Jongin, d-dijo...-
-¡No me importa lo que ese estúpido haya dicho!-en su furia, boto el cofre de joyas que la sirvienta había dejado en la mesa-el amo aquí soy yo, no un mísero esclavo-
-Pero, él dijo...-el joven no pudo terminar su frase, el conde le había dado una bofetada que lo mandó al piso
-¿Osas seguir contradiciéndome?-al muchacho se le fue él habla-bien, si es así-con un gesto de sus dedos, aquellos guardias que habían escoltado al hombre a la puerta volvieron y levantaron al chico del piso-extiendan su brazo-sin importarle arruinar el resto de obsequios, el conde los tiro de la mesa-ahora-aterrado, el chico intentó apartarse cuando uno de los hombres tomó su brazo
-¡No!-gritó tratando de zafarse-mi señor, por favor...-
-¿Soy tu señor ahora?-preguntó con burla mientras tomaba un tenedor de la mesa de aperitivos-¿Lo soy ahora?-horrorizados, todos vieron como después de esa pregunta, el conde clavo el tenedor de un solo golpe en la mano del sirviente, el pobre chico no hizo más que derramar lágrimas silenciosas, pues al conde le molestaba el ruido
-S-Señor...-Baekhyun enterró aún más el objeto en la mano-piedad...por f-favor...-
-Ninguno de ustedes tiene derecho a cuestionarme, ningún sirviente es el líder-gruñó cara a cara con el sirviente-ninguno de ustedes puede dar un solo paso sin mi permiso, no pueden pensar o siquiera hablar-el chico solo asintió viendo las gotas de sangre brotar de su mano-cretino bastardo-
-Lo va a matar-alcanzó a escuchar Baekhyun a sus espaldas a los sirvientes hablar entre ellos
-Llévense a está escoria de mi vista-el pelirrojo no se molestó en sacar el objeto de la mano casi mutilada-y limpien este desastre-fueron sus últimas palabras antes de tomar el borde manchado de su capa y salir del salón.
Hace un mes que el conde había llegado a su nueva residencia, un enorme castillo con cientos de habitaciones y pasadizos secretos, con nueva servidumbre, carruajes nuevos, ropas finas y costosas, ahora que se encontraba solo, podía sacar a relucir su verdadera personalidad en una tierra diferente.
Baekhyun era violento por naturaleza, sádico por gusto, pero, desde hace unas semanas, su carácter explosivo ha llegado a límites insospechados, sus castigos con la servidumbre eran pasados los extremos, cada vez eran más frecuentes sus discusiones con los ministros de su nueva corte, había destruido una habitación completa él solo, azotó a las criadas por no tener su ropa lista, clavo alfileres en los dedos de sus cocineros por la insípida comida, rasgo cuadros, se volvió un completo desastre.
No había nadie que lograra calmar sus ataques de furia, ni siquiera Jongin, pues el fiel escudero del señor se hallaba en un viaje que, según las malas lenguas, era para cumplir un encargo del conde, algo malvado y perverso, tal vez, algún asunto de ocultismo.
Pero no solo eran sus arranques explosivos, también estaba el insomnio, las noches en vela que iba un lado a otro en su habitación, siempre con las mismas alucinaciones, los mismos sueños y la misma sed de algo que no conocía, un deseo febril que lo poseía por las madrugadas en busca de algo, algo que se había estado negando desde la primera noche que su sueño se vio interrumpido.
Aquellos días, Baekhyun no torturaba sólo porque sí a su servidumbre, no, muchas veces lo hacía con un propósito, el de poder probar su sangre.
Fingía que le asqueaba ver el líquido rojo delante de los demás, se tapaba las fosas nasales y pedía abrir los grandes ventanales, pero, en realidad, cuando se encontraba completamente solo, dejaba que su lengua recorriera sus dedos, que se paseara por ellos mientras probada aquellas gotas derramadas, dejaba a su nariz respirar el olor férreo y sentía a sus papilas gustativas regocijarse por el sabor.
Era por eso que le había otorgado a Jongin un permiso de consulta, un viaje por los poblados cercanos en busca de una explicación sobre lo que sentía, porque Baekhyun no quería una cura.
Además, ahora había desarrollado una obsesiva manía por revisar su rostro y piel en general, cada mañana al despertar se plantaba frente al espejo desnudo en busca de cualquier señal de envejecimiento, manchas, arrugas o incluso canas, había pedido al médico que le recetará vitaminas, a sus criadas las mandó al pueblo a conseguir cremas y fragancias, perfumes finos y conchas de mar para bañarse, ya no se exponía al sol pidiendo que todas las ventanas estuvieran siempre cerradas y con las cortinas corridas, usaba sombrillas, salía solo de noche mientras bebía vino, se encerraba ante cualquier cosa que pudiera dañar su piel o amenazara su juventud.
Claro que debido a eso habían comenzado rumores, algunos decían que el conde aún estaba de luto por la muerte de su esposo, otros decían que prefería torturar a sus víctimas en la penumbra, algunos hablaban de amantes clandestinos y otros más de una enfermedad mortal. Al conde le importaba poco lo que dijeran, no iba a darle explicaciones a nadie sobre su vida, hablar o negar algo solo les daría poder sobre su persona.
Ya bastante tenía Baekhyun con los molestos "pretendientes" que iban a su castillo, hombres interesados solo en su fortuna que le traían regalos costosos, al pelirrojo solo le daban lástima, se arrastraban hasta él solo por una muestra de atención, un amor que Baekhyun no podía darles, a menos que quisieran correr el mismo destino que su querido Junmyeon.
-¿Gusta que suba la comida, mi señor?-el pupilo de Jongin era quien lo había estado atendiendo desde que el moreno se fue, el chico era útil y eficiente, discreto y callado sin jamás cuestionar a su señor
-¿Hay noticias de tu maestro?-Baekhyun jamás le dirigía una mirada pero sabía que el joven le prestaba atención
-En su última carta decía que llegaría hoy, tal vez a la hora de la cena-el conde asintió
-Bien, entonces puedes retirarte-
-Como desee, majestad-la puerta de su habitación se cerró después de eso, la tranquilidad de las cuatro paredes de su habitación lograron apaciguar sus nervios, bebió de su té permitiendo que el fuego de la chimenea lo calentara, solo esperaba que Jongin regresará con buenas noticias.
Sin duda a Baekhyun ya no debería sorprenderle la eficacia de su fiel mano derecha, pues, tal como el niño le dijo, justo una hora antes de la cena ya estaba siendo informado sobre la llegada del sirviente. El conde había mandado poner la mesa en el salón principal y había bajado ansioso de saber los descubrimientos de tal viaje que lo mantuvo despierto algunas noches.
Se reunieron en la antesala del salón, en la habitación que solía usar para descansar y leer o tomar el té, el pelirrojo entró cerrando las puertas, solo para ser recibido dentro por un sonriente moreno vestido de campesino que lo miraba con ojos brillantes
-¿Me extrañó, majestad?-Jongin sonrió brillante
-No te sientas tan importante, Jongin, solo estoy ansioso por saber las respuestas a mis incógnitas-Baekhyun tomó asiento en una de las sillas acolchadas forradas en color vino-espero no me decepciones-
-Sabe que jamás podría hacerlo, al contrario, creo que mi información le será de mucha utilidad-el moreno se acercó invadiendo su espacio personal-¿Desde cuándo oculta sus bellas manos?-Jongin tomó su mano enguantada, una sonrisa traviesa apareciendo en su rostro-mi señor, mi pupilo ya me ha informado de sus prácticas con los sirvientes, su encierro repentino en el castillo y su nueva forma de vestir-sus ojos lo recorrieron de arriba abajo-pero, ya no hay porque preocuparse, pues yo traigo la solución a todos sus pesares-su mano derecha sonaba como todo un comerciante, su zalamería lo desesperaba
-Déjate de juegos-Baekhyun lo empujo hasta alejarlo, por alguna razón, su sentido del olfato se había vuelto muy sensible-apestas peor que un cerdo, no te atrevas a tocarme con esa pestilencia sobre ti-la ronca carcajada lo puso rojo de la furia
-Tomaré un baño, se lo aseguro-
-¿Y cuándo me darás mis respuestas?-preguntó impaciente
-Oh, tenga paciencia-el sirviente alzó las manos en son de paz-tan pronto le presente a mis invitados, tendrá su respuesta-
-¿Invitados?-cuestionó el conde-¿Quién te ha dado a ti el derecho para traer invitados?-
-Ellos son la respuesta a sus súplicas, al menos, uno de ellos lo es-Jongin sacudió pelusas inexistentes de su vestimenta-el otro es solo su aprendiz, pero puede usarlo como le plazca, mi señor-el doble sentido estaba en su voz-¿Hace cuánto no tiene un amante? Estoy seguro que el muchacho será alguien digno-
-Ve a tomar una ducha y quítate esa ropa asquerosa-el pelirrojo se no iba a quedar a escuchar sus sandeces-los alcanzaré en el comedor-no espero respuesta de su sirviente, solo salió en dirección a su habitación, encerrándose en ella un par de minutos.
Estruendosas carcajadas se escuchaban provenir del comedor al igual que el choque de copas, el conde no sabía lo que sucedía ni porque había alguien provocando tanto escándalo dentro de su propiedad, pero estaba dispuesto a mandar degollar a los causantes de tal alboroto.
Completamente cabreado y fuera de sus cabales, entró en el salón azotando las pesadas puertas de madera, encontrándose con tres personas en aquel salón, uno de ellos era Jongin, quien reía a carcajadas con otro muchacho, uno un poco más alto y de piel pálida, mientras, que la tercera persona permanecía detrás de la silla del segundo, encorvado y con la cabeza agachada impidiéndole ver su rostro, estaba seguro que era el aprendiz, pero, ¿Por qué un simple aprendiz había llamado su atención? ¿Cómo es que percibía un olor dulce provenir de él? ¿Por qué de repente sus manos picaban por tocar y sus dientes por morder?
-Majestad, al fin nos honra con su presencia-sus ojos se apartaron de la figura tras la silla, Jongin se levantó abruptamente mientras levantaba una copa-él es a quien quiero presentarle-con su mano señalo a quien seguía sentado-por aquí, majestad-el conde avanzó despacio, con un escalofrío recorriendo su columna cuando se acercó un poco más-Sehun, ¿Podrías ponerte de pie?-
-Oh-exclamó el alto hombre vestido completamente de negro-es un placer conocerlo, eminencia-Baekhyun dejo que tomara su mano, a la cual, sorpresivamente le dio la vuelta exponiendo su palma-vaya, pero que tenemos aquí-
-¿Pero qué...-Jongin no lo dejo continuar
-Es su trabajo, majestad-su cálida voz fue a parar en forma de susurro sobre su oído-Sehun, es un maestro en el arte del ocultismo-
-También soy médium y adivino-completo al peli gris-¿Me permite decirle su lectura, mi señor?-dudoso, el conde entrecerró sus ojos
-Adelante-los dedos fríos del adivino recorrieron su palma
-Aquí dice que es alguien impulsivo con una personalidad dominante y llena de carácter, un ser de belleza extrema y un amor pasional, una divinidad en persona-sus dedos pararon por un momento-alguien a quien le espera una vida larga y fructífera, ha nacido en cuna de oro-sus ojos brillaron-y según parece, su alma gemela está por llegar, un amor más infinito que las estrellas, una vida que está unida a la suya traspasando décadas, temporadas y años-nuevamente, un escalofrío le recorrió la columna cuando sus ojos volvieron a posarse sobre el tercer joven-sé que lo encontrara pronto, mi señor-Baekhyun recuperó su postura
-No es por mi destino que he pedido sus servicios, aunque, aún no los he pedido ni tampoco autorice su presencia en mi castillo-su voz comenzaba a adquirir un tono molesto-no me gustan los intrusos ni las visitas no deseadas-se acercó al adivino-a menos que sea de verdadera utilidad lo necesitaré, pero si solo es un charlatán, puede marcharse por donde vino, tendrá quien lo acompañe-su mirada paralizó a Jongin-tiene cinco segundos para explicar el motivo de su estancia en mi comedor, cinco segundo antes de que ese vino se convierta en su sangre y deba beberlo de la copa-Sehun paso saliva más no se dejó intimidar, en su lugar, pensó de forma inteligente, prefiriendo responder las dudas que Jongin le había dicho tenía su amo
-Jongin me ha dicho que tiene un nuevo interés, un gusto que se ha desarrollado y le es extraño, un placer que no sabe explicarse-Baekhyun permaneció callado-he tratado a muchos como usted, he logrado que satisfagan su necesidad de manera controlada-el conde no había notado la bolsa que estaba al lado del aprendiz, la cual Sehun tomo-no hay una cura para lo que usted presenta, la única forma de mantenerlo saciado es por medio de un brebaje parecido a lo que busca-de aquel bolso, el adivino sacó una botella cristalina junto a dos pequeños vasos-¿Le parece conocido?-él negó-mi boca es una tumba, eminencia, no tiene por qué contenerse frente a mí-el conde optó por ceder un poco
-Es sangre-respondió cortante
-No, solo es parecido, pero no lo es-con delicadeza, Sehun destapó la botella-beba un poco-el espeso líquido llenó el pequeño vaso de cristal-adelante-
-Puedo probarlo primero, mi señor no prueba nada-se ofreció Jongin, sin embargo, Baekhyun lo detuvo tomando el vaso
-Lo haré-con decisión llevó el vaso a sus labios bebiendo despacio, y, por primera vez desde hace semanas, se sintió realmente satisfecho-si te doy asilo en mi castillo, ¿Prepararas esto para mí?-
-Si contrata mis servicios, no lo defraudare-Sehun hizo una reverencia que su aprendiz copio
-Busca que le preparen una habitación-le ordenó a Jongin-bienvenido a mi castillo, Sehun-
-Es un placer, eminencia-.
La estancia estaba apenas iluminada, la poca luz le daba un aspecto tétrico manteniéndolo oculto entre las sombras, había preferido conservar la botella que Sehun le dio en su habitación, no quería que los sirvientes pusieran sus manos en ella o que se rompiera en alguno de los estantes de la cocina. Ahora, solo se encontraba bebiendo vino mientras observaba a las llamas consumir la leña de la chimenea, solo unos toques en la puerta le avisaron que su invitado había llegado
-Adelante-su voz sonando rasposa le hizo saber a la otra persona que podía pasar
-¿Me llamó, eminencia?-la voz grave aceleró su pulso, de espaldas a la puerta recostado en su silla, se mojó los labios con el licor
-Aproxímate-su orden fue clara y el joven la acató de inmediato-mi sirviente me dijo que eres el aprendiz de Sehun-
-Así es-
-¿Te dije que hablaras?-aún encorvado y con la mirada en el suelo, aquel pelinegro obedeció ofreciendo una reverencia como disculpa-arrodíllate-sin oponer resistencia o musitar una queja el joven se dejó caer frente al conde-más cerca-en una posición perfectamente sumisa se aproximó al pelirrojo, quien abrió sus piernas permitiendo que estuviera entre ellas-hú, nem egy képzett vadállat tehetne jobban-dejando la copa en la mesa, colocó sus codos sobre sus rodillas, el aprendiz seguía sin mirarlo-a benyújtás teszi a tanulót és gyakorolja a mestert-una imparable necesidad de tocarlo lo invadió, sus siguientes acciones no fueron pensadas, solo actuó-¿Cúal es tu nombre?-le preguntó levantando su mentón sosteniéndolo de ese lugar con posesividad, su otra mano viajó a su nuca tomando un puñado de pelo azabache-te hice una pregunta-
-Chanyeol-las pupilas castañas conectaron con las marrones-Park Chanyeol, eminencia-¿Por qué el conde empezaba a creer que ese brebaje no le sería suficiente?.
Hú, nem egy képzett vadállat tehetne jobban.-Vaya, ni una bestia amaestrada lo podría hacer mejor
A benyújtás teszi a tanulót és gyakorolja a mestert.- La sumisión hace al aprendiz y la práctica al maestro
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top