Capítulo 26

KyungSoo no había podido apartar la mirada del colgante escondido celosamente en el cajón de su escritorio.

Había transcurrido una semana desde que lo había encontrado en el carruaje y desde entonces parecía haberse vuelto una terrible costumbre quedar absorto por el colmillo brillante, los recuerdos y sus pensamientos.

Porque solo había una persona que le había dado algo parecido y él había muerto hace años, porque su corazón se aceleraba y el dolor conocido volvía a él durante las noches silenciosas.

Aparentemente su vida era un constante subir y bajar de emociones que harían sentir desdichado a cualquiera, porque nunca se tendrá la felicidad por demasiado tiempo antes de que llegara nuevamente la incertidumbre. ¿Qué podría hacer un alma condenada desde el inicio como la suya para afrontar todo esto? KyungSoo no tenía las herramientas, no tenía a su hyung-nim, su fuente de apoyo principal, y no podía acudir al Emperador cuando él mismo estaba afrontando su pérdida lo mejor que podía.

A su espalda, JiHyun lo observaba con una mezcla de confusión y preocupación; le echa un vistazo al colgante sobre el escritorio y algo parece inquietarse en su interior al notar la expresión lejana del concubino. Es entonces, cuando estaba a punto de tocarle el hombro para intentar sacarlo de su ensimismamiento, cuando escucha la voz suave y baja del hombre.

ㅡJiHyun, necesito que busques al eunuco Li.

JiHyun se sobresaltó y su ceño se frunció de inmediato.

El eunuco Li era el encargado de reunir información cuando la Emperatriz vivía; tenía algunos contactos fuera del Palacio Principal también y estos colaboraban con él para lo que él necesitara.

No era común que un eunuco tuviera tantas conexiones, pero el eunuco Li no había sido un hombre común en un inicio. Él había entrado en este mundo jerárquico después de haber traicionado la confianza del padre del actual Emperador y entrar en la cama de una de sus concubinas. Como castigo, el antiguo Emperador ordenó su castración y le hizo elegir entre morir o servir toda una vida a la familia imperial, dejando atrás su antigua vida de noble y a su familia. Él hizo su elección y pasó a vivir en el Palacio.

Una vez Kim JongIn tomó el control del reino, le permitió mantenerse en contacto con sus familiares y de esta forma él volvió a reunirse con sus antiguas conexiones. Él le debía un favor al Emperador actual, por lo tanto, al saber del favoritismo del mismo por KyungSoo, decidió, a su vez, darle el favor al antiguo Príncipe y servirle mientras el Emperador no estuvo.

Para su suerte, parecía ser del máximo agrado para el hombre, por lo tanto, KyungSoo se había hecho con las suyas y disfrutó de los beneficios de este peón a su lado. Supo de la familia de DongByul gracias a él durante esos años incomunicados y ahora planeaba hacer uso de él una vez más.

Por esta razón, sabiendo de la importancia de este hombre, JiHyun supo que era un asunto delicado y no pudo evitar preocuparse un poco más.

ㅡ¿Al eunuco Li, mi señor?

KyungSoo asintió con paciencia y tomó el collar en su mano, volviéndola un puño firme mientras miraba hacia adelante.

ㅡDile que necesito que se haga presente en mi alcoba cuanto antes.

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             .(¸.·´ (¸.·'* .  El Concubino del
                                       Emperador.

Cuando el eunuco Li llegó a las habitaciones de KyungSoo, este ya lo esperaba con una taza de té llena y un tamborileo constante sobre la mesa de su escritorio. El collar había sido guardado y sus rasgos se mostraban educados y distantes.

El hombre mayor tomó asiento frente a él y formó una reverencia respetuosa mientras una sonrisa se estiraba en sus labios delgados.

ㅡConcubino Do, ha pasado un tiempo desde la última vez que lo he visto. Me alegra estar bajo su mirada una vez más ㅡguardó un momento de silencio mientras se acariciaba la barba y luego agregó con un tono más suave y bajo:ㅡ. Me hace preguntarme qué necesita de este eunuco humilde.

KyungSoo extendió una taza humeante para él y acomodó sus mangas con un movimiento practicado, desplegando elegancia y dignidad. 

Sus labios también se alzaron sin llegar a sus ojos, que brillaron con aceptación. Así era este hombre: directo, tocando el tema que a ambos le interesaba. No aceptaba la parafernalia ni los adornos educados cuando habían asuntos de trasfondo que debían ser tocados, y era por esta razón que a KyungSoo le agradaba verdaderamente.

Sin corregirlo ni disfrazar sus intenciones iniciales con excusas innecesarias, KyungSoo accedió a llevar la conversación por el camino indicado y prosiguió con naturalidad.

ㅡEunuco Li, me temo que soy incompetente y nuevamente necesito hacer uso de sus informantes exteriores.

El eunuco Li le dio un sorbo casual a su té y un asentimiento lento fue concedido. Él bebió su trago con educación y sus ojos volvieron a encontrarse con los pacientes de KyungSoo.

ㅡDebido a la amabilidad pasada del concubino Do, este servidor no puede ofenderse si solo busca mi presencia para pedir ayuda, por lo tanto, estoy dispuesto a extender el conocimiento de mis influencias para usted. Dígame en qué puedo ayudarlo y gustosamente trataré de satisfacer sus deseos, mi señor.

Entonces las manos de KyungSoo se apretaron sobre sus muslos y sus cejas se fruncieron ligeramente, dándole una apariencia especialmente atormentada y dolorosa para cualquiera que la observara. El eunuco Li supo de inmediato en su corazón que este era un asunto delicado en el que no podía fallar o tontear.

ㅡPor favor, busque algo para mí.

Una vez fueron expuestos los asuntos que les interesaban, el eunuco Li se puso de pie al mismo tiempo que KyungSoo y fue conducido a la salida. KyungSoo tomó el borde de la puerta y antes de abrirla, lo miró a los ojos con incertidumbre.

ㅡEunuco Li, desearía que este asunto e información futura se mantenga únicamente entre nuestros ojos y oídos. 

El eunuco Li sonrió con suavidad y asintió fácilmente.

ㅡPor supuesto, los asuntos del concubino Do solo le competen al concubino Do. No tiene que preocuparse, mis labios estarán firmemente sellados. Ahora, me retiro; espero que pase un buen día.

El mayor formó una reverencia de despedida y KyungSoo no dudó -ni tardó- en seguirlo.

ㅡCuide su camino. Espero que encuentre rápidamente la claridad.

El eunuco Li se retiró definitivamente de su habitación y JiHyun, que se había mantenido afuera durante todo el intercambio, se acercó de inmediato con preocupación y notable ansiedad. Ella no preguntó nada, y KyungSoo lo agradeció, porque no tenía intenciones de tocar el tema que había mantenido a puertas cerradas con el eunuco.

No quería recordarlo, además, solo él necesitaba hacerle frente a sus inquietudes. No necesitaba llenar los hombros de alguien más con sus asuntos personales.

ㅡJiHyun, ¿podrías conseguir pergaminos para mí? Me gustaría dibujar por un tiempo.

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             .(¸.·´ (¸.·'* .  El Concubino del
                                       Emperador.

El Emperador solicitó su presencia en el Paso de las Glicinias durante una mañana de sol brillante.

KyungSoo había elegido un abrigo delgado pues el invierno retrocedía velozmente y el calor era palpable en la piel; su cabello fue sujetado con horquillas y tocados florales y sus botas amarradas con diligencia.

Kim JongIn le daba la espalda y su figura estaba vestida de azul profundo, su cabello se encontraba atado en un apretado moño y sus manos descansaban una sobre la otra a su espalda. Miraba el paisaje delante de él sin inmutarse, creando una imagen nada más que maravillosa a cualquiera que lo mirase. KyungSoo se detuvo un segundo para poder observarlo en silencio, empaparse de su magnificencia y el poderío que desprendía su sola presencia.

Seguramente se trató de una observación extremadamente intensa, porque no mucho después el Emperador se dio la vuelta y lo miró directamente. Una sonrisa se compuso en sus labios y sus hombros se relajaron inmediatamente después de verlo. KyungSoo se preguntó internamente cuánto poder tenía sobre ese hombre; a juzgar por su mirada y su expresión especialmente suaves, supo que era una cantidad considerable.

Se acercó entonces, paso a paso mientras sorteaba la capa delgada de nieve, y se detuvo delante de él. El Emperador sonrió un poco más amplio y dejó que su mano le acunara el rostro en medio de una caricia suave y amable que lo llevó a cerrar los ojos y disfrutar de la calidez de su palma rústica contra su piel.

Debido a los asuntos extensos de Kim JongIn, ellos no habían podido verse durante unos cuantos días, por lo tanto, el tacto, el olor y la presencia del contrario era bienvenido con inmediatez.

ㅡTe extrañé ㅡfue el saludo del Emperador, un susurro bajo y grave que podría remover el corazón de cualquiera. Afortunadamente, al verlo, KyungSoo pudo sentir como su ansiedad y sus pensamientos tormentosos retrocedían hasta ser un pequeño ruido de fondo en su mente. Esto le permitió disfrutar honestamente de la compañía y la calidez de Kim JongInㅡ. Lamento no poder venir a ti antes.

ㅡSé que estás ocupado; no podría exigirte estar a mi lado sabiendo esto.

El Emperador le acarició el pómulo con el pulgar y luego se inclinó suavemente para llenar su boca de afecto sincero. KyungSoo lo recibió con los ojos cerrados y un suspiro que murió en los labios ajenos.

Al alejarse, el Emperador besó su frente y retrocedió para mirarlo nuevamente.

ㅡGracias por comprender, sin embargo, pienso recompensar tu espera. ¿Quieres ir a algún lugar en especial el día de hoy? Te acompañaré hasta que el sol se oculte.

KyungSoo lo pensó por un momento, realmente lo hizo mientras el monarca lo observaba; finalmente, no mucho después, él volvió a mirarlo y una pequeña sonrisa nació en las esquinas de su roja boca.

ㅡVayamos al lago. Ha pasado un tiempo desde la última vez que fui; escuché que en esta época del año la vista es especialmente encantadora.

Kim JongIn aceptó fácilmente. Aunque el paso hacia el lago era un poco difícil debido a la nieve, él lo guió de tal manera que podría ser un recorrido aceptable. Además, el Emperador estaba completamente atento a él, extendía una mano para ayudarlo cuando lo necesitaba y facilitaba su camino al cargarlo en ciertas zonas inestables.

ㅡNo recuerdo haber tomado estos caminos cuando vine en compañía con los concubinos Kim, Lee y Byun ㅡmencionó de forma casual, esquivando tranquilamente una rama bañada en nieveㅡ.

El Emperador extendió una mano para ayudarlo a pasar por una roca de apariencia resbalosa y KyungSoo la tomó de inmediato, sin dudarlo por un segundo.

ㅡEs porque este es mi camino personal. Nadie tiene permitido transitar por aquí a excepción de mí, por lo tanto, es natural que no seas capaz de reconocer los alrededores.

ㅡOh, así que era por eso.

Llegaron al lago minutos después de intensa caminata. En ese punto el frío se había ido y el calor comenzaba a mostrarse en forma de sudor brillante en las sienes y la frente. KyungSoo había suspirado con alivio cuando la extensión de agua conocida se mostró finalmente un segundo antes de sentirse maravillado ante la magnificencia y majestuosidad de la naturaleza que se extendía delante de él.

El hielo del lago ahora era delgado, así que no podían caminar sobre él, sin embargo, los rayos del sol se reflejaban sobre la superficie y creaban hilos luminiscentes que apuntaban a los árboles comenzando a mostrar un muy ligero verdor perdido por meses enteros. Las montañas, tan imponentes como siempre, estaban llenas de encanto y pureza y el cantar ocasional de los pájaros que volaban por los alrededores de vez en cuando permitía aquella sensación de paz inalterable.

KyungSoo suspiró profundamente y lentamente se sentó sobre el tronco de un árbol caído luego de sacudir la capa de nieve que había sobre él. El Emperador lo imitó de inmediato y luego tomó sus manos rojas a causa del frío que dejó la nieve en sus palmas y las llevó a sus labios para calentarlas con su aliento tibio. KyungSoo le sonrió, sintiéndose enternecido ante el cuidado simple y delicado, y reposó su cuerpo contra su costado, apoyado en él mientras Kim JongIn lo acunaba a su lado en silencio.

KyungSoo pensó que esto era mucho más que agradable. Poder sentir tranquilidad y seguridad luego de días llenos de vulnerabilidad era reconfortante. Poder cerrar los ojos y sentir las caricias de este noble era maravilloso. Él realmente había extrañado esta sensación de absoluta calma que solo podía conseguir junto al Emperador.

ㅡ¿Qué es lo que invade tu pensamiento tan intensamente? ㅡpreguntó el mayor en voz bajaㅡ.

KyungSoo abrió los ojos y miró sus manos juntas. Tan diferentes y, sin embargo, con tantas cosas en común mientras se sostenían con firmeza. Era entrañable.

ㅡSolo soy yo dándome cuenta de lo mucho que te había extrañado. Perdona mi alejamiento, te aseguro que no es intencional.

El Emperador colocó su mejilla sobre su coronilla y apretó un poco más sus manos juntas, dándole calor y protección.

ㅡEstá bien, solo no dejes que te afecte. Tantos desvíos, tantos sentimientos profundos y caóticos en medio de un vaivén de situaciones y emociones turbulentas no es saludable. Aceptaré la excusa, no obstante, debes dejar de hacer eso.

ㅡNada puede escaparse de los ojos del hijo del dragón. 

El Emperador sonrió suavemente y un  beso fue colocado en su sien.

ㅡNada que tenga que ver contigo.

ㅡEntonces sabrás que realmente te extrañé.

ㅡSí. Lo hiciste tanto como lo hice yo. 

KyungSoo se acurrucó en su costado, compartiendo calor ahora que la agitación de la caminata había desaparecido y el enfriamiento de sus músculos se llevaba a cabo. Él se hizo una pequeña bola en el pecho del mayor y suspiró al encontrarse reconfortado por su aroma acostumbrado a cítricos y frescura.

ㅡResulta ser un poco halagador saberse anhelado.

ㅡEntonces será encantador el hecho de que te he anhelado profundamente durante mucho tiempo, a cada momento, por cada segundo; siempre te anhelo, KyungSoo.

El corazón de KyungSoo saltó duramente en su pecho y sus mejillas se llenaron de calor. Él no se atrevió a abrir los ojos, presa del aura que los rodeaba, de esta suavidad melancólica que parecía seguirlos a cada momento. KyungSoo simplemente se arropó con este sentimiento cálido y lo acurrucó profundamente en su alma.

Había una espina, sin embargo, que no pudo evitar que saliera a la luz no mucho después. 

ㅡ¿Qué será de mí y de mi corazón el día en el que mi Imperio termine de ser construido entonces? ¿Cómo podríamos vivir tranquilamente para ese momento?

Esta vez, el Emperador se tomó su momento antes de responder. Su brazo se movió para rodear los hombros delgados de KyungSoo y comenzó a acariciar la extremidad con dulzura; los labios cayendo suavemente en su coronilla fueron gentiles y tranquilizadores. Todo él fue tibio y sutil, calmado y amable, por lo tanto, fue fácil menguar la agitación de su corazón y sus temores escondidos.

ㅡHaremos lo que sea que necesites para sentirte bien. Solo tú decidirás qué podremos hacer para entonces. Te lo mereces: tener el poder de gobernar sobre lo que quieres después de todo lo que has tenido que atravesar en esta vida... y yo estaré aquí, siempre para ti, amándote profundamente y aceptando lo que desees hacer con lo que sientes y lo que siento. Confío en que tomarás la mejor decisión para ambos. 

Esto no fue de mucho consuelo realmente, pero saber que todo estaba en sus manos, que Kim JongIn creía en él y que lo quería lo suficiente como para otorgarle voz absoluta sobre un tema donde él estaba inmiscuido con fuerza, le hizo sentir bien. Como si valiera demasiado, como si fuera tan, tan importante.

KyungSoo no pudo evitar calmarse con la llegada de esta afirmación llena de seguridad; sabiendo que era libre de elegir lo que quería, el panorama parecía mejorar visiblemente. Él suspiró y giró el cuello, entonces sus ojos de encontraron con los del Emperador y su corazón saltó una vez más.

¿Cómo podía quererlo de esta manera? ¿Cómo podía ser querido de esta forma tan incondicional? El pecho de KyungSoo estaba derretido, completamente líquido y lleno de un afecto profundo y completo.

Él pensó, por un momento fugaz, que no le molestaría compartir toda su vida con este hombre fuerte y valiente. Entregarse por completo a él y esperar juntos la llegada de un futuro incierto que tratarían de llenar con toda aquella felicidad que les hacía falta. No sabía lo que les esperaba, pero quería mantenerse a su lado durante una y mil vidas más.

ㅡEres tan bueno conmigo. ¿Por qué eres tan bueno? Mi corazón no puede soportarlo ㅡsusurró, visiblemente afectado y lleno con cariño honesto y Kim JongIn sonrió un poco más, le acarició la mejilla y acunó su rostro en su manoㅡ.

ㅡ¿Cómo no ser bueno con la persona que quiero tanto? Todo lo que me compone, toda mi vida y mi alma, absolutamente todo de mí te pertenece. Eres la cicatriz más profunda y valiosa que podría permanecer sobre mi piel y, como tal, soy incapaz de borrarte.

Su mirada brillante permaneció firmemente sobre sus ojos cálidos; el pulgar, mientras tanto, dejó caricias dulces en su piel sonrojada y sus dedos lo sostuvieron con amabilidad. Él se inclinó y colocó un beso sobre sus labios de ciruelos y KyungSoo suspiró ante el noble y significativo contacto.

Una vez alejados, el Emperador apoyó su frente sobre la de KyungSoo y sus ojos se cerraron nuevamente mientras la intimidad llegaba, los envolvía y permanecía ahí, impenetrable e indestructible.

ㅡTe quiero ㅡsusurró el mayor no mucho despuésㅡ. Te quiero, te anhelo, te deseo. Eres lo más valioso y hermoso que tengo, eres mucho más que todos los tesoros y las victorias acumuladas. Te quiero y estaré aquí a tu lado, apoyándote y ayudándote cuando me necesites. KyungSoo no está solo, nunca más estará solo, ni sufrirá, ni será infeliz o desdichado. Yo te lo prometo, me encargaré personalmente de eso, de que nadie sea malo contigo de nuevo y que tengas el valor que mereces ante los demás.

Los hombros de KyungSoo se relajaron y su sonrisa creció sobre la boca roja y generosa. Él cubrió el dorso de la mano del Emperador con la propia y dejó de pensar, dejó de atormentarse a favor de vivir este sentimiento y este momento tan especial.

Él apretó su mano sobre la del mayor y giró el rostro ligeramente para dejar un beso sobre la palma dura y fuerte con adoración, luego la giró y besó los cinco nudillos poderosos, el dorso y, finalmente, la muñeca surcada con venas y pequeñas cicatrices. Luego de ello, KyungSoo lo miró nuevamente y susurró con cariño:

ㅡCumple tu palabra, porque este hombre que te quiere está ansiando vigorosamente todo lo que le has ofrecido.

En respuesta, la mirada del Emperador se suavizó y, a la vez, se llenó de absoluta solemnidad. Dejó un beso en su mejilla, en su barbilla y en su boca y luego respondió con la calma de un hombre dispuesto a hacer realidad sus promesas.

ㅡEste simple hombre lo conseguirá todo para ti. Es un hecho irrefutable.

Entonces KyungSoo volvió a besarlo, cálida y parsimoniosamente en aquella soledad cómoda y bienvenida para un par de amantes como ellos.

Ante ambos, los rastros de un clima frío comenzaron a evolucionar y el calor y los colores brillaron con fuerza una vez más.

Era el símbolo de la esperanza reluciendo con la pronta llegada de la dulce primavera.

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