Capítulo 25

Un mes después de la muerte de la Emperatriz, la nevada terminó y lentamente el calor fue arropando al Sur.

El Emperador había comenzado a salir con constancia de sus habitaciones; hacía sus reuniones diarias con los ministros y reanudó la reconstrucción de la capital y los poblados afectados del Imperio Do. KyungSoo se había enterado que algunas familias incluso habían vuelto a su pueblo, emocionados ante la idea de establecerse en casa nuevamente e iniciar una vez más.

Muchos nativos también marcharon a su país, dispuestos a prestar ayuda y acomodar a los viajeros luego de asegurarse de que llegaran a salvo.

Ya que las cosas comenzaban a ir por este rumbo, KyungSoo no pudo evitar hacer una pequeña visita a DongByul y al pequeño SeungSoo.

Inicialmente había deseado ir junto al Emperador, sin embargo, él había estado tan ocupado últimamente que no pudo ser. Aún así, el mayor se encargó de despedirlo antes de subir al carruaje, besó su frente y lo miró partir con una pequeña sonrisa. Eso había sido suficiente para él.

El marido de DongByul se encontraba trabajando para cuando KyungSoo hubo llegado a la casa del doncel. Fue una visita inesperada, por lo tanto, no fue recibido con grandes ovaciones ni había mucho preparado para él; KyungSoo no se molestó por esto, encontrando reconfortante la vida hogareña y el día a día de su amigo.

Así pues, ambos se sentaron en el pequeño y cómodo porche y miraron al joven SeungSoo jugar con los niños vecinos. Sosteniendo una cálida taza de té entre sus manos, KyungSoo no pudo evitar sonreír al ver al niño siendo feliz, riendo con fuerza y correteando a otros de su edad. Sus mejillas estaban rojas ante el deleite y sus ojos oscuros brillaban con la impresionante y cautivadora belleza infantil; él era una imagen refrescante que ponía en alto el nombre de su querido hermano.

DongByul le dio un sorbo a su bebida y finamente le dijo en un tono bajo y calmado, los ojos siempre fijos sobre su hijo mientras una sonrisa gentil y cariñosa tiraba de las esquinas de sus labios.

ㅡEs bueno tenerlo aquí. Siempre es agradable recibirlo en casa; mi esposo y yo esperábamos ansiosamente su visita, KyungSoo-ssi.

ㅡA mí siempre me hace feliz regresar. Debido a mi antigua restricción, fui privado de venir antes, sin embargo, ahora que las cosas han mejorado un poco en el Palacio con el regreso del Emperador Kim, puedo recurrir a mi anterior libertad.

ㅡEso es bueno. El Emperador es realmente un buen hombre; fui feliz al escuchar sobre su regreso, pero también me sentí miserable cuando informaron sobre la muerte de su esposa. No debió haber sido fácil; pensé en las dificultades por las que KyungSoo-ssi tuvo que pasar ese tiempo y mi corazón se sintió tan apretado en mi pecho que resultaba imposible respirar y dormir debidamente.

DongByul bajó la mirada a su taza de té medio llena y bebió un pequeño sorbo, luego colocó la taza en la bandeja disponible a su lado y volvió a mirarlo con especial suavidad y comprensión.

ㅡAnte esto, me encargué personalmente de visitar al Emperador SeungSoo; en su nombre encendí incienso y recé por su alma y por usted, esperando que el Emperador consiguiera calma y KyungSoo-ssi hallara fortaleza. Me alegra ver que mis oraciones han sido escuchadas. Usted ha regresado a nosotros con bien y salud y seguramente el alma de su hermano está en paz al asegurarse de que esto ocurriera.

KyungSoo lo escuchó atentamente y su corazón se sintió tranquilo y agradecido cuando el mayor terminó de hablar. Las esquinas de sus labios se alzaron dulcemente y él dejó su propio té a un lado para poder girarse y mirarlo con un poco más de comodidad.

KyungSoo tomó una de sus manos y la apretó suavemente, un agradable gesto amistoso que fue devuelto de inmediato por DongByul, y sus palabras posteriores estuvieron plagadas con la honestidad que fácilmente lo caracterizaba.

ㅡMuchas gracias por hacer esto por mí y por hyung-nim. DongByul-ssi, este hombre encuentra en ti a un amigo invaluable.

ㅡMe alegra saberlo. KyungSoo-ssi también es alguien especial. Usted realmente no necesita agradecerme por esto, es algo que hago con mi corazón.

En medio de un par de sonrisas, el cómodo silencio los rodeó. Separaron sus manos y KyungSoo aprovechó esto para tomar su taza una vez más y acabar el té que había quedado en ella. Luego, dejándola nuevamente en su lugar, volvió a dirigirse al mayor.

ㅡHe escuchado que algunas familias han regresado a casa. ¿También ustedes se irán?

DongByul terminó de comer un bocadillo y luego contestó con suavidad:

ㅡEventualmente. Lo he hablado con mi marido y juntos acordamos en volver cuando todo esté completamente estable. Tenemos una buena vida aquí, JuSeol tiene un puesto estable en la Capital, compradores establecidos y a Soo no le hace falta nada; todos han sido amables con nosotros, el Emperador ha abierto muchas puertas para nuestra gente y estamos verdaderamente agradecidos con él, pero nuestros corazones siempre estarán en casa; es por esta razón que, al culminar la reconstrucción de Do y cuando usted tome el trono, nosotros partiremos a su lado.

Y por primera vez, KyungSoo se quedó sin palabras o pensamientos aceptables.

Si bien extrañaba su hogar y tenía pendientes acumulándose antes de ser tomados por completo por él, KyungSoo aún tenía un sentimiento complicado arraigado en su pecho al pensar en la idea de irse. De dejar al Emperador, en realidad.

Si bien antes tenía la ilusión bien puesta de volver a casa, explorar su Palacio luego de ser reconstruido y ver a su gente en las calles conocidas, sembrar nuevos recuerdos que dejaran atrás aquellas horribles experiencias y tachar las pesadillas de sus sueños, ahora se sentía inseguro.

Con un corazón tambaleándose de lado a lado en su pecho, latiendo por el dirigente de esta nación y sintiéndose protegido después de tantas buenas acciones del hombre para con él, KyungSoo estaba en un punto verdaderamente preocupante. Él sabía que tarde o temprano debía hacerse cargo de su país, pero ¿qué ocurría con Kim JongIn y con él entonces? KyungSoo no podía vivir aquí y no había nadie más que él para tomar las riendas y encargarse de la evolución de su tierra. KyungSoo estaba en una encrucijada gris y horrible y la agitación de sus sentimientos fueron desconcertantes.

DongByul notó la expresión complicada en el rostro del concubino y su ensimismamiento. Sintiendo la preocupación cocinándose en su pecho, extendió su mano con la intención de consolarlo y brindarle apoyo, sin embargo, una voz alegre y vibrante lo detuvo en seco.

ㅡ¡Papi, ahjussi! ㅡexclamó repentinamente SeungSoo y ambos giraron el rostro para mirarlo. Él corría hacia ellos con los brazos abiertos y una gran sonrisa en su rostro gorditoㅡ.

KyungSoo volvió en sí al escuchar su voz, y mientras el pequeño corría hacia ellos, sonrió abiertamente, alejando sus manos de las del mayor para poder recibir al pequeño directamente en sus brazos.

Estaba bien. Los pensamientos profundos podían esperar para ser estudiados y respondidos. Mientras tanto, él podría sostener a este niño y olvidarse de sus preocupaciones por un momento.

SeungSoo se aferró a su cuello, agitado y sudado luego de una larga jornada de corretear y gritar con los otros niños y KyungSoo le acarició el cabello húmedo, alejando los oscuros mechones de su frente caliente.

DongByul preparó rápidamente un dulce para su hijo y lo extendió para él cuando estuvo listo. Fue entonces cuando SeungSoo se alejó de la comodidad de su cuello y aceptó el bocadillo con una sonrisa aún más grande e impresionante.

ㅡ¡Gracias, papi! ㅡdijo antes de acomodarse en las piernas de KyungSoo, sentándose en ellas mientras se recostaba en su pechoㅡ.

KyungSoo lo mantuvo estable en su lugar, impidiendo de esta manera que pudiera caerse en medio de sus movimientos caóticos y energéticos, y sin importarle llenarse de la transpiración del niño, le permitió acercarse y colocó una mano en el centro de su pequeña espalda para servirle de apoyo y proporcionarle un poco más de comodidad.

DongByul los miró por un momento y sonrió para su hijo con cierta vergüenza.

ㅡSoo-ah, ¿por qué no te sientas aquí con papi? Ensuciarás a KyungSoo-ssi.

SeungSoo miró a KyungSoo con sus lindos ojos oscuros y su pequeña nariz se arrugó dulcemente.

ㅡAhjussi huele bien. Es muy cómodo y amable... ¿Soo no puede quedarse aquí?

KyungSoo rió por lo bajo y dejó su mano sobre su coronilla.

ㅡSoo-ah puede. Por otro lado, ¿realmente me llamarás ahjussi para siempre? ¿Me veo muy mayor?

SeungSoo volvió a sonreír con esto y DongByul no pudo evitar imitarlo, negando suavemente ante la situación. KyungSoo pensó que él debía relajarse un poco y tomar lo que restaba de su té mientras él tenía esta conversación importante con SeungSoo.

ㅡNo tanto, pero ahjussi parece un ahjussi. Hay que respetarlo, es mayor que Soo-ah y también parece importante. ¿Debo llamarlo hyung-nim?

Fue inevitable pensar en su hermano en ese momento. Con la mirada de SeungSoo sobre él, su expresión inocente repleta de expectativas y el propio título en sí era difícil no hacerlo. Además, la marca que el niño compartía con su hermano mayor era visible, revolviendo los sentimientos de su corazón y dándole paso a un cariño que fluía por todo su cuerpo, cálido y puro.

ㅡSoo-ah puede hacerlo. Llámame hyung-nim, ¿de acuerdo?

De esta manera, el tema anterior fue completamente dejado a un lado y KyungSoo se vio formando un lazo inmediato con SeungSoo.

El pequeño era brillante y hermoso. Tenía esa mirada ilusionada y feliz que calmaría a cualquiera, dejando entender que él realmente estaba viviendo una buena vida. Era inquieto, también. SeungSoo se movía de un lado a otro, lo abrazaba con fuerza por el cuello y exclamaba sus experiencias a sus cortos cuatro años de edad. Él estaba lleno de energía y la traspasaba con fascinante facilidad.

SeungSoo también era respetuoso. Guardaba silencio cuando los mayores hablaban, escuchaba con atención cuando se dirigían a él y hablaba formalmente cuando era necesario. Era un buen niño, educado, bien portado, criado con atención y de buena manera, por lo tanto, quererlo era sumamente fácil y natural.

Luego de comer sus bocadillos, SeungSoo fue golpeado por el agotamiento y se quedó dormido sobre KyungSoo, abrazando su pecho y aferrándose a su abrigo. El frío comenzaba a llegar para entonces, así que luego de recoger las tazas y la bandeja de madera, DongByul les pidió entrar en la casa para entrar en calor.

Así, KyungSoo llevó a SeungSoo a su alcoba y el mayor se quedó atrás para encender el fuego que mantendría la casa caliente. Recostó al pequeño en la cama y le quitó el abrigo pesado y mullido que lo envolvía, luego fue en busca de una toalla y un poco de agua y se dedicó a limpiarle el rostro y el cabello, las manos y los pies, eliminando el sudor seco para que pudiera dormir un poco mejor.

En medio de todo eso, aún más dormido que despierto, SeungSoo abrió perezosamente los ojos y su manita tomó la mano de KyungSoo. Él lo miró entonces, atento a lo que tuviera que decir, y SeungSoo sonrió ligeramente mientras sus párpados se hundían, presa del sueño.

ㅡ¿Soo? ¿Qué sucede? ㅡpreguntó con suavidad y SeungSoo frotó su ojo con la mano que no lo sostenía. Al acabar, él bostezó y sus ojos se cerraron un poco másㅡ.

ㅡYo... te extrañé.

KyungSoo rió suavemente y le dio un toque en la punta de su nariz con el índice. Un momento después, dijo con cariño:

ㅡ¿Cómo podrías haberme extrañado cuando no me has visto desde que eras un bebé? No hay forma de que me hayas recordado desde entonces.

Los ojos de SeungSoo se cerraron entonces y su agarre sobre su mano se aflojó a medida que el sueño le vencía.

ㅡNo de ahora... te extraño desde antes. Mi corazón... mi corazón te echó mucho de menos.

KyungSoo se quedó estático en su lugar, mirándolo fijamente mientras algo en su pecho se retorcía y apretaba. Mordió la esquina de su labio inferior y con ciertas dudas le acarició la frente, apartando el flequillo que caía sobre ella.

ㅡEstá bien, ahora estoy aquí y no me iré por demasiado tiempo. Hyung-nim puede estar tranquilo ahora.

Y sorprendentemente una sonrisa se formó en los labios del pequeño, suspiró largamente y se entregó al sueño por completo, como si esas palabras fueran las justas y apropiadas para, por fin, dejar su alma tranquila y en paz.

KyungSoo le acarició el cabello por un poco más de tiempo, miró su rostro tierno en reposo con fijeza y acomodó su mente para que aceptara esto y pudiera vivir con ello con normalidad.

SeungSoo, su adorado hermano, había renacido en este pequeño niño y KyungSoo tenía la oportunidad de verlo crecer y ser feliz como posiblemente no había podido serlo en su primera vida. Era algo impresionante, verdaderamente increíble, y, sin embargo, parecía ser que la rueda de la reencarnación y el destino querían darle esta oportunidad, y KyungSoo no quería hacer nada para cambiar esto.

Finalmente, saliendo de su ensimismado, KyungSoo sonrió y retiró su mano del rostro de SeungSoo y se inclinó para besar su mejilla dulcemente.

ㅡDescansa, Soo-ah.

KyungSoo salió de la habitación no mucho después y se reunió con DongByul nuevamente para acompañarlo mientras él preparaba un poco más de té. Un rato más tarde, JuSeol llegó a casa cargando un saco de arroz, las mejillas arreboladas ante el frío y una sonrisa suave en los labios. Inclinó la cabeza inmediatamente al ver a KyungSoo y la curva en sus labios se volvió un poco más familiar.

ㅡKyungSoo-ssi, qué sorpresa.

ㅡBienvenido, JuSeol; me alegra verte de nuevo.

Pronto los adultos se reunieron en la cocina y KyungSoo miró a la pareja. Era lindo ver como uno orbitaba alrededor del otro, sonriéndose amorosamente mientras acomodaban el arroz en un lugar apartado donde no estorbara al paso. En la mirada de ambos había cariño, calidez y dulzura.

JuSeol le acarició la mejilla a DongByul en algún punto de su encuentro y KyungSoo bajó la mirada con una sonrisa suave, dándoles un poco de espacio mientras él atendía al té en el fuego y lo domaba el deseo de tener al Emperador ahí, a su lado para poder apoyarse en su costado y sentir su aroma.

ㅡOh, ¿en dónde está Soo-ah?

ㅡEstá durmiendo. Ha jugado todo el día y se ha quedado sin un poco de energía. Lo despertaremos cuando la comida esté lista.

ㅡDe acuerdo. KyungSoo-ssi, ¿se quedará para comer?

KyungSoo volvió a mirarlos al escuchar a JuSeol y notó el par de sonrisas gentiles dirigidas a él.

ㅡAh... ¿no es una molestia?

ㅡPor supuesto que no ㅡafirmó DongByul de inmediatoㅡ. KyungSoo-ssi, estaremos felices de comer contigo. Quédate.

No hubo necesidad de pensarlo demasiado. Era fácil sentirse bienvenido en la familia de DongByul, así que un par de horas más tarde, KyungSoo se sentó junto a SeungSoo y se dedicó a probar la deliciosa sazón del doncel.

El pequeño se había despertado perezosamente y sentado con los hombros hundidos debido al sueño persistente. KyungSoo lo había mirado por un largo tiempo, sin embargo, él parecía no recordar las palabras que habían compartido en su habitación.

Él se sintió tranquilo por ello; no había necesidad de que SeungSoo recordara los vestigios de una vida que ya había pasado.

La comida fue tranquila. JuSeol habló sobre su día de trabajo y explicó que había tenido que volver temprano debido al clima frío, además, había tenido una buena ganancia y no era necesario sufrir más tiempo en la nieve. Le recomendó no volver demasiado tarde al Palacio, pues podría nevar más tarde y sería molesto regresar en plena nevada.

KyungSoo había estado de acuerdo, así que cuando el cielo comenzaba a mostrar su cambio, él se puso de pie, bajó a SeungSoo de sus piernas y les sonrió a los tres antes de inclinar ligeramente la cabeza.

ㅡMuchas gracias por recibirme aunque haya venido de imprevisto. Prometo avisar la próxima vez que venga de visita.

DongByul sonrió con SeungSoo en brazos y negó con la cabeza.

ㅡNo es necesario agradecer. KyungSoo-ssi siempre es bienvenido en nuestro hogar. Por favor, cuida de ti y vuelve cuando el invierno haya terminado. De esta forma evitarás enfermarte.

ㅡByul tiene razón. KyungSoo-ssi, cuide su salud y regrese pronto.

ㅡLo haré. Soo-ah, ¿nos vemos en el futuro?

SeungSoo, que había estado descansando en los brazos de su padre, sonrió suavemente y asintió de inmediato.

ㅡHyung-nim debe volver para jugar con Soo-ah.

ㅡHmm, lo haré, es una promesa ㅡdijo mientras terminaba de acomodar el abrigo sobre sus hombros y JuSeol se posicionaba a su lado para acompañarloㅡ. DongByul-ssi, mantente sano y cuida de Soo-ah, ¿está bien? No es necesario que salgas a despedirme, hace frío fuera.

ㅡEstá bien; yo iré a lavar a este pequeño. KyungSoo-ssi, ten un buen viaje de regreso.

KyungSoo asintió una vez más y finalmente se dirigió a la puerta, siendo seguido por JuSeol. El mayor abrió la puerta para él y salió de la casa luego de que KyungSoo lo hiciera al calzarse sus zapatos.

Frente a la vivienda se encontraba el carruaje. Los caballos ya estaban preparados y habían comido, además, había un número mayor de oficiales esperando por él y... ¿ese era el Capitán Oh?

KyungSoo frunció el ceño ante su confusión, pero también formó una sonrisa para JuSeol antes de irse.

ㅡHasta pronto, JuSeol-ssi. Cuida de DongByul-ssi y de Soo-ah, por favor.

JuSeol asintió apresuradamente, echando un vistazo curioso a los guardias inmóviles a algunos metros de distancia con cierto disimulo.

ㅡLo haré. Tenga un viaje seguro, KyungSoo-ssi.

KyungSoo se alejó entonces y comenzó a caminar hacia el capitán que aguardaba por él. El carruaje estaba listo y uno de los guardaespaldas abrió la puerta para que pudiera entrar, sin embargo, sus ojos se posaron sobre el alto hombre de rasgos filosos y preguntó con suavidad:

ㅡ¿Capitán Oh? ¿A qué se debe su presencia aquí?

Oh SeHun era un hombre serio y firme. Era difícil notar alguna emoción en su rostro y siempre parecía estar rodeado de un aire de gracia y dignidad difícil de ignorar. Sus ojos rasgados y oscuros lo miraron y Kyungsoo devolvió la observación con curiosidad.

ㅡSu Majestad me ha pedido venir por usted al ver el clima terrible que se avecina. Quiere asegurarse de que llegue sano y salvo al Palacio.

KyungSoo sonrió dulcemente al escucharlo y fue entonces cuando consiguió relajarse definitivamente. Asintió hacia el mayor y colocó su mano sobre su corazón cautivado.

ㅡEs algo que él haría. Muchas gracias por venir, capitán, y lamento las molestias que podría haberte causado.

ㅡNo es una molestia, solo cumplo con mi deber. Ahora, concubino Do, será mejor que suba antes de que anochezca y el camino se vuelva turbulento.

KyungSoo estuvo de acuerdo, así que formó una breve reverencia y aceptó la ayuda del oficial cubierto por abrigos mullidos más cercano. La puerta del carruaje se cerró detrás de él y KyungSoo agradeció que hubiera un calentador encendido funcionando para conservar el calor en el espacio.

Se sentó con tranquilidad, la espalda recta y los ojos cerrados. El cochero se movió entonces y pronto estuvieron en el camino de regreso al palacio principal. Fuera, los caballos trataban flanqueando el carruaje y Oh SeHun dirigía la marcha. Era un grupo formidable e impenetrable, por lo tanto, su supervivencia estaba asegurada y él podía respirar con tranquilidad.

Al menos hasta que sus ojos volvieron a abrirse.

KyungSoo sintió como su corazón saltaba dolorosamente en su pecho y su respiración se atascaba en su garganta, su mirada se amplió y todo pareció detenerse mientras un objeto pálido brillaba frente a él, moviéndose de lado a lado mientras los caballos trotaban para transportarlo.

KyungSoo extendió la mano inmediatamente y lo soltó del agarre al que se aferraba en el techo del carruaje, lo apretó en su mano cerrada y sus ojos lo examinaron concienzudamente mientras todo parecía encogerse y apretarse dolorosamente en su pecho, directamente en su alma.

Él se asomó por la ventana un momento después, pero ahí afuera no había nada más que nieve, sombras, casas que eran dejadas atrás y los guardias a su alrededor.

¿Cómo era posible?

Él bajó la mirada una vez más, dejando que la cortina cayera en su lugar, y observó aquello que reposaba en su palma por un tiempo prolongado.

Era un colmillo diferente, pero el significado y el recuerdo estaban firmemente presentes en su mente y su alma.

¿Cómo podría haber aparecido esto justamente ante él? ¿Cómo podría tratarse de una coincidencia? Era demasiado extraordinario, demasiado certero.

¿Acaso SeungWang...?

KyungSoo negó de inmediato.

No. Era imposible, él había muerto, KyungSoo lo sabía, había estado ahí cuando fueron rodeados y atacados. Él se había ido con el corazón roto porque eran demasiados enemigos, porque SeungWang no tenía oportunidad de sobrevivir, así que, ¿qué era esto?

Sin darse cuenta, KyungSoo realmente se había encontrado enojado, perturbado y ansioso.

Se aferró al collar con el colmillo reluciente y apretó los labios.

Era graciosa la manera de trabajar del destino. KyungSoo no conocía sus planes ni lo que el futuro guardaba celosamente para él, y eso, tal vez, podría llevarlo a su propia destrucción. Él era una persona maldita, después de todo; esperar lo peor era parte de su vida.

Solo rezaba para que este golpe pudiera ser afrontado sin que su corazón se encontrara en juego una vez más.

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