Capitulo 9 - Esperando a Taigaken.
Naruto tenía 6 meses y medio de embarazo. Su barriga crecía por momentos, cada vez más y de forma rápida.
Naruto y Sasuke estaban comiendo tranquilamente en el comedor, que conectaba con la cocina.
Naruto: Sasuke.
Sasuke: ¿Qué?
Naruto: ¿Crees que Taigaken después de nacer crezca también más rápido?
Sasuke: No me lo había planteado, pero seguro que no sucederá.
Naruto: Pero tengo miedo de que podamos estar menos tiempo con él.
Sasuke: Tranquilo dobe, eso no pasara, y si sigues dudando pregúntale a Kyubi, seguro que él tiene la respuesta.
Naruto: ¡Sí, eso hare tebayo!
Naruto se sumergió en lo profundo de su interior. Abrió la puerta de aquellos húmedos túneles, encontrándose con la gran jaula de Kyubi.
Kyubi: ¿Qué haces aquí mocoso?
Naruto: Vengo a preguntarte algo Kyubi.
Kyubi: Es sobre tu hijo ¿verdad?
Naruto: Sí. Ya sé que mi pequeño crece más rápido debido al "útero" que formaste con tu chakra.
Kyubi: Así que lo descubriste mocoso.
Naruto: Sí, pero ahora quiero saber si cuando nazca también crecerá más rápido de lo normal.
Kyubi: Cuando ese niño nazca ya no tendrá mi chakra alrededor, así que debería de crecer de forma cotidiana.
Naruto le dio una gran sonrisa.
Naruto: Muchas gracias Kyubi, realmente me has ayudado tebayo.
Kyubi: Ya que me debes varios favores me podrías liberar.
Naruto: Te soltaría, pero sé que en cuanto lo haga te cargaras todo lo que haya a tu paso.
Kyubi miró para otro lado.
Naruto: De todas maneras muchas gracia Kyubi, nos vemos.
Naruto abrió los ojos poco a poco encontrándose tumbado en el sofá del salón y vio en otro sillón a Sasuke leyendo.
Sasuke: Ha, por fin has despertado. ¿Qué te ha dicho Kyubi?
Naruto le mostró una gran sonrisa.
Naruto: Nuestro niño crecerá bien.
Sasuke: Lo ves, no había nada de lo que preocuparse.
Naruto: También me dijo que lo soltara por deberle tantas.
Sasuke: No caigas en sus trucos dobe.
Naruto: Ya lo se teme, llevo muchos años con él, lo conozco de sobra.
Naruto volvió a cerrar los ojos.
Sasuke: ¿Te vas a dormir?
Naruto: Sí, me quiero echar mi siesta.
Naruto se quedó profundamente dormido. Sasuke bajo un momento el libro que leía, observó detenidamente a Naruto, quien se veía tierno, como si el también fuera un pequeño niño.
Sasuke: Me preguntó si serás como él, mi pequeño Taigaken.
El séptimo mes llegó, a Naruto le había crecido más la barriga. Cuando Sasuke lo abrazaba no le llegaban las manos. Tuvieron que ir a la consulta de Tsunade, como está les había dicho. Les dijo que todavía les quedaba un poco de espera y que el bebe crecía por momentos. Era mediados de Diciembre, la Navidad todavía no había llegado, pero el frio inundaba las calles de la villa. Una que otra vez los visitaron sus amigos, ya que Naruto no podía salir debido al gran esfuerzo que tenía que hacer para moverse debido al peso del bebe. Naruto también les dijo lo de su embarazo adelantado, lo que los impaciento más por ver a ese pequeño.
Ese día Naruto y Sasuke se encontraban en el salón de su casa viendo la tele, Naruto se tiró a Sasuke.
Naruto: Sasuke, dame calor que hace mucho frío.
Sasuke: Anda, ven aquí (dijo resignado)
Sasuke rodeó con sus brazos a Naruto.
Sasuke: Sabes, un verdadero ninja debería aguantar todo tipo de temperaturas.
Naruto: ¡Si hay que aguantarlas yo las aguanto tebayo! Pero ahora no estoy de misión, además ¿no querrás que el niño se enferme antes de nacer por tu culpa?
Sasuke: Dobe el niño no se puede enfermar en tu vientre.
Naruto: Sí puede, además si me enfermo yo, se enferma él.
Sasuke: Vale, entiendo, no me separare de ti.
Naruto le dio unas palmaditas en la cabeza y Sasuke estaba (¬¬)
Naruto: Buen gatito Sasuke, buen gatito.
Sasuke sonrió de manera altanera.
Sasuke: A ver si este lindo gatito te va a morder y no vas a poder escapar de sus garras.
Naruto se quedo callado y miró la tele con mucho interés repentino y pensó "mejor me quedo calladito antes de que me coma" y el otro pensó "eso es, bien sumiso pequeño zorrito, o ya sabes lo que te espera, tortura H, además, nunca me podrás ganar lindo Kitsune".
La Navidad llegó y fue muy romántica. Sasuke puso velas en el comedor, el salón y el dormitorio. En el salón había un pequeño arbolito con regalos, todo estaba decorado, pero sin pasarse. Sasuke preparó una comida riquísima, difícil de olvidar. Después de comer se tumbaron en el sofá, siendo Naruto rodeado por los brazos de Sasuke, Sasuke le daba leves caricias en el vientre y en los brazos. Al final los dos se quedaron dormidos por la gran comilona. Al despertar se pusieron a jugar a algún que otro juego de mesa.
Sasuke: Nunca me ganaras dobe, asimílalo.
Naruto: ¡No vale, otra vez!
Sasuke: Sabes que ganare yo.
Naruto: No te creas tan creído teme, no lo sabremos hasta jugar de nuevo.
Sasuke: Sí, sí.
Naruto: ¡Veras como esta vez de verdad te gano tebayo!
Sasuke: Inténtalo.
Los dos se divirtieron mucho y el que ganaba tenía el premio de darle un beso al otro donde fuera, en los labios, la mejilla, el cuello, la oreja, los ojos...
Sasuke: Ven aquí, volviste a perder.
Naruto: No vale, seguro que haces trampa.
Sasuke: Sabes que no las hago. Anda acércate.
Naruto se acercó cuidadosamente a gatas, Sasuke se acercó y le mordió suavemente la oreja.
Naruto: Aauumm...
Sasuke siguió y le dio un pequeño besito sanador, luego empezó a lamerle sensualmente la oreja.
Naruto: Mmm...Sa...suke.
Esté le susurro al oído.
Sasuke: Eres muy sensible, Naruto.
Naruto se estremeció.
Naruto: Lo ves como eres un tramposo, solo era un beso.
Sasuke: Tienes razón, contigo si hago trampas.
Naruto: Ojala el niño no sea tan pervertido como tú.
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