Hoy era 25 de Diciembre el día de Navidad, en las calles hacía mucho frío, y la nieve caía del cielo, pero los corazones de las personas eran cálidos, gracias al amor de este día. Nosotros normalmente deberíamos estar en casa, comiendo la deliciosa comida de papa, hablando amenamente y con mis hermanos haciendo alguna trastada, pero no era así. Hoy había sido un día ajetreado y la noche empezaba a caer. Todos estábamos nerviosos, incluso mi padre, y eso era raro, prácticamente nunca se ponía así. Pero esta vez era algo especial. Habían pasado muchas cosas durante este tiempo y poco a poco nos íbamos haciendo mayores. Yo ya tengo 6 años y dentro de una semana cumpliría los 7, mis hermanos tenían 4 años y dentro de un par de meses cumplirían los 5, empezando a ir conmigo a la academia, donde este sería mi último año. Mi hermano pequeño hace 2 meses cumplió los 2 añitos, empezaba a tener un buen manejo de la espada, pero todavía le quedaba, era un buen niño, pero a veces me recordaba a mi padre, y era extraño, porque no era un chico serio para nada. Casi se me olvida mencionar que mis dos hermanitos habían despertado sus ajos y tenían el Sharingan. Ya casi todos los niños me llaman hermano mayor, y de alguna manera me agrada, aunque a mis hermanos les suena extraño.

Pero vamos centrarnos hoy es un día muy importante, en cuanto lo supimos la noticia todos nos alegramos muchísimo y era porque...

Tsunade: Ya podéis pasar.

Entré de nuevo en aquella habitación, todo ya empezaba a ser me familiar de aquella sala, aunque la visitaba contadas veces.

Naruto: Acercaos chicos, no os quedéis ahí parados.

Al entrar por aquella puerta no podíamos ni dar un paso, creo que de alguna forma teníamos miedo, y era raro, porque pocas veces teníamos esa sensación, excepto el pequeño pelirrojo. Como nos indicó mi papi, nos acercamos lentamente y tuvimos una sensación rara, parecía que nuestro corazón se llenaba, que algo dentro de él nos inundaba, a mí me dieron ganas de llorar, pero me aguante, sin embargo mi padre si lo hizo, y mis hermanos pelirrojos también. La vimos y era la niña más linda de todas, muchas palabras no se escuchaban entre las paredes, pero aquella pequeña habitación estaba llena de sentimientos. Mi papa la cogió y se sentó en una pequeña silla para que la viéramos bien, todos teníamos ganas de abrazar a tan pequeña criatura. Era una linda gatita herida, pero la cuidaríamos bien en nuestra casa. Era broma, quería tomaros el pelo, era mi pequeña hermanita, su pelo era rubio y tenía unas lindas marquitas en la cara, igual que mi papi y los mellizos. Sus ojos no eran como los de mi papi, azul cielo resplandeciente, ni como los de Soun, azul eléctrico, sus ojos eran de un precioso azul claro, parecían fríos como aquel nevado día, como un hielo, pero para nosotros eran ojos que nos miraban con ternura, y hacía a nuestro corazón latir, llenándolo de una agradable calidez.

Sasuke: Hola mi pequeña Himeko.

Un día durante el embarazo de mi papi, cuando estaba de unos cinco meses, estábamos en el salón, mi padre desde un sillón miraba a mi papi y de repente se lanzo a él y abrazarlo, y alzarlo dando vueltas en el aire. Todos lo regañamos, pero él nos dijo que mi papi llevaba una niña en su vientre y todos no unimos al abrazo. Varias veces estuvimos pensando un nombre adecuado, hasta que mi padre dijo el de Himeko, entonces todos estuvimos de acuerdo, su nombre significaba princesa, porque eso es lo que era, era nuestra pequeña princesa. Desde que lo supimos no nos separábamos del vientre de mi papi, nos gustaba hablarle, y sentir sus pataditas y que aquella pequeña criatura estaba viva. Incluso Kyubi se alegro, nos dijo que ya era hora de que naciera una niña, que el bastardo de Uchiha solo daba varones, nos reímos mucho. Kyubi cada vez era más amable, sin que mi papi se enterara Ryuta entraba en su celda, gracias al Sharingan, decía que le gustaba dormir entre sus suaves colas, para Kyubi él era un pequeño cachorrito y al igual que mi padre, lo consentían.

A veces los mellizos venían a dormir a mi habitación, Ryuta se metía conmigo en mi cama y yo lo abrazaba, Toshiki dormía en aquella cama de colchón fino encima del armario. La habitación de Soun ya estaba lista, toda entera estaba pintada del color de sus ojos y el suelo y el techo de negro. Tenía una cama azul, un escritorio, un gran armario, una mesita, lo que una habitación normal. En su puerta como era habitual pusimos el cartel de madera, él quería que fuera un rayo del color de sus ojos, y pusimos su nombre en negro. Pero ahora teníamos un problema, mi hermano quería dormir en la cuna con nuestra pequeña hermanita, al principió fue un jaleo, pero mis padres decidieron aceptarlo, ya que Soun aun era un poco pequeño, los mellizos se tenían el uno al otro, y yo era más maduro, pero él estaría solo en la habitación. Según mis padres así se protegerían mutuamente, Soun era pequeño y nuestra hermanita, era especial, a si que optamos por ello.

Nos pasábamos todo el rato con nuestra hermana, y como era invierno, no teníamos que ir a la academia. El año pasado después del nacimiento de Nonomi, la primera hija de Shikamaru y Temari, que nació en Enero, nacieron más niños. En Julio nació el segundo hijo de Kiba e Ino, Etsu, era rubio y de ojos negros. En Septiembre nació Buki, hija de Kankuro y Ten-ten, su pelo era marrón y sus ojos negros. Este año nació el segundo hijo de Suigetsu y Sakura, que tenían una niña, este era un chico, su nombre era Kenji, de pelo blanco y ojos azules, nació a finales de Enero. Tres días después del nacimiento de mi hermana, el día 28, nació Haruka, hija de Shino y su novia, que nos la presento hace un tiempo, era algo rara igual que él pero era muy guapa, su nombre es parecido al de su hija, Hikari.

En el mes de Febrero, cuando ya cumplí los 7 años, descubrimos algo que nos dejo en shock a todos y no sabíamos que hacer, a este paso no sé cómo mi papi puede manejar la villa, y es que estaba otra vez embarazado.