Capitulo 142 - La cólera del mandil.

El cielo, es esos momentos, cernía a representar lo que era una gran y preciosa cornalina, captando en lo que antes era su azul, las cálidas tonalidades del anaranjado sol, que empezaba a ocultarse tras el horizonte.

La luz del sol, al caer tenuemente, dejaba expuestas las sombras de todo lo que alcanzaba, y teñía con su color el jardín y una parte del interior del salón.

Entre todos los sonidos que formaban palabras, quedándose libres en el aire, se escucho un ruidito, como un pequeño gruñido, cuya culpable era la tripita de Hana.

Hana: (Ojos suplicantes) Papa, tengo hambre.

Sasuke: Sabía que este momento llegaría.

El pelinegro colocó a Ryuta y a Taisei, que estaban en sus rodillas, en el porche de madera, y quitó suavemente los brazos de Aiko, que rodeaban su cuello. Se puso en pie, y se hizo una coleta alta, con una goma negra, jalando su no muy largo cabello del mismo color.

Sasuke: Taigaken, Sara, Soun, Himeko, Kushina, mama, estaréis conmigo en cocina. Toshiki, Ryuta, Aiko, poned la mesa, y tú Toshiki vigila mientras a los dos pequeños.

Tsuyoshi: Yo no necesito vigilancia.

Sasuke: Hana si la necesita, solo ayuda mientras a tus hermanos. Revividos, escuchadme bien porque no lo pienso repetir.

Cualquier murmullo fue disipado en el instante, y los ojos atentos se posaron fijos en él.

Sasuke: Arriba del todo hay tres habitaciones libres. En una habitación permanecerán los 3 Hokages, Minato, papa, ayúdenles con los futones, en la del medio estarán Karura, Nowaki (el hermano de Tsunade) y Rin, Deidara, Itachi vosotros ayudaréis.

Itachi: Deberías decir por favor oni-chan, como cuando eras pequeño.

Sasuke: Itachi ya para con ese jueguecito tuyo.

Itachi: No te cuesta nada decirlo baka ototo.

Sasuke: (sonrisa Uchiha) Si quieres que tu rubito siga durmiendo a tu lado abrazado, es mejor que no me provoques o lo volveré a matar.

Deidara: (7-7) Oye a mi no me metáis en vuestras tontas peleas de hermanos.

Sasuke: Como iba diciendo, en la última habitación irán Jiraiya, Asuma-sensei, Yashamaru (el tío de Gaara) y Dan (el novio de Tsunade), Naruto échales una mano, y guía a los demás también a las habitaciones.

El serio e imponente tono de voz que Sasuke utilizaba, se torno a la hora de hablar con su rubio, formando uno más suave.

Taigaken: Papa.

Sasuke: Dime.

Taigaken: ¿Y donde dormirá Sara?

Sasuke: En tu habitación.

Pronunció esas palabras como si fuera lo más natural del mundo, y por lo que no había razón para dudar.

Taigaken: (O///O).

Al primogénito apenas le dio tiempo para sorprenderse, pues ante sus ojos ondeaban al viento unos largos cabellos marrones, pertenecientes a la chica, la cual ahora, le abrazaba dichosa de felicidad.

Sara: ¡Será genial Tai-chan!

Fugaku: (susurro) Sasuke ¿no crees que te estas precipitando con esa decisión?

Sasuke: (susurro) No.

Naruto: (susurro) Tranquilo, el pequeño chibi no es como Sasuke, no hará nada.

Cada uno se fue al lugar que se le había sido asignado por el gran jefe Uchiha. Naruto guiaba a una gran manada de personas por la casa, todos pasaron por el porche, hacia el interior del gran salón, seguido del pasillo, allí muchos se separaron ya que iban a la cocina.

Naruto: Aquí esta el baño de la planta baja, al final del pasillo a la izquierda esta una habitación de bebe, y bueno a la derecha mi dormitorio.

Subieron las escaleras, que al principio iban de frente y luego se giraban al sentido inverso, subiendo al primer piso.

Naruto: A la derecha por todo el pasillo están las habitaciones de los niños y nuestros padres, y al final unos baños. Aquí a la izquierda es como un mini salón, y por esa puerta está la biblioteca.

Enfrente de ellos había una escalera igual a la que anteriormente habían subido. Llegaron al segundo piso.

Naruto: En la derecha esta más o menos como abajo, lo del mini salón, a la izquierda por este pasillo están las habitaciones.

Pasaron una habitación sin entrar en ella, pero Toshiki y Ryuta si entraron en ella.

Jiraiya: ¿Qué hay en esa habitación Naruto?

Naruto: Oh, allí es donde tenemos por lo general trastos, o algún mueble, nada importante. Tú vas en esta habitación Ero-sennin, ahora voy yo y os echo una mano, los futones están en el armario dattebayo.

Jiraiya entró en la habitación seguido de Dan (el novio de Tsunade), Asuma-sensei y Yashamaru (el tío de Gaara). Todos eran más o menos hombres jóvenes por lo que congeniarían. La segunda habitación, estratégicamente estaba en el medio, ya que en ella se encontraba la única mujer joven, Karura, y podría correr peligro por cierto hombre sapito, por lo que no era muy recomendable que estubiese en uno de los estremos. Los niños, tanto Rin como Nowaki, estarían más a gusto con ella que con un montón de hombres viejos o jóvenes que no conocían. En la última permanecerían los Kages, que se conocían entre ellos.

Naruto fue tal y como dijo de nuevo a la primera habitación.

Naruto: Ya estoy aquí dattebayo. Hee... al final del pasillo a la izquierda hay dos baños que podéis utilizar, jeje (gotita) espero que sean suficientes.

Asuma-sensei: ¿Quién esta en la habitación de enfrente, creí haber oído que solo había tres habitaciones?

Naruto: Oh, esa es la habitación de Itachi y Deidara, normalmente viven en una pequeña casa de este barrito, muy cerca de aquí, pero como están nuestros padres se están quedando unos días. Los niños se lo pasan bien con ellos.

Dan: (sonrisa) Parece que tienes una casa bastante animada.

El rubio lleno de orgullo afirmo de forma efusiva. Amaba que su hogar fuera tan ruidoso y lleno de vida, y no como cuando el era niño, donde en su casa, al llegar día tras día, solo reinaba el silencio, lleno de una cruel y lastimosa soledad.

En la cocina/comedor todo era un poco caótico, pues había 7 personas cocinando. Sasuke intentaba poner un poco de orden.

Sasuke: Himeko ¿Cómo va el pan con forma de conejos?

Himeko: Bien papa, me están quedando muy lindos.

Sara: Ya he pelado las zanahorias.

Taigaken: Ahora hay que darles forma de flor de cerezo.

Sara: (gotita) Yo nunca hice eso.

Taigaken se puso al lado de su querida Sara, y cortó en rodajitas las anaranjadas zanahorias. Cogió una de las rodajas y le dio la forma de la flor.

Sara: Increíble, eres muy mañoso.

Taigaken: Es muy fácil, veras como tú puedes hacerlo incluso mejor que yo.

Sara cuidadosamente, con el cuchillo intentaba imitar la flor que había echo el pelinegro, aunque le salía algo más deforme.

Taigaken: Eso es Sara-chan.

Sasuke le daba vueltas a una gran olla llena de curry.

Sasuke: ¡Aiko!

La pequeña que estaba poniendo la mesa corrió hasta su padre.

Sasuke: ¿Qué animal quieres que tenga forma el arroz del curry?

Aiko: ¡Un tigre!

Sasuke: ¿Podrás hacerlo mama?

Mikoto: Creo que sí.

Sasuke: Sigue ayudando a tus hermanos.

Aiko: ¡Sip!

Soun: Papa, las patatas con forma de shuriken ya están, ¿cómo las hago, al vapor o fritas?

Sasuke: Fríelas.

Kushina: Taigaken, tráeme otra ronda de pescado, este ya está casi listo.

Los que estaban en las plantas superiores fueron entrando al comedor/cocina, atraídos por todos los deliciosos olores de las comidas. En cambio los revividos no solo se fijaron en la comida, si no que otra cosa llamo su atención, la vestimenta de Sasuke.

Para cualquiera que los conociese un poco sabrían que aquello no era tan raro, pero los de otras épocas no pensaban lo mismo, y era muy extraño ver a un hombre con un mandil de cocina. A pesar de que este era bastante normal, de color negro, y como no con el símbolo Uchiha a un lado de la parte superior.

Tobirama: (segundo Hokage) ¿Qué haces con eso puesto Uchiha? Deja a las mujeres cocinar.

Jiraiya: Mmmm, si fueses una mujer desnuda puede que incluso te quedase bien.

Alrededor de Sasuke empezó a emanar un aura oscura y tenebrosa, el ambiente de pronto se torno tenso y pesado, como si algo oprimiera sus corazones, era como estar en el mismo infierno, sin ninguna escapatoria posible a la cual aferrarse. A muchos, sobre todo a los niños, su instinto les decía que corriesen, en cambio sus piernas temblaban, paralizadas por ese mismo miedo.

Fugaku: Sasuke deberías calmarte.

Dijo su padre en un tono sereno, aunque por dentro tuviera miedo de la reacción de su hijo. Sasuke hizo caso omiso a las palabras de su padre, se quitó el delantal negro, y cogió su espada, desenvainándola.

Sasuke: (Sharingan) Parece que hoy algunas personas desean su propia muerte en este instante.

Sus hijos no se atrevían a detenerlo, a ellos no les haría nada, lo sabían con certeza, pero era demasiado fuerte como para poder intentarlo.


Hola gente, a pasado un tiempo, pero también me llevo tiempo hacer este cap, que es algo más largo, como antes los solía hacer.

Ya somos MAS DE 1000 EN FACEBOOK X3!!!

Por ello intentare hacer una temporada más caps y algo más largos. Muchos besos.

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