Sasuke: (sonrisa Uchiha) Mírame Naruto.

Naruto le miró a los ojos.

Naruto: Te abras confundido, seguramente escuchaste Sasuke, pero lo que en realidad decía era sake, hace mucho que no voy a tomar una copa.

Sasuke: (7.7) (gotita) ¿En serio crees que alguien se puede tragar eso Dobe?

Naruto: ¡Pero yo... dattebayo!

Sasuke abrazó con más fuerte a Naruto, pero con cierta dulzura.

Sasuke: Eres realmente baka. No te dejare escapar hoy.

A pesar de la autoridad de sus palabras, su voz las decía de manera tierna y cálida para los oídos de Naruto, quién dejaba caer con lentitud los parpados de sus ojos, y reconfortarse plenamente en los brazos de Sasuke.

Naruto: "El sonido de su corazón es realmente relajante."

Permanecieron así unos instantes, abrazados, sin mencionar ni una palabra, tan solo los suspiros se rompían en el silencio, y acentuaban su sonido por el resonar de las paredes. La incesante lluvia, seguía empapando sus cuerpos, evitando que se secaran. El ruido de las gotas al caer, impedía que escucharan lo que había a su alrededor.

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Los niños ya se habían despertado, y tenían hambre, pero su padre no les había preparado su delicioso desayuno como era costumbre.

Hana: ¿Y papa y papi?

Mikoto: Vuestros padres deben de estar muy cansados, por revivirnos y todo el trabajo en las oficinas.

Kushina: A si que hoy vuestras abuelitas os prepararan un estupendo desayuno.

Himeko: Somos 17 personas y Kyu-chan.

Soun: Es mejor que la princesa y yo os echemos una mano, será más fácil para vosotras.

Dijo Soun mientras se lavaba las manos en el fregadero. Su abuela pelinegra se acercó a él, revolviéndole su negruzco cabello.

Mikoto: Aunque seas un rebelde sigues siendo muy lindo.

Soun sonrojado apartó despacio la mano de su abuela.

Soun: (7///7) No lo soy.

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Sasuke daba suaves caricias a la espalda de Naruto.

Sasuke: Hoy quiero hacerte el amor.

Naruto: (7///7) T-teme no digas esas cosas, nuestros padres están aquí, y los niños también.

Sasuke: Ya lo hemos hecho otras veces estando ellos, no te preocupes.

Naruto: ¡P-pero esta vez es diferente!

Sasuke: ¿Por qué?

Naruto: (7///7) Hace años que no lo hacemos. No se si me dolerá o si... ¡o si podre contener mi voz teme!.

Sasuke: "Me encantaría volver a oírte gemir." Dobe, aquí no nos escucharan, además luego todos se marcharan.

Naruto: ¿¡A dónde!? ¡No pueden ir a ningún sitio!.

Sasuke: Nuestros padres querían dar una vuelta con los niños, además tampoco es bueno que estén encerrados todo el día en casa, permanecerán en el bosque, para que no los vean.

Naruto en su interior seguía dudando, no sabía si era seguro que sus padres estén fuera de su casa, podría se muy peligroso y generar malentendidos, aunque sus hijos tenían una gran percepción para que no los pudieran detectar; pero también tenía dudas, no sabía si volvería a estar preparado para entregar su cuerpo de nuevo a Sasuke.

El pelinegro empezó a besar el cuello de Naruto, dando sensuales mordiscos.

Naruto: Mmmm.

Sasuke: Tranquilo Dobe, seré suave contigo.

Sasuke miró fijamente los brillantes y azules ojos de Naruto, quedándose hipnotizado por ellos. Una de sus manos, se atrevió a tocar a aquellos sensuales labios, rozándolos con el pulgar. La mirada de ambos bajo hasta los de cada uno, deseándolos, hasta tal punto de precipitarse en su unión.

Los besos se volvieron atropellados por la pasión del momento, el rápido movimiento de sus lenguas provocaba que se negaran a una separación de sus labios. La simpleza de los besos podía encender una llamarada en ellos.

Las manos de Naruto, que antes se hallaban en el pecho de Sasuke, ahora acariciaban pasionalmente su pelo negro. Una de las manos de Sasuke en cambio, bajo hasta la cintura del rubio, agarrándola.

Era un lucha entre ambos cuerpos, por ver cual de los dos llevaba el control y el ritmo sobre aquellos besos incontrolables.

La batalla nadie la ganó, pues el aire faltaba en sus bocas, y sin querer, tuvieron que separar sus labios durante unos instantes.

Su cabeza estaba ligeramente apoyada en la frente del otro, mirándose fijamente, con la respiración agitada, los mejillas rojizas de manera tenue, y los labios algo hinchados.