Capitulo 1
Broken heart
Omnipresente
Era un día nublado, las probabilidades de lluvia eran grandes, conducía a tranquilidad Porter Robinson, su cabello negro como la noche era levantado por la refrescante brisa que chocaba con su rostro, y aquellas orbes cafés reflejaban una mirada de enojo, lo cual era claro en su rostro, en el asiento de copiloto estaba Hugo, su próximamente ex-marido, cabello rubio cenizo y ojos azules cuál mar, era un chico hermoso, lo que tenía en belleza lo tenía en bondad, esto fue lo que hizo a Porter enamorarse perdidamente de él, pero eso estaba por acabar.
Atrás de ellos estaba Mattew, el pequeño de 6 años los acompañaba hacia el jurado, desde su lugar les mostraba una tímida sonrisa, pero en realidad se estaba quebrando por dentro, sus ojitos cafés tenían lágrimas amenazando con salir, tenía miedo, desde que lo adoptaron fue muy unido a ellos y no quería que su familia se separara.
Al llegar se toparon con Alan, un amigo de Hugo, que fue citado para que cuidara de el pequeño mientras ellos hablaban con el juez, bajaron del auto y se dirigieron al Noruego mientras Matt sostenía la mano de Hugo con delicadeza.
-hey Hugo- lo llamo Alan -¿Dónde está mi sobrino?
-aquí tío- dijo el niño
Alan era como el tío de Matt y es que se querían demasiado como para no demostrarlo, mientras el niño abrazaba al mayor, este pudo ver qué de su brazo sobresalía un rasguño, su playera roja con mangas enrolladas lo dejaban ver a mitad, esto despertó cierta curiosidad en el oji-azul.
-¿Que le sucedió al niño en el brazo?- pregunto el Noruego
-Hugo de irresponsable no lo cuido- contestó sin importancia Porter
-oh claro- contestó Hugo -es solo mi hijo
-pero si tú lo estabas cuidando- le reprochó el mayor
-tu también puedes cuidarlo- le respondió -no te vas a volver mujer si lo cuidas
-mira quien lo dice- lo burló el pelinegro
Y sin darse cuenta ya estaban peleando otra vez, lo peor era que frente a su hijo, Alan ya sabía que eran así pero el niño no tenia porque ver cómo sus padres se decían cada cosa, para los niños sus padres son su mundo, lo único que les importa es estar con ellos, pero ¿Que niño quisiera estar en medio de una pelea? No era un asunto que le correspondiera aunque siempre vea todas sus indiferencias, Alan se maldijo internamente por haber preguntado, lo único que pudo hacer fue subir al niño en su auto y largarse, si que tardarían entonces.
Mattew comía una paleta que había guardado en su pantalón de mezclilla color negro, aquel dulce sabor cubrió su paladar y degustandola se olvidó un momento de el asunto de separación hacia sus padres.
Llegaron a su destino, aquella casa enorme con tonos de blanco y beige combinada con el paisaje la hacían verse realmente hermosa, una casa que rentaban desde que llegaron, en ella habitaban solo tres personas, el, su pareja y su hermano menor el cual estaba con ellos para estudiar más cerca la universidad dado que se ganó una beca para continuar sus estudios en Estados Unidos. Al llegar fueron recibidos por Andreas, un chico mayor en estatura a comparación de Alan, vestía una sudadera azul que combinaba con sus pantalones negros y sus tenis blancos, era un poco parecido a Alan pero sin barba y con los ojos cafés.
-hola Matty, pasa niño- dijo Andreas
-hola Andy- contestó el pequeño
Alan esperaba ser recibido por un beso en los labios y un abrazo de su pareja, Christopher, con el que tenía más de dos años en relación formal, se le hacia extraño no ver a su amado cuando entró, Alan era muy inseguro, Chris era tan perfecto que temia que lo dejara por alguien mejor.
-oye Andreas ¿Y Chris?- pregunto Alan notando como Andreas se ponía nervioso
-etto... Fue a... Visitar a ¿Joel?- respondió inseguro Andreas
-Andreas Walker, quiero la verdad- contesto serio mirándolo fijamente a los ojos
Alan poseia ese don que tienen nuestras madres para descubrir lo que ocultamos con solo una mirada, una profunda mirada que te helaba la sangre y te aumentaba los nervios hasta que decías la verdad.
-es la verdad- trato de justificarse el castaño
-por favor, todos sabemos que se odian- y aquella mirada amenazante se hizo presente
Andreas no sabía que hacer, le había jurado a Chris no decir nada, pero esa mirada lo ponía nervioso, si esa mirada fuera una pistola, tendría varias balas perforando su cabeza, haciéndolo sangrar en exceso, no quería problemas con su hermano, pero tampoco los quería con su cuñado, Chris era un gran amigo de Andreas, aveces le daba consejos para la escuela o para escoger una pareja, pero el menor de los Walker no quería tener compromisos ahora, quería disfrutar de su juventud hasta el límite, claro excluyendo las adicciones negativas, y para no agrandar el problema lo tuvo que soltar.
-ok... Fue a comprarte algo, me pidió que no te dijera pero en la noche te sorprendería- hablo el chico de menor edad -espero que está vez me dejen dormir, mañana tengo examen y quiero descansar bien
-oh, ya veo- musitó con culpabilidad -supongo que exagere
-sin celos no hay amor, pero en exceso solo el sexo- río el menor comenzando a correr
-ANDREAS WALKER ¿TU DE DONDE APRENDISTE ESO?- grito Alan persiguiendo al menor mientras esté corría escaleras arriba hacia su habitación para luego cerrarle la puerta en la nariz.
Lo más inquietante era que lo había dicho frente a un niño de 6 años que no tenia ni la menor idea de que carajo estaban hablando.
-¿Que es sexo?- pregunto Matt con una mirada inocente a su tío
-es... e-es un juego de adultos ¡Si!- logro contestar y es que no se le ocurría una mejor manera de explicárselo a un niño de 6 años
-ok ¿Tienes pizza?- Matt se dirigió a la cocina buscando aquel manjar
-otra cosa me hubieras copiado a Martín- río el mayor -no tengo pero podemos pedir una ahorita mismo
***
La noche se hizo presente en las calles de Estados Unidos, las farolas de las calles adornaban la vereda, un auto de color blanco se dirigía a su entorno, Chris venía conduciendo feliz de la vida, había comprado un par de cosas para una romántica cena que degustaria con Alan, y tal vez con su hermano menor, Andreas.
Aquel chico era como un niño pequeño, corriendo de aquí para allá, rompiendo cosas y causando problemas, era divertido aveces y Chris lo quería como a un hermano, claro también por ser el hermanito de el hombre de sus sueños, enserio amaba a Alan y quería demostrárselo a cada instante.
Llegó y se encontró una escena graciosa, Alan y Andy estaban peleando de una manera extraña por el control remoto mientras el hijo de Porter y Hugo dormía en uno de los sillones de la sala con la orilla de la pizza colgando de su mano.
-pero que linda sorpresa- río al ver a su amado siendo usado de cogín por su hermano mientras ambos tenían el control sujetado
-¡Chris! Dile a Alan que me dé el control- dijo Andreas forsegeando con Alan -yo lo gane primero
-amor, deja al niño- pronunció mirando divertido a Alan
-¡Te gané!- finalmente Andreas logro quitarle aquel dichoso aparato de las manos y usar su estómago como asiento
-Ya verás para la próxima- amenazó Alan
-ven un momento Alan y deja a Andy en paz- cuestionó Chris con una bella sonrisa
-pero bebé, ¿Porque lo defiendes?- Alan logro salir del agarre de Andreas y fue hacia Chris para abrazarlo por la cintura
-para que se entretenga en algo y nos deje sólos- susurro coqueto Chris en el oído de Alan y este le dio un apasionado beso que terminó cuando una molesta voz se hizo presente
-ASCO- grito en tono de burla Andreas mientras se cubría el rostro con ambas manos -eso en su cuarto
-eso dices porque no tienes pareja- cuestióno divertido Chris
-disfruto de mi soltería- contestó el castaño
-por ahora- le dijo Alan -cuando encuentres a alguien que te haga un amarre de los buenos, adiós libertad jajaja
-me pusiste melancólico- fingió limpiar una lágrima -Chris ¿me trajiste mi chocolate?
-sin trozos de cacahuate, redondo en su forma y con extra leche- dijo Chris mientras sacaba aquel dulce -en pocas palabras un kínder sorpresa
-SIII- sin previo aviso Andreas tomo aquella pequeña caja para abrirla y proceder a comerlo
-disfrutalo- dijo Chris
Mientras el chico disfrutaba de su chocolate, la melosa pareja fue hasta la cocina donde Chris dejo las compras en la mesa y fue con Alan a un lugar apartado de la vista de Andreas, una buena seción de besos y mordidas los esperaba.
Aquellos besos eran dados en una combinación de pasión y amor,se devoraban mutuamente con sus labios y sus lenguas bailaban al compás de la otra, Alan tenía sus manos en la cintura de Chris, sosteniéndola con deseo y Chris por su parte abrazaba a Alan por el cuello. De no ser por el sonido de el timbre, estos chicos hubieran pasado a más, cuando Alan abrió vio que el que los buscaba era Hugo.
Su rostro mostraba cansancio y sus ojos estaban rojos e hinchados, de seguro había estado llorando, pero aquella era una difícil decisión, debían de comprenderlo.
-pasa Hugo- se hizo a un lado para dejarlo pasar -Matty está dormido
-gracias Alan- entro con pocos ánimos -hola Chris, hola Andreas
-hola- ambos chicos le devolvieron el saludo
Andreas sabía que esto era un problema con amigos de su hermano, por lo que se retiró para ir a su habitación y escuchar un poco de música, Chris invito a Hugo a sentarse, cosa que acepto y se sentó en el sillón individual mientras Alan se sentaba a un lado de Chris en el mas grande sillón, abrazando a Chris por los hombros.
-¿Que sucedió?- pregunto Alan
-ya me divorcié- musitó Hugo sintiendo lágrimas acumulándose en sus ojos
-lo lamento mucho Hugo- dijo Chris
-no importa, de todas maneras entre Porter y yo ya no había amor- contesto cortante
-se que te dolió, pero era lo mejor- dijo Alan
-supongo que si, gracias por cuidar a Matty, debo irme- hablo el francés tomando a su hijo en brazos
-sobre Mattew ¿Con quién se quedará?- pregunto Chris
-el juez estableció que,al ser yo quién menos trabajo tiene, yo he de cuidarlo cinco días a la semana- explico con tristeza Hugo -Porter lo tendrá el fin de semana, pero si por mí fuera, no lo vuelve a ver en su vida
-el niño tiene dos padres, no uno, ambos deben de cuidarlo -dijo Chris -recuerda que ambos decidieron adoptarlo
-gracias por el consejo Chris, debo irme- agradeció el chico en la puerta
-con cuidando- le advirtió el Noruego
-claro, buenas noches- le respondió
Con ayuda de Chris salió de la casa y coloco al niño en el asiento de atrás con el cinturón de seguridad, se subió y condujo a su casa, la cuál ahora sería solo de el, ya que el juez dictaminó que al tener mayor tiempo a la criatura, debería tener un techo fijo y que mejor que la casa donde quedaban restos de amor. Llegó a su destino y de mala gana entro con el niño en brazos, Porter ya se había retirado junto a sus cosas, le dolía saber que ya no tendría a aquel maravilloso hombre consigo, pero se había esfumado para iniciar las peleas, ahora no tenía nada más que su hijo. Coloco al pequeño en su habitación para proceder a arroparlo y salir, se sentó en la gran sala que poseia la casa, no sabía que hacer.
Aquello lo ponía melancólico, a pesar de haberse divorciado, una parte de el no dejaba de amarlo y es que era imposible para el dejar de amarlo, lo había ilusionado y todo se fue a la mierda, quería desquitar su coraje en algo o en alguien, no se atrevía a ir en contra de su hijo, amaba a Mattew más que a nada y jamás le levantaría la mano a ese pequeño ángel, que mejor manera de desquitarse que consigo mismo, no dañaria a nadie y nadie se enteraría ¡Perfecto!. Daba igual ya que con esto empezaba a perder la cordura, sentía que oía voces, malditas voces que le reprochaban sus actos y el normalmente confundía con la conciencia.
Tenía que hacerlo
•Para sufrir más
Entre nosotros ya no existía amor
•Amor siempre hubo, lo que no tenían era tiempo
Era lo mejor para todos
•¿Lo mejor para todos? O ¿Lo mejor para tu orgullo?
Ya no hay marcha atrás
•Aún estás a tiempo de remediar tu peor error
¡Deja te atormentarme consciencia!
•Son tus actos los que te atormentan
El me olvidará
•No lo hará si tú luchas por el
Ya no lo amo
•¿Estás seguro?
¡Muy seguro!
•Mientes
¡Ya déjame en paz! Odio a ese maldito hombre
•¡Cuida tus palabras Hugo! Recuerda que un día amaste a ese maldito hombre
¡Te odio maldita conciencia!
•¿Desde cuándo se cansaron de decirse "te amo"?
Cállate
•¿En qué momento tanto amor se transformó en odio?
Déjame en paz
•¿Cuando los besos se convirtieron en insultos?
Basta
•Todavía lo amas, no me lo niegues
Eso es mentira
•Ay Hugo, siempre has sido malo para mentir
Y si aún lo amo ¿Algún problema?
•¡Si! Que te separaste de tu pareja, el que te decía de corazón te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
Te amo
-te amo tanto Hugo ¿Quieres casarte conmigo?
Aquel recuerdo de su propuesta de matrimonio se hizo presente en memoria, las lágrimas no tardaron en aparecer e inundar sus ojos, cascadas de lágrimas recorrían sus mejillas rojas, lo que no sabía era que tenía un serio problema de esquizofenia y si no lo atendía a tiempo, podría quebrarse aquel delgado hilo que separaba la cordura de la locura.
•Porter se ha ido
•Y tú lo dejaste irse
•Tan inútil como para ir por el
•¿Vas a llorar? Te creí más fuerte
•Por algo se ha ido Porter
-YA CALLENSE MALDITA SEA-
Palabras: 2382
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